23 jul 2007

Comunicados de las FARP

Comunicado del grupo denominado Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (22 de julio de 2007): Textual.
Al pueblo de México:
Al pueblo de Guerrero:
Compañeras, compañeros:
Aguas Blancas: el trasfondo político actual. Segunda Parte
El 28 de junio dejó de ser una simple fecha "conmemorativa" de una de las peores masacres de nuestra historia moderna; el 28 de junio se ha convertido en un referente, en un parteaguas para el movimiento revolucionario, campesino, estudiantil y popular. El 28 de junio ha dejado de ser una fecha meramente histórica para convertirse en un concepto político que permite la confluencia y coordinación de distintas experiencias, esfuerzos y visiones de la lucha social. En la búsqueda de justicia, más que de dádivas por parte del Estado (acostumbrado a ello), las organizaciones y sus dirigentes han sufrido persecución, exilio, desaparición y muerte; ese ha sido el cobro hecho por parte del gobierno y la justicia mexicana; sólo a los que doblegaron, engañaron o mediatizaron con prebendas los han podido hasta cierto punto neutralizar. Pero en general, la conciencia y el deseo de justicia social de la mayoría han quedado intactos ante el vendaval y se ha convertido en una necesidad de luchar por siempre, por lo que se cree, esa es la cuestión de fondo. Y hacerlo con honestidad, con claridad, con eficacia; no por perseguir fines mezquinos, no por voluntarismo o mero protagonismo, no por simple catarsis, sino como un compromiso para con la sociedad.
De ahí que la creación de una Comisión de la Verdad, lo pensamos firmemente, no busca hacer justicia, busca enterrar de una vez y para siempre el 28 de junio de 1995, la masacre del Charco, del 18 de mayo, la masacre de los copreros; el olvido hacia la búsqueda, presentación y justicia para los familiares de los desaparecidos. Busca encubrir criminales y en esas sucias y tramposas frases acerca del "cerrar cicatrices", "reconciliarnos", "dar vuelta a la hoja de la historia", "cerrar capítulos pasados"; se puede hallar todo el cinismo y desprecio de quien no es ni fue víctima de esa negra historia que le ha arrebatado la vida o parte del cuerpo a muchos ciudadanos guerrerenses.
¡Cómo se nota que quien supo y sigue enterándose de las tragedias del pueblo por medio de un informe de la policía, de un reporte de "inteligencia", de una ficha de "política interna", de un periódico local, regional, estatal o nacional, de la televisión, de la radio, de la Internet , etcétera, jamás sabrá a plenitud lo que es mirar, escuchar, sentir y padecer el silbido de la muerte, que pone fin, con la velocidad de un disparo, un proyecto de vida!
¡Cómo se evidencia la insensibilidad y la desmemoria de algunos! ¡Cuánta frialdad, premeditación y alevosía existe en aquellos que alertaron a hospitales regionales de posibles heridos tan sólo unas horas antes de que se ejecutara la masacre de Aguas Blancas!
Es evidente entonces que la creación de la Comisión de la Verdad por parte del gobierno de Guerrero se convierte en una maniobra, un recurso meramente mediático y electorero afortunadamente muy gastado, una mala copia de las leyes de "punto final" argentinas cuyos verdaderos objetivos son el perdón y el olvido, mas nunca la búsqueda de la justicia.
Han argumentado, los responsables de impulsar esta comisión, que sus características han de ser de pluralidad y autonomía, con la inclusión para tal efecto de personalidades, luchadores sociales, representantes de ONG's, de partidos políticos, de la iglesia y del Estado. Con ello, al conformarla de manera "plural", buscan negociar con los verdaderos culpables cotos de poder, impunidades del pasado y del presente, espacios internos dentro del mismo partido en el gobierno; sobre todo ahora que muchas corrientes cuestionan el actuar político de corrientes hegemonizantes.
