21 jun 2011

Manlio en Washington DC

Versión de la entrevista al senador Manlio Fabio Beltrones, presidente de la  delegación mexicana a la Reunión Bilateral de Senadores México-Estados Unidos, realizada en las instalaciones de la embajada de México, en la ciudad de Washington D.C., el jueves 16 de junio de 2011
Pregunta.- ¿Nos podría platicar sobre su visita a la ciudad?
Respuesta.- Solamente comentarles que al terminar esta reunión bilateral, llevo como conclusión --como Presidente de la Mesa en el Senado y de la Comisión Permanente y a ella tendré que informar-- los tres temas que están bajo esta nueva modalidad de discusión entre el Senado norteamericano y el mexicano.
Los tres temas que destacaron fueron: La necesidad de seguir mirando hacia un acuerdo migratorio integral, que pase previamente por algunas claras muestras de voluntad, como fue la presentación que hizo el senador Durbin frente a nosotros, el Dream Act, a fin de buscar nuevos acuerdos.
Como también es importante fortalecer nuestras fronteras y a las autoridades, sobre todo de aduanas, para evitar el flujo de armas, de mercancías ilegales o personas, entre ambos países, con lo cual estaríamos fortaleciendo nuestros gobiernos.
Nosotros tenemos el interés de proveer los recursos que fueran necesarios a los mismos gobiernos.
Es importante, como hemos comentado, se haya llevado a cabo esta reunión cuando se tomó la decisión de hacer comparecer a algunos funcionarios, para que rindieran cuentas sobre el operativo denominado Rápido y Furioso, y las conclusiones que de ahí venían, porque varios de los senadores estaban interesados en saber esas conclusiones para tomar decisiones.
También se tocó --como ustedes saben-- la convicción de llevar la lucha en contra de la delincuencia y el narcotráfico en México, mucho más allá de la voluntad sexenal, porque este es un trabajo que deberá hacerse por el tiempo necesario que nos permita obtener los resultados convenientes e intensificar la colaboración entre los dos países que ambientó la Iniciativa Mérida, y que en el futuro deberá tener aspectos adicionales que la hagan mucho más funcional.
Por último, hemos acordado que las reuniones no tengan que esperar un año para seguirse celebrando y hacer evaluaciones, sino tomar contacto cada vez que sea necesario para compartir nuestras opiniones e ideas alrededor de problemas que se vayan presentando en el futuro.
Este podría ser un balance general sobre lo que aquí se llevó a cabo, y podría decirles que el nuevo formato permitió tener una más ágil conversación entre senadores, huyendo de las retóricas tradicionales que se daban en reuniones anteriores.
Hubo gran franqueza y, sobre todo, pudimos ver que existe verdadera voluntad por conocer y atender los problemas que tenemos de carácter binacional.
P.-Senador, quisiera que nos comente de la acción personal de su visita. ¿Con quién se reunió, con qué personalidades? ¿Cuál es el objeto?
R.- Adicionalmente de lo que hice en el Senado americano, de la celebración del 50 Aniversario de las Interparlamentarias; los diálogos con el líder Harry Reid, adicionalmente de los senadores quienes estuvieron presentes de manera interesada, como el senador Menéndez, el senador Udall, el congresista Whitehouse, el senador Kirk.
En el transcurso de la mañana platicamos en el Consejo del Instituto México del Woodrow Wilson Center,  con personas interesadas en dar seguimiento a lo que sucede en México y en el hemisferio; después con el asesor para Asuntos del Hemisferio Occidental del National Security Staff de la Casa Blanca,  el señor Dan Restrepo, con quienes se abordaron temas de manera sumamente ágil y con claridad, al igual que los tuvimos con el Senado  americano.
Su decisión de seguir trabajando alrededor de la colaboración en temas comunes; la importancia que en el futuro estas políticas públicas puedan permanecer, no obstante que ambos países vivirán una elección presidencial en el 2012 y que la agenda entre ambas naciones no se concentre única y exclusivamente sobre los temas de seguridad pública y combate a la delincuencia --que de por sí son importantes--, sino que se destaque una agenda mucho más amplia --como es la que normalmente han tenido los presidentes Calderón y Obama-- que permita abarcar los temas del crecimiento económico y el empleo en la región, como también la seguridad energética de la misma.
En estos asuntos advertí que tienen una claridad sobre lo que está sucediendo y una convicción de lo que haya que cambiar. Lo único que no se puede cambiar son nuestras fronteras y nuestra gente, con quienes tenemos que convivir muchos años.
P.- Senador, cuando usted menciona que vieron algunos aspectos adicionales a la Iniciativa Mérida, ¿a qué se refiere, a algunos aspectos complementarios, algo más que se podría obtener de esta iniciativa?

