13 feb 2011

La portada de Proceso, hoy 13 de febrero

El borrador de esa carta, a la que este semanario tuvo acceso, planteaba que no existe ningún elemento informativo que acredite el rumor del alcoholismo presidencial...

Los intereses en juego /Jenaro Villamil Publicado en Proceso # 1789, 13 de febrero de 2011;
El despido de Carmen Aristegui del grupo MVS tiene el aspecto de ser sólo el sacrificio de una pieza en el juego de las concesiones federales en telecomunicaciones. Televisa se sintió amenazada por la irrupción de la cadena Dish (donde aparece la mano de Carlos Slim y donde se retransmitía el espacio informativo de Aristegui) y a la Presidencia le causan urticaria los comentarios y los enfoques informativos de la comunicadora, además de que parecería presionar a MVS usándola como pretexto. La defenestración (que no es irreversible) de la periodista podría haber dejado satisfecho a uno de los equipos en pugna...
Una semana antes del día en que Carmen Aristegui lanzó al aire la pregunta que desató la furia de Los Pinos y de los defensores a ultranza de la institución presidencial –“¿tiene o no problemas de alcoholismo el presidente de la República?”–, la guerra soterrada entre Telmex y Televisa, los dos gigantes de las telecomunicaciones mexicanas, tomó un nuevo y dramático matiz.
El viernes 28 de enero, Televisa presentó ante la Comisión Federal de Competencia (CFC) una denuncia por presuntas irregularidades en la autorización que este organismo antimonopolio emitió en 2009 para que diera inicio el servicio de la empresa Dish México (formada en 51% por MVS, de Joaquín Vargas; 49% por Dish Network, de Charles W. Ergen, y con Telmex como socio en los servicios de venta y facturación).
Los abogados de Televisa argumentan que esta sociedad es una “simulación” porque Telmex tiene un papel más relevante que el de simple socio en la facturación. Esta empresa no puede ofrecer servicios de televisión restringida por el candado existente en su título de concesión y que ha generado una fuerte disputa entre la empresa de Carlos Slim y el gobierno de Felipe Calderón.
Televisa ha presionado con todos los medios a su alcance para impedir que Telmex ingrese al mercado de la televisión restringida, el de mayor crecimiento anual –más de 11%– y clave para los servicios de triple play (audio, video e internet).
Desde que la CFC aprobó la sociedad formada por Dish México, ésta ha representado una fuerte competencia para el sistema de televisión satelital Sky (el de mayor volumen de ganancias en Televisa), que antes dominaba 95% del mercado. La oferta de Dish, más barata y con seis canales de alta definición, le ha arrebatado cerca de 2 millones 200 mil clientes a Sky.
En buena medida el noticiario radiofónico matutino de Carmen Aristegui (con el mayor rating –0.62 puntos en diciembre de 2010– y retransmitido en el Canal 52 de MVS a través de Dish) se convirtió en el punto más atractivo de venta para un sector de clase media en Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México, donde este servicio ha penetrado más rápido.
Pero está en juego algo más que el mercado de la televisión restringida. Los representantes de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) avanzaron en los últimos meses con los ejecutivos de MVS en el refrendo de buena parte de las concesiones vencidas en la banda de 2.5 Ghz. La empresa de Joaquín Vargas posee 65% de cerca de 190 Mhz de esa banda, mientras Ultravisión posee 13%.
Desde hace una década, la Unión Internacional de Telecomunicaciones determinó que este espectro es ideal para ofrecer servicios inalámbricos de internet en banda ancha, además del servicio de televisión restringida y posiblemente de telefonía móvil. En otras palabras, es importante para el futuro del triple y cuádruple play (triple play más telefonía fija), el verdadero negocio en las telecomunicaciones.
El gran negocio en juego
La importancia de la banda 2.5 Ghz es tal que el propio director jurídico de Televisa, Javier Tejado Dondé, calculó el valor del espectro que posee la familia Vargas en 6 mil millones de pesos.
Según dijo a Proceso Mony de Swaan, presidente de la Cofetel, las negociaciones avanzaron mucho a finales de diciembre de 2010 y sólo faltaba la autorización del presidente de la República para que se refrendaran los títulos de concesión de MVS, a cambio de que se formara un consorcio de cinco o seis operadores, entre los cuales no estarían Telmex ni Televisa.
