Ojalá el juez Palomares acepte mi disculpa
Columna El asalto a la razón/Carlos Marín
Milenio Diario, 2011-07-0;
En marzo, luego de ver Presunto culpable, titulé Un verdadero culpable dos párrafos explicativos de la única fotografía que ha ilustrado en este diario El asalto a la razón: la del juez Héctor Palomares Medina, de quien escribí que “… se esmeró en que un inocente, en vez de ser procesado con justicia, sufriera un miserable indebido proceso…”.
Poco después, al conocer algunos datos en sentido contrario, temí haberme precipitado y errado.
La duda me hizo pensar que pude haber contribuido a deshonrar (juzgándolo y culpabilizándolo) a un servidor público discutible como cualquiera pero, al fin y al cabo, experto en laberintos y entresijos de la impartición de justicia.
Fue tragar sosa cáustica. Sin embargo, el malestar lo palié jurándome que, si su defensa y argumentación convincente se hacía pública (como ayer lo hizo el magistrado Édgar Elías Azar, presidente del Tribunal Superior de Justicia del DF), yo escribiría:
Me avergüenza la sola probabilidad de haberlo calumniado y le ofrezco, señor juez, mis más amplias disculpas.
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