4 ago 2024

Maduro perdió las elecciones, afirma The Washington Post

Maduro perdió las elecciones, según muestran los recuentos recopilados por la oposición venezolana

Edmundo González probablemente venció al presidente Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio por millones de votos, según muestra una revisión de los datos de los recibos electorales.

Por Samantha Schmidt, Steven Rich, Ana Vanessa Herrero y María Luisa Paúl

The WP., 4 de agosto de 2024 

Un análisis de actas de votación a nivel de distrito electoral recopiladas y proporcionadas por la oposición venezolana muestra que Edmundo González venció a Nicolás Maduro 

CARACAS, Venezuela — El candidato de la oposición de Venezuela probablemente recibió más del doble de votos que el presidente Nicolás Maduro en las elecciones del país la semana pasada, según una revisión del Washington Post de más de 23.000 actas de escrutinio a nivel de distrito electoral recopiladas por la oposición, una muestra que representa casi el 80 por ciento de las máquinas de votación en todo el país.

Esa conclusión, que se hace eco de los resultados de encuestas de salida independientes y análisis independientes similares, ofrece más evidencia contra la afirmación del socialista autoritario de que derrotó a su contrincante Edmundo González en la votación del 28 de julio.

El consejo electoral nacional de Venezuela, que está controlado por Maduro, lo ha declarado ganador, con casi el 52 por ciento de los votos contra el 43 por ciento de González. Pero una semana después de la votación, el consejo aún no ha puesto a disposición para su auditoría los resultados a nivel de distrito electoral que respalden la afirmación, como lo exige la ley venezolana.

La oposición ha publicado sus propios resultados, compilados con la ayuda de miles de observadores electorales voluntarios que recogieron y escanearon actas impresas por máquinas de votación electrónica el día de las elecciones en cada uno de los centros de votación del país.

El Post extrajo y analizó datos de 23.720 actas que fueron escaneadas y publicadas en línea por la oposición. De ellas, González obtuvo el 67 por ciento de los votos frente al 30 por ciento de Maduro.

Esas actas representan el 79 por ciento de las mesas de votación utilizadas el 28 de julio. Incluso si Maduro ganara todas las votaciones en el 21 por ciento restante, suponiendo una participación similar, todavía le faltarían más de 1,5 millones de votos para alcanzar a González.

El Post analizó solo aquellas actas que incluían códigos QR válidos y escaneables que pudieran proporcionar datos. Eso representaba aproximadamente el 97 por ciento de las actas publicadas por la oposición.

Para corroborar la autenticidad de las actas publicadas en línea, un reportero del Washington Post revisó cientos de actas físicas, que la oposición guarda en cajas de cartón en lugares secretos por todo el país para evadir la represión gubernamental.

Las tiras de papel, recibos conocidos aquí como “actas”, muestran los resultados del día de cada mesa de votación en cada centro de votación. Cada acta contiene un código único, la fecha y hora en que se imprimió, una marca de agua del consejo electoral y las firmas de los trabajadores electorales y observadores que estuvieron presentes.

Un Acta de Escrutinio que la oposición dice que fue impresa por una máquina de votación electrónica el 28 de julio. La marca de agua del Consejo Nacional Electoral (CNE) aparece en la esquina superior izquierda. El número resaltado en el centro es un código que indica la mesa de la que se tomaron los resultados. Los primeros dígitos indican el estado y el municipio del centro de votación. (Documentos proporcionados por Comando con Venezuela)

Un acta muestra cuántas personas votaron en una mesa individual y por quién. En Venezuela, los votantes emiten su voto por un partido y los votos van al candidato que apoya el partido. Esta acta muestra los votos que fueron a los partidos que apoyaron a Maduro. Como una capa adicional de seguridad, el número de votos para cada partido también está escrito en español. “Cero, Uno, Seis, Uno” al lado del PSUV, el Partido Socialista Unido de Venezuela de Maduro, se traduce como “Cero, Uno, Seis, Uno”: 161. (Documentos proporcionados por Comando con Venezuela)

Si bien The Post no pudo obtener una confirmación independiente de que las actas físicas en poder de la oposición sean auténticas, los detalles en ellas indican que fueron producidas en los centros de votación.