Así lo explicó De Swaan a este semanario:
“Van y vienen muchas veces las negociaciones hasta que llegan con un modelo de negocios que a mí en lo particular me parece fantástico: se quedan con los 190 Mhz, pero creo un consorcio de cinco o seis operadores, entre los cuales además voy a seguir dos condiciones: no voy a invitar a nadie que genere mayor concentración (léase Telmex) y voy a tratar de impulsar inversión extranjera.
“A mí me parece muy bien. MVS seguirá siendo operador y carrier de carriers. Ellos son dueños del espectro, ponen un operador que se puede llamar Erickson o Alcatel y él rinde cuentas de que yo uso el espectro, pero también lo comercializo en forma no discriminatoria.
“Además, de estos 190 Mhz puedo dejar 20 Mhz para que este consorcio dé servicios a instituciones públicas, como hospitales, escuelas, Sistema de Protección Civil, etcétera.
“Nada más nos quedaba pendiente un tema: el del dinero. Mi posición es que le cuesta más a este país dejar pendiente esta banda.”
–¿Quién es el principal beneficiario de que esta empresa no entre? –se le preguntó al funcionario.
De Swaan dibujó un símbolo: el de Televisa.
–¿Esto beneficiaría a todas las empresas de televisión por cable que no forman parte de los intereses de la Canitec?
–Esto sí los beneficiaría. Son cerca de 150 operadores independientes que no forman parte de la Canitec. El tema pendiente es cuánto deben pagar por el refrendo. Algunos decimos que el refrendo debe ser sobre la base de los servicios que se pueden proveer.
La entrevista con Mony de Swann se hizo a principios de enero, después de que Proceso dio a conocer la existencia de un proyecto para licitar una o dos cadenas de televisión abierta con tecnología digital; otro proyecto que despertó el recelo de Televisa, la empresa que concentra 65% de las señales de televisión abierta.
El tema del refrendo de las concesiones de la banda de 2.5 Ghz fue ampliamente expuesto por Carmen Aristegui en la conferencia de prensa que ofreció el miércoles 9 para plantear que su despido de MVS obedeció a un “berrinche presidencial” y a presiones en materia de telecomunicaciones.
“Asuntos que deberían resolverse con la mayor certidumbre jurídica, en materia de plazos, planes de cobertura, plan de negocios y de inversión terminan siendo asuntos de decisión política y no de las áreas técnicas en la materia”, afirmó Aristegui.
“Es el caso de las concesiones que en la banda de 2.5 Ghz tienen varios operadores en el país del que MVS Comunicaciones posee la mayoría de ellas.
“No obstante haber ya desahogado todos los requerimientos técnicos en materia de competencia y de la opinión favorable de algunos comisionados de la Cofetel y de la opinión favorable de la Cofeco, y de tener a la espera –con riesgo de perderlas– cantidades millonarias de inversionistas nacionales y extranjeros… indebidamente, inexplicablemente la decisión se ha retrasado cinco años”, expuso la conductora.
“La única razón que hoy impide a MVS Comunicaciones desplegar una red nacional de ancho de banda para internet que compita con los grandes conglomerados es total y absolutamente política”, sentenció Aristegui. Y calificó esta situación como una “espada de Damocles” en “la vieja tesis autoritaria de la zanahoria y el garrote: te portas bien, te refrendo tu concesión. Te portas mal, te la detengo o te la niego”.
La Presidencia acusó el golpe. Horas después de la conferencia de Aristegui, emitió el primer comunicado oficial sobre el caso de la salida de la conductora. Sin especificar el tema del refrendo de la banda de 2.5 Ghz, el comunicado de Los Pinos afirmó:
“Las especulaciones sobre supuestas presiones del gobierno federal hacia MVS son falsas. La política y la práctica diaria de comunicación social de este gobierno no se mezclan ni se confunden con la política pública en materia de telecomunicaciones. Las decisiones en ese ámbito se toman con total transparencia y estricto apego a la ley, sin ninguna otra consideración más que la concordancia con los principios de cobertura, convergencia y competencia.”
