¿QUE DICEN LAS COLUMNAS 'POLITICAS HOY, 8 DE ENERO DE 2015?

BAJO RESERVA/El Universal

Fuego amigo en Tribunal Electoral

Una vez pasado el proceso de sucesión en la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se comienza a mover con más fuerza el tema de quién será el próximo ministro o ministra que llenará el espacio que dejó en el máximo tribunal del país don Sergio Valls, quien falleció el pasado mes de diciembre. Uno de los nombres que suenan con insistencia en los círculos políticos y judiciales para integrar la terna que enviará el Ejecutivo al Senado es el de la magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), María del Carmen Alanis Figueroa. Ella, a quien ya le tocó presidir el TEPFJ, es vista como opción pues —además de su larga experiencia en temas de justicia— lograría que la Corte mantuviera en el pleno al menos a dos mujeres, debido a que este mismo año saldrá la ministra Olga Sánchez Cordero tras concluir su periodo. Sin embargo, nos dicen que Alanis es víctima de “fuego amigo” proveniente de la burocracia del tribunal electoral, desde donde la intentan presentar como la candidata de Los Pinos a la Suprema Corte, para que los senadores de oposición la descalifiquen.

Una mujer para Nuevo León

Este fin de semana se podrá saber el nombre del aspirante priísta a la candidatura al gobierno de Nuevo León. Una vez que la dirigencia nacional del PRI dijo que sólo se inscribirá a la candidatura a uno de la decena de aspirantes que buscan contender por la gubernatura. Aseguran que el apoyo será para quien las encuestas ubiquen como el candidato con mayor fuerza. Ante este escenario en el propio PRI anticipan que la decisión recaerá en una de las tres mujeres que están en la contienda. Nos comentan que hasta ahora quienes llevan la ventaja son las senadoras Ivonne Álvarez García y Cristina Díaz Salazar. En el partido azul, también es una mujer la que aparece como la más aventajada contendiente, se trata de la tan popular como polémica alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes. El escenario es que la pelea por el gobierno del importante estado norteño sea entre dos damas, lo que podría cambiar el actual panorama en el que ninguna entidad está en manos de una gobernadora.

El apretón de manos Osorio Chong-Obama

Vaya sonrisas las que soltaron el pasado martes el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; el secretario de Hacienda Luis Videgaray; el canciller José Antonio Meade y el subsecretario para América del Norte, Sergio Alcocer, en la oficina oval de la Casa Blanca. Una fotografía muestra que cuando el secretario Osorio Chong estrechó la mano al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tanto el mandatario estadounidense como los funcionarios mexicanos reían como si alguien hubiera soltado alguna broma. El ambiente en la oficina de uno de los hombres más poderosos del mundo era, sin duda, cordial e incluso desenfadado. Cuenten el chiste.

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TRASCENDIÓ/Milenio

Que la dirigencia del PRD no encuentra cómo salir del brete porque sus alcaldes han sido vinculados al crimen organizado; su delegado en el bastión de Iztapalapa no tiene cómo explicar el uso de vehículos de contratistas; y, ahora, cuadros relevantes están renunciado al PRD, empezando por su fundador Cuauhtémoc Cárdenas.

Pero en lugar de afrontar sus errores han decidido, con la consultora española W&W, atacar en lo personal a periodistas argumentando un “complot”. Ayer incluso Jesús Zambrano, vía Twitter, llamó “anticristo” a nuestro columnista y periodista de excepción Joaquín López-Dóriga. Lamentables y a la vez peligrosos esos ataques a periodistas desde el poder político.

:Que, por si las dudas, los coordinadores en el Senado ya revisaron la legislación que rige a esa Cámara y no hay ninguna posibilidad de que Morena forme su propia bancada en 2015.

A diferencia de San Lázaro, en la Cámara alta los grupos parlamentarios se constituyen al inicio de la legislatura, así que, aunque más de cinco senadores militen en las filas del partido de Andrés Manuel López Obrador, la mayoría se quedará en la bancada perredista, como tendrá que hacer Mario Delgado.

:Que el éxodo de los ahora ex perredistas Mario Delgado y Alejandro Rojas anticipa el camino que podría seguir su jefe, Marcelo Ebrard, para llegar en septiembre a la Cámara de Diputados como flamante legislador del partido de su predecesor en la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal.

:Que en el gobierno federal los cambios podrán demorarse el tiempo que haga falta, pero el reloj no se detiene en los estados con elecciones este 2015 y, si no, que lo digan los gobernadores de Veracruz, Javier Duarte; Coahuila, Rubén Moreira, y Tabasco, Arturo Núñez, quienes ya tuvieron que ajustar sus equipos ante la salida de sus secretarios de Gobierno y de Planeación en busca de candidaturas.

:Que en el Estado de México habrá competencia de alto nivel priista por la alcaldía de Metepec. Los hijos del líder nacional del PRI, César Camacho, y de David López, coordinador de Comunicación de la Presidencia, contenderán por la candidatura del PRI a esa presidencia municipal. Así que la próxima semana Mariano Camacho y David López Cárdenas se registrarán para participar en el proceso interno.

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FRENTES POLÍTICOS/Excelsior

I.Torpeza. Rodrigo Medina de la Cruz, gobernador de Nuevo León, no sabe leer los tiempos, ésos que tan bien se le dan a César Camacho Quiroz gracias a sus relojes. No sólo en el CEN del PRI se tomó como un desafío que el aún gobernador pretenda imponer a Federico Vargas o a Adrián de la Garza como el abanderado a sucederlo en el cargo. Está aturdido. Debe entender que la decisión no le corresponde a él. Y lo peor, en Los Pinos su propuesta de incluir a sus amigos entre los aspirantes no sólo fue vista como una descortesía al presidente Enrique Peña Nieto, sino una abierta provocación. Tropezó con sus propias agujetas. Y la cara le quedó sucia.

II.A puño limpio. Roberto Albores Gleason, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, juraba que el priismo en Chiapas estaba preparado para desarrollar el proceso de selección de candidatos con total pluralidad y en democracia, comprometidos con el camino de transformación que vive México con el liderazgo del presidente Peña, señaló. Pues no. El PRI de Chiapas está dividido. La sangre llegó al río. El grupo del senador Albores Gleason y el del excandidato perdedor al gobierno del estado, José Antonio Aguilar Bodegas, se disputan con todo la candidatura a la diputación de Tapachula. Hubo cristales rotos y golpes en el PRI estatal.