Al final, los impulsores de la comisión negociarán con sus impugnadores, tanto dentro del PRD como en otros partidos, para definir su integración y así, todos felices y contentos, iniciar la fiesta electoral que ya se avecina. Bajo esta disyuntiva, lo mejor sería hacerle caso a la ironía de Octaviano Santiago Dionisio cuando dijo en la mesa de debate El PRD, un partido en crecimiento, ¿hacia dónde?, que había que "crear una comisión de la verdad para investigar a los nuevos militantes del PRD". Nosotros, retomando el planteamiento inicial de él, proponemos que se amplíe a todos los partidos políticos, porque el PAN y Convergencia "no cantan mal las rancheras"; es decir, que la Comisión de la Verdad diera un giro en sus objetivos y características: investigar, identificar y expulsar de las filas del PRD, PAN y Convergencia a todos los "oportunistas y chambistas", como atinadamente los ha definido su coterráneo Angel Heladio Aguirre Rivero, ex gobernador y actual senador de la República. Como van las cosas, pronto se hará realidad lo que dijeron Tavira y Demetrio Saldívar, respectivamente: "nada más falta que afilien a Acosta Chaparro" y "falta que Figueroa Smutny sea candidato a gobernador por el PRD".
Mientras los partidos políticos y el gobierno del estado están entretenidos en sus luchas internas, proponiendo comisiones para resolver algunos problemas del pasado, buscando con ello encontrar culpables que todos sabemos dónde están, esos mismos fenómenos y características de esta sociedad moderna siguen reinando en nuestro estado. Todos reconocen la existencia del Comando Negro en Chilpancingo como un grupo paramilitar que levanta, desaparece, ejecuta y siembra el terror entre los ciudadanos inermes; pero ninguno lo investiga, ninguno le pone un alto. Innumerables desapariciones y "levantones" denuncian organismos de derechos humanos en Guerrero y ninguna autoridad es capaz de dar una respuesta coherente, mucho menos lo va a resolver o no quiere resolver el problema.
Otro asunto en la agenda nacional y estatal es el proyecto de construcción de la presa La Parota, el cual sigue, en la visión del gobierno, su curso lento pero inexorable; el gobierno estatal no se detiene en conseguir su objetivo, por lo que bajo esa tónica ha hecho la presentación del proyecto con el apoyo de la empresa Agora SC.
Al hacer la exposición en tres escenarios, en resumen define: con una visión 2006-2012, construir la presa, la carretera Rivera Costa Chica, un acueducto, una línea de energía eléctrica; además de cinco centros regionales de servicios (CRS), entre ellos lo de la Parota y Costa Chica. Plantea también que del 2012-2018 se construya un polo de desarrollo local, el cual será la Rivera La Parota, un desarrollo habitacional para turistas de clase alta, que contará con una carretera panorámica, un acueducto, una línea de energía eléctrica, el desarrollo turístico y residencial en sí y se va explotar el ecoturismo del río Papagayo. Por último, para 2018-2030, plantea construir la Rivera Costa Chica, que incluye desarrollo turístico y residencial, desarrollo tecnológico y ecoturismo. Como agregado final, esta última región será el proveedor de productos alimenticios mediante el impulso de un proyecto de biotecnología para procesar alimentos.
Como puede verse, está todo muy claro; este es un proyecto de la oligarquía enmarcado dentro del Plan Puebla Panamá; que en nada, salvo la utilización como mano de obra barata contempla a la amplia mayoría de pobladores de las regiones Centro, Costa Grande y Costa Chica de Guerrero. Ninguna mención de alternativas de desarrollo para los pobres, ningún proyecto productivo o creación de empresas con carácter social; solamente grandes inversiones de capital oligárquico y para los pobres la sola esperanza de que les indemnicen a buen precio su pedazo de tierra, para inmediatamente competir entre sí en ese proceso de proletarización del vasto campesinado. De esa manera, intentarán enrolarse a la lista de asalariados mal pagados de los grandes corporativos turísticos y de servicio donde servirán de botones, camareras, meseros, lava carros, sexo servidoras, trabajadores de limpia, policías de seguridad privada o, como parte del estado, para servir de carne de cañón del narcotráfico o, por último, para emigrar hacia Estados Unidos donde a fin de cuentas también les espera el mismo destino. Al final, la gran mayoría pasará a formar parte de la gran masa de desempleados y vendedores ambulantes; estela de destrucción del tejido social dejada por el neoliberalismo en nuestra nación. En suma, el infierno aquí en la tierra.