La “disculpa pública” y el despido
En los círculos cercanos a Calderón es común calificar de “incendiaria” a Carmen Aristegui. Así lo han expresado en sus cuentas en las redes sociales. Desde su noticiario en W Radio –propiedad de Televisa en sociedad con el Grupo Prisa– la cobertura informativa de la comunicadora era incómoda tanto para Los Pinos como para la empresa, que finalmente acabó por rescindir su contrato en 2008.
Antes de su salida de W Radio, el malestar de Televisa contra Aristegui era claro. Suspendieron la retransmisión de su noticiario en el sistema Sky argumentando “problemas técnicos”. Les molestaba que llamara Ley Televisa a la serie de contrarreformas que el Congreso aprobó en 2006 y su apoyo a la reforma electoral que se operó en el Senado para prohibir la compra de tiempo-aire, entre otros temas.
La animosidad oficial contra Aristegui no cambió con su ingreso a MVS en enero de 2009. Los funcionarios del gabinete preferían evadir una entrevista en su noticiario, por sugerencias de la oficina de Comunicación Social de Los Pinos. El descontento se acrecentó por su cobertura del incendio de la guardería ABC o por darle voz a quienes critican la guerra contra el crimen organizado y sus efectos.
El pretexto para presionar a la empresa y pedir la salida de Aristegui de MVS se dio el viernes 4. El contexto estaba dado: las negociaciones del refrendo de la banda de 2.5 Ghz.
Ese día Aristegui informó sobre el despliegue de una manta en la Cámara de Diputados en la que se leía: “¿Tú dejarías conducir a un borracho tu auto? ¿No, verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir el país?”. En la manta desplegada por el diputado petista Gerardo Fernández Noroña se ve una foto de Felipe Calderón con los ojos enrojecidos.
La cobertura informativa en MVS Noticias no fue distinta a la de periódicos como Reforma, que publicó la foto, o incluso a noticiarios como los de Televisa o Milenio TV, aunque ciertos medios impresos optaron por describir el contenido de la manta, sin la gráfica respectiva. 
Aristegui comentó que frente a ese hecho y a los rumores que circulan en las redes sociales, Los Pinos debía dar una respuesta “seria, formal, oficial” a la pregunta “¿Tiene o no problemas de alcoholismo el presidente de la República?”.  La frase se retransmitió a lo largo del día en los anuncios promocionales del noticiario de Aristegui.
La Presidencia sí respondió, de acuerdo con lo dicho por la conductora, pero sugiriendo un texto en el que Aristegui pidiera disculpas por haber “ofendido” al primer mandatario y a su familia. El borrador de esa carta, a la que este semanario tuvo acceso, planteaba que no existe ningún elemento informativo que acredite el rumor del alcoholismo presidencial. Incluso sugería un enlace con la reportera de MVS en Los Pinos con un guión preparado.
Una frase de ese escrito, discutido internamente en MVS, es muy similar a la que redactó el columnista Ciro Gómez Leyva en Milenio Diario. En su artículo El cuento del alcoholismo de Calderón publicado el martes 8, el también director de MilenioTV afirma: “Hasta donde sé el presidente Calderón jamás ha encabezado un acto público en estado de ebriedad… No hay un rastro periodístico para hacer tal insinuación. No es ni siquiera un mito. Es un cuento”.
Aristegui afirmó el miércoles 9: “La Presidencia no respondió a la periodista. De inmediato exigió a los dueños –que no a la periodista– una disculpa pública inmediata por la tremenda osadía.
“Demostró con ello un grado de irritabilidad e intolerancia que por sí mismas hablan de algún tipo de problemática que, por supuesto, también deben ser analizada”, abundó la conductora en su rueda de prensa en la Casa Lamm.
El rumor de la salida de Aristegui se esparció en Twitter la tarde del domingo 6. En su cuenta, Alejandro Vargas, responsable de MVS Radio, confirmó: “Sí. ¡Mañana no sale al aire!”. Su frase generó una reacción inmediata entre los suscritos a las redes sociales. El equipo de Aristegui afirmó también que el argumento era que se había violado el código de ética de la empresa.
El lunes 7, los radioescuchas amanecieron con la sorpresa de que Aristegui ni siquiera se pudo despedir al aire. Su nombre fue borrado de la página web de MVS. Y un spot de la empresa afirmaba que la conductora “transgredió nuestro código de ética” que prohíbe “la presentación y difusión de rumores como noticias”.