Los datos impresos en ellas coincidían con los datos cifrados en sus códigos QR. Cada una estaba firmada por varias personas, algunas de las cuales fueron entrevistadas por The Post. Las hojas y sus escaneos mostraban líneas azules que coincidían con las del papel utilizado por las máquinas del consejo electoral. Los distritos identificados en las hojas son todos reales.

El Post comparó entonces los resultados de docenas de actas físicas con los de las versiones escaneadas proporcionadas por la oposición y descubrió que todas coincidían. Muchos centros de votación votaron por Maduro, pero no los suficientes para darle más votos que González.

La conclusión del Post coincide estrechamente con las de Associated Press, que realizó un análisis similar del voto nacional, y AltaVista Research, un grupo con sede en Caracas que trabajó con una muestra aleatoria más pequeña de actas.

AltaVista, que tiene vínculos con la oposición, recopiló actas fotografiadas por observadores electorales en 971 centros de votación en todo el país y encargó a investigadores independientes de Estados Unidos, Brasil y Venezuela que las analizaran. Calcularon que González recibió el 66 por ciento de los votos frente al 31 por ciento de Maduro.

El Post verificó docenas de las impresiones incluidas en ese estudio y descubrió que coincidían con los recuentos que la oposición había digitalizado y publicado en línea.

“Después de analizar nuestros propios datos, ver los resultados de la oposición y cómo coinciden, mi conclusión es que estamos presenciando el mayor fraude electoral en la historia de América Latina”, dijo Dalson Figueiredo, profesor de ciencias políticas en la Universidad Federal de Pernambuco de Brasil, que participó en ese estudio. “Esta es evidencia científicamente probada, y no podemos permitir que la ideología la anule”.

Las encuestas de salida realizadas por Edison Research, con sede en Somerville, Nueva Jersey, el día de las elecciones indicaron que González obtuvo el 65 por ciento de los votos frente al 31 por ciento de Maduro. El Centro Carter, con sede en Atlanta, que fue invitado por el gobierno para observar las elecciones, concluyó la semana pasada que “no cumplió con los estándares internacionales de integridad electoral y no puede considerarse democrático”.

Varios gobiernos han expresado escepticismo sobre los resultados del consejo electoral. La administración Biden rechazó la semana pasada la afirmación de victoria de Maduro.

“Dada la evidencia abrumadora”, dijo el secretario de Estado Antony Blinken en un comunicado el jueves, “está claro para Estados Unidos y, lo que es más importante, para el pueblo venezolano que Edmundo González Urrutia ganó la mayoría de los votos” en las elecciones.

Maduro ha afirmado que un ciberataque ha impedido al gobierno publicar los resultados a nivel de distrito. No ha proporcionado evidencia del ataque. Los expertos electorales que observaron el sistema el 28 de julio y un auditor consultado por The Post dijeron que el sistema no sufrió una interrupción que hubiera afectado la transmisión de los resultados.

Doce días antes de la votación, el técnico a cargo de la seguridad del consejo electoral dijo que un hackeo sería poco probable porque la red estaría “completamente aislada”.

“No tendremos comunicación con el resto del mundo”, dijo Carlos Hernández, según un informe publicado por el gobierno. La empresa estatal de telecomunicaciones estaría “asignada únicamente para este propósito el día del evento”, dijo, y el sistema estaba resguardado por otras protecciones, incluidos límites de acceso y alertas.

El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, un aliado cercano de Maduro, ha acusado a la oposición de subir documentos defectuosos o falsificados. Ha mostrado varios ejemplos de actas a las que les faltaban firmas. Los organizadores de la oposición dicen que la falta de firmas se puede explicar por las dificultades que enfrentaron muchos observadores electorales para acceder a los centros de votación y por el error humano común del tipo que ocurre en cualquier elección a gran escala.