Otros hechos que tenemos a la mano para valorar o distinguir el comportamiento real de los gobiernos federal y estatal en materia de política social, de justicia, de derechos humanos, de apertura de espacios democráticos los enumeramos a continuación; los cuáles agravan la de ya de por sí explosiva situación político-social:
1. 67 años de cárcel a los dirigentes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), de
San Salvador Atenco.
2. Represión a simpatizantes de La Otra Campaña en varias partes del país y a bases zapatistas en Chiapas.
3. Libertad absoluta a Mario Arturo Acosta Chaparro, connotado y reconocido narcotraficante, conocidísimo criminal de lesa humanidad en la llamada Guerra Sucia.
4. Incursiones policíacas en comunidades de la Tierra Caliente guerrerense.
5. Impulso de examen antidoping, violando garantías elementales de niños y jóvenes so pretexto del narcotráfico, como si eso fuera la solución. Mejor harían en examinar a los creadores e impulsores de tal examen que bien lo merecen.
6. La Ley del ISSSTE, golpe de muerte a las conquistas de los trabajadores del Estado.
7. La persistencia del problema político y social de Oaxaca, agravado por los recientes acontecimientos de represión. Sin que se vea cercana la salida del gobernador Ulises Ruiz Ortiz.
8. La no respuesta favorable por parte del Estado a las exigencias de presentación con vida de los dos militantes del PDPR-EPR. A pesar de las evidencias del caso y aún a costa del accionar armado de dicha organización.
9. El escándalo generado por el "chinogate", que pone al descubierto los entretelones de las relaciones que establece la clase política que gobierna el país con los grupos de poder económico.
10. La reforma fiscal que afecta principalmente a la clase media y a la clase media baja (a los pobres más de lo mismo da igual); violentando el ya de por sí deteriorado equilibrio que se tiene del tejido social cuando se perjudica a la clase media: pequeños propietarios, campesinos, profesionistas, técnicos y cualquier trabajador por su cuenta.
Confróntense todos estos hechos y medidas, saquemos conclusiones y la pregunta ahora es ¿qué hacer? Estamos en eso; analizando, discutiendo para decidir lo que nadie quiere, pero la vorágine nos arrastra hacia allá…
Acapulco de Juárez; 22 de julio de 2007.
¡Por la revolución socialista y la liberación nacional!
¡La lucha popular revolucionaria!
¡Patria libre!
¡Y socialista!
Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo
FARP

Fecha: 2007 06 24
Comunicado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (del 24 de junio de 2007);

Aguas Blancas: el transfondo político actual. Primera parte.
Al pueblo de México:
Al pueblo de Guerrero:
Compañeras, compañeros:
A lo largo de nuestra historia, Guerrero ha sido cuna de hombres y mujeres valientes que han ofrendado su vida por el bien de la patria; pero, irónicamente, este estado es de los que menos retribuciones reciben de la Federación. Por otro lado, las conquistas sociales, económicas y políticas logradas con el triunfo de la Revolución Mexicana no se vieron materializadas en el estado de Guerrero. Al finalizar la Revolución, los otrora jefes insurrectos se convirtieron en nuevos caciques regionales o estatales, dependiendo de su “capacidad” y grados de codicia y crueldad para hacerse del poder a toda costa. Las propiedades y negocios de esos tiempos simplemente cambiaron de dueño o patrón para seguir igual que siempre, funcionando como meros centros de explotación de los menesterosos.