III.Nueva visita. Bien le cayó a Enrique Peña Nieto su viaje de este miércoles por Veracruz. Durante la celebración del primer Centenario de la Promulgación de la Ley Agraria de 1915, el Presidente recibió las cálidas muestras de los jarochos y del gobernador Javier Duarte de Ochoa. El apapacho de los jarochos ha sido recurrente para Peña Nieto, quien se deja querer por los veracruzanos y, en reciprocidad, mantiene a esa entidad como ejemplo para otras en algunas áreas de la administración pública.

IV.La crisis amarilla. El senador Mario Delgado confirmó su renuncia al PRD para unirse a las filas del partido Movimiento Regeneración Nacional, encabezado por Andrés Manuel López Obrador. No descartó que pueda contender para la Jefatura de Gobierno en 2018 por Morena. Dijo que el PRD ya no representa los intereses de la población. Esta renuncia se suma a la del senador Adán Augusto López, y se espera la definición de otros legisladores como Alejandro Encinas. ¿Es Delgado la avanzada de Marcelo Ebrard, aunque el exjefe de Gobierno lo niegue?

V.El impune. A Jesús Valencia Guzmán, delegado de Iztapalapa, de poco le servirá guardar silencio. La lupa está a su acecho. Está en medio de una investigación de la Contraloría capitalina luego de que el mes pasado chocó a bordo de una camioneta que dijo suya y era de la empresa Amexire, contratista de la delegación que ganó una licitación por hasta 48 millones de pesos. Por si fuera poco, diputados federales del PRD solicitaron a Juan Manuel Portal Martínez, auditor superior de la Federación, la inclusión a su Programa Anual de Auditorías el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2014 para Iztapalapa. Que le amarren las manos; en lo que lo enjuician.

VI.Alerta roja. El tema de los maestros de la CETEG requiere un alto. No sólo porque al tomar casetas le roban a Caminos y Puentes unos 200 mil pesos por hora. El martes destrozaron las oficinas del INE en Chilpancingo. Sacaron a todo el personal y destrozaron el equipo que se utiliza para tomar fotografías y los datos de los electores con la amenaza de que no habrá elecciones en Guerrero. Felipe de la Cruz, coordinador seccional de la CETEG en Acapulco y vocero de los padres de los normalistas asesinados, es quien maneja los hilos de las marionetas magisteriales. Él ordena y los vándalos, dizque maestros, ejecutan. ¿Y la autoridad?

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TEMPLO MAYOR/Reforma

CUANDO en un restaurante el pollo está frío, viejo y desabrido, ¿se pide hablar con el chef o con su segundo, el sous chef?

LA PREGUNTA viene a cuento porque en estos momentos en que los ingresos petroleros van en picada, el dólar se dispara y la Bolsa no se levanta, la Comisión Permanente citó a comparecer a los subalternos de Luis Videgaray.

ANTE diputados y senadores deberán presentarse el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela; y el de Ingresos, Miguel Messmacher; para tratar de explicar qué diablos está pasando con las turbulentas finanzas nacionales.

CUALQUIERA podría pensar que ante una situación taaan delicada, a los legisladores les interesaría más tener un diálogo directo con el secretario de Hacienda quien, finalmente, es el estratega de la política económica.

PERO NO, por lo visto en el Congreso de la Unión no quieren molestar a Luis Videgaray ni con el pétalo de un punto de acuerdo.

RESULTA CURIOSO el concepto que tiene Federico Döring de la ética y de la honestidad.

SEGÚN el coordinador de los diputados panistas en la ALDF, las transas de las que se acusa a Édgar Borja las hizo ¡en su tiempo libre! y no como legislador. Por lo tanto, no tiene por qué separarlo de la bancada albiazul.

NI SIQUIERA cuando su propio partido, el PAN, decidió echar de sus filas al asambleísta que fue balconeado en llamadas telefónicas en las que reclama a gritos su moche.

 TAN ES evidente la postura de desacato de Döring que el dirigente del panismo capitalino, Mauricio Tabe, tuvo que enviarle por escrito la orden de separar al presunto delincuente del grupo parlamentario, cosa que ya le había pedido de manera verbal.

BONITA MANERA la de Federico Döring de sabotear la iniciativa anticorrupción de su dirigente nacional, Ricardo Anaya, que fue quien ordenó la expulsión de Borja.

ALGUIEN debería recordarle a Monte Alejandro Rubido aquello de que no basta con poner el huevo, ¡hay que cacarearlo!

Y ES QUE dada su formación en las filas del Cisen, el titular de la Comisión Nacional de Seguridad tiene por costumbre mantener un bajo perfil, no hacer mucha alharaca y, mucho menos, andar buscando reflectores.

Y NO ESTÁ MAL, pero esa escuela del silencio muy poco o en nada le está funcionando a la Policía Federal, pues en lugar de que se conozcan sus logros -pocos o muchos- sólo salta a la luz pública por escándalos.

EL ÚLTIMO es el del enfrentamiento en Apatzingán donde, de entrada, se señaló con dureza a los federales por, supuestamente, haber ejecutado a un grupo de civiles.

SIN EMBARGO, conforme comienzan a revelarse los detalles del operativo, resulta que, en realidad, los supuestos pichones eran auténticos halcones que emboscaron a los agentes de la PF.

POR LO VISTO el exhibicionismo de Genaro García Luna dejó tan mal sabor de boca que ahora en la Policía Federal ya no saben cómo sonreír ante la cámara.

