18 may 2012

¿Josefina se rinde?


¡El PAN rindió la plaza?/ Ricardo Alemán
Publicado en 24 horas, mayo 18, 2012
La primera señal de una crisis de supervivencia en el Partido Acción Nacional, la hizo pública su ex presidente, Germán Martínez, quien dijo  –en un artículo del diario Reforma el pasado lunes 14 –, que sólo era cuestión de tiempo para que “le pidan declinar su candidatura” a Josefina Vázquez Mota.
No dice quien, pero el otrora ideólogo de los “calderonistas” aventura que “la mano que mecerá la cuna” para pedirle a la señora Vázquez Mota que renuncie, será “algún actor político, un equilibrista intelectual o un empresario”.
Pero Martínez Cázares no se queda en eso. Va más allá al comentar que está listo el escenario para justificar la caída de la candidata presidencial del PAN; “las campañas no prenden”, “las encuestas no se mueven”, “los partidos están desgastados” y “todo un cóctel antipartidista”, para crear una fuerza ciudadana opositora, capaz de derrotar de nueva cuenta al PRI.

Y luego de criticar con severidad que ya existen panistas listos a escuchar el canto de esas sirenas –que según el ex presidente del partido azul, son sirenas que vienen de las llamadas izquierdas –, Germán Martínez advierte que no, que con AMLO y con el lopezobradorismo, “ni a la esquina”.
Apareció el peine
Y a Martínez Cázares se le pueden cuestionar muchas cosas –incluida una desastrosa gestión al frente del PAN–, pero nadie le puede imputar que sea un político tonto, desinformado o estúpido. Y de nueva cuenta tuvo razón.
Apenas horas después de que su artículo prendió todos los focos rojos en el PAN y en la candidatura presidencial de la señora Josefina Vázquez Mota, apareció el político –en este caso, la mujer de la política y el poder absoluto –, que prácticamente pidió la rendición de la plaza, no al PAN, tampoco a Josefina Vázquez Mota, sino al presidente Calderón.
En la casa de Calderón, y en su cara –en la celebración del Día del Maestro –, la profesora Gordillo ofreció la narrativa que, en su opinión, justifica que el verdadero jefe de los azules, el presidente, retire de la candidatura a la señora Vázquez Mota. ¿Qué dijo la señora Gordillo?
Poca cosa, que la candidata Vázquez Mota es una mujer envilecida, de cortedad de miras, que no ve más allá que sus ambiciones personalísimas, carente de autoridad moral, y que se roba ideas ajenas, además de que es mezquina y chantajista. Todos esos “atributos” le descubrió “la profesora” a la candidata presidencial del PAN. ¿Y que significa todo eso?
Pues eso, en el lenguaje político, es la invitación al presidente –por parte de la poderosa señora Gordillo–, para que le quite la candidatura a Josefina. ¡Así o más claro!
Presidente pasmado
Y no sabemos si debido a una muy oculta estrategia, al pasmo propio del reclamo o, de plano, a la debilidad de Felipe Calderón, pero lo cierto es que el jefe real de los azules no dijo “ni pío”. Calladito se ve más bonito, parece que le dijeron.
No acusó recibo, no le respondió a la señora Gordillo, no alzó las cejas y menos mostró enojo. Peor aún, los jefes del PAN, los estrategas de la campaña de la señora Vázquez y los siempre oportunistas gobernadores, senadores y diputados azules, tampoco dijeron nada. Es decir, todos en el PAN prefirieron callar, ante el reclamo público de que la señora candidata del PAN deje el cargo.
¿Por qué el silencio ensordecedor de la claque azul? ¿Acaso ya decidió el presidente Calderón rendir la plaza? ¿Qué hay a cambio? ¿Dónde están los jefes custodios del PAN, los Bravo Mena, los Creel, los H. Álvarez..? Por lo pronto, el ex presidente del PAN, Manuel Espino –junto con su claque de oportunistas –, emprenderá la fuga rumbo al PRI de Enrique Peña Nieto. Señal de que el barco azul hace agua.
El clima Colosio
Y mientras que todo lo anterior ocupa la escena mediática del proceso electoral presidencial, en los sótanos de la política el clima electoral vive la peor saturación. De hecho, no pocos observadores dicen que se respira un clima que otros ya habían visto.
Lo cierto es que se vive el momento más peligroso del proceso electoral. ¿Y cual es ese momento?
Resta poco más de una semana para que, de manera legal, se pueda hacer el cambio de un candidato presidencial. Y eso convierte al proceso en uno en donde todo puede pasar. Y todo es todo, incluida una deliberada tragedia.
