NADA MAL le fue a Josefina Vázquez Mota en su presentación ante los estudiantes de la Universidad La Salle.
AUNQUE hubo algunas preguntas incómodas, en realidad la recibieron con aplausos y la despidieron con vítores.
SEGURAMENTE en esto nada tuvo que ver el hecho de que uno de sus colaboradores, Germán Martínez, ex presidente del PAN, sea director de la Facultad de Derecho de la ULSA.
SUPERADA la aduana lasallista, lo que tiene realmente preocupados a los estrategas de Vázquez Mota es su próxima visita a la Universidad Iberoamericana.
OBVIAMENTE, les aterra que a la panista le puedan armar un numerito como el que padeció Enrique Peña Nieto la semana pasada, con corretiza incluida y juego de escondidillas en el baño incluidos.
A ESTO hay que agregar el que varios alumnos nomás no le perdonan a Josefina que haya menospreciado su alma máter con aquello de que estudió en la Ibero porque "nadie es perfecto".
LO ÚNICO BUENO para la candidata presidencial es que su visita está programa para el 4 de junio, fecha en que, casualmente, ¡ya no hay clases!
A PROPÓSITO del equipo chepinista, alguien debería enseñarle a Herminio Rebollo a no andar presumiendo lo que no tiene.
CUENTAN QUE el coordinador de Comunicación Social de la campaña se ufana entre sus compañeros de que ya tiene "arreglada" a la prensa y que los medios que no se han dejado "domesticar" están a punto de hacerlo.
QUIENES lo han visto dicen que Rebollo trata así de congraciarse con Vázquez Mota pues ya siente pasos en la azotea, pero que nomás no convence ni a su sombra.
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