10 nov 2008

La última entrevista de Vasconcelos

Omar Sánchez de Tagle entrevistó a Santiago Vasconcelos
En la última entrevista que concedió el ex titular de la SIEDO, antes de morir trágicamente en un accidente aéreo el martes de la semana pasada, explica la que iba a ser su nueva labor en la lucha contra el crimen organizado.
Milenio Diario, 10/11/2008;
Omar Sánchez de Tagle, reportero.
El 27 de octubre José Luis Santiago Vasconcelos, ya como secretario técnico para la aplicación de la reforma penal, decidió dar una entrevista, la que a la postre sería la última, para explicar por qué, luego de 30 años de lucha contra el narcotráfico, el país se encuentra inmerso en lo que denominó una “espiral de violencia”.
Una de las razones, expuso, es que en los sexenios de Ernesto Zedillo y Vicente Fox hubo una estrategia en la que no se observaron a tiempo sus consecuencias, y que trajo consigo que “las organizaciones criminales se atomizaran”, es decir, se multiplicaran.
La estrategia de los dos sexenios anteriores, explicó, consistió en “focalizar toda la inteligencia que se tenía para la captura de los grandes líderes. Cuando caen estas cabezas, los grupos de delincuencia organizada empiezan a tener fenómenos internos y externos. Dentro de los internos vienen las guerras para tratar de ascender al liderazgo.
“Cuando viene esto, hay una pulverización que, en ocasiones, cuando se ven perdidos los territorios, empiezan a ubicarse en distintos lugares confiando en su capacidad de fuego. Entonces lo que hacen esas células o esas esporas es empezar a generar mercados de consumo alterno, y empiezan a generar todas las actividades mafiosas para la obtención de dinero a través del chantaje, a través del secuestro, del robo a los bancos, del robo a blindados. Entonces eso es lo que tienes: se atomizan las organizaciones criminales y dificulta también su combate por la atomización, pero repercute aún más en su actividad, en las actitudes o en las percepciones de la sociedad. La sociedad se ve cada vez más amagada, porque ya repercute contra ella la actividad”.
Con un semblante de tranquilidad en una sala de juntas que formaba parte de sus nuevas oficinas, Vasconcelos aclaró que su lucha contra el crimen no se estaba dando en el campo de batalla, sino en lo que serían los nuevos lineamientos jurídicos.
En dicha conversación desmintió el mito sobre la existencia de pactos entre presidentes o gobiernos federales y los distintos cárteles de la droga.
“Eso es totalmente una mentira. Mira, yo tengo cuatro administraciones federales, son ocho procuradores los que vi, estuve once años en combate, pero esa es parte de la descalificación de los grupos de delincuencia para generar precisamente un clima de desconfianza hacia las autoridades”.
En lo que se pactó como una plática para entender el fenómeno que se vive, el ex subprocurador señaló que para él había llegado el tiempo de no hablar más del narco y de sus vivencias o experiencias y, por el contrario, de las reformas penales que requería el país.
“Tengo en mente escribir un libro de todo lo que sé, pero primero me interesa aplicar la reforma penal.”
En esa última reunión y, por primera vez en muchos años, Santiago Vasconcelos no fue interrumpido por una llamada telefónica; fue una conversación que le permitió narrar la situación del país en materia de seguridad. “Ahora sí manito, no creo que nos interrumpan”.
Durante el encuentro, el que fuera uno de los hombres más importantes en el combate al fenómeno del narcotráfico, alertó del papel de los medios de comunicación.
“Los medios de comunicación son el mayor riesgo que puede tener la delincuencia organizada, porque la libertad de expresión, que es uno de los valores que reflejan los medios de comunicación, implica el poder denunciar, el poder acusar, el poder señalar. Entonces la actividad de los medios de comunicación es un riesgo, es un alto riesgo para la delincuencia organizada, muy, muy alto riesgo, entonces de ahí que a nadie nos cause ninguna sorpresa, ningún motivo de duda que llegar a un arreglo con esta gente va a implicar renunciar a muchísimas actividades sociales, a muchísimas garantías”.
Al hablar de los rumores que han existido por años sobre la presunta protección de cada gobierno en turno a cierto cártel de la droga, Vasconcelos desmitificó este hecho y narró: “Cuando nosotros empezamos el combate, primero empezamos con algunos grupos de los Arellano Félix, pero después salió una línea muy fuerte hacia los grupos de los Carillo. Entonces nosotros hicimos una aplicación de la ley muy cerrada hacia Carrillo Fuentes y, bueno, pasó todo esto que recordarás, lo de Gutiérrez Rebollo, la muerte de Carrillo Fuentes, la detención de unos ex militares, de militares en activo y de algunas otras personas.