Esto sin contar que en las alcantarillas del poder, los grupos políticos emparentados con el llamado lopezobradorismo, viven un frenesí propio de sacrificio a los dioses. Es decir, preparan los escenarios para la gran revelación. ¿Cuál revelación?
Dicen que las condiciones están dadas para reventar la elección; para mover piquetes de provocadores en torno a los candidatos del PRI, para exaltar las conciencias colectivas y hacer creer que “la gente” no quiere que regrese el PRI, más allá de lo que dicen las encuestas y de lo que digan las urnas.
Y debe repetirse cuantas veces sea necesario. Se vive el momento más delicado, más peligroso, más grave de la elección presidencial; aquel momento en donde todo puede pasar. Y todo es todo.
¿Quién será el valiente en salir a dar la cara, a contener los demonios que ya danzan en torno a la pira donde pudiera ser sacrificada la democracia mexicana? Al tiempo.
Se acuerdan
Hace exactamente seis años, El Universal publicó la primera encuesta que colocaba a Felipe Calderón por encima de Andrés Manuel López Obrador.
Luego de semanas de alternar entre el empate y una ligera ventaja a favor del amarillo, el 15 de mayo de 2006, la encuesta nacional de El Universal puso a Obrador en su punto más bajo de la campaña y a Felipe Calderón, por primera vez, en el primer lugar.
Por otro lado, en estas fechas pero hace seis años, el entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, entregó al Congreso local la cuenta pública de 2005; esto con el objetivo de que los diputados del PRD, PAN y PT pudieran analizar “con lupa” los gastos de su antecesor, Arturo Montiel.
Por cierto… no fue hace seis, sino doce años, en medio de su campaña presidencial, Gilberto Rincón Gallardo visitó el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Y a pesar de que el candidato del Partido Democracia Social había sido invitado por la institución, Rincón Gallardo no logró decir ni el título de su propuesta de gobierno.
Al grito de “¡Fuera político de Gobernación!” Y “¡Rincón, culero, mejor vete a la Ibero!”, el ex preso político salió entre empujones, golpes y patadas.
En aquella ocasión, luego de la trifulca, 517 académicos de la UNAM publicaron un desplegado ofreciendo disculpas al candidato.
ricardo.aleman@24-horas.mx | @ricardoalemanmx
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Germán Martínez Cázares / Con AMLO, ni a la esquina
Reforma, 14-May-2012
Está clarísimo. La siguiente etapa de la embestida contra Josefina Vázquez Mota será pedirle declinar su candidatura para formar un bloque opositor al PRI. Aventarán el señuelo y no faltarán bocas panistas en ir a morderlo. El plazo permitido por la ley electoral para sustituir libremente a un candidato presidencial se agota. Sólo quedan quince días.
Algún actor político, un equilibrista intelectual o un empresario con ropajes de salvador de la patria, lanzará la ocurrencia y presionarán con todo a Josefina.
El escenario está dispuesto. "Las campañas no prenden", "las encuestas no se mueven", "los partidos están desgastados". Todo un coctel antipartidista para ofrecérselo a un "ciudadano" ajeno a los partidos, y dar un verdadero golpe de timón, con el fin de aglutinar, en cuarenta días, una fuerza opositora y volver a derrotar al PRI.
La música y letra de ese canto de sirenas dirigido a panistas es bastante conocido. Hace años entonaron un "choque de trenes" culpando a los partidos de la violencia que jamás existió. Hace tiempo pidieron el "voto en blanco" para repudiar a la clase política y acabaron de tontos útiles del PRI.
Esos grupos siempre tosen del lado izquierdo. Nada me extrañaría encontrar entre ellos a los traidores del voto popular de hace seis años cuando, sin el menor rubor, exploraron anular la elección presidencial e intentaron colocar un presidente interino, mientras López Obrador desafiaba a las instituciones democráticas, llenaba de odio el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México y buscaba impedir a Felipe Calderón, sentarse en la silla presidencial.
Esos apuñaladores del sistema de partidos cocinan una nueva "iniciativa ciudadana" con el mismo aderezo antipriista. Reclamarán un gobierno de coalición "sin partidos"; y advertirán, además, que sólo así México recuperará la paz perdida, claro está, por "culpa" de la violencia promovida por el presidente Calderón. Garlito puro a Josefina: desvincularla de la lucha contra el crimen de Calderón.
