2 jun 2013

Cerrada la elección en BC, de perder el PAN sería la debacle


 BC, bastión panista que se tambalea/JOSÉ GIL OLMOS
Proceso # 1909, 2 de junio de 2012;

El primer gran triunfo del PAN ocurrió en Baja California en 1989. Desde entonces ese partido no ha soltado la gubernatura pero en las elecciones del próximo julio se asoma al desbarrancadero. A trompicones desde la debacle de 2012, los panistas sólo tienen una baza para pelear por su último bastión: el carisma de un candidato que suele perder los estribos. Y enfrente tienen a un PRI con consigna: es la primera elección para gobernador durante el gobierno de Peña Nieto y es imperativo mandar un mensaje de fortaleza.
Baja California ha sido gobernada por el PAN durante casi un cuarto de siglo. Desde que en 1989 llegó Ernesto Ruffo Appel, el panismo no ha soltado las riendas del estado y actualmente ya es la entidad con más tiempo en manos albiazules, seguida por Guanajuato, que gobierna desde 1995.

Pero en las elecciones del próximo 7 julio, el candidato del PAN, Francisco Kiko Vega, está en riesgo. Los priistas, que llegan renovados por la recuperación del poder presidencial con Enrique Peña Nieto, han lanzado como candidato a Fernando Castro Trenti, mejor conocido como El Diablo. Él es allegado al coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones.
A diferencia de las elecciones anteriores, el PAN llega a estos comicios con una fuerza menguada tras la derrota histórica de 2012. Esta posibilidad de derrota ha creado la sospecha de que el líder nacional del PAN, Gustavo Madero, podría negociar con Peña Nieto la victoria de Kiko Vega, a cambio de la permanencia panista en el Pacto por México.
 El líder del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, rechazó esta versión calificándola de “chismografía”, igual que el líder de los diputados panistas, Luis Alberto Villarreal. Beltrones aseguró que sería tanto como ofender la inteligencia de los bajalifornianos y aceptar que el triunfo del PAN en esa entidad sería producto de una negociación. Sin embargo, la especie se mantiene como una nueva versión de las famosas “concertacesiones” que Carlos Salinas de Gortari hizo con el PAN: el partido conservador podría acceder a gubernaturas a cambio de legitimación y apoyo al plan económico salinista.
 De acuerdo con los investigadores Víctor Alejandro Espinoza y José María Ramos García, miembros del Colegio de la Frontera Norte, ganar la elección de Baja California es vital para el PAN, pues le daría un poco de oxígeno luego de las derrotas en la elección local de hace dos años, cuando perdió las cinco alcaldías y la mayoría en el Congreso.
 En tanto, para el PRI es clave conseguir un triunfo porque mandaría un mensaje de fortaleza acerca del gobierno de Enrique Peña Nieto: es su primera elección de gubernatura.
Guerra sucia
En la debacle electoral de 2012 el panismo no sólo perdió la Presidencia de la República, Jalisco, Morelos y Yucatán. Además, se quedó sin 80% de su militancia: del millón 868 mil 567 que estaban inscritos en el padrón sólo 368 mil 253 refrendaron su militancia.
A un mes de la elección, el PAN –aliado con el PRD– se ha lanzado contra Castro Trenti en las redes sociales. En un spot que se puede ver en internet, los líderes de ambos partidos, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, denuncian presuntos desvíos del Congreso estatal en favor del candidato priista.
 “¿Cómo creerles cuando en Baja California ponen como su candidato a gobernador a alguien que ni los de su partido quieren?”, cuestiona Zambrano. Y el presidente del PAN abunda: “La transparencia en la gestión de Castro Trenti ha sido muy cuestionada”. Ambos terminan el anuncio con un grito al unísono: “En Baja California… ¡Kiko Vega es el bueno!”.
 Los senadores panistas Ernesto Ruffo Appel y el perredista Armando Ríos Piter lanzaron otro spot contra el candidato de la coalición PRI-PT-PVEM y Partido Encuentro Social. Ahí se escucha: “Primero me Castro antes que votar por Trenti”, “Por algo le dicen El Diablo”, “Ni en su casa lo quieren” y “Árbol que nace torcido ni la gubernatura lo endereza”. El mensaje muestra una imagen caricaturizada de Castro Trenti, con cuernos de diablo y luciendo como el Señor Burns, personaje aborrecible de la serie Los Simpson.
 Los panistas y perredistas, aliados con el Panal y el Partido Estatal de Baja California, también interpusieron una queja ante el IFE por la contratación de propaganda en la final de futbol entre América y Cruz Azul.
 En los espacios de publicidad estática alrededor de la cancha del estadio Azteca aparecieron los mensajes de “Vota” y “Gobernador” con el logo de la coalición Compromiso por Baja California, que apoya a Castro Trenti. Esto, para panistas y perredistas, es una violación a la ley electoral, pues se trata de propaganda en televisión que, además, puede significar el rebase en los topes de campaña.
