Dañó caso Cassez relación.- Francia

Dañó caso Cassez relación.- Francia

El Presidente del Senado francés asegura que ambos países han entendido que el de Cassez es un caso judicial
Nota de Silvia Garduño  Grupo Reforma /  Ciudad de México   (3 diciembre 2012)
El caso Florence Cassez dañó la relación bilateral México-Francia, reconoció el Presidente del Senado francés, Jean-Pierre Bel, para quien fue un error tratar de abordar este caso a nivel de la relación bilateral.
"Es cierto que, en los últimos años, hemos constatado que las relaciones están un poco degradadas, no eran las mejores posibles, pero hoy estamos en una época distinta. Ya le dimos vuelta a esa página. Las autoridades han cambiado tanto en Francia como en México y algo que he podido constatar con mucha alegría es que las relaciones entre los dos presidentes son realmente excelentes", aseguró en entrevista con REFORMA.

"Sería ridículo decir que el caso Cassez no tuvo ningún impacto en la relación entre los dos países. Vimos a los dos antiguos Presidentes de la República (Felipe Calderón y Nicolas Sarkozy) y no podemos decir que la relación fue ideal entre ellos dos.

Y ahora creo que cabe decir que las dos Presidentes (Enrique Peña Nieto y François Hollande) pudieron hablar de esto de una manera muy clara sin tratar de ocultar ni de disimular nada, y hay una voluntad común de considerar que se trata de un problema judicial".

Cassez enfrenta una condena de 60 años por participar en un secuestro, pero en los próximos meses la Corte deberá definir si hubo violación a sus derechos durante el proceso.

Bel, quien estuvo presente en la toma de posesión de Enrique Peña Nieto, tuvo un encuentro privado este sábado con el Presidente.

"Mi presencia en México manifiesta la voluntad del Presidente de la República de mostrar el interés de Francia por México. En el encuentro con Peña Nieto, pude constatar que la relación que ya se había iniciado entre los dos Presidentes es una relación marcada por una gran simpatía y también por la confianza, yo diría que es una confirmación de lo que el Presidente Hollande me había comunicado de la relación", manifestó.

Respecto al papel de Francia en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, dijo que Hollande se pronunció en Naciones Unidas señalando que era uno de los primeros temas ante los cuales había que tener una acción significativa.

 

Aseguró que Francia y el Presidente están muy sensibilizados respecto al combate al narcotráfico y el crimen organizado, y que durante las discusiones entre los presidentes se habló de ampliar la cooperación.

 

Sobre el tema particular de la legalización de las drogas, dijo que es un debate que ha agitado políticamente a Francia, y en el que actualmente el Gobierno de su país no está a favor.

 

Futuro complicado

 

Respecto a la situación económica por la que atraviesa la zona euro, advirtió que ésta es extremadamente preocupante, y que 2013 será un año complicado por la cuestión de la deuda y el déficit público.

 

Ante esta situación, dijo que Francia ha emprendido una política cuyo objetivo es reducir el déficit a 3 por ciento, recuperar el equilibrio en tres años, y tomando créditos a tasas muy bajas.

 

"La particularidad de Francia es que nos encontramos en un momento de un gran esfuerzo a nivel nacional, vamos a realizar ahorros sustanciales, pero no queremos asfixiar las actividades, ni reducir las esperanzas de crecimiento que son absolutamente necesarias para reducir el desempleo, que es el verdadero cáncer. La orientación que fue tomada por este Gobierno es que el peso principal del esfuerzo les tocará a aquel sector de la población que es el sector más favorecido, más privilegiado.

 

"Ha habido un nuevo equilibrio y yo creo que en este esfuerzo las clases populares y las clases medias no son los primeros contribuyentes. Hay que recuperar el crecimiento, tenemos un objetivo de 0.8 para el año que viene y al mismo tiempo queremos hacer todo lo posible para que nuestras empresas puedan ser más competitivas", indicó Bel.

 

Aseguró que tomar estas medidas, incluyendo el costo del trabajo, no es común para un gobierno de izquierda.

 

"Creo que la elección de François Hollande cambió muchas cosas en Europa. Países que no tienen la misma sensibilidad política que la nuestra también pudieron entender que no iba a ser posible pedir cada vez más austeridad y que en el fondo no se podía que paguen siempre los que no son culpables de la crisis", indicó.