La Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), se reunirá en audiencia privada con el papa Francisco este 23 de mayo
para presentarle los problemas de la migración que afecta a a toda
América Latina.
La presidencia del CELAM estará en Roma del 19 al 29 de mayo para informar a Francisco sobre el servicio que se realiza con los episcopados de América Latina, así como compartir orientaciones y preocupaciones relativas al camino de la Iglesia en la región.
Días antes, el 20 de may,o la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), convocó
el 20 de mayo una reunión restringida en sus oficinas en Roma con algunas
personalidades latinoamericanas (embajadores ante la Santa Sede y rectores de
los colegios pontificios), para compartir algunas de las reflexiones desde el
punto de vista de la Iglesia relativas a la situación actual de la región.
En
la reunión participó la presidencia del CELAM, compuesta por Mons. Carlos
Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla, México; el Cardenal Rubén Salazar
Gómez, Arzobispo de Bogotá, Colombia; Mons. Dimas Lara Barbosa, Obispo de Campo
Grande, Brasil; Mons. Santiago Silva Retamales, Obispos Auxiliar de Valparaíso,
Chile; Mons. Carlos Collazzi Irázabal, Obispo de Mercedes, Uruguay.
Durante
las reuniones se resaltó el fenómeno de la migración en México, una de las tres
zonas del mundo con mayor problemática en este sentido, y que cada año es
atravesada por 350 mil migrantes en busca de alcanzar los Estados Unidos y
Canadá.
Por
su parte, Guzmán Carriquiry, Secretario encargado de la vicepresidencia de la
CAL, resaltó la labor desarrollada por los obispos de Estados Unidos por apoyar
a los inmigrantes y defenderlos ante las políticas adoptadas por el presidente
Barack Obama, que en lo que lleva de gobierno ha deportado a más de dos
millones de latinos.
Por
su parte, el Cardenal canadiense Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para
los Obispos y presidente de la CAL dirigió las reuniones y señaló que “la
Iglesia espera ayudar a colaborar a construir una América Latina caracterizada
por la justicia, la paz, la solidaridad y la fraternidad”.
“La
Iglesia tiene una capacidad de convocación y el Papa Francisco lo está
demostrando, llama la atención que no solo se haya fijado en el problema de
América Latina, sino también en el del Norte de África, viajó a Lampedusa
(Italia), para resaltar la atención ahí. Hemos reflexionado cada uno en su
campo para saber que todavía podemos hacer más. Simbólicamente este encuentro
es muy significativo para mí y les agradezco su participación”, concluyó.
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