R.- A lo que me refiero es a que todos coincidimos que la Iniciativa Mérida ha cumplido bien con el compromiso de generar colaboración institucional entre los dos países para enfrentar un problema común, y adicionalmente ha abierto las puertas de la tecnología y capacitación, para que los esfuerzos que llevemos a cabo sean mucho más contundentes en la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico.
Pero, adicionalmente, que en el futuro esta misma iniciativa pueda enriquecerse, sobre todo en la colaboración de orden tecnológico y funcional, más que financiero.
P.- En este caso, el Congreso norteamericano tiene una comisión que da seguimiento eventualmente a los avances de la Iniciativa Mérida, ¿Hay una contraparte en México? ¿No sería bueno crear una contraparte que analice la aplicación de los recursos, la agilización de la entrega de los fondos, todo eso?
R.- Normal y cotidianamente el Ejecutivo envía informes al Congreso mexicano para saber los alcances de estos acuerdos de colaboración, y los mismos se han concentrado sobre todo en el uso que se ha dado a los recursos que han venido de la Iniciativa Mérida, los cuales alcanzan los 400 millones, pero que como ustedes saben, han sido pactados en un terreno de mil 400 millones, que en el futuro habremos de estar atentos para que los mismos se destinen a traer más tecnología y fortaleza a los esfuerzos.
Pregunta.- Durante estos encuentros quedó claro --por lo menos es lo que les dijeron a ustedes-- que en estos momentos es muy complicado, dado el panorama político, hablar de la reinstalación de la revisión de las armas de asalto.
Yo le preguntaría, entiendo los tiempos políticos, pero ¿no resulta hasta incluso hasta un poco de mal gusto hablar de tiempos políticos cuando en México ya hay 40 mil muertos?
R.- No son las razones de los tiempos políticos las que se argumentaron en la respuesta a la preocupación que, por cierto, muchos de ellos también comparten.
Comentaba con ustedes que incluso hubo uno de ellos quien dijo: “hay delitos que ya se están cometiendo en Estados Unidos, y que habría que atenderlos y procesarlos”, porque la venta de armas no es tan fácil como lo que está sucediendo, sobre todo las que terminan abiertamente en manos de los delincuentes.
También con enorme claridad ellos manifiestan que hay corrientes dentro del Congreso, que tienen un enorme vínculo, sobre todo con asociaciones que defienden el derecho que han ganado, para mantener armas en su poder y que defienden que esto esté sucediendo, que los controles deben venir por otro lado y de otras autoridades, los cuales deben ser administrativos.
P.-  En el tema de la cooperación siempre se ha hablado de la corresponsabilidad. Desde el punto de vista mexicano, más que americano, bilateral, ¿Qué debería estar haciendo México en este momento --en términos por ejemplo de frontera, para detener más tráfico de armas, dinero en efectivo, en términos migratorios--, que no está haciendo?
R.- Colaboración tiene necesariamente que venir con corresponsabilidad, de lo contrario solamente vemos un lado de la moneda.
En este caso creo que México y su gobierno han avanzado en lo que puede ser la instrumentación de la colaboración con corresponsabilidad, pero si hay algún lugar o espacio en donde debemos nosotros poner más atención, estoy convencido que es en fortalecer mucho más nuestras aduanas mexicanas y su vigilancia, y por otro lado darle prisa a la legislación contra el lavado de dinero, que nos va a permitir tener efectos muy superiores a los que hemos obtenido hasta hoy en día, en materia de combate a la delincuencia y al narcotráfico, porque si no secamos los bolsillos de la delincuencia y el narcotráfico, esta lucha se prolongará muchos años más.
P.- Hablando de estos temas, sí le quiero preguntar abiertamente. ¿Cuál es el balance que ustedes tienen de la política exterior hacia Estados Unidos, de la actual administración? ¿Es un éxito, va en la dirección correcta o ustedes como priistas preferirían que fuera hacia otro lado?
R.- Yo en lo personal --y lo he expresado en diferentes foros-- creo que en el futuro México tiene que recuperar muchos de los espacios que ha descuidado en su política internacional, mirando sobre todo hacia el lado de Latinoamérica.
Vemos algunos asuntos que valdría la pena que revisáramos, para integrar nuevamente a la región en una discusión de la cual no podemos ser ajenos; hacia otros lugares podría ser similar.
