20 ene 2008

Jorge Manzanera

Como buen politico mantiene un perfil bajo y no se expone en los medios.
Depende institucionalmente del Guillermo Anaya Llamas, secretario General del PAN
Jorge Manzanera Quintana: el operador oscuro del PAN
Perfil elaborado por Ernesto Núñez para el Suplemento Enfoque de Reforma, 20/01/2008;
Germán Martínez ha rescatado como operador electoral a uno de los personajes más polémicos del PAN, y lo convirtió en su mano derecha. En el 2000, Manzanera crea el lema "Para que vivas mejor", que seis años después usó Felipe Calderón en su campaña presidencia
Pocos panistas pueden presumir una trayectoria como la de Jorge Manzanera Quintana. Con 46 años de edad, ha transitado de la ultraderecha al felipismo, de la grilla local a la operación de grandes campañas. Ha participado en elecciones al menos dos veces en cada estado de la República y ha asesorado a más de mil candidatos. Fue jefe, amigo, colaborador o subordinado de los personajes más famosos y disímbolos del PAN; desde Luis H. Álvarez hasta Manuel Espino, pasando por Francisco Barrio, Carlos Castillo Peraza, Felipe Calderón, Luis Felipe Bravo Mena y Germán Martínez, entre otros.
Tiene su propio despacho de asesoría en campañas y se especializó en algo que pocos panistas aceptan: trabajar siempre tras bambalinas resistiéndosse a ser candidato, diputado, alcalde o funcionario de gobierno.
Mapache o estratega, yunque u operador de los doctrinarios, "dhiaco" o calderonista, ultra o moderado, a Manzanera es difícil encasillarlo en alguno de los tópicos con los que se define a los panistas. Hoy sale de la oscuridad para ocupar nuevamente un cargo formal en el PAN. Como secretario general adjunto de Germán Martínez, está destinado a convertirse en el operador clave del blanquiazul durante el próximo trienio.
Los orígenes
Hijo de una familia de ingenieros radicados en la capital chihuahuense, Manzanera empezó a actuar en política como líder estudiantil del Tecnológico de Chihuahua. Durante el movimiento postelectoral de 1986 se sumó a las acciones de resistencia civil para denunciar el fraude contra Francisco Barrio. En 1988, el dirigente estatal Raymundo Gómez lo invitó a afiliarse al PAN. En una meteórica carrera, se convirtió primero en oficial mayor y en 1991 en presidente del Comité Directivo Estatal (CDE). Desde ese cargo, en 1992 coordinó la segunda campaña de Barrio por la gubernatura.
Su secretario general en el CDE fue Manuel Espino, un panista nacido en Durango y radicado en Ciudad Juárez, donde era secretario del PAN municipal. Con él compartía la militancia en la asociación Desarrollo Humano Integral y Acción Ciudadana (DHIAC), presunta fachada del Yunque.
Manzanera recomendó a Espino para que Barrio lo designara delegado del gobierno estatal en Ciudad Juárez, cargo del que fue despedido tras un escándalo por la presunta entrega irregular de licencias para vender alcohol. Removido por el entonces secretario de Gobierno de Barrio, Eduardo Romero, Espino encontró cobijo en Manzanera, quien maniobró para hacerlo candidato plurinominal a la Cámara de Diputados en 1994.
Identificado con el panismo más conservador, Manzanera apoyó al guanajuatense Alfredo Ling Altamirano en 1993, cuando contendió con el yucateco Carlos Castillo Peraza por la presidencia nacional del PAN.
En 1994, cuando buscó la reelección en el PAN de Chihuahua, Manzanera fue derrotado por Javier Corral Jurado. Pero a pesar de perder esas dos apuestas, Manzanera fue invitado a sumarse al equipo de Castillo Peraza en 1995, como director de Organización del CEN del PAN. En ese cargo conoció a miembros del equipo del entonces secretario general partidista, Felipe Calderón, con quienes se identifica a grado tal, que para la segunda mitad del año ya trabaja con ellos en la campaña de Calderón por la gubernatura de Michoacán, en donde el PAN perdió contundentemente. Ese año, cuando se conoce la noticia de que Castillo Peraza no buscará la reelección, Manzanera monta en el departamento que compartía con otros chihuahuenses como César Jáuregui Moreno, Alejandro Villalobos y Javier Rodarte, un "cuarto de guerra" para dirigir la campaña de Calderón por la presidencia del partido.