 Manlio Fabio Beltrones, líder de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, salió a defender a su amigo. Dijo que se trataba de actos desesperados del PAN y del PRD, y que estas campañas sucias no ayudan a los bajacalifornianos que quieren paz y tranquilidad.
 Es posible, afirmó, “que estos partidos políticos que han iniciado las guerras sucias y las campañas de lodo tengan las mismas encuestas que nosotros, que nos dan como triunfadores al PRI y a Fernando Castro Trenti”.
 De hecho, según un sondeo telefónico hecho por el PAN, en este momento se registraría un empate. Y en la encuesta del PRI, Castro Trenti tiene una ventaja de 10 puntos sobre Vega.
 Ante este panorama, el aspirante panista apuesta a su carisma y los líderes del PAN y PRD, a los golpes bajos.
 Desgaste natural
 En los últimos cuatro años de la administración del panista José Guadalupe Osuna Millán los delitos de alto impacto –extorsión, homicidio y robo de auto– se han reducido entre 4.6% y 15%. El proceso judicial en Estados Unidos contra los hermanos Arellano presuntamente ha tenido un efecto de pacificación, pues ahora son los delitos del fuero común los que se han incrementado en la entidad, sobre todo en Mexicali y Tijuana.
 Sin embargo, en las elecciones para gobernador, uno de los temas que tendrán más peso es precisamente el de la inseguridad, sostiene el investigador José María Ramos García.
 “Durante esta administración, en el tema de delitos de alto impacto, los logros son importantes. Sin embargo, en los delitos del orden común estamos en los diez primeros lugares a escala nacional. Esto tiene que ver con lo que implica gobernar un estado fronterizo con problemas característicos como inseguridad, migración y narcotráfico”, señala el director del Departamento de Estudios de Administración Pública de El Colegio de la Frontera Norte.
 Doctor en gobierno y administración pública por la Universidad Complutense de Madrid, participante activo en el Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia, Ramos García destaca que gracias a la ayuda del gobierno federal encabezado por Felipe Calderón, la inseguridad que se vivió en 2011 por las disputas entre los grupos delictivos bajó considerablemente.
 No obstante los logros obtenidos, advierte que en los próximos comicios todo depende de la valoración que hagan los ciudadanos y del marketing en las campañas.
 “Hay una serie de indicadores que prueban que se está administrando bien. Por ejemplo, cuando el PAN pierde hace tres años en Tijuana, los niveles de inseguridad se estaban controlando. Además, se había llevado a cabo la obra más importante, que es la pavimentación de casi 80% de las calles de la ciudad. Sin embargo, el PAN perdió”, dijo.
 –¿Qué evaluación hace del gobierno panista de 1989 a la fecha?
 –Hay que tomar en cuenta que ha habido diferentes personalidades. Estamos hablando de cuatro gobiernos en 23 años; cada uno mantuvo su visión, sus propias formas de conducir las cuentas públicas. En estos años el estado tuvo problemas de inseguridad, pero a raíz de las presiones del gobierno federal se han logrado controlar. Han quedado rezagos, y si las políticas públicas no han logrado concretar la competitividad y el bienestar de manera paralela, pueden opacarse ciertos éxitos.
 Víctor Alejandro Espinoza, doctor en sociología política por la Universidad Complutense de Madrid, maestro y doctor en ciencia política por la UNAM y consejero electoral del Instituto Federal Electoral en Baja California durante los procesos electorales 2005-2006; 2008-2009 y 2011-2012, advierte de la posibilidad de una derrota del PAN, producto de un desgaste natural tras 23 años de gobierno, y como secuela de la caída histórica tras la derrota de Josefina Vázquez Mota.
 “Desde 1989 el PAN ha gobernado en Baja California. Es el gobierno panista más longevo y el más emblemático; eso tiene varias consecuencias: un desgaste natural, un continuismo de muchos años de políticas aplicadas que ya tuvo sus facturas: en 2010 perdió los cinco ayuntamientos y la mayoría en el Congreso, en 2012 Josefina Vázquez Mota no ganó en ninguno de los ocho distritos federales. Esos dos datos son interesantes para ver cómo se llega a esta elección”, señala el investigador.
 –¿En qué sentido hay un desgaste natural?
 –Es natural por tanto tiempo en el gobierno y eso tiene un impacto tanto para la candidatura de Francisco Kiko Vega como de Fernando Castro Trenti.
 Afirma que Vega enfrenta el mismo dilema que tuvo Josefina Vázquez Mota en la elección presidencial: ser considerado “el candidato de la continuidad”.