Observo también que a contrario censu hemos visto un buen avance en política exterior en materia de relaciones hacia América del Norte y Europa, con excepción de Francia por algunos otros menesteres muy económicos que no han podido resolver; pero, entiendo y bien, que en el juego de claroscuros, la presencia internacional de México, sobre todo en los organismos importantes, ha sido destacada y que quizá una de nuestras fallas es no haber mirado lo suficiente y con atención hacia América Latina.
P.- Pero en cuestión de Estados  Unidos, las limitaciones de una reforma migratoria que no depende de México, la prohibición de venta de armas de asalto que tampoco depende de México. ¿Para usted hay un balance que es bueno dentro de las limitantes que hay?
R.- La política exterior de México con respecto a nuestras relaciones con los Estados Unidos ha sido impecable. Hay muchos asuntos que no han podido ser resueltos porque no es cuestión de la voluntad del gobierno de México, sino que entra en los esquemas del ejercicio de gobierno en un país soberano como los Estados Unidos y con una clara división de Poderes y manifiesta forma de cuidar sus intereses.
Sí creo que nosotros tenemos que mantener esa ruta, de estar presentes, en ser escuchados con claridad y con solidez, y seguir insistiendo en que los problemas comunes se combaten con decisiones comunes.
P.- En ese sentido senador, el PRI tiene una fuerte veta nacionalista y sin embargo hay quienes argumentan que es necesario flexibilizar los conceptos de soberanía ante las nuevas realidades, especialmente en con respecto al crimen organizado. ¿Usted o su partido estarían dispuestos a flexibilizar esos términos, ese concepto, por ejemplo para permitir mayor participación, quizá como estilo Colombia, militar; una mayor compenetración fronteriza de grupos, conjuntos? Es decir, ¿llevar el concepto de soberanía a otro estado, debido a este embate del crimen organizado?
R.- Es un tema que no se ha planteado. Quiero ser muy claro, y ante la hipótesis que pudiera surgir de un planteamiento en el futuro --y como dicen en los aviones en el improbable caso de una pérdida de presión de todas maneras la respuesta sigue siendo al misma--, en México la responsabilidad y la autoridad para combatir el narcotráfico y sus problemas de delincuencia, es exclusiva de nuestro país.

P.- Pero en este caso, los americanos creo que hasta cierto punto han planteado la eventualidad de que, sin intervenir directamente en un momento dado si la situación se torna peor, puedan brindar asistencia militar bajo el comando o bajo una comisión del Congreso, en ese caso ¿podría flexibilizarse ese concepto?
R.- En materia de colaboración, con respecto a nuestras soberanías, podemos incursionar en fórmulas distintas a las que  hoy se hayan planteado, pero sin llegar --y esto es terminante-- a lo que pudiera  ser la intervención de una fuerza de otro país en el nuestro.
México tiene un Estado y un Gobierno lo suficientemente sólidos y establecidos como para hacerse responsable de sus problemas por sí mismo. No obstante lo anterior, no somos tampoco una isla, no somos una República aislada del resto del mundo, y el concepto colaboración es algo que necesariamente tendremos que estar acudiendo en cada una de las búsquedas de las soluciones a los problemas.
P.- En esta reunión que tuvo hoy en la mañana escapó el hecho de que a sus contrapartes con los que se reunió, los “mexicanólogos”, otros personajes interesados en México, el que usted por ejemplo,  de las últimas encuestas Mitofsky esté adelante, a la cabeza, compitiendo con los principales candidatos del PRD o el PAN. ¿Se les escapó, le preguntaron de sus aspiraciones especificas para 2012?
R.- No. Nadie hizo un comentario respecto de los análisis de las últimas encuestas, aún cuando sí citaron que el referente --quizá tradicional-- es que pongan al partido que yo milito a la cabeza de las preferencias electorales.
Y volvemos a insistir en esta corriente que cada vez es mayor dentro del PRI, que está exigiendo que iniciemos un debate interno sobre a dónde queremos llevar el país, en el caso  que se recuperé la confianza electoral en el 2012.
Confianza del electorado que perdimos en el 2000 y en 2006, hoy estamos en posibilidades de volver a tenerla, pero para ello hay que decir --con enorme claridad y como previo pronunciamiento-- a los mexicanos, qué rumbo queremos dar al país, porque de lo contrario --y coincidimos con esa reunión de “mexicanólogos”-- lo único que vamos a vivir en el 2012 es un cambio de hombre, pero no de rumbo.
P.- ¿Entonces, antes que candidatos, el programa?
R.- Nosotros seguimos insistiendo en que antes que se desate el proceso de selección de candidatos en los partidos políticos, y en especial dentro del PRI, se plantee hacía dónde quiere llevar el PRI a México en el futuro, con esto evitaríamos cualquier tentación regresiva que todavía tengan --por cierto y por fortuna-- los menos dentro del PRI.