Entre los felipistas que deciden enfrentar a Ernesto Ruffo -quien llegaba a la contienda como favorito tras haber sido el primer gobernador emanado de Acción Nacional- destacaba Manzanera como uno de los más aguerridos.
Ganando la dirigencia panista, Calderón lo nombró secretario de Elecciones del CEN, en marzo de 1996.
Triunfos y derrotas
Una de las primeras decisiones que empujó desde su nuevo cargo fue la de nombrar a Espino delegado del CEN del PAN en Sonora, para enfrentar al entonces gobernador Manlio Fabio Beltrones, de quien se decía que tenía infiltrado al panismo local.
Con una operación que implicó la destitución y renovación de varios cuadros del panismo sonorense, Espino retomó el control del partido, y en las elecciones de 1997 el PAN se colocó en segundo lugar con más del 32 por ciento de los votos, ganó seis distritos de mayoría y 17 alcaldías.
Además de otras acciones de este tipo en diversos estados, en su paso por la secretaría de Elecciones del PAN (marzo de 1996 a octubre de 1998), Manzanera cosechó tres triunfos significativos: las gubernaturas de Querétaro y Nuevo León en 1997, y la de Aguascalientes en 1998. Pero tuvo dos derrotas emblemáticas en la historia de Acción Nacional: la de 1997 en el Distrito Federal, donde Castillo Peraza había arrancado en primer lugar, y la de Chihuahua en 1998.
En las elecciones federales de 1997, con Manzanera al frente del área electoral, el PAN se colocó como segunda fuerza en porcentaje de votación (26 por ciento) y tercera en la Cámara de Diputados, con 121 curules.
El 8 de octubre de 1998, Manzanera fue destituido de la Secretaría de Elecciones tras una evaluación de su desempeño hecha por el CEN. Manzanera fue sustituido por un Consejo Electoral encabezado por el diputado federal Emilio González Márquez, quien coordinó la campaña que llevó a la gubernatura de Jalisco a Alberto Cárdenas y que hoy es gobernador de su entidad.
En medio de duras críticas hacia su operador electoral, Calderón calificó como "muy positivo" el trabajo realizado por Manzanera, pues finalmente aportó un dato más a su currículum: al llegar Felipe a la dirigencia, en 1996, el PAN gobernaba el 24.40 por ciento de la población, y al dejar el CEN en 1999 gobernaba al 41.48 por ciento.
Docsa, refugio y negocio
ras su salida del CEN del PAN, Manzanera fundó la empresa Docsa -Desarrollo y Operación de Campañas SA-, despacho independiente que empezó a cobrar a los panistas lo que antes Manzanera ofrecía como un servicio del CEN hacia sus candidatos: estrategias de comunicación, asesoría jurídica electoral, estudios de opinión pública, medios y producción publicitaria, creatividad e identidad gráfica, asesoría en sistemas e informática, e imagen pública para candidatos y gobiernos.
En 1999, apoyó a Luis Felipe Bravo Mena para buscar la dirigencia del PAN, y éste lo incluyó en su Comité Ejecutivo Nacional, aunque sin cartera específica. Ese año se integró una comisión especial electoral para pelear la gubernatura del estado de México bajo la coordinación de Pancho Barrio. Desde esa comisión, Manzanera entabla relación con el dirigente del PAN mexiquense, Francisco Gárate Chapa, quien un año más tarde lo contrata como asesor del Comité Directivo Estatal.
En el 2000, Manzanera crea el lema "Para que vivas mejor", que seis años después usó Felipe Calderón en su campaña presidencial. Según una nota de Reforma de mayo del 2000, el Comité Estatal blanquiazul trató de darle una imagen institucional a su campaña a través de un logotipo naranja que representaba una familia de cuatro integrantes y la leyenda: "Para que vivas mejor". Esto y la aplicación de estudios de opinión y otras técnicas de marketing político fueron responsabilidad de un grupo de operadores coordinados por Jorge Manzanera y Alejandro Villalobos, ex director de Procesos del CEN blanquiazul.
En el 2002, cuando Bravo Mena buscó la reelección al frente del PAN, Manzanera fue propuesto por José Antonio Lozano Gracia como coordinador de la campaña interna, pero el nombramiento no se concreta y quien aparece en su lugar es Manuel Espino, quien para entonces era nuevamente diputado federal y ex funcionario de Los Pinos. Espino hizo ganar a Bravo Mena y fue nombrado secretario general del PAN. Para este segundo mandato al frente del PAN, Bravo Mena llama a la Secretaría de Estudios del CEN a Germán Martínez, operador felipista que acababa de regresar de España, donde estudió un posgrado. Electo diputado federal en el 2003, Martínez vislumbró la posibilidad de lanzarse por la dirigencia nacional panista.