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Lenguas Viperinas/La Silla Rota
LA VOCACIÓNde Julio Scherer García por el periodismo independiente fue un referente ineludible durante décadas. Es difícil encontrar en el último medio siglo mexicano un caso similar. Su muerte la mañana de ayer despertó un pesar verdadero. Su paso por "Excélsior entre 1968 y 1976; su tormentosa salida por directriz del ex presidente Luis Echeverría, la fundación de "Proceso" en ese mismo año, y muchas páginas de materiales brillantes conforman una era que ayer fue cerrada. Hubo alguna época en la que fue válida la frase de su grupo de colaboradores, según los cuales "Proceso es la Biblia y don Julio su profeta". El país y la prensa han cambiado mucho. Pero en esa transformación Scherer tuvo un mérito incuestionable.
FALTA DE OPERACIÓNpolítica o experimento o libertad. Ayer pidieron licencia a sus cargos seis legisladores federales del PRI para contender por la candidatura a la gubernatura por Nuevo León. Héctor Gutiérrez de la Garza, Jorge Mendoza, Pedro Pablo Treviño, Marcela Guerra Castillo, Cristina Díaz Salazar e Ivonne Álvarez García, solicitaron licencia para dedicarse de lleno al proceso electoral. Nuevo León parece la joya de la corona en las elecciones de este año por la importancia económica y política que representan las tierras regias, pero también por la dura competencia entre el PAN y el PRD. Pero algunos parece que pidieron licencia "por no dejar", y uno de ellos es Jorge Mendoza quien según encuestas acreditadas tendría el 1 por ciento de la votación, sí, deja una curul por el 1 por ciento de la votación, es decir, que es el único que cree que podría ganar cuando todo indica que perdería de manera humillante.
MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG,secretario de Gobernación, tuvo que intervenir para evitar irrupciones en el discurso de Enrique Peña Nieto, en el World Trade Center de Veracruz. Los familiares y amigos de Moisés Sánchez, reportero desaparecido en Veracruz, burlaron al Estado Mayor Presidencial rompiendo los cercos de seguridad y provocando un conato de violencia. Adentro ya está el hijo y la esposa del periodista que amenazaron con increpar al mandatario, pues exigían que el caso fuera retomado por la PGR como se supone que por ley debía suceder. Osorio Chong platicó con los familiares y se comprometió a seguir el caso con seriedad. Mientras el alcalde de Medellín, en Veracruz, sigue como la fresca mañana a pesar de los señalamientos de personas cercanas a Sánchez sobre que lo tenía amanerad
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 “¡NO ME CHINGUE, DON RAFAEL, NO ME CHINGUE…”!/Rafael Cardona

La Crónica

Pero detrás de todo ese ritual sentí una calidez nunca antes advertida en un lugar de trabajo. Yo estaba en otro diario y cuando pedí unos días para ingresar a Excélsior y dejar el pasado con los debidos arreglos, Scherer me dijo: “¡no, mañana!”.

Mis condolencias a la familia Scherer Ibarra y los colegas de Proceso

En el vestíbulo del tercer piso de Excélsior había un bronce de Gutenberg junto a la puerta de la dirección. El edificio combinaba el aroma de la tinta de los talleres con el papel de las bodegas y las pastas de los libros. Una puerta de madera con molduras se abrió. Yo aguardaba en el dintel cuando Enrique Loubet Jr me empujó por la espalda.

—Julio, éste es el muchacho que te dije. Es bueno.

—¿De modo que ya viene usted a Excélsior?

Atolondrado por la presencia de quien ya para ese tiempo era una leyenda en ascenso, apenas respondí: “pues si me da usted la oportunidad”…

No pude decir más.

A los 20 años de edad uno se turba cuando alguien lo prende del brazo, lo jala y le obsequia una colección de manotazos furibundos en la espalda y le dice: “¡no me chingue, don Rafael, no me chingue!”, y luego le receta el consabido “usted se va a dar la oportunidad, usted va a trabajar y si no sirve, pues a la chingada, don Rafael”.

Pero detrás de todo ese ritual sentí una calidez nunca antes advertida en un lugar de trabajo. Yo estaba en otro diario y cuando pedí unos días para ingresar a Excélsior y dejar el pasado con los debidos arreglos, Scherer me dijo: “¡no, mañana!”.

—No, señor Scherer, no me puedo ir como “chacha”. A usted no le gustaría si yo lo hiciera aquí algún día.

—Bueno, el miércoles.

Llamó a Jorge Villa, quien sería mi director en Últimas Noticias, primera edición (estrecha puerta y filtro de entrada a la casa más prestigiosa del periodismo nacional de entonces) y le dijo más o menos lo mismo.

Seis años después, en un edificio destruido por el terremoto de 1985 en la esquina de Dinamarca y avenida Chapultepec, le dije a Scherer:

—Hay muchas formas para decir esto, Julio, Pero prefiero ésta: “ahí’stá” el arpa, ya no toco.

Eran las semanas previas a la preparación de la revista Proceso. Yo era jefe de información de la agencia CISA, preámbulo editorial del semanario y los pormenores y miserias de todo ese tiempo se podrán contar en otra ocasión. Yo simplemente me harté de muchas de esas intrigas conventuales y para no aumentar los conflictos, me hice de lado. Vicente Leñero me lanzó tres o cuatro dardos roñosos en “Los periodistas” y durante veinte años no crucé palabra con Julio.

Pero un día nos volvimos a encontrar. Yo lo propicié y él generosamente aceptó la cita.

Hablamos de miles de cosas, nos confesamos y nos reclamamos sin rencores cosas del pasado y nos dijimos a fin de cuentas cuánto tiempo habíamos dejado pasar. Por mi parte, me quedó claro decirle en todos los tonos y de todas las formas lo mucho que su confianza y su amistad profesional me habían ayudado en la vida, cómo me había formado (las deformaciones ya fueron cosa propia) y cuánta suerte había tenido de trabajar a su lado, con viajes por todo el mundo, con libertad, con rigor, imitando su entusiasmo y su amor por la profesión.

—Usted y yo, me dijo en una de las últimas reuniones (el 14 de abril del 2010), vamos a hacer muchas cosas juntos.

Hoy ya no tenemos ninguna oportunidad. Ni de vernos, ni de beber café por litros ni de hablar ni de recordar. Hoy sólo me queda agradecer la buena fortuna de haber pasado aquellos años con su ejemplo y su actitud.

Le hubiera querido decir para retenerlo en esta partida final:

—No te vayas, Julio, no me chingues, no me chingues…

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Don Julio/ Pascal Beltrán del Río

Excelsior
Conocí a Julio Scherer García en junio de 1988. Faltaba menos de un mes para las históricas votaciones presidenciales de ese año.

Yo todavía estaba en la universidad y acababa de publicar mi primer texto periodístico. Salió en la portada de la revista Proceso, que él fundó y dirigía desde 1976, pocos meses después de ser lanzado de Excélsior, con varios de sus compañeros, mediante un golpe orquestado por el gobierno de Echeverría.

Me recibió en su oficina y no me extrañó que me tuteara, pues estaba yo muy joven. “¡Qué a toda madre tu reportaje!”—me dijo—, y me dio un abrazo como esos que sólo daba él, que dejaban a quien lo recibía todo acalambrado.

 “Yo le agradezco mucho la oportunidad…”, comencé a decirle, realmente impactado de conocerlo, cuando me interrumpió. “¡Ni madres, oportunidad es una vez, esto es de largo plazo! ¿Qué sigue, qué sigue?”.