La maniobra tendrá como objetivo encubierto darle oxígeno a la candidatura del PRD, es decir, impedir que la caída (lentísima, es cierto, pero permanente) de Enrique Peña beneficie a la candidata del PAN.
¿Deberá el PAN acudir con los lopezobradoristas? ¿Josefina debe tender un puente con Andrés Manuel? ¿Impedir el regreso del PRI a Los Pinos es un imperativo ético democrático? "López Obrador no es Hugo Chávez", sostienen algunos ingenuos.
El PAN no puede ir con Andrés Manuel López Obrador ni a la esquina. Su misión (entre otras) debe ser combatir su modelo económico para reconocer en la Constitución y promover en la sociedad, más espacios de libertad al desempeño individual de los mexicanos.
Sí. Más iniciativa privada en Pemex, campo, fábricas, carreteras, puertos, electricidad, agua, etcétera. ¿Aceptará eso el Peje? Seguro no. Con el facilismo de un populista endilga el mote de "entreguistas" a las políticas públicas promotoras de la inversión y la libre competencia en el mercado.
Con esa misma ligereza citó en el debate a Lucas Alamán y recordó a Santa Anna. Ahora quiere un nuevo José Vasconcelos en la SEP. ¿Lo habrá leído o lo cita a ciegas, como Peña Nieto a la Biblia? Andrés Manuel se cree Benito Juárez, se retrata con él, dice admirarlo; pues bien, Vasconcelos afirmó del Presidente oaxaqueño, que "la metrópoli de su gobierno estaba en Washington", que buscó apoyo de Norteamérica con el "obsequio" del tratado Mac Lane-Ocampo sacrificando la soberanía nacional. Y calificó de "traidor" al Benemérito de las Américas. (Breve Historia de México, Trillas. 1998. p. 278).
El equipo de Josefina debe combatir con fuerza al simulador Andrés Manuel, para un final electoral entre ella y Peña. Mientras sigamos intercambiando mimos antipriistas con el PRD, el PRI será el "diferente".
Andrés Manuel ya nos perdonó a todos los que creemos que es un peligro para México. Muy bien. Muchos, obvio, no tan amorosos, todavía no le perdonamos a él su berrinche antidemocrático del año 2006.
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Radio pasillo
Es un rumor. ¿Adquirirá fuerza pronto? Lo escribió, para ser claros, Germán Martínez, ex presidente del PAN e integrante de la campaña de Josefina Vázquez Mota: desde varios flancos se menciona con insistencia que en el PAN —ojo, no en el equipo de campaña de Vázquez Mota— se prepara una declinación en favor de ¡Andrés Manuel López Obrador! Con tal de formar un bloque anti-Peña Nieto. (Katia D'Artigues, Campos Elíseos, El Universal)
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Réplica / Responde a Martínez Cázares
Reforma, (17-May-2012).-
Sr. Director:
En su artículo del día lunes 13 de mayo, el señor Germán Martínez Cázares encontró un mal pretexto para acusar cobardemente de traidor a la patria al presidente Benito Juárez. El ex presidente del PAN y consejero áulico del actual señor de Los Pinos, invoca, para justificar su infamia, al decadente José Vasconcelos de los años treinta -el que escribiera en su etapa pro nazi una Breve Historia de México-, dando a conocer así su palmaria ignorancia histórica. Se escuda en este personaje para profesar su antijuarismo barato y nos remite frívolamente al controvertido Tratado McLane-Ocampo de 1859 para sacar conclusiones espúreas y atacar, como muchos de su ralea lo hicieron en el pasado, la memoria del gran patriota que fue Benito Juárez.
El también director de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle también puede aprovechar esta etapa electoral para reforzar la campaña retrógrada de su gente para reivindicar al "Libertador" Agustín de Iturbide, campaña que ellos hacen, de modo sórdido y vergonzante, muy de cuando en cuando.
Si verdaderamente mantiene la difamación contra Juárez, que comiencen él y sus seguidores desde ahora a promover desde su gobierno, desde su partido y en todos los frentes electorales, un "juicio político" al traidor que él dice que fue el colosal estadista Benito Juárez. De una cosa debe estar seguro el señor Martínez Cázares: su dicho calumnioso tendrá una respuesta firme, democrática y civilizada, en la mayoría del pueblo mexicano. No cabe duda que en estos tiempos electorales, que inevitablemente ya se calientan, la provocación y la discordia comienzan a surgir por todos lados. Martínez Cázares hace lo suyo para abrir y pavimentar este camino peligroso.
Atentamente,
Fernando J. Chávez G.

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