Acudió al despacho de Manzanera, ubicado en la colonia del Valle, para armar una estrategia. Ambos estudiaron las posibilidades, hicieron el mapa de los consejeros nacionales que elegirían al nuevo líder en el 2005, e incluso diseñaron una imagen para la campaña. Pero Calderón los frenó en enero del 2005, cuando pidió a Martínez declinar a favor de Carlos Medina.
Espino gana la dirigencia y Manzanera vuelve a replegarse. Salva la campaña El chihuahuense reaparece hasta febrero del 2006, de la mano de Martínez, quien lo incorpora a la campaña de Calderón, que para entonces atravesaba por un momento crítico.
Con 10 puntos abajo de Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial acepta a Manzanera de regreso en su equipo, pero evita hacer público su nombramiento y aclarar cuáles serían sus funciones. Lo cierto es que cuando se rediseñó la campaña de Calderón, con la salida del publicista Francisco Ortiz y la reestructuración del equipo comandado por Juan Camilo Mouriño, Manzanera saca del baúl aquel lema que usó para las campañas locales del Edomex en el 2000: "Para que vivas mejor". El lema sufre una leve modificación, transformándose en "Para que vivamos mejor" y sustituye al de "Pasión y valor por México". En marzo, tras una intensa difusión de ese lema y de spots negativos en contra del candidato del PRD, la campaña de Calderón comienza a recuperarse.
Pero ése no fue el único servicio prestado por Manzanera. En mayo, cuando se empezó a cuestionar públicamente a Calderón por la participación del consultor español Antonio Sola en su campaña, Manzanera sacó un conejo de la chistera: un contrato firmado a mediados del 2005 entre Sola y la consultora Docsa, que a su vez fue contratada por el PAN para brindar servicios especializados.
Mouriño pudo entonces argumentar que Sola era sólo un empleado de una empresa que prestaba sus servicios al PAN, y negó que el español formara parte del equipo del candidato: "Entiendo que trabaja para una empresa que presta servicios al PAN desde hace tiempo; lo que está claro es que cumple con los requisitos de ley, y trabaja legalmente para una empresa mexicana" (Reforma, 20 de mayo del 2006).
Manzanera y Sola tenían oficinas en el comité de campaña, donde era común verlos antes de que el PRD denunciara ante el IFE la participación de un consultor extranjero con Calderón.
Manzanera era el coordinador de la estructura electoral, desarrollaba labores de estrategia y organización, y participaba con Germán Martínez en la defensa jurídica del voto.
Operador de Los Pinos Con Calderón en la Presidencia, Manzanera siguió operando a la sombra, hasta que Espino lo denunció públicamente.Tras la derrota del PAN en Yucatán, Espino aseguró que un equipo coordinado por Mouriño desde la Oficina de la Presidencia, y encabezado por Manzanera, había intervenido en las elecciones yucatecas sin coordinarse con el PAN, lo que afectó gravemente al partido. Espino mantuvo esta acusación hasta el final de su periodo.
En la última entrevista que ofreció como líder panista (Enfoque 714, 2 de diciembre del 2007), acusó a Manzanera de haber echado a perder muchas de las estrategias del CEN del PAN en Michoacán, Puebla y Veracruz.
Los panistas cercanos a Espino atribuyen a Manzanera la operación política que permitió a los felipistas dominar en la elección de nuevos consejeros nacionales del PAN, entre enero y junio del 2007, para colocar posteriormente a Germán Martínez en la dirigencia. Llevaron al CEN la acusación de que Manzanera había intervenido para favorecer al candidato de Los Pinos para ocupar la dirigencia de Acción Juvenil y derribaron dicha elección, que posteriormente fue repuesta por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
La versión de que Manzanera era el operador de Los Pinos no fue desmentida por Martínez o la Presidencia. Al contrario, en un claro mensaje a Espino, Martínez decidió sacar a Manzanera de la sombra para llevarlo a trabajar a su lado como secretario general adjunto, y ha colocado a sus dos colaboradores más cercanos en áreas estratégicas del partido: Alejandro Villalobos como secretario de Elecciones y Javier Rodarte como secretario de Fortalecimiento Interno.
Tras media década de trabajo casi clandestino, Manzanera está de regreso con la mira puesta en el 2009.

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