El Presidente Felipe Calderón condenó los ataques sobre elementos de las fuerzas del Estado en distintos estados del País y aprovechó la ocasión para llamar a construir acuerdos con los nuevos legisladores de la LXI Legislatura
Calderón manifestó que ésta es la hora de construir acuerdos y afirmó que se podrá tener un diálogo franco y abierto con los legisladores que integran la nueva Cámara de Diputados.
Dijo, citando a Juárez:
Dijo, citando a Juárez:
"Juárez y toda una generación de liberales, se dieron cuenta de que México no podía transitar hacia la modernidad, la democracia plena y la verdadera libertad, con instituciones y esquemas heredados del régimen colonial. Por eso, con altura de miras, esa generación colocó las bases del país liberal que aún sigue impulsando nuestra unidad, nuestra identidad y nuestra esperanza.
Hoy, como ayer, el país necesita transformar y fortalecer sus instituciones. Hoy la historia nos abre otro momento coyuntural de gran importancia, como el de hace 150 años. Para ello, es necesario reforzar al Estado mexicano para responder a los desafíos de nuestro tiempo con una auténtica visión de futuro.
Los mexicanos de nuestra generación, independientemente de su filiación ideológica o política, estamos llamados a unirnos para realizar los grandes cambios que requiere el país, para consolidar una economía competitiva y generadora de empleos, que no sólo logre su recuperación, sino genere los puestos de trabajo que los mexicanos necesitan.
Pero también una economía que garantice la igualdad de oportunidades para estudiar, para tener médicos, para poder progresar. Por eso, insisto en que ésta es la hora del acuerdo para construir el futuro.
Y por ello, sé que con los legisladores que integrarán la nueva Cámara de Diputados, podremos tener un diálogo franco y abierto que promueva los cambios que, sabemos, necesita nuestro país.
Es el momento del entendimiento. Y estoy seguro que los actores políticos y sociales, unos más, otros menos, sabremos cerrar filas para garantizar la seguridad y la tranquilidad de las familias, para afianzar una convivencia donde prevalezca el Estado de Derecho y el respeto a los derechos de cada quien.
En los últimos días, fuerzas del Estado mexicano han sufrido el asedio del crimen organizado, en algunos estados de la República, incluyendo Michoacán, Guanajuato o Guerrero. Se trata de una reacción desesperada y violenta frente a la firme y decidida actuación de estos organismos, que responden a una estrategia medular: garantizar la legalidad, garantizar la seguridad y garantizar los derechos de la gente.
Sabemos que estas reacciones desesperadas y violentas responden a los severos golpes que ha dado el Gobierno a la delincuencia organizada.
Hoy, más que nunca, México necesita la unidad de todos para hacer frente a los verdaderos enemigos de la Patria.
Sabemos que atrás del crimen organizado, de la indolencia o la complicidad que lo hacen posible, están precisamente una serie de factores que afectan la vida de la gente y el trabajo productivo.
Atrás de esas organizaciones se incuba, precisamente, el secuestro, la extorsión, el arrebato de ranchos o propiedades que impiden verdaderamente al campo mexicano progresar.
Por eso, el compromiso del Gobierno Federal, es y seguirá siendo firme y decidido por la seguridad, y no daremos tregua ni cuartel a los delincuentes.
Garantizar la seguridad de los mexicanos no es ni debe entenderse con menoscabo de atender las prioridades que tiene el país, incluyendo el desarrollo con justicia y la recuperación económica.
En ello debemos empeñar todos nuestros esfuerzos, saber determinar las prioridades del país y saber escoger dentro de la escasez de recursos que implica cualquier gestión pública, cuáles deben ser aquellas, las cosas más importantes, los programas más eficaces, los más necesarios.
México exige que levantemos la mirada por encima de diferencias, de coyunturas o de ciclos de Gobierno. Coincidir es un privilegio de la inteligencia y de la razón.
Sé que con los nuevos representantes populares sabremos dialogar y alcanzar los acuerdos necesarios para definir una agenda de prioridades que impulse la transformación del país...."
Hoy, como ayer, el país necesita transformar y fortalecer sus instituciones. Hoy la historia nos abre otro momento coyuntural de gran importancia, como el de hace 150 años. Para ello, es necesario reforzar al Estado mexicano para responder a los desafíos de nuestro tiempo con una auténtica visión de futuro.
Los mexicanos de nuestra generación, independientemente de su filiación ideológica o política, estamos llamados a unirnos para realizar los grandes cambios que requiere el país, para consolidar una economía competitiva y generadora de empleos, que no sólo logre su recuperación, sino genere los puestos de trabajo que los mexicanos necesitan.
Pero también una economía que garantice la igualdad de oportunidades para estudiar, para tener médicos, para poder progresar. Por eso, insisto en que ésta es la hora del acuerdo para construir el futuro.
Y por ello, sé que con los legisladores que integrarán la nueva Cámara de Diputados, podremos tener un diálogo franco y abierto que promueva los cambios que, sabemos, necesita nuestro país.
Es el momento del entendimiento. Y estoy seguro que los actores políticos y sociales, unos más, otros menos, sabremos cerrar filas para garantizar la seguridad y la tranquilidad de las familias, para afianzar una convivencia donde prevalezca el Estado de Derecho y el respeto a los derechos de cada quien.
En los últimos días, fuerzas del Estado mexicano han sufrido el asedio del crimen organizado, en algunos estados de la República, incluyendo Michoacán, Guanajuato o Guerrero. Se trata de una reacción desesperada y violenta frente a la firme y decidida actuación de estos organismos, que responden a una estrategia medular: garantizar la legalidad, garantizar la seguridad y garantizar los derechos de la gente.
Sabemos que estas reacciones desesperadas y violentas responden a los severos golpes que ha dado el Gobierno a la delincuencia organizada.
Hoy, más que nunca, México necesita la unidad de todos para hacer frente a los verdaderos enemigos de la Patria.
Sabemos que atrás del crimen organizado, de la indolencia o la complicidad que lo hacen posible, están precisamente una serie de factores que afectan la vida de la gente y el trabajo productivo.
Atrás de esas organizaciones se incuba, precisamente, el secuestro, la extorsión, el arrebato de ranchos o propiedades que impiden verdaderamente al campo mexicano progresar.
Por eso, el compromiso del Gobierno Federal, es y seguirá siendo firme y decidido por la seguridad, y no daremos tregua ni cuartel a los delincuentes.
Garantizar la seguridad de los mexicanos no es ni debe entenderse con menoscabo de atender las prioridades que tiene el país, incluyendo el desarrollo con justicia y la recuperación económica.
En ello debemos empeñar todos nuestros esfuerzos, saber determinar las prioridades del país y saber escoger dentro de la escasez de recursos que implica cualquier gestión pública, cuáles deben ser aquellas, las cosas más importantes, los programas más eficaces, los más necesarios.
México exige que levantemos la mirada por encima de diferencias, de coyunturas o de ciclos de Gobierno. Coincidir es un privilegio de la inteligencia y de la razón.
Sé que con los nuevos representantes populares sabremos dialogar y alcanzar los acuerdos necesarios para definir una agenda de prioridades que impulse la transformación del país...."
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