Por otra parte, si a la cúpula de caudillos constitucionalistas le interesó en algún momento impulsar ciertos cambios de tipo social, tal impulso se debió a la necesidad político-militar de conseguir aliados que provinieran de los “sectores populares” y que le permitieran obtener o consolidar la victoria sobre los villistas, zapatistas y magonistas, fundamentalmente. En Guerrero, los principales caudillos que le permitieron al carrancismo obtener esa victoria fueron algunos renegados zapatistas tales como los Figueroa, entre otros. Esa funesta alianza les permitió a los Figueroa enriquecerse y enquistarse en el poder, mientras el pueblo guerrerense siguió viviendo igual que siempre: en el abandono, en la miseria y bajo la opresión.
Pero a pesar de todo, el pueblo de Guerrero siempre ha mantenido firme su voluntad de luchar a toda costa, ha persistido en su deseo de organizarse para mejorar sus condiciones de vida. Y como resultado de esa voluntad popular se han gestado esfuerzos organizativos de la talla de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, ACNR, y del Partido de los Pobres, PDLP, los cuales al ver agotadas todas las vías legales, fueron orillados a desarrollar la lucha armada para así hacer escuchar su voz. Por su parte, como era de esperarse, el gobierno reaccionó de manera brutal y fascista; reprimió y masacró pueblos enteros, desapareció a innumerables ciudadanos, sobre todo guerrerenses, y cooptó a muchos oportunistas y renegados de la lucha armada, algunos de los cuales, inclusive hoy en día, continúan deambulando por los pasillos de las oficinas policíacas y gubernamentales, mientras otros más se ha convertido en piezas muy importantes del engranaje de los partidos políticos, pues aunque su participación en la guerrilla fue realmente nula en la mayoría de los casos, les sirvió como catapulta para proyectarse políticamente; no es de extrañarse, entonces, que algunos de estos últimos sean hoy los principales impulsores de una Comisión de la Verdad para el estado de Guerrero.
Con la muerte de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, cabezas indiscutibles del movimiento guerrillero, la lucha en general (no sólo la armada) cayó en un reflujo, en un nuevo periodo de reorganización y acumulación de fuerzas. Ya reorganizada, la lucha popular se volvió a manifestar abiertamente contra el robo electoral de 1988, año en el que nuevamente el pueblo organizado intentó ejercer su soberano derecho de elegir quien lo gobierne. A partir de esa nueva coyuntura, los esfuerzos organizativos de la sociedad guerrerense crecieron y se multiplicaron; se crearon organizaciones que lucharon por demandas económicas, sociales y políticas, se sentaron las bases de lo que hoy es el PRD de Guerrero y se recrearon la estructuras político-militares, con su respectiva base social, de lo que llegará a ser el nuevo movimiento guerrillero de 1996 hacia delante.
A partir de ese nuevo auge de la lucha, nuevamente el gobierno, representado como en la década de los 70’s por la estirpe sangrienta de los Figueroa y sus achichincles, intentó detener la organización del pueblo; creyéndose inmune a todo, planeó y ejecutó la masacre de Aguas Blancas, el 28 de junio de 1995, con el claro propósito de frenar de golpe la lucha de una de las organizaciones más consecuentes de la Costa Grande, la Organización Campesina de la Sierra del Sur, OCSS. Poco se ha hablado acerca de que antes de la masacre, el figueroísmo había hecho enormes esfuerzos por mediatizar la inconformidad social de la OCSS; había intentado la cooptación y la infiltración, así como ejecutado la desaparición y el asesinato de algunos de sus militantes. Al no lograr su objetivo, decidió dar un salvaje “escarmiento” a la lucha que estaba desarrollando esa organización campesina.