“Entonces, incluso con la detención del ex gobernador de Quintana Roo (Mario Villanueva Madrid), y en ese momento ese grupo que estaba siendo objeto de aplicación de la ley, porque además los grupos que estaban dedicados en aplicar la ley en ese momento eran muy reducidos, éramos muy poquitos, era una cantidad irrisoria de personal que estaba dedicado a trabajar en eso, pero con grandes resultados.
“Recibimos el señalamiento de que estábamos trabajando para los Arellano Félix y que era obvio que el gobierno del doctor (Ernesto) Zedillo estaba protegiendo a los Arellano y salió ahí la historia de que Zedillo vivió en Tijuana y que no sé qué tantas cosas.
“Una vez que terminamos con la campaña de Carrillo y nos enfocamos contra los Arellano, después ya no era que estuviéramos trabajando para los Arellano sino ahora resultaba que estábamos trabajando para El Golfo, para Osiel Cárdenas, entonces ya terminamos con los Arellano.
“Posterior a ello nos dedicamos al combate del grupo de El Golfo, de Osiel Cárdenas, vino todo el desmantelamiento, vinieron todas estas cuestiones, vinieron todas las detenciones de los grupos, y ya cuando estábamos ahí trabajando, ya no trabajábamos ni para los Arellano ni para los Carrillo Fuentes ni para la gente de El Golfo, la gente de Osiel, trabajábamos para la gente de Guadalajara, para la gente de los Valencia.
“A Vicente Fox se le acusó de que había protegido al Chapo, bueno, en su administración se detuvo a Arturo Guzmán Loera, que era El Pollo, el hermano del Chapo, que era el que estaba operando cuando el Chapo estaba dentro; se detuvo a su hijo y se detuvo a su hermano Miguel, entonces a mí se me hace descabellado y totalmente una locura que hubiera sido una aplicación tan severa, tan fuerte, hacia ese grupo de delincuencia, hacia los dos hermanos”.
Se le señaló que había mucha gente que opina que ellos se sentaron a negociar con ellos, decirles: “a ver, ya quietos, no involucren a más civiles como los de Morelia, ¿podría haber algún acuerdo, alguna vez han tenido cerca a uno de estos personajes, que de repente tienen esa imagen de que ellos son muy buenos con el pueblo?
“No, no, totalmente inviable y esa es también parte de la estrategia de contrainteligencia de estos sujetos, entonces dicen ellos: ‘mira, déjenos hacer nuestra actividad y no pasa nada, incluso hasta les pagamos la deuda’. Entonces desde ahí van.
“Pero qué es lo que está en juego a través de un acuerdo. Está en juego la libertad de nuestros jóvenes, está en juego la libertad de todos nosotros, porque son grupos que no se van a quedar en realizar actividades en forma clandestina y sin violencia, cada vez tienen mayor posicionamiento, está en libertad la salud de los chicos, ese es el realmente el riego mayor y está en libertad la gobernabilidad y nuestra forma de vida”.
La historia
Del porqué nos encontramos en esta situación de violencia y guerra contra el narcotráfico Santiago Vasconcelos narró los motivos.
“En los setenta y ochenta cambia totalmente el panorama en México: de ser un país sin violencia y de ser un país de tránsito exclusivamente de narcóticos a ser un mercado de consumo, y eso no implicaba la contaminación de los cuerpos policiacos en México”.
Solamente una parte pequeña de esos grupos de seguridad, principalmente policías federales estaban contaminados y eran necesarios para garantizar el trasiego de drogas. Conforme va evolucionando el fenómeno, van creciendo los consumidores, la zona de producción y las exigencias para el trasiego e inciden otra serie de factores exteriores para México.
En México empieza a incrementarse la producción de mariguana y de amapola para satisfacer la demanda de droga en Estados Unidos y se generan los famosos picaderos en Tijuana.
Mientras tanto, en Colombia se genera una gran producción de cocaína en esos años, esta droga no tocaba el macizo continental, porque seguía la vieja ruta del bajo Caribe hasta llegar a Miami.
En los setentas hay, por este fenómeno, una gran violencia en Miami superior a la que hoy tenemos en México, derivada del fenómeno: hay por tanto una simbiosis o una gran asociación y un acompañamiento de las drogas con la violencia.