Incluso algunos simpatizantes del gobierno han expresado dudas sobre las afirmaciones de Maduro. Dos de los entrevistados por The Post, entre cientos de socialistas y activistas de izquierda extranjeros invitados por el gobierno para observar la votación, dijeron que no vieron grandes perturbaciones el día de las elecciones. Ninguno de ellos calificó la votación de democrática. Uno reconoció que Maduro podría no haber ganado.

“Creo que ambos lados mienten”, dijo el observador, que habló bajo condición de anonimato para poder discutir el delicado asunto. “Edmundo González no ganó por 30 puntos, y es posible que nunca sepamos si Maduro ganó”.

Maduro ha pedido al Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, otra institución que controla, que se haga cargo del caso. Ha dicho que está “dispuesto a entregar todas las actas del 100 por ciento de las mesas al tribunal cuando lo requiera”. No ha dicho si se harán públicas.

Los papeles están ahora en el centro de la creciente crisis política de Venezuela, dando a la oposición lo que dice es una prueba de su victoria y ayudando a poner presión internacional sobre Maduro para que negocie una salida.

La oposición sigue recolectando actas pendientes, incluso mientras las fuerzas de seguridad de Maduro y los partidarios paramilitares intensifican el acoso y las detenciones de los supuestos opositores.

El tesoro es el resultado de una operación masiva y sofisticada organizada durante meses y ejecutada por miles de venezolanos comunes que vigilaron las urnas en busca de irregularidades el día de las elecciones y se negaron a abandonar sus centros de votación sin los recibos. Muchos siguen arriesgando su seguridad al resguardar encubiertamente los registros.

“Sabíamos a quién nos enfrentábamos”, dijo Jesús Armas, quien supervisó la recolección de actas de recuento de votos en Libertador, un municipio fuera de Caracas que durante mucho tiempo ha sido un bastión de apoyo al gobierno.

“No es la primera vez que Maduro comete fraude”, dijo. “Pero es la primera vez que podemos demostrarlo”.

Maduro, que ha gobernado Venezuela durante más de una década, llegó a un acuerdo con la oposición el año pasado para llevar a cabo una elección presidencial libre y justa en 2024.

Los líderes de la oposición creían que intentaría robar el voto.

Maduro, que ha gobernado Venezuela durante más de una década, llegó a un acuerdo con la oposición el año pasado para llevar a cabo una elección presidencial libre y justa en 2024.

Los líderes de la oposición creían que intentaría robar el voto.

 El autócrata, que ha presidido un colapso económico histórico y el éxodo de más de 7 millones de personas del país, fue acusado por la oposición de fraude para ganar las elecciones de 2013 para reemplazar a Hugo Chávez, el fundador del estado socialista, y más ampliamente para ganar la reelección en 2018.

La oposición ideó un sistema para proteger el voto: una red de miles de voluntarios, capacitados y acreditados por el gobierno, para vigilar las urnas y recoger las actas.

Un grupo de líderes de la oposición, algunos de ellos atrincherados dentro de la embajada argentina en Caracas durante meses para evadir las órdenes de arresto, reclutó y coordinó a "capitanes" en todo el país. Instalaron 133 lugares, con escáneres de alta definición y acceso a Internet Starlink, donde los voluntarios recogieron, digitalizaron y cargaron los documentos en una aplicación creada para ese fin.

Uno de esos lugares, cuyo nombre en código era “Puntos Índigo”, era un apartamento privado en una zona de clase trabajadora de Caracas. El organizador de la oposición local es un ingeniero mecánico de 32 años que pidió ser identificado solo por su segundo nombre porque ha recibido amenazas.

Leandro y un grupo de amigos se quedaron despiertos toda la noche del 28 de julio y trabajaron durante el día siguiente recuperando actas de recuento. Usaron palabras clave como “recibos” para evitar la atención del gobierno y sus partidarios.

Después de escanearlos y cargarlos, colocaron los registros en sobres dentro de una caja de cartón y colocaron una estatua del Arcángel Miguel derrotando a Satanás justo encima.

