Las MAFIAS inmobiliarias

Es el segundo caso que leo en menso de un mes.

Uno en Excélsior y este de Refoma, hoy

¿Qué hacer? Denunciarlo publicamente!

Aterrorizan a vecina; quieren su casa

Sufre vecina amenazas desde hace seis años; quieren obligarla a vender su propiedad a una inmobiliaria

Óscar Balderas

Reforma,. Ciudad de México  (7 mayo 2011).- Un proyecto inmobiliario a un lado de su propiedad se ha convertido en un martirio para Rosa Olivares desde hace seis años, quien ha librado cartas de amenazas, envío de coronas fúnebres y hasta balazos en la fachada de su casa.

La historia comenzó en abril del 2005, cuando la constructora Hogaris adquirió un terreno colindante a su casa, donde estaba el restaurante Bali-Hai, en Insurgentes Sur 1524, para construir un desarrollo habitacional de 58 departamentos.

Sin embargo, la inmobiliaria tuvo un obstáculo técnico: para concretar el proyecto necesitaban el predio de la casa de Rosa, en la calle Ceres, de la Colonia Crédito Constructor, en la Delegación Benito Juárez.

Para eso, el representante de la empresa, Jacobo Husny, le ofreció 4 millones 200 mil pesos para comprar y demoler el inmueble que comparte con sus tres hermanas; pero ella se negó y desde entonces comenzó a padecer "extraños" sucesos.

"Me hizo la oferta de compra y me negué. Le dije que no estaba en venta mi casa, pero él insistía e insistía cada vez que podía", dijo en entrevista.

Luego de varios años de ofertas, el 22 de febrero de 2009 un camión de carga se estrelló contra la barda de su casa, destrozándola. La denuncia ante el MP se "traspapeló".

"Ingresé una solicitud de información sobre el permiso de la obra y los planos. Ahí me di cuenta que estaban manifestando el proyecto con todo y mi casa, por eso estaban hostigándome: les urgía tirar mi casa para su proyecto", dijo.

Después del incidente con el camión de volteo, supo que Hogaris cedió el terreno a una empresa llamada "Inmobiliaria Insurgentes Sur 1524", quien después la vendió a otra casi con el mismo nombre "Insurgentes 1524", ambas sin teléfono ni registro en internet.

Tras ese cambio, la presión por vender su casa se recrudeció este año.

El 29 de marzo desconocidos balearon su fachada dejando daños en una ventana, pared y focos de una recámara. Pidió ayuda a la Policía, pero sólo se presentaron unas horas. Un día después tuvo lugar otra balacera.

A la semana siguiente, bajo la puerta deslizaron una carta firmada por "Gente Nueva", en la cual le ofrecían un millón extra sobre el avaluó de su propiedad.

"Nota: si en un lapso mayor de 24 hrs. ustedes no llaman, la oferta será denegada, y tendrán que afrontar las consecuencias", decía el texto.

Luego, el 21 de abril, le mandaron un arreglo funerario: una canasta con tres cruces, con el nombre de ella y sus hermanas y sus fechas de nacimiento.

"También el 30 de abril, como al mediodía, en la calle Heres (de la misma colonia) un tipo golpeó a mis hermanas. Iban caminando y salió de la nada, las empezó a latiguear en las piernas con un hule como de llanta", contó.

Y el 5 de mayo las agresiones se repitieron, ahora con una corona fúnebre acompañada con un mensaje en el que le exigen responder a la oferta y decidir entre mantener la casa, o su vida.

A pesar de ello, Rosa es firme "Antes muerta, que venderles mi casa. Yo no me voy a mover de aquí", dijo Rosa.