Otálora: la última llama de dignidad que se apaga en el TEPJF

Otálora: la última llama de dignidad que se apaga en el TEPJF

La magistrada Janine Otálora Malassis confirmó su salida del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) este 31 de octubre, un acto de profunda congruencia que exhibe la cesión de la institución ante el poder político. Otálora se apega al plazo original de su nombramiento (2016-2025) y rechaza la prórroga hasta 2027 que, por conveniencia política, le "otorgó" la reforma judicial impulsada por la administración de López Obrador.

El Senado de la República recibió un oficio de la magistrada de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine Otálora Malassis, por el que confirma que concluirá sus funciones el próximo 31 de octubre.

En efecto, la magistrada recordó en el documento que entregó al Senado el 20 de octubre de 2016, el Senado de la República la eligió para el cargo para un periodo de nueve años y de conformidad con el artículo 99 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Destacó que el 15 de septiembre de 2024 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma al Poder Judicial de la Federación, cuyo artículo cuarto transitorio dispone que las magistraturas de la Sala Superior en funciones permanecerán en su encargo hasta 2027.

Sin embargo, agregó, “he tomado la decisión de acogerme a mi primer nombramiento, acorde con el que rendí protesta ante el Pleno del Senado de la República, por lo que concluiré mis funciones como magistrada de la Sala Superior el próximo 31 de octubre”.

Al dejar el cargo, Otálora marca una clara distancia ética y legal de cuatro de sus colegas que sí optaron por extender sus mandatos. Su partida, como señala  Carlos Marín en Milenio, deja al TEPJF huérfano de su "último reducto de dignidad".

El costo de oponerse al oficialismo

Otálora fue la voz disidente que se negó a avalar la sobrerrepresentación en el Congreso, una práctica que infló perversamente el poder de la mayoría (Morena), con lo que ello implica…Una cestreucción al Poder Judicial y a muchas cosas más.

Su voto en solitario defendiendo los principios democráticos le asegura, según el constitucionalista Diego Valadés, un "sitio de honor" en el Poder Judicial, por encima de la complacencia institucional. Fue también crítica con el "fraude a la ley" en los actos anticipados de campaña; y en los llamados acordenoes 

Su salida subraya que el TEPJF, percibido por muchos como entregado al oficialismo, no pudo o no quiso retener a sus perfiles más independientes.

El riesgo inminente: control total

La renuncia tiene un impacto político devastador: la Sala Superior, recién completada, volverá a quedar con solo seis magistrados. Esta incompleta integración consolida el control del bloque mayoritario, pues le otorga automáticamente el voto de calidad y decisivo a la presidenta Mónica Soto en caso de empate.

La partida de Otálora es una doble derrota: un acto de dignidad individual a costa de una dignidad institucional que se desvanece justo antes de procesos electorales cruciales como los que se avecinan, garantizando el control político sobre la máxima instancia de justicia electoral.

Para la historia inmediata,

PD. La Imagen es un cartón de Reforma

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