Un grafiti de la oposición en la parroquia Macarao de Caracas denuncia fraude electoral y declara a González presidente. La zona ha sido históricamente un bastión de Chávez y Maduro. (Para The Washington Post)

En muchos centros de votación, las autoridades impidieron que los observadores electorales observaran el recuento al final del día o se negaron a entregar las actas. En respuesta, cientos de partidarios de la oposición se movilizaron, rodearon algunos centros de votación hasta bien entrada la mañana y se negaron a irse hasta que las actas estuvieran en manos de los observadores electorales.

El momento en que Leandro se dio cuenta de que González había ganado fue cuando un voluntario le entregó un acta de un recinto con una historia de fuerte apoyo al gobierno, un centro llamado “Base de la Misión Sueños y Pensamientos de Chávez”.

“¿En serio ganamos aquí?”, preguntó. “No lo creo”.

Algunos barrios han resultado especialmente difíciles. Bandas de motociclistas pro gubernamentales han tomado el control de 23 de Enero, el barrio de Caracas donde está enterrado Chávez; la oposición ha recibido solo el 60 por ciento de las actas allí.

En otros lugares, la oposición ha recibido ayuda para acceder a las actas de los observadores electorales pro-Maduro. Juan Barreto, un ex aliado de Chávez convertido en crítico de Maduro, dijo que un observador electoral que representaba al partido de Maduro en su mesa de votación acordó enviar el acta a un amigo de la oposición a quien se le prohibió ingresar al centro.

Denuncias de ciberataque

Maduro lleva mucho tiempo acusado de manipular las elecciones, pero nunca antes había sido acusado de un fraude tan descarado.

 Varios líderes extranjeros, incluidos algunos de sus aliados de izquierda en América Latina, lo han presionado para que publique los resultados en los que basa su afirmación de victoria.

Pero una semana después de la votación, el sitio web electoral nacional sigue inactivo. El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, ha acusado a la oposición de trabajar con piratas informáticos en Macedonia del Norte para violar el sistema electoral.

La acusación ha desconcertado a los líderes de la nación balcánica. Stefan Andonovski, ministro de transformación digital de Macedonia del Norte, dijo que Venezuela no ha proporcionado ninguna prueba del supuesto ataque ni ha solicitado una investigación.

La empresa de seguridad Kaspersky, con sede en Moscú, no detectó evidencia de un ataque distribuido de denegación de servicio, un ataque que inunda los servidores y evita que los usuarios accedan a servicios y sitios, contra Venezuela entre el 25 y el 28 de julio.

Mario Torre, un ingeniero electrónico que está auditando el sistema electoral de la oposición, dijo que hubo una breve pausa en la transmisión de datos del centro de votación, pero que el sistema en la noche del 28 de julio no mostró evidencia de una interrupción que hubiera afectado la capacidad del gobierno para publicar los resultados a nivel de distrito, como lo exige la ley venezolana.

El canal protegido, dijo, es "prácticamente imposible de piratear".

Jennie Lincoln, directora de la misión del Centro Carter en Venezuela, dijo a The Post que el hecho de que los votos se transmitieran a través de líneas telefónicas dedicadas y teléfonos satelitales "pone en tela de juicio la excusa de la interrupción de la piratería de Internet".

Naledi Lester, una analista electoral que ha observado elecciones para la Unión Europea y otras organizaciones durante 25 años, dijo que las actas de recuento del tipo que se utilizan en Venezuela son un sistema estándar de verificación cruzada fundamental para la transparencia. Permiten que todos los partidos verifiquen los resultados.

La ley electoral de Venezuela garantiza a todos los partidos el derecho a estas actas, dijo, por lo que no hay razón para dudar de la validez de los documentos.

“En lugar de cuestionar la autenticidad de lo que ha publicado la oposición”, dijo, “la pregunta es por qué las autoridades, cuyo deber es publicar las actas, no lo han hecho para demostrar su punto de vista”.

Rich y Paúl informaron desde Washington. Scott Clement en Washington y Marina Dias en Brasilia contribuyeron a este informe.