 Tal situación, explica, hace difícil que el panista lance críticas al gobernador José Guadalupe Osuna Millán, por ejemplo. Recuerda que, durante la contienda interna, Kiko Vega recibió duras críticas de su adversario, el exdirector de la Cofetel Héctor Ozuna Jaime, quien se quejó de que los dados estaban cargados.
 “Entonces Kiko Vega, con el apoyo del aparato del grupo del gobernador –que era el mismo de Francisco Blake Mora, allegado a Felipe Calderón– es el candidato del continuismo, y ahora dice que por fin ya están sentadas las bases del desarrollo; es decir, que después de 24 años por fin ya se tienen.”
 El investigador dice que Castro Trenti ha mostrado ser un político muy hábil, que usó su estancia de seis años en el Senado para fabricarse una gran proyección, que contrasta notablemente con la de Kiko Vega: durante la contienda interna, el panista tuvo problemas graves en los debates porque es muy poco hábil en el discurso y pierde la cabeza fácilmente.
 Resume: “El escenario es interesante. Kiko Vega apuesta al populismo, a la imagen, es el típico panista dicharachero, que cae bien. A eso le apuestan en su campaña, pero también a la división que hubo en la contienda interna del PRI entre Jorge Hank y Castro Trenti, quien ganó a pesar de que no era del grupo del presidente Peña Nieto.
 A pesar de los logros en seguridad, el investigador señala que éste es precisamente uno de los puntos de más desgaste que enfrenta el PAN: “Es un asunto muy sentido, porque el gobernador apoyó sin reservas la política militar y policiaca de Felipe Calderón. Se han querido matizar las cifras, que todo está bien, pero no es así. Lo mismo pasa con el empleo. Dicen que estamos bien, pero hay una precarización del trabajo; está creciendo la informalidad y eso tiene que ver con problemas de delincuencia del fuero común, que se ha multiplicado.
 “También están los problemas de educación, los jóvenes que no tienen oportunidades de estudiar y de las universidades que surgen como hongos para dar un espacio. El tema de los jóvenes es importante por el papel que pudieran jugar en las próximas elecciones. Por ejemplo: 30% del listado nominal de electores son jóvenes de 18 a 29 años. Es una generación que no ha conocido otro tipo de gobierno y que participó ya en la elección federal pasada en una gran movilización como no se veía antes de 1989. A diferencia de 2009, llamaron a votar y participó 45%, algo que no teníamos desde hacía tiempo, pues hemos alcanzado hasta 69.4% de abstención. Somos el penúltimo lugar de participación”, admite.
 Para el investigador es importante observar que, a pesar de que el PAN ha salido triunfante en las elecciones a gobernador desde 1989, la entidad tiene una composición más cercana al bipartidismo.
 “Si uno revisa los datos de la historia electoral de Baja California, encontramos que hay alta concentración del voto en dos partidos, PRI y PAN. En 2007, en la elección de gobernador, entre los dos se repartieron 94% de los votos. Eso da idea de cómo ha sido el comportamiento electoral, pero si se revisa más atrás, se nota que es una entidad bipartidista.”
 –¿Cuál sería el impacto de una derrota tanto para el PAN como para el PRI?
 –Sería muy duro para el PAN porque es su último gran bastión. El PAN perdió todas las elecciones locales en Baja California durante el calderonismo. Fue una catástrofe todo el sexenio pasado, y eso explica lo que le pasó a Josefina Vázquez Mota. Por eso, ganar para el PAN es una bocanada de oxígeno.
 El investigador asegura que en estos comicios el candidato tendrá más peso que las circunstancias o el propio partido, ya que así pasa en un sistema presidencialista como el mexicano. Caso contrario de las elecciones legislativas, donde importan más los partidos.
 Y por esta razón, explica, cada coalición está centrando sus campañas en la figura de sus candidatos y, sólo posteriormente, en las propuestas.
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 Baja California: elección caliente(JESÚS CANTÚ
El PAN está en riesgo de perder la primera gubernatura que conquistó en 1989, y por ello no escatimará recursos para retenerla en las elecciones del próximo 7 de julio. El resultado es de tal importancia para el panismo que los mismos dirigentes nacionales del PAN y el PRD, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, abrieron la guerra de descalificaciones en contra del candidato tricolor, Fernando Castro Trenti, con un spot que se difunde a través del canal UnidosporBC, del sitio Youtube. Y cuatro días después, el martes 28 de mayo, los respaldaron el primer gobernador panista del país, Ernesto Ruffo, y el exlíder de los diputados perredistas y actual senador Armando Ríos Pitter, con otro spot, en el que dicen que no se puede confiar en el candidato tricolor y afirman, entre otras cosas, que cuando fue alcalde de Tijuana “…el muy tímido se dobló su salario a 150 mil pesos mensuales…”.