Don Julio era malhablado, pero nunca soez. Recuerdo que se puso furioso una vez que descubrió una revista pornográfica en la redacción.

 “Vayan y chinguen a su madrecita si vuelven a traer algo así”, nos dijo a un grupo de reporteros antes de darse la vuelta.

Y vaya que la madrecita era importante para él: jamás permitió que le quitaran el apellido materno.

Después de aquel reportaje, me quedé 15 años trabajando en Proceso. El tuteo de Scherer García me empezó a incomodar, porque don Julio no tuteaba a casi nadie. Todos los demás en la revista —salvo Vicente Leñero, Enrique Maza y Froylán López Narváez— eran don Fulano y don Zutano. Y les hablaba siempre de usted.

Yo era el reportero más joven en una redacción poblada por luminarias del periodismo. No pasó mucho tiempo antes de que corriera la versión falsa de que yo era pariente de don Julio.

Trabajar cerca de él era un aprendizaje diario. Desde lo más elemental. El día de las elecciones, aquel mítico 6 de julio de 1988, me encargó pararme afuera de la casa de Cuauhtémoc Cárdenas. Acompañé al candidato a votar,  junto con una nube de reporteros y simpatizantes.

Por la tarde, cuando la Ciudad de México se sumergía en una tensa calma, me quedé solo frente al edificio de departamentos en Polanco hasta que no pude más. Busqué un teléfono público —en esa época no había celulares— y marqué a la redacción. Le pedí a Elena Guerra, Elenita, que le dijera a don Julio que ya no había nadie ahí, que qué hacía. Unos segundos después, Scherer García tomó la bocina. “No me digas que no te gustan las exclusivas”, me dijo.

Si tuviera que quedarme con un solo sustantivo para describir a don Julio sería intensidad. Siempre parecía que hervía, incluso cuando leía a solas por las tardes en la sala de juntas/biblioteca de Fresas 13. Con él no se podían platicar nimiedades.

No era hombre de sentimientos ambivalentes. Amaba u odiaba.

Tenía la manía de comerse la uñas. O, más que las uñas, la cutícula. No era raro que sangrara de uno o varios dedos.

Aquejados ambos por la gastritis, compartió conmigo sus secretos para apagar ese fuego interno. “Tómate esto”, me dijo, regalándome su propio frasco de Interferón. “Cena papaya y olvídate del brandy y del café express”, recomendó.

Don Julio era fanático del futbol, pero para él sólo existían dos equipos que valieran la pena: el Atlante y la selección de Alemania. Fiel a sus raíces, admiraba a “los deutsche”. Recuerdo la calcomanía con la D siempre bien pegada en la cajuela de su Jetta.

Obvio, odió perder la apuesta que hicimos en la Eurocopa de 2000.

–El que termine mejor, don Julio, Francia o Alemania, gana —lo reté—.

–Juega, pero vas a perder un billete.

Julio Scherer García odiaba perder, sobre todo porque no le gustaba no tener la razón.

Un viernes por la tarde, ya cerca del cierre de la edición, quiso saber mi opinión sobre la portada. El titular acusaba a Octavio Paz de soberbio y prepotente.

–No me gusta, don Julio.

–¿Por qué? —me miró, indignado—.

–Porque es una ofensa y eso siempre es barato.

No me soltó hasta que le dije que tenía razón, que era una descripción válida y certera, no un insulto.

Con sus virtudes y defectos, no me queda duda que Julio Scherer García es el periodista más grande que ha dado México.

Basta leer su abundante obra —notas, entrevistas, reportajes, libros—, textos tan remotos como los que publicó en los años 50 en Excélsior, para entender que tenía una mente y pluma brillantes y un agudo sentido de la noticia que difícilmente serán igualados.

En su partida me queda el recuerdo de un hombre intenso, hasta en la generosidad. Cuando don Julio hacía un regalo no se desprendía de algo que le sobrara sino de algo que atesoraba. Conservo muchas muestras de ello.

A fines de 2003 fui a visitarlo a su casa en San José Insurgentes para decirle que me iba de la revista, que sentía que mi ciclo allí se había terminado.

Si no me contradijo, si no intentó hacerme cambiar de opinión fue porque, así lo creo, coincidía conmigo. Su propio ciclo como director de la revista se había terminado siete años antes.

–No te preocupes por nada —me dijo—.

Me cumplió, aunque a partir de entonces nuestra relación se enfrió.

La última vez que lo vi fue cuando supe que había sufrido una caída al cruzar Paseo de la Reforma. Salí de mi oficina en Excélsior y corrí a alcanzarlo en el edificio de la Lotería Nacional, donde él tenía una cita.

–¿Qué le pasó?

–Me caí, por pendejo.

–¿Y cómo está?

–Fuera del orgullo, a toda madre.

Y nos dimos un abrazo.

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Autodefensas: bomba de tiempo/Jorge Fernández Menéndez

Excelsior

Autodefensas: bomba de tiempo

Los hechos en La Ruana, donde murieron 11 personas en un enfrentamiento entre autodefensas, al igual que los del martes en la madrugada en Apatzingán, donde otro grupo de presuntos autodefensas se enfrentó a fuerzas militares tratando de rescatar sus vehículos que habían sido decomisados, luego de desalojarlos del palacio municipal que tenían tomado precisamente después de los hechos de La Ruana, lo que demuestran, entre muchas otras cosas, es que estos grupos no sólo perdieron toda razón de ser sino que se han convertido en una bomba de tiempo que debe desactivarse antes de que termine de estallar.

Cuando surgieron las autodefensas en Michoacán dijimos que eran una respuesta pero también un peligro institucional: permitir que grupos armados se hagan cargo del control territorial y la justicia en sus zonas de influencia no sólo demostraba la incapacidad, entonces manifiesta, del gobierno estatal, sino también el hartazgo de la sociedad ante la expoliación de los grupos criminales, sobre todo los Templarios. Pero tampoco se sabía con claridad de dónde surgían y mucho menos cuáles podían ser sus intereses ocultos. Por eso entre las autodefensas michoacanas (los grupos de Guerrero tienen otras características, mucho más ideológicas, ligados a fuerzas políticas) había de todo: buenos, malos y feos, como en aquella película de Sergio Leone.