##

Maduro lost election, tallies collected by Venezuela’s opposition show

Venezuelan presidential challenger Edmundo González holds up an acta, or voting machine tally sheet, during a rally in Caracas on July 30. The Venezuelan opposition has what it says are tens of thousands of actas that collectively show that González received more votes in the July 28 election than authoritarian President Nicolás Maduro. (Alexandre Meneghini/Reuters)

By Samantha Schmidt, Steven Rich, Ana Vanessa Herrero and María Luisa Paúl

August 4, 2024 at 7:31 p.m. EDT

An analysis of precinct-level voting records collected and provided by the Venezuelan opposition shows that Edmundo González beat Nicolás Maduro 

CARACAS, Venezuela — Venezuela’s opposition candidate likely received more than twice as many votes as President Nicolás Maduro in the country’s election last week, according to a Washington Post review of more than 23,000 precinct-level tally sheets collected by the opposition, a sample that represents nearly 80 percent of voting machines nationwide.

That conclusion, which echoes the results of independent exit polling and similar independent analyses, offers further evidence against the authoritarian socialist’s claim that he defeated challenger Edmundo González in the July 28 vote.

Venezuela’s national electoral council, which is controlled by Maduro, has declared him the winner, with nearly 52 percent of the vote to González’s 43 percent. But a week after the vote, the council has yet to make precinct-level results to support the claim available to be audited, as required by Venezuelan law.

The opposition has published its own results, compiled with the help of thousands of volunteer poll watchers who collected and scanned tally sheets printed out by electronic voting machines on election day at each of the country’s polling centers.

The Post extracted and analyzed data from 23,720 of the tally sheets that were scanned and posted online by the opposition. Of those, González earned 67 percent of the vote to Maduro’s 30 percent.

Those tally sheets represent 79 percent of the voting tables used on July 28. Even if Maduro won every vote on the remaining 21 percent, assuming a similar turnout, he would still fall more than 1.5 million votes shy of González.

The Post analyzed only those sheets that included valid, scannable QR codes that could yield data. That represented about 97 percent of the sheets published by the opposition.

To corroborate the authenticity of tally sheets posted online, a Washington Post reporter reviewed hundreds of physical tally sheets, which are being stored by the opposition in cardboard boxes in secret locations across the country to evade a government crackdown.

The strips of paper, receipts known here as “actas,” show the day’s results from each voting table at every polling station. Each acta contains a unique code, the date and time it was printed, an electoral council watermark and the signatures of poll workers and watchers who were present.

An Acta de Escrutinio that the opposition says was printed by an electronic voting machine on July 28. The watermark of the National Electoral Council (CNE, for its initials in Spanish) appears in the upper-left corner. The highlighted number in the center is a code that indicates the table from which the results were taken. The first digits indicate the state and municipality of the voting center. (Documents provided by Comando con Venezuela)

An acta shows how many people voted at an individual table for whom. In Venezuela, voters cast their ballots for a party and the votes go to the candidate the party supports. This acta shows votes that went to parties that supported Maduro. As an extra layer of security, the number of votes for each party is also spelled in Spanish. “Cero, Uno, Seis, Uno” next to PSUV, Maduro's United Socialist Party of Venezuela, translates to “Zero, One, Six, One”: 161. (Documents provided by Comando con Venezuela)

While The Post was not able to obtain independent confirmation that the physical tally sheets held by the opposition are authentic, details on them indicate they were produced at the polling stations.

The data printed on them matched the data encrypted in their QR codes. Each was signed by multiple people, some of whom The Post interviewed. The sheets and their scans showed blue lines matching those of the paper used by electoral council machines. The precincts identified on the sheets are all real.

The Post then compared the results of dozens of physical tally sheets to those on the scanned versions provided by the opposition and found that all of them matched. Many polling centers went for Maduro — but not enough to give him more votes than González.

The Post’s conclusion aligns closely with those of the Associated Press, which performed a similar analysis of the national vote, and AltaVista Research, a Caracas-based group that worked from a smaller, random sample of actas.

AltaVista, which has ties to the opposition, collected tally sheets photographed by poll watchers at 971 voting centers across the country and commissioned independent researchers from the United States, Brazil and Venezuela to analyze them. They estimated that González received 66 percent of the vote to Maduro’s 31 percent.