En los blogs, en Twitter, en Facebook, en mensajes vía celular se convocó a un plantón frente a las instalaciones de MVS Radio en la avenida Mariano Escobedo, en Polanco.
La reacción social, el deslinde de Los Pinos
En menos de 48 horas, el tema del despido de la periodista y su equipo se convirtió en hashtag (tema de moda en todo el mundo) en Twitter y decenas de miles de participantes de Facebook se sumaron al grupo “Apoyo total a Carmen Aristegui”. Más de 80% de los mensajes atribuían su salida a presiones de Los Pinos y no a una presunta violación al código de ética.
A pesar de ser un día feriado, el lunes 7 poco más de 200 personas se reunieron frente a las instalaciones de MVS Radio para gritar “¡Carmen sí, Felipe no!” y a exigir la pronta reinstalación de la periodista. La frase de un cartelón se replicó en todas las redes sociales: “¡Extra, extra. Borracho atropella a periodista Aristegui!”.
El excoordinador de la bancada del PRD en la Cámara de Diputados,  Javier González Garza, presente en esa primera manifestación, afirmó que el despido de Aristegui era “una barbaridad”. “Es un chantaje sobre la base de que no le han entregado las concesiones a los de MVS”, afirmó a Proceso.
–¿Cómo califica esas actitudes del presidente de la República?
–El problema es el sentimiento de ilegitimidad de Calderón. Cuando él se siente ilegítimo, empieza a tratar a los demás de forma denigrante.
Cadenas televisivas internacionales, desde la estadunidense CNN hasta la árabe Al Jazeera, pasando por la BBC de Londres y la sudamericana Telesur, abordaron la salida de Aristegui. El tópico del presunto alcoholismo del primer mandatario mexicano se convirtió en un tema citado en decenas de agencias informativas.
La BBC sintetizó así: “El viernes Carmen Aristegui era una de las periodistas estrellas de la estación de radio MVS Noticias. Tres días después no quedaba rastro de la conductora en el sitio web de la emisora. Y su voz ha desaparecido de las ondas”.
MVS tuvo que recular el miércoles 9, cuando el nombre de Aristegui volvió a aparecer en los anuncios promocionales de la compañía.
La vocera oficial de Los Pinos, Alejandra Sota, deslindó a la Presidencia. A CNN le declaró: “No interferimos en lo absoluto para que MVS tomara la decisión que tomó”. Y agregó una frase que despertó más suspicacias: “Es una decisión que tomó la empresa y nos la comunicaron una vez que fue tomada”.
“¿Desde cuándo una empresa ‘comunica’ a Los Pinos la salida de una conductora?”, se preguntaron decenas de personas en las redes sociales. 
Los pronunciamientos de solidaridad con Aristegui se fueron sumando. En la Cámara de Diputados el tema generó dos horas de debate entre el PAN y el PRI.
La coordinadora priista Beatriz Paredes declaró que Aristegui se convirtió en “símbolo” de la libertad de expresión. El excandidato presidencial perredista Andrés Manuel López Obrador mandó un mensaje de apoyo a la comunicadora a través de Twitter y la Secretaría de Gobernación, por conducto del subsecretario Héctor Villarreal, insistió en que el gobierno calderonista “no hace canjes ni insinuaciones”, en referencia a las presuntas presiones a cambio de refrendar las concesiones de MVS.
La Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), encabezada por Raúl Trejo Delarbre, afirmó en un comunicado que con la salida de Aristegui “todos perdemos”, y le sugirió a MVS cambiar su decisión.
“Al preferir la vía de las presiones privadas, el gobierno reedita los peores tiempos de las relaciones autoritarias entre el poder político y los medios de radiodifusión”, afirmó la Amedi.

Aristegui, el contragolpe

A dos días de estar fuera del aire, Aristegui ofreció su versión en la Casa Lamm, en un evento cubierto por decenas de periodistas y corresponsales extranjeros y cientos de simpatizantes que coreaban consignas a su favor.
Aristegui leyó un pronunciamiento de casi 10 cuartillas donde confirmó que su salida se debió a un “berrinche” del primer mandatario, calificó de “falso” que hubiera violado un código de ética que ella misma llevó al ingresar a MVS, consideró que se trató de una “coartada” para presionar a la empresa y reiteró su derecho a realizar la misma pregunta que lanzó al aire el viernes 4.