Lo cierto es que establecida la intervención federal en Michoacán (el proceso en el ámbito de seguridad más exitoso que ha tenido el gobierno de Peña Nieto, quizás por eso tan torpedeado en estos días) las autodefensas tuvieron una contribución indiscutible. No porque hayan detenido a los líderes templarios o de otros grupos, que no lo hicieron, sino por su conocimiento del terreno y de las personas. Pero en este año han pasado muchas cosas: desde el virtual desmantelamiento de los Templarios y casi todos sus líderes con excepción de un Servando Gómez, La Tuta, que se esconde en las zonas más intrincadas de la frontera entre Michoacán y Guerrero (y eso le hace casi imposible operar), hasta el de su red de protección y relaciones políticas: cayó el gobernador, su hijo está detenido, como lo están muchos otros exfuncionarios incluyendo el exgobernador y secretario de Gobierno del estado. Las fuerzas federales han ido retomando zonas de control y, desde diciembre, cuando se decidió acabar con un grupo especial de autodefensas que ya se estaban dedicando a negocios de seguridad privada, parece estar claro que el próximo paso debe ser precisamente pasar a desarticular los propios grupos de autodefensas cuyos elementos no se hayan incorporado a las fuerzas de seguridad locales.

Hace un año comparábamos a las autodefensas de Michoacán con las que habían surgido en su momento en Colombia, que encabezaban los tristemente célebres hermanos Castaño. De allí nació la idea y muchos de sus esquemas se tomaron aquí. Pero las autodefensas colombianas, que nacieron para combatir narcotraficantes y a la guerrilla de las FARC, luego de haber contribuido a desarticular grupos criminales se convirtieron en una parte central del problema, al convertirse, parte de su estructura, en un grupo armado y criminal más. La labor de desarticularlas, de quitarle sus respaldos políticos y una legitimidad que ya habían perdido, fue una de las más difíciles en el proceso de pacificación en Colombia.

No estamos en una situación tan crítica como aquella y tampoco las autodefensas michoacanas tienen el poder y el grado de vinculación con grupos criminales que tuvieron las de Colombia. Pero por eso ha llegado el tiempo y el momento de hacerlas desaparecer: en La Ruana el nivel de violencia en los enfrentamientos entre ellos ha sido altísimo; el desafío a las autoridades federales en Apatzingán las coloca en otro nivel de confrontación con el Estado. Las autodefensas deben desarticularse ahora para que no se conviertan mañana en el mayor problema de seguridad en Michoacán.

Don Julio Scherer

Ayer murió don Julio Scherer, uno de los periodistas más importantes que ha dado nuestro país. En muchas ocasiones no importan, o importan menos, las divergencias que las formas en que se desarrollaron carreras que han tenido una trayectoria trascendente a lo largo de más de sesenta años: importa lo que se hizo, lo que se transformó y lo que ello significó para una sociedad, para un país. Nadie tiene una vida rectilínea, aunque presuma de ello. Vehemente, en muchos sentidos brillante y también provocador, hay muchas momentos inolvidables en la vida de Scherer: ninguno como su periodo al frente de Excélsior, donde se gestó, en muy buena medida, el periodismo moderno mexicano. No fue el único de esa generación ni tampoco, en mi modesta opinión, el mejor, pero sí creo que fue el que más trascendió, el que le puso su nombre a una historia y trayectoria de muchos. Un abrazo para sus hijos María y Julio. Descanse en paz don Julio Scherer.

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EL ASALTO A LA RAZÓN/Carlos  Marín

 “Dígame, Carlos, ¿qué hago con este hombre?: sale a las seis de la mañana para ir al sauna y regresa a las doce de la noche… ¡para meterse al sauna!”, me decía jocosa en la casa de Gabriel Mancera doña Susana Ibarra de su marido, Julio Scherer García, a quien le habíamos regalado para su hogar lo que tanto le gustaba y que a Froylán, Vicente y a mí nos divertía suponer una “caja de tormento”.

Don Julio acostumbraba mucho también irse a nadar todos los días, y las conversaciones intensas o importantes las prefería en caminatas de una o dos vueltas a la manzana o (y no había manera de zafarse), dos o tres de Pilares a San Antonio y de regreso hasta Félix Cuevas para retornar a Fresas 13.

 “Camine, camine y camine”, recomendaba. “No hay nada mejor para la salud y, cuando sienta que no puede dar un paso más, es que apenas va usted a la mitad”.

En una de ésas me contó de alguien que le había dicho que todos los hombres debemos tener una afición, una pasión y una profesión.

 “Para mí las tres son lo que hacemos…”, decía.

Y es que el reporteo de todo lo llevaba en la piel y la entraña.

cmarin@milenio.com

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EN PRIVADO/Joaquín López-Dóriga

Milenio

‘Chuchos’: campaña de odio

Despreciables aquellos que, desde su desprestigio, creen que eso, el desprestigio, es un asunto solo de los demás. Florestán

El martes por la noche, en El Noticiero, informé sobre las consignaciones de dos alcaldes perredistas y de la esposa del también perredista de Iguala, precandidata del mismo partido a sucederlo y comenté sobre la responsabilidad de los cuadros dirigentes del PRD en la elección de estos candidatos acusados de relaciones con el crimen organizado siendo el caso más grave el de José Luis Abarca, procesado por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la noche del 26 de septiembre, en ese mismo municipio de Iguala.

A esto me respondió Jesús Ortega en su cuenta de Twitter diciendo que la información era una respuesta a la ¡reforma en telecomunicaciones!, como ya habían dicho antes cuando la crítica de Cuauhtémoc Cárdenas y posterior renuncia a su militancia.

Entiendo la reacción de Ortega, como una estrategia pero no como una respuesta que, en todo caso, debían haber dado el actual presidente del PRD, Carlos Navarrete, o su antecesor, Jesús Zambrano, pero no, la dio quien detenta el poder en el PRD. De cualquier modo no negó nada de lo informado en El Noticiero sobre los alcaldes detenidos y consignados, como tampoco dijo gran cosa cuando la devastadora crítica del ingeniero Cárdenas, quien por escrito les dijo que el partido está a punto de disolverse o quedar como una simple franquicia político electoral, inmerso en un ya largo proceso de pérdida de autoridad moral como institución y de pérdida de autoridad moral de sus dirigentes.

Y dejó como lo que llamó puntilla de esta crisis del PRD, las desafortunadas y cuestionables decisiones tomadas por la dirección nacional a partir de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa y el asesinato de otros tres estudiantes y tres personas más en Iguala, el 26 de septiembre crímenes en los que tuvieron indiscutible participación policías y autoridades municipales (del PRD).