P.- Pero una clarificación, ¿Cuándo dice nosotros es “yo” o el PRI?
R.- No. Una corriente dentro del PRI que simpatiza enormemente con plantear primero el proyecto y después el hombre o la mujer.
P.- ¿Qué opinión le ha merecido ésta imagen, ésta caricatura que ha comenzado a cundir  entre medios de comunicación expertos sobre el retorno de los dinosaurios del PRI a Los Pinos?
R.- Creo que está, o bañada de ignorancia o de mala fe, porque es muy difícil que políticas de otro tiempo quieran establecerse en el futuro, también resulta imposible seguir manteniendo a otros partidos en el mismo sistema político.
P.- Si me permite regresar al tema que tuvo con algunos legisladores, incluso con Dan Restrepo, usted dice que ellos tienen claridad de lo que está ocurriendo en México, y que a lo mejor habría que hacer algunos cambios.
R.- Ellos tienen claridad de lo que estamos haciendo juntos en el combate a los principales problemas que se viven en México, como la delincuencia organizada, el narcotráfico, la inseguridad que se vive en algunas regiones.
De la colaboración que debemos tener en la materia y que ninguna estrategia se conserva tal como se planteó desde el inicio, a través de los años, sino que va adaptándose a  la aparición de nuevos elementos.
P. ¿Y no le transmitieron algún tipo de comentario de  “la estrategia no está funcionando”, la estrategia ha fracasado”?
R. No, ninguno, por el contrario. Al igual que yo, insistimos en que lo más importante que ha sucedido es haberle perdido el miedo a la colaboración y que tenemos que cuidar en extremo, que en el futuro no se presenten algunos eventos que generen confusión y afecten la colaboración.
P. Una última pregunta de mi parte, en caso doméstico.  Desde su punto de vista, ¿qué habría que hacer con el caso Chaires?
R. Estoy convencido que asuntos de esta naturaleza no pueden pasar desapercibidos para la autoridad y para las mismas fuerzas políticas. Y que, afortunadamente, no es un tema que caiga dentro de la responsabilidad del Congreso, pero que, como todo en México, necesita que se ponga orden y que se dé rumbo.
P. Sobre esto de la cooperación. Hace diez años jamás se hubiera concebido la idea, siquiera, de que las policías de México y Estados Unidos trabajaran con la proximidad y la colaboración tan estrecha que existe actualmente. En ese sentido,  ¿es también muy difícil pensar que esa colaboración pueda llegar al ámbito militar, no solamente con Estados Unidos, sino con otros países del hemisferio, para enfrentar amenazas comunes como el narcotráfico, eventualmente el caudillismo u otro tipo de situaciones, de gravedad extrema, que pongan en riesgo la seguridad nacional?
R.- Hasta hoy insisto, la hipótesis no ha sido planteada como una necesidad. No obstante lo anterior, creo que en esta época de modernidad en el siglo XXI, ya mucho hemos avanzado en los temas de colaboración con corresponsabilidad, como también en el de capacitación y participación de fuerzas conjuntas que permiten que nuestras Fuerzas Armadas, conozcan y se adapten muy bien, se familiaricen con protocolos internacionales que deben tener, y los cuales en cualquier momento podremos atender, pero yo no veo la discusión tan siquiera hoy en día sobre la mesa.
P.- Pero no sería bueno preparase para que si llega el momento, abrirse…
R.- La capacitación y la participación entre fuerzas conjuntas que hoy se tiene porque incluso hemos autorizado entrenamientos desde el Congreso, para la Armada y el Ejército, de manera transparente, permiten que se familiaricen con esos protocolos, pero no vemos la necesidad de la participación todavía.
P.- Si algún día a usted le tocará decidir eso,  ¿estaría abierto ante ese tipo de cuestiones? De hecho, no se si eso ocurra ya, porque todo este intercambio de información, al que hay de inteligencia de un país a otro, involucra también a las Fuerzas militares.
R.- Alguien que ha participado por tantos años, como yo, en el sistema político, sobre todo en la disciplina parlamentaria, no tiene porque evadir ningún tema por difícil que parezca, y este es uno de ellos.
Estoy dispuesto a platicarlo hoy, mañana y siempre, con todo aquel quien ponga sobre la mesa, la necesidad  que esto ocurra, porque no hay otra forma de enfrentarlo, pero lo que veo hoy en día, es un Estado mexicano lo suficientemente sólido, con sus problemas que vive el gobierno en turno, pero que es suficientemente capaz como para poderse hacer cargo de sus propios problemas, sobre todo en materia de seguridad.
Muchas gracias.

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