 Seguramente los dirigentes partidistas conocen bien la distribución de las preferencias electorales en estos momentos, y en función de ello realizan sus campañas. Y una de las reglas inviolables es que recurrir a las campañas negativas únicamente es recomendable cuando no se encabezan las encuestas, pues el hacerlo siempre puede revertirse.
 A juzgar por el tono de las campañas, en estos momentos el candidato de la coalición Compromiso por Baja California, conformada por PRI, PT, PVEM y el partido estatal Encuentro Social (PES), Fernando Castro Trenti, va arriba del candidato de la coalición Unidos por Baja California, integrada por PAN, PRD, Panal y el Partido Estatal de Baja California (PEBC), Francisco Vega.
 Sin embargo, lo más extraño es que prácticamente hay una veda de encuestas, pues cuando faltan cinco semanas para las elecciones ninguna de las encuestadoras nacionales o de los diarios locales han difundido encuestas propias. Las que se conocen son de dos firmas locales, dedicadas principalmente al levantamiento de encuestas comerciales, no a los estudios de opinión pública en temas políticos y/o electorales. En tres encuestas cuyos resultados se conocen públicamente aparece el candidato priista adelante en las preferencias, aunque con importantes diferencias entre ellas.
 Testa Marketing dio a conocer una encuesta el 21 de febrero de este año, antes de que se definiera el candidato panista, en la que las preferencias favorecían a Castro Trenti con una ventaja de 4.2 puntos porcentuales, es decir, dentro de los márgenes de error y, por lo tanto, en el denominado empate técnico, con 40.6% para Castro Trenti, 36.4% para el PAN y un 19.6% de indecisos. La misma casa concluyó el 10 de abril el levantamiento de otra encuesta, en la que el candidato priista se sostuvo en 40% de las preferencias electorales; la coalición Unidos por Baja California, ya con Kiko Vega como candidato, cayó a 28%, es decir, tuvo ocho puntos menos que en febrero; el candidato del Movimiento Ciudadano, Felipe Ruanova, registró 3%, y hubo 29% de indecisos, o sea, 10 puntos más que en febrero, para lo cual la única explicación plausible es que el proceso interno blanquiazul provocó una división en dicho partido, que se tradujo en la migración de votos panistas a indecisos.
 La otra encuesta fue una levantada por Explora Investigación Estratégica, que difundió el periódico El Mexicano, donde se afirma que Castro Trenti tiene 30.9% de las preferencias electorales, y Vega 29.9%. Como puede verse en el caso del panista, los números de las dos casas encuestadoras para el mes de abril son coincidentes, pero en el caso del tricolor la diferencia es de 10 puntos porcentuales.
 Tras más de un mes de campañas electorales, la única encuesta que se dio a conocer fue una publicada por el dirigente estatal del PAN, Sócrates Bastidas, donde afirmaba que su candidato superaba con una amplia ventaja a Castro Trenti; no obstante, de inmediato la descalificó el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Baja California, ya que no les había entregado, “…por lo menos 48 horas antes de su publicación, una copia del estudio completo y la base de datos, copia de la información como se publicara, la metodología utilizada y los resultados obtenidos al director general, anexando la información en medio magnético…”, como marca el artículo 3 de los lineamientos que emitió el Consejo General del Instituto.
 Así que, de acuerdo con el tono de las campañas y las encuestas dadas a conocer en Baja California, el candidato de la coalición Compromiso por Baja California, Fernando Castro Trenti, encabeza las preferencias electorales, aunque seguido de cerca (sin poder determinar qué tanto) por el candidato de la coalición Unidos por Baja California, Francisco Vega.
 Lo cierto es que la gubernatura de Baja California es vital para el panismo, pues hay que recordar que de los estados que ganó el blanquiazul antes del triunfo presidencial de 2000, los únicos que retiene son Baja California y Guanajuato, ya que con anterioridad perdió las gubernaturas de Chihuahua (1991-1997), Jalisco (1996-2013), Nuevo León (1997-2003), Querétaro (1997-2009), Aguascalientes (1998-2010) y Morelos (2000-2012).
 Para el tricolor, las elecciones en dicha entidad no revisten la misma importancia que para los blanquiazules, pero son importantes porque un triunfo le permitiría continuar el proceso de recuperación de gubernaturas.
 Seguramente en el último mes las campañas subirán de tono e intensidad. Por lo pronto, el PAN y el PRD ya abrieron fuego, aunque hasta hoy no han recibido respuesta, pues el único que intervino por parte del PRI fue el líder de la bancada priista en la Cámara de Diputados y muy amigo del candidato tricolor, Manlio Fabio Beltrones, y sólo para condenar lo que llamó “las guerras sucias y las campañas de lodo”.
 Por último, dado que es la primera entidad que tiene elecciones de gobernador tras el retorno del PRI a Los Pinos, Baja California empezará a develar la estrategia del gobierno federal en los comicios estatales.


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