A esto siguió el desdén del grupo de control del PRD, Los Chuchos, Ortega y Zambrano, y la renuncia de Cárdenas, que celebraron.

Ahora solo falta que Ortega diga que la crítica de Cárdenas es por la reforma en telecomunicaciones, como le han aconsejado sus asesores que repita.

RETALES

1. ODIO. Quien ha iniciado una campaña de odio de cara a las campañas electorales de este año es Jesús Zambrano, quien me llamó el Anticristo. ¿Conocerá la magnitud de su expresión, repito de odio, y el riesgo personal en el que me pone?

 2. OTRO. El senador Mario Delgado, precandidato del PRD al GDF y gente de Ebrard, renunció a su militancia perredista para irse a Morena. La idea es formar una bancada de este partido en el Senado; y

3. COBIJO. Federico Döring cobijó en su bancada al ex panista Édgar Borja, a pesar de haber sido expulsado del PAN por corrupto. Así son.

Nos vemos mañana, pero en privado

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YO SOY CHARLIE/Francisco Garfias

Excelsior

Una proclama que se extiende por Francia: Je suis Charlie (Yo soy Charlie). Es el homenaje de más de 100 mil personas a los 12 muertos del atentado terrorista en contra del semanario satírico Charlie Hebdo.

Se lee en los titulares de periódicos, pancartas, panfletos, mantas levantadas en las múltiples y espontáneas manifestaciones de repudio a este salvaje ataque a la libertad de expresión.

La prensa francesa reporta que los tres terroristas, que atentaron en París contra la singular publicación, gritaron en su huida: “¡Mahoma ha sido vengado!”. Acababan de disparar contra el director del semanario, los moneros más destacados, reporteros, empleados, vigilantes y policías.

Los fanáticos religiosos no vengaron al profeta —caricaturizado hace años en ese semanario— como presumieron en su retirada, pero sí rociaron un potente abono a la “islamofobia” que crece a la velocidad de la luz en el llamado mundo occidental.

Las consecuencias las van a sufrir directamente los musulmanes que viven en Europa. Ya lo vemos en Alemania y en otros países del Viejo Continente.

Lo ocurrido en París nos concierne a todos. Los terroristas le dispararon simultáneamente a la libertad de expresión. Tratan de asustar al mensajero, callarlo, secar su pluma. Muchos lo han intentado, una y otra vez, en todo el planeta…

Todos han fracasado.

Aquí en México tenemos un buen ejemplo. Un centenar de periodistas han sido asesinados en los últimos cinco años por meterse con narcos, policías, políticos o negociantes corruptos. Las denuncias no paran y los informadores siguen cayendo.

En la Plaza de la República de la capital francesa se reunieron ayer miles de manifestantes. El periódico Libération publicó en su web una bellísima foto en la que se aprecia un iluminado letrero, en inglés, con un claro mensaje dirigido a los terroristas: Not afraid (No tenemos miedo).

Después de todo, la prensa libre es la primera línea de defensa del pueblo contra el atropello de poderes arbitrarios, como dijo el fallecido columnista colombiano Alberto Aguirre.

El atentado trajo a mi memoria mis años en París, en los ochenta, y el potente grito de aquel singular voceador que en el bohemio Barrio Latino ofrecía ese semanario, junto con otro cotidiano de izquierda: “Chaaarlie Hebdo, Libération; Chaaarlie Hebdo, Libération…”.

El PAN va a elegir, el próximo lunes, a los diputados plurinominales del CEN. Es decir, los que tendrían asegurada una curul en San Lázaro. Ayer se envió la convocatoria para que los interesados entreguen su solicitud. Hoy termina el plazo. La reunión de la Comisión Permanente es a las cinco de la tarde del próximo 12 de enero.

Hay versiones de que Margarita Zavala va a intentar ocupar un espacio en la lista. Sabe que los maderistas le van a cerrar el paso. Pero eso le permitirá alzar la voz, jalar reflectores, victimizarse. Estrategia pura. El verdadero objetivo de la otrora primera dama es la presidencia nacional del PAN.

Tarea difícil. El nombre no le alcanza para enfrentar al tándem Madero-Moreno Valle que, nos aseguran, va a trabajar para que el joven maravilla, Ricardo Anaya, regrese al cargo que se apresta a dejar, pero ya como jefe nacional electo. Son ellos los que controlan la estructura, los dueños del padrón.

El equipo cercano de Felipe Calderón, además, está muy mermado. A Margarita la respaldan Jordy Herrera y Rogelio Carbajal. Pero nos aseguran que Max Cortázar, Roberto Gil y Homero Niño de Rivera ya andan por otros rumbos.

Del tema hablamos con Niño de Rivera. El diputado regio lo confirmó. “Somos muchos los calderonistas de toda la vida que ahora no vamos a ir con Margarita. Cada quien por distintas razones. Yo llevo 20 años apoyando a Felipe, pero ya estuvo. Es un exceso. Los Calderón no son los únicos que pueden salvar al PAN. Creo que el próximo candidato del grupo debe ser Roberto Gil”, nos dijo.

Un senador calderonista del PAN, quien pidió no ser identificado, le vaticinó a Margarita una derrota contundente, si persiste en ocupar la jefatura nacional del PAN. “El nombre no le alcanza, no tiene estructura. Si va, el tándem Madero y Moreno Valle la va a aplastar”, auguró.

No ha faltado quien suponga que la llegada del senador Mario Delgado a Morena es una señal de que Marcelo Ebrard acabará por unirse al movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador. “No lo veo allí”, nos dijo un cercano colaborador del exjefe de Gobierno del DF.

La agenda de Marcelo es en el PRD. Hace tiempo supimos que se reunió en varias ocasiones con Carlos Navarrete. Quiere la curul de coordinador del grupo amarillo en San Lázaro. Pero tiene competencia. Jesús Zambrano, expresidente del partido, uno de Los Chuchos mayores, también la quiere.

En el Senado, por cierto, aseguran que a Mario Delgado no le dejaron otra alternativa que renunciar al PRD. Sus compañeros de bancada lo tenían aislado, neutralizado, ignorado. “Era el presidente de la Comisión del DF, pero si había reuniones informales sobre el tema, ni siquiera le avisaban”, nos contó una integrante de esa comisión. Para Delgado fue muy duro que no se concretara la Reforma Política del DF, agregó.