A la larga, la masacre de Aguas Blancas le costó la gubernatura al grupo figueroísta, iniciándose de esta manera un reacomodo de las élites de poder locales. Fue así que el grupo caciquil representado por Ángel Aguirre Rivero logró tomar el control político del estado, lo que propició el declive de la dinastía de los Figueroa y, al mismo tiempo, el paulatino ascenso de los grupos políticos que se fueron desplazando del PRI y se fueron aglomerando bajo las siglas del PRD.
Paralelamente, en junio de 1996, al verse nuevamente agotadas todas las formas de lucha legales y pacíficas para lograr la transformación social del país, apareció a la luz pública un nuevo movimiento guerrillero. En ese momento se inició una etapa en donde, al menos en el estado de Guerrero, la forma principal de lucha fue la lucha armada revolucionaria como respuesta obvia y legítima al gran cúmulo de agravios y maltratos que hasta esas fechas había realizado el gobierno en contra de todo el pueblo. Y nuevamente el gobierno respondió brutalmente; hubo cientos de encarcelados, innumerables desaparecidos, cayeron algunos de los combatientes guerrilleros que luchaban por una nueva sociedad, como el caso del Capitán Roberto, muerto por el ejército en Tepozonalco. La represión arreció contra las organizaciones sociales bajo el supuesto de que simpatizaban con la guerrilla, sus dirigentes fueron encarcelados o forzados al exilio, ya sea hacia otros estados del país o al extranjero, sus estructuras fueron desmembradas o sufrieron la persecución más atroz, esa que infunde el terror entre sus simpatizantes para de esa manera inhibir su participación.
Resultados: producto de la ofensiva del Estado y de diferencias internas del propio movimiento guerrillero, éste no fue capaz de mantener la ofensiva e inició su repliegue, generándose así un espacio político que algunas fuerzas políticas que se mantuvieron agazapadas durante la lucha armada, esperando el momento “oportuno”, lograron capitalizar para su propio beneficio político.
En esa lucha, perdieron principalmente la guerrilla y los principales grupos caciquiles regionales y estatales del PRI. Ganaron, en buena medida, las fuerzas políticas acuerpadas en el PRD, ya que el movimiento y la lucha de la guerrilla permitieron abrir espacios democráticos otrora impensables. Algunos grupos priístas que en ese tiempo eran de escasa importancia empezaron a tener cabida e influencia dentro del PRD en esta primera etapa de triunfos electorales para este partido, pero sin que su presencia e influencia fueran públicamente muy evidentes o notorias. Asimismo, también como parte de los reacomodos por el poder, algunas corrientes perredistas empezaron a destacar sobre otras en la dirección del partido y de los gobiernos municipales que habían ido obteniendo.
Así fue como los sucesivos procesos electorales convalidaron el arribo de nuevos grupos de poder hoy cobijados, como lo hemos mencionado anteriormente, bajo las siglas del PRD; grupos de poder que nada (y sólo en algunos casos, muy poco) tienen que ver con aquellos sus fundadores, iniciadores y consecuentes luchadores del movimiento social que pelearon en contra del poder corrupto del PRI y del fraude electoral de 1988. Lo anterior no quiere decir que esos luchadores no sigan dando la pelea, pero, al menos en las estructuras de dirección del PRD, no se les ve. En tales estructuras de dirección se encuentran los agazapados, los que se mantuvieron a la espera de la menor oportunidad, los que al tenerla la aprovecharon, la negociaron y la concertaron con los enemigos históricos del pueblo de Guerrero; los que a expensas de la lucha de otros lograron acomodarse en las estructuras del poder y hoy en día son gobierno en nuestro Estado.