The Post verified dozens of the printouts included in that study and found that they matched the tallies that have been digitized and published online by the opposition.

“After analyzing our own data, seeing the opposition’s results and how they both match up, my conclusion is that we’re witnessing the largest electoral fraud in the history of Latin America,” said Dalson Figueiredo, a political science professor at Brazil’s Federal University of Pernambuco who participated in that study. “This is scientifically proven evidence, and we cannot have ideology overriding that.”

Exit polling conducted by Somerville, N.J.-based Edison Research on election day indicated that González captured 65 percent of the vote to Maduro’s 31 percent. The Atlanta-based Carter Center, which was invited by the government to observe the election, concluded last week that it “did not meet international standards of electoral integrity and cannot be considered democratic.”

Several governments have expressed skepticism of the electoral council’s results. The Biden administration last week rejected Maduro’s claim of victory.

“Given the overwhelming evidence,” Secretary of State Antony Blinken said in a statement Thursday, “it is clear to the United States and, most importantly, to the Venezuelan people that Edmundo González Urrutia won the most votes” in the election.

Maduro has claimed a cyberattack has prevented the government from releasing precinct-level results. He has not provided evidence of the attack. Election experts who observed the system on July 28 and an auditor consulted by The Post said the system did not suffer a disruption that would have affected the transmission of results.

Twelve days before the vote, the technician in charge of security for the electoral council said a hack would be unlikely because the network would be “completely isolated.”

“We will have no communication with the rest of the world,” Carlos Hernández said, according to a report published by the government. The state-owned telecommunications company would be “assigned solely for this purpose on the day of the event,” he said, and the system was guarded by other protections, including limits on access and alerts.

National Assembly President Jorge Rodríguez, a close Maduro ally, has accused the opposition of uploading flawed or falsified documents. He has shown several examples of actas that lacked signatures. Opposition organizers say the missing signatures can be explained by the challenges many poll watchers faced accessing voting centers and by ordinary human error of the kind that happens in any large-scale election.

Even some government sympathizers have raised doubts about Maduro’s claims. Two who were interviewed by The Post, among hundreds of foreign socialists and left-wing activists invited by the government to watch the vote, said they saw no major disruptions on election day. Neither would call the vote democratic. One acknowledged that Maduro might not have won.

“My belief is that both sides lie,” said the observer, who spoke on the condition of anonymity to discuss the sensitive matter. “Edmundo González did not win by 30 points, and we might never know if Maduro won.”

Maduro has asked Venezuela’s Supreme Tribunal of Justice, another institution he controls, to take up the case. He has said he is “prepared to turn in all of the tally sheets from 100 percent of the tables to the court when it requires it.” He has not said whether they will be made public.

VThe slips of paper are now at the center of Venezuela’s mounting political crisis, giving the opposition what it says is proof of its victory and helping put international pressure on Maduro to negotiate an exit.

The opposition continues to collect outstanding tally sheets, even as Maduro’s security forces and paramilitary supporters escalate harassment and detentions of perceived opponents.

The trove is the result of a massive, sophisticated operation organized over months and executed by thousands of ordinary Venezuelans who watched the polls for irregularities on election day and refused to leave their voting centers without the receipts. Many continue to risk their safety by covertly safeguarding the records.

“We knew who we were up against,” said Jesús Armas, who oversaw the collection of vote tally sheets in Libertador, a municipality outside Caracas that has long been a stronghold of government support.

“It’s not the first time Maduro has committed fraud,” he said. “but it’s the first time we can prove it.”

Maduro, who has ruled Venezuela for more than a decade, reached a deal with the opposition last year to conduct a free and fair presidential election in 2024.

Opposition leaders believed he would try to steal the vote. The autocrat, who has presided over a historic economic collapse and the exodus of more than 7 million people from the country, was accused by the opposition of fraud to win the 2013 election to replace Hugo Chávez, the founder of the socialist state, and more widely to win reelection in 2018.

The opposition came up with a system to protect the vote: a network of thousands of volunteers, trained and accredited by the government, to watch the polls and collect the actas.