¡Ah qué don Pancho Búrquez! Nos cuentan que el senador del PAN, quien preside la Comisión de Desarrollo Urbano, pretendió dar un albazo con la Reforma Urbana.

La legisladora mexiquense Ana Lilia Herrera, integrante de esa comisión, asegura que su par de Sonora hizo creer a todo el mundo que tenía los consensos para aprobarla y, en el pasado periodo ordinario, la registró en el orden de día de la sesión.

Pero lo pararon en la Junta de Coordinación Política por falta de firmas. “Después dijo que el PRI no había alcanzado el consenso”, se quejó Ana Lilia.

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HISTORIAS DE REPORTERO/Carlos Loret de Mola

El Universal

El empate en la Corte: lo que no se vio

 Al “salón de ante Pleno” no entran más que los ministros de la Corte. Es una sobria, elegante habitación de mesa larga, en el tono arquitectónico soviético del edificio de la calle Pino Suárez donde se asienta la cúpula del Poder Judicial.

Ahí se visten con la toga y el birrete negros con que aparecen en el aula adyacente, donde los esperan el público, las cámaras de televisión, sus colaboradores, sus cómodas sillas, negras también, en las que pueden permanecer horas durante las sesiones de Pleno.

Es 2 de enero de 2015. Doce del mediodía. Se elige presidente de la Suprema Corte.

Los ministros llegan al salón de ante Pleno. Nadie sabe a ciencia cierta qué va a pasar, pero cada uno ha hecho sus cálculos. Todo apunta a que sucederá algo nunca visto en la historia porque seis de los diez ministros están a favor de que su nuevo presidente no sea un juez de carrera, como siempre, sino un integrante externo del Poder Judicial, alguien venido de la academia o de un despacho privado de abogados.

12:30. Se inicia la sesión. Aconteció lo que nadie esperaba. Esos seis pulverizaron sus votos y abrieron la puerta al “interno” Luis María Aguilar. Media hora después de que inició la sesión se dio el primer empate: 5 a 5 entre los ministros Aguilar y Zaldívar.

Fueron cuatro horas de ese empate. Cuatro horas en las que tuvieron que decretar tres recesos para irse al salón de ante Pleno, a hablar en privado.

Afuera, cuatro horas en las que la opinión pública habló de emoción, morbo, división, pérdida de señorío y desgaste.

Adentro del salón de ante Pleno, esas diez personas sabían exactamente en qué terminaría el partido.

Según mis fuentes, hubo dos intentos para buscar una “tercera vía”: ni Aguilar ni Zaldívar. Fue idea de los ministros Margarita Luna y José Ramón Cossío, pero estuvieron en contra los ministros Fernando Franco y Juan Silva, presidente saliente y conductor del traqueteado proceso, con el argumento de que no estaba previsto en las reglas.

Avanzados los empates —fueron 29 en total— surgió la propuesta de reponer el proceso, de empezar de cero la elección. Se desechó por el mismo argumento.

En el fondo era otra cosa lo que hacía a los ministros descartar tales propuestas. Era otra cosa lo que los mantenía platicando de temas ligeros, anécdotas vacacionales, dejando correr algún chistorete.

Era otra cosa lo que les permitía saber en qué iba a terminar ese partido, aparentemente empatado: lo que sucedió durante los cuatro años de presidencia de Juan Silva Meza. Siempre que hubo un empate en la votación de cualquier asunto, el ministro Silva, por cortesía, cambiaba su voto y daba la razón a sus rivales.

Y así sucedió. Cuatro horas después. En la ronda 32. Y con mucho que reparar. Hacia fuera y hacia adentro.

SACIAMORBOS. Aunque el interno Silva prefería al externo Zaldívar y el externo Cossío votó por el interno Aguilar, la división tiene que ver sobre todo con la procedencia de quien encabece el Poder Judicial.

carlosloret@yahoo.com.mx

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LA HISTORIA EN BREVE/Ciro Gómez Leyva

Milenio

De la leyenda de Scherer que hablen las otras generaciones

Julio Scherer fue el modelo de lo que debía ser el periodista mexicano en mis años de estudiante. Pero a principios de los 90 se convirtió solo en el director y guía de un medio contra el que peleábamos notas y asuntos; ganábamos y perdíamos. Así lo vi desde El Financiero, Reforma y MILENIO. Por eso me cuesta hablar de él como una leyenda. Que lo hagan los de otras generaciones.

De Scherer me quedo con múltiples citas de su libro Los presidentes (1986). Por ejemplo: “Como ninguna otra muerte, mata el trabajo anónimo”. O, “la libertad es una lumbre que necesita de muchas lumbres para ser una lumbre verdadera”.

Lamentaré siempre el desdén con que nos trató cuando le pedimos que Proceso acompañara a CNI/Canal 40 en el programa sobre los abusos sexuales del padre Maciel (1997). “Eso no es información, pasó hace 40 años y ya no interesa”, nos trató de dar una lección.

Y siempre celebraré su espíritu de gran provocador. Como cuando se calzó las botas de reportero octogenario para encontrarse con El Mayo Zambada, entrevistarlo, tomarse una fotografía con él, plantarla en la portada de su semanario y poner a medio México a polemizar si había hecho bien o mal (2010). Genial. En la era de la hipervelocidad informativa, el viejo Scherer nos forzaba a repasar los fundamentos. Y nos recordaba que un periodista no puede ser policía de la moral, porque el mundo no debe escuchar solo a los pacifistas.

Escuchar a los demonios, escribió un periodista no tan famoso, es un ejercicio fascinante para entender qué significa el poder.

Scherer nos los recordó en un tiempo en que el periodismo mexicano se dividía en nobles e innobles. Descanse en paz.

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ESTRICTAMENTE PERSONAL/Raymundo Riva Palacio

El Financiero

Una pincelada de Scherer

Un modelo de periodismo ácido y crítico, beligerante y siempre en el filo de la ética, llegó a su fin el miércoles con la muerte de Julio Scherer García. Periodista polémico, controvertido y de claroscuros –como todos los seres humanos-, es sin lugar a duda el símbolo de la prensa independiente más sólido en la historia de México, y el inspirador de cientos de jóvenes que arrastrados por su ejemplo y mito, irrumpieron en las redacciones de los periódicos en los últimos 30 años. Scherer, con esa eterna voz de misionero, decía, al definir su profesión: “La cirugía y el periodismo remueven lo que encuentran, (y) por eso, el periodismo ha de ser exacto, como el bisturí”.