Las drogas son un gran motor de la violencia, lo mismo paso en Puerto Rico y Miami, cuando las autoridades de Estados Unidos comienzan a poner grandes obstáculos para el ingreso de la cocaína a Miami, los narcotraficantes buscan otra ruta, y ahí comienza a utilizar la península de Yucatán en México para poder ingresar la droga mediante el país.
En los noventa llega un ataque masivo de lanchas, esto previo a lo que nosotros conocimos como el desplazamiento de drogas con aviones, ahí se dan las historias de Amado Carrillo, El señor de los cielos.
Hasta esa época México no tiene tantos problemas en consumo ni en materia de corrupción, debido a que los canales que garantizaban el abastecimiento hacia el mercado de consumo eran superiores, o sea, no había un toque hacia el territorio.
Cuando muta la forma en que estos sujetos empiezan a interrelacionarse o a pagarse las contraprestaciones por el trasiego de la droga y empiezan a pagar con especie es cuando México entra en una espiral extrema de violencia.
“¿En qué se deriva?, bueno en ese momento las organizaciones mexicanas que sólo se dedicaban al trasiego, carecen de una red de distribución de narcóticos en Estados Unidos. Al carecer de esa red y al estar siendo pagados sus servicios a través de narcóticos, empiezan a desplazar esa droga hacia la generación de un mercado interno de consumo y eso es lo que nos lleva a problemas graves en salud y de seguridad pública.
“Al generarse el mercado interno de consumo a finales de los noventa se suscita que incluso la droga llega a regalarse en las ciudades, en ese momento hubo un gran desplazamiento de droga en ciudades importantes como el Distrito Federal.
“Y estos sujetos generan ese mercado de consumo alterno y se genera una gran violencia por el control de territorios; esto implica corrupción de autoridades para poder hacer factible ese poder.
“Una vez que se generó eso, en México se crea un gran problema de ajustes por parte de los gobiernos de Colombia, Estados Unidos y México. Los colombianos empiezan a reestructurar su ejército y leyes, y empiezan a acotar los espacios de producción de droga y a interferir más en la producción de hoja de coca.
“Pero en ese momento surge otro mercado, el europeo, y los cargamentos se envían a Europa, esa frontera se abre”.
Es entonces que en México nace otro problema: la producción de drogas sintéticas. México tiene un contexto jurídico que es presa fácil de introducción de drogas sintéticas y empieza a suplirse la carencia de cocaína en México con las metanfetaminas.
Y los narcotraficantes empiezan a inducir a los consumidores a ese tipo de droga. Con la droga sintética tienen de puerta a puerta la zona de producción y de consumo.
Al darse el desabasto de cocaína también se incrementa el consumo de mariguana, es entonces que las estructuras criminales se vuelven muy grandes, esto derivado de los distintos mercados de consumo, esa gran estructura criminal empieza a diversificar sus acciones de ser sólo una organización criminal que se dedicaba a un solo rubro, que es la narcoactividad, empieza a notar que ésta no es suficiente para sostener la estructura y empieza a diversificar sus actividades y en esa diversificación voltea hacia los asaltos bancarios, los secuestros, hacia los chantajes, hacia una serie de actividades licitas e ilícitas, es lo que se llama el cobro de piso, y empieza a generar padrones fiscales ilícitos alternos y llegan a todos a cóbrarles seguridad y eso genera mucha seguridad.
“El combate que está dando el gobierno es para desarticular esa actitud mafiosa que se expresa a través de extrema violencia, sanguinaria y de manera escandalosa”, aseguró.
- Perfil
• Santiago Vasconcelos, una de las nueve personas que falleció en el avionazo del pasado martes en la Ciudad de México, sabía de qué hablaba cuando dijo que las estrategias antinarco con los ex presidentes Ernesto Zedillo (1994-2000) y Vicente Fox (2000-2006) multiplicaron los cárteles.
• Fue el azote del narco durante década y media como funcionario de la PGR, de la que debió salir luego de dos intentos de asesinato.
Primero, con Zedillo, colaboró en la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Salud, a cargo de Mariano Herrán Salvatti; posteriormente, con Fox, fue titular de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada, bajo las órdenes de Rafael Macedo, instancia que mutó a Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada, que también encabezó, incluso cuando entró al relevo en la PGR Daniel Cabeza de Vaca.
• En el actual gobierno, Santiago Vasconcelos, quien siempre insistió en dotar al Estado de herramientas para combatir a los cárteles, fue nombrado subprocurador de Asuntos Jurídicos y Relaciones Internacionales, puesto desde el que se encargó de extraditar a diversos capos del narcotráfico.

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