A group of opposition leaders, some holed up inside the Argentine Embassy in Caracas for months to evade arrest warrants, recruited and coordinated “captains” across the country. They set up 133 locations, with high-definition scanners and Starlink internet access, where volunteers gathered, digitized and uploaded the documents to an app created for the purpose.

One such location, code-named “Indigo Points,” was a private apartment in a working-class area in Caracas. The local opposition organizer is a 32-year-old mechanical engineer who asked to be identified only by his middle name because he has received threats.

Leandro and a group of friends stayed up through the night on July 28 and worked through the next day retrieving tally sheets. They used code words such as “receipts” to avoid the attention of the government and its supporters.

After scanning and uploading them, they placed the records in envelopes in a cardboard box, and stationed a statue of the Archangel Michael defeating Satan just above it.

Opposition graffiti in the Macarao parish of Caracas denounces electoral fraud and declares González the president. The area has historically been a Chávez and Maduro stronghold. (For The Washington Post)

In many voting centers, authorities blocked poll watchers from observing the end-of-the-day count or refused to turn over the tally sheets. In response, hundreds of opposition supporters mobilized, surrounding some voting centers well into the morning and refusing to leave until the tally sheets were in the hands of the poll watchers.

The moment Leandro realized González had won was when a volunteer handed him an acta from a precinct with a history of strong support for the government, a center called “Mission Base Dreams and Thoughts of Chávez.”

“Did we seriously win here?” he asked. “I don’t believe it.”

Some neighborhoods have proved especially challenging. Pro-government motorcycle gangs have taken control of 23 de Enero, the Caracas neighborhood where Chávez is buried; the opposition has received only 60 percent of the tally sheets there.

Elsewhere, the opposition has received help accessing tally sheets from pro-Maduro poll watchers. Juan Barreto, a former Chávez ally turned Maduro critic, said a poll watcher representing Maduro’s party at his voting table agreed to send the acta to an opposition friend who was barred from entering the center.

Claims of a cyberattack

Maduro has long been accused of manipulating elections. But never before has he been accused of such a brazen fraud. Several foreign leaders, including some of his leftist allies in Latin America, have pushed him to publish the results on which he’s basing his claim of victory.

But a week after the vote, the national electoral website remains down. Venezuelan Attorney General Tarek William Saab has accused the opposition of working with hackers in North Macedonia to breach the election system.

The claim has baffled leaders in the Balkan nation. Stefan Andonovski, North Macedonia’s digital transformation minister, said Venezuela has not provided any evidence of the alleged hack or requested an investigation.

The Moscow-based security company Kaspersky did not detect evidence of a distributed denial of service attack, a server-flooding assault that prevents users from accessing services and sites, against Venezuela between July 25 and 28.

Mario Torre, an electronic engineer who is auditing the electoral system for the opposition, said there was a brief pause in voting center data transmission, but the system on the night of July 28 showed no evidence of a disruption that would have affected the government’s ability to release precinct-level results, as Venezuelan law requires.

The protected channel, he said, is “practically impossible to hack.”

Jennie Lincoln, head of the Carter Center’s mission in Venezuela, told The Post that the fact that votes were transmitted over dedicated telephone lines and satellite phones “calls an internet hacking disruption excuse into question.”

Naledi Lester, an election analyst who has observed elections for the European Union and other organizations for 25 years, said tally sheets of the kind used in Venezuela are a standard system of cross-checking critical for transparency. They allow all parties to verify results.

Venezuela’s election law guarantees all parties the right to these tally sheets, she said, so there’s no reason to doubt the validity of the documents.

“Rather than question the authenticity of what the opposition has published,” she said, “the question is why haven’t the authorities, whose duty it is to publish the actas, done it to prove their point?”

Rich and Paúl reported from Washington. Scott Clement in Washington and Marina Dias in Brasília contributed to this report.

No hay comentarios.:

Hoy es el recorrido de "La novia de Culiacán"

Guadalupe Leyva, o mejor conocida como «Lupita, la novia de Culiacán» es una leyendas de de la capital del estado.  Este domingo 22 de dicie...