Sin embargo, al comenzar a darse un nuevo repunte de la lucha social y política, producto de la desilusión y de los escasos resultados que ha dado el gobierno local en turno, mediante acuerdos amarrados después de varias reuniones entre los grupos y corrientes gobernantes, el ejecutivo local ha decidido impulsar, previa campaña mediática, una serie de reformas aparentes e insustanciales, entre las que destaca una supuesta Comisión de la Verdad. Pero el verdadero telón de fondo de esas “reformas” es encubrir otra serie de medidas cuyo fin no es ni aparente ni insustancial sino que tienen que ver con la implementación de diversas acciones neoliberales y privatizadoras en contra del pueblo de Guerrero. El ejemplo más claro de esas medidas lo constituye el necio afán por construir la Presa La Parota.
Por otro lado, resulta inverosímil la creación de una Comisión de la Verdad para investigar a los responsables por omisión, encubrimiento o ejecución de los crímenes cometidos en Guerrero, en la que se incluya o invite a muchos de los cómplices de esos crímenes. Como si un criminal dejara de serlo por el hecho de incriminar y enjuiciar a su cómplice. O como si un criminal dejara de ser tal, por el simple hecho de cambiar de partido político. O como si hacerle justicia al pueblo consistiera sólo en enjuiciar a los criminales que no forman parte del partido político gobernante. Muchos de los que ayer obstaculizaron la aplicación de la justicia hoy quieren convertirse en los más destacados y preclaros paladines de la justicia. A esos justicieros sólo les falta proponer que se incluya en su Comisión de la Verdad a los integrantes del ejército, de la policía ministerial y motorizada, para hacerla “más plural”. Veremos hasta dónde son capaces de llegar.
Con la Comisión de la Verdad se pretende dar “pan y circo” al pueblo, mientras a la par se agudiza la lucha por la supremacía de uno de los dos principales grupos en el poder: el zeferinista o el chavarrista. En la lucha por el poder, estos dos grupos, cada cual por su parte, hace gala de sus más refinados artilugios, todo con tal de colocarse en la mejor posición política. Incorporan a sus filas a expriístas y exfigueroístas; hacen uso de los dineros y recursos públicos, etcétera. Todo se vale entre ellos, en aras de la consolidación de sus posiciones políticas y económicas. Y esto trae como resultado irónico, el que los viejos grupos priístas se trasladen paulatinamente al instituto político que hoy gana las elecciones y que mediante las adecuadas alianzas con las corrientes hegemónicas de ese partido vayan recuperando el poder local.
Pero no todo es podredumbre, pues mientras tanto, algunos grupos regionales o de base del PRD hacen esfuerzos por preservar y recuperar los principios que le dieron origen; tarea que se mira difícil de concretar pero que es digna de tomar en cuenta. Precisamente hacia muchos de ellos va dirigido ese pronunciamiento del gobierno estatal en el sentido de que no deben involucrarse ni tratar nada con los luchadores sociales independientes; pronunciamiento que refleja no otra cosa más que la preferencia que tiene ese gobierno por el trato sólo con la clase caciquil, pues el trato con el “populacho” le desagrada. Pero de todos modos, el gobierno tendrá que seguir lidiando con ese perredismo de base y con las organizaciones sociales y políticas independientes, pues si antes no pudo desaparecerlas ni desmembrarlas hoy se antoja más difícil que pueda lograrlo. Puede observarse claramente que las condiciones objetivas para el fortalecimiento de la lucha social y política están más que dadas. Desarrollar las condiciones subjetivas, o sea organizar la voluntad de luchar del pueblo, dependerá de que todo el pueblo y la dirigencia de cada una de las organizaciones sociales, políticas y político-militares (incluidos nosotros) estén a la altura de esas circunstancias. Y estar a la altura del momento no es una cuestión discursiva, es una cuestión de capacidad y madurez políticas.
¡Por la Revolución Socialista y la Liberación Nacional!
¡La Lucha Popular Revolucionaria!
¡Patria Libre!
¡Y Socialista!
Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo
FARP
Acapulco, Guerrero, a 24 de junio de 2007.
Fuente: Cedema.org

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