“¿Qué clase de democracia es ésta que por un comentario editorial que irritó al gobernante se le corta la cabeza a quien opinó? ¿Por qué desde el poder político pueden llevar las cosas al extremo, escalando el conflicto deliberadamente hasta lograr hacerle las cosas imposibles tanto al empresario como a la periodista, ocasionando la ruptura?”, preguntó.
La periodista se dirigió al presidente de Grupo MVS y afirmó: “Joaquín Vargas sabe perfectamente que yo no infringí ningún código de ética, sabe lo que sucedió, sabe que fue una coartada”.
Y planteó una posible solución para permitir su reinstalación en MVS. “Estoy dispuesta a regresar al aire este próximo lunes, siempre y cuando se cumpla con la condición básica y única. Que MVS anuncie que retira de forma oficial el comunicado oficial emitido junto con mi salida” y pidió que se publique otro en donde se defienda su integridad ética y profesional.
Al día siguiente MVS informó, por conducto de su vocero Felipe Chao, que en “los próximos días” responderá a la sugerencia de la periodista. El sitio web de la empresa sufrió durante la tarde y la noche del miércoles 9 un ataque de hackers en señal de protesta. El nombre de la comunicadora volvió a aparecer y se difundió parte del texto que leyó la periodista, en especial la parte referente a las concesiones de la banda 2.5 Ghz.
Este fue justo el tema que mereció una larga editorialización de los comunicadores que participan en el programa Tercer Grado, en el Canal 2 de Televisa.
Aristegui y MVS dejaron de ser innombrables en esta mesa, usualmente más de desahogos que de comentarios razonados. Leopoldo Gómez, vicepresidente de Noticias de Televisa, afirmó que el asunto de la banda 2.5 Ghz “parece clave”. Gómez se lamentó porque Aristegui mezclara “los temas estrictamente periodísticos y de libertad de expresión con una defensa incluso del cumplimiento de las condiciones técnicas de la concesión ésta del 2.5 y al mezclar esos intereses empresariales con los periodísticos queda en una posición complicada, ¿no?”.
Gómez repitió la frase que emitió el comunicado de la Presidencia donde afirmó que “nosotros nunca hemos mezclado los temas de la comunicación social del gobierno federal con los temas de telecomunicación”.
El viernes 11, fuentes de MVS apuntaban a que la respuesta a la periodista se dará en breve y que, posiblemente, se aceptará que Aristegui retorne a principios de marzo. Las mismas fuentes afirman, además, que las presiones se han acrecentado sobre la empresa. 

Telmex-Televisa: la disputa

En medio de esta disputa la compañía de Carlos Slim, socia de MVS en Dish, ha guardado silencio, pero el viernes 11 el columnista de negocios Alberto Aguilar informó en su columna de El Universal que Televisa no sólo presentó un recurso de amparo ante la CFC, sino que también demandará:
“Hoy le confirmo que Televisa se apresta también a realizar acciones legales en Nueva York contra Dish Network y Telmex”, afirmó el autor de Nombres, nombres y nombres. Ni Televisa ni Dish han confirmado esta versión. 
Frente a la denuncia que la empresa de Azcárraga Jean presentó ante la CFC, este organismo afirmó a Proceso que “nada impide a Televisa solicitar una investigación contra sus adversarios por ‘posibles prácticas anticompetitivas’, pero eso lo tiene que corroborar la CFC”.
Para la oficina de comunicación social de la CFC el tema de la sociedad en Dish “quedó cerrado” desde 2009.
Otra versión que surgió entre las agencias publicitarias  es que, en represalia, las compañías Telmex-Telcel, ambas de Carlos Slim, analizan suspender sus campañas publicitarias en los canales de Televisa.
Si se confirmara esta estrategia, Televisa puede perder a dos grandes anunciantes que sólo en 2009 invirtieron casi 2 mil 500 millones de pesos en publicidad en televisión, 70% de esos recursos para la empresa de Azcárraga.
Según el reporte de Alazraki KP Central Media, Telcel es el tercer cliente que más invirtió en publicidad televisiva, con 2 mil 356.8 millones de pesos, mientras Telmex es el cliente número 14, con una inversión de mil 117.6 millones de pesos. 

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