Terco, sello de su personalidad, resistió dos años de problemas gastrointestinales, complicados hace 13 meses por una neumonía de la cual se pensó que no saldría. Hace pocas semanas sufrió una caída en su departamento al sur de la ciudad de México, de la cual no se recuperó. Don Julio, un Aries típico –enérgico, temerario y osado-, murió a los 88 años, por un choque séptico, que es un fallo multiorgánico que encuentra víctimas cuando tienen un sistema inmunitario debilitado. Fue consumido por la edad, tras una vida llena de entusiasmo hasta el final.

Scherer comenzó su vida de periodista como antaño lo hacían muchos, como ayudante en la redacción de Excélsior, cuando el legendario Rodrigo de Llano dirigía el periódico seis meses en la ciudad de México, y otros seis desde Nueva York. Comenzó a publicar sus primeros textos a los 22 años en el extinto vespertino de la Casa Excélsior, Últimas Noticias, que era el escalón obligado antes de tener el privilegio –porque eso fue durante muchas décadas- de escribir para el periódico madre que, muchos años después bajo su dirección, llegó a estar entre los más importantes del mundo.

De un talento nato como escritor, las crónicas de Scherer, su erudición y su enorme ojo clínico para detectar historias que contar, lo hizo crecer dentro de las estructuras jerárquicas de la cooperativa que era Excélsior. A la muerte de Rodrigo de Llano, lo sustituyó su subdirector, Manuel Becerra, quien tuvo como lugartenientes a tres compadres que construyeron el periódico que haría historia: Scherer, Manuel Becerra Acosta y Alberto Ramírez de Aguilar. A la muerte de Becerra Acosta en 1968, el periódico se revolvió en una sucesión ideológica, entre la extrema derecha que postulaba a Miguel Ordorica, y el social cristianismo, que encarnaba Scherer.

Scherer iba a perder la votación de la cooperativa, pero dos fieles del llamado Grupo de los 19 que trabajó para llevarlo a la dirección, Ángel Trinidad Ferreira y Miguel López Azuara, irrumpieron la asamblea con una caja llena de papeles que documentaban la corrupción de la administración vinculada a Ordorica, con lo cual cambió la votación, la historia del diario y del periodismo mexicano.

Por primera vez aparecieron contenidos de corte social y reportajes sobre la pobreza en México, aparejados de una dinámica de confrontación con el gobierno. Scherer asumió la dirección de Excélsior el 1 de septiembre de 1968, un mes antes de la matanza de Tlatelolco. Amigo del presidente Gustavo Díaz Ordaz, se negó a publicar los desplegados de los estudiantes en huelga, a cuyos líderes escuchaba pero regañaba. La noche del 2 de octubre Scherer no quería informar los detalles de la matanza, pero varios miembros del Grupo de los 19, encabezados por Eduardo Deschamps, lo persuadieron a no censurar la matanza de Tlatelolco. Así lo hizo, y rompió su relación con Díaz Ordaz.

Con Luis Echeverría, su sucesor, fue más cercano. Cuando en 1972 el sector privado decretó un boicot publicitario a Excélsior en protesta por sus coberturas, el gobierno de Echeverría pagó la nómina del diario durante dos años, y cuando en 1975 tuvo un problema con ejidatarios en Paseos de Taxqueña, terrenos que pertenecían a la cooperativa, lo ayudó para resolverlo, con mediación política y dinero. Un año después, lo ejidatarios los invadieron una vez, empujados y respaldados por el gobierno, lo que propició la salida de Scherer y 250 colaboradores más del periódico la tarde aciaga del 8 de agosto de 1976.

Scherer se había enfrentado con Echeverría. Siempre se adjudicó la confrontación a la molestia por los artículos de Gastón García Cantú, aunque en el fondo estuvo la sucesión presidencial, donde la línea editorial del periódico apoyó al entonces secretario de Gobernación, Mario Moya Palencia. La salida de Scherer propició el nacimiento de Proceso, el semanario que durante más de una década se convirtió en el piolet incansable que martillaba el autoritarismo mexicano. La revista se convirtió en una necesidad existencial para miles de mexicanos, y cada domingo suspendía la respiración entre los políticos en espera que no fueran sujetos de una denuncia.

Scherer tenía múltiples amigos en las esferas del poder, pero nunca su cariño fue suficiente para censurar una información. Sobre la noticia, no había nada más sagrado. Cuando le reclamaban los políticos que porqué, si tanto lo habían ayudado, los golpeaba, Scherer les respondía: “Para que no digan que me compraste, hermanito”. Don Julio murió en la madrugada, con ese legado tallado a mano durante toda su vida: íntegro y seguro siempre a que las cosas que hacía y cómo las hacía, no eran por él, sino para el bien mayor.

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LAS PRIMERAS Planas….en opinión de Mario Campos..
La mañana de este jueves es atípica pues dos temas ocupan la mayoría de las portadas. Es inusual pues los periodistas no suelen ser los protagonistas de las noticias pero ayer fue un día de luto para el periodismo nacional e internacional.
1. Muere Julio Scherer. La revisión de las primeras planas no deja duda: es la nota del día para La Jormada y ocupa un lugar muy destacado en Milenio, La Razón, Excélsior y Reforma. La excepción es El Universal que no menciona al periodista en su portada.
En la mayoría de los espacios se retrata a Scherer como pilar del periodismo mexicano y ejemplo de la crítica al poder. Su paso por la dirección de Excélsior y la fundación de la revista Proceso son de los puntos más destacados en su larga trayectoria.
2. Ataque en Francia. Es la segunda nota del día en la prensa mexicana y sin duda la principal noticia internacional. El ataque a la revista Charlie Hebdo es el tema principal - por mencionar sólo algunos ejemplos en el New York Times, The Guardian o El País.
Los diarios señalan que tres hombres asesinaron a 12 personas entre periodistas y policías. El ataque se explica como una represalia por la crítica y la irreverencia de esa publicación en particular sobre el Islam.
Los últimos reportes hablan de siete personas detenidas incluyendo uno de los tres jóvenes señalados por la autoridad como probables responsables.
3. Ecos de Apatzingán. Dos versiones están en disputa en este caso. Por un lado la oficial que afirma que los Policías Federales fueron emboscados y que en su respuesta fue que murieron los civiles (8 o 9 según el medio que se mire).
La otra versión, hoy retomada por El Universal y Reforma destaca que algunos de los muertos - en particular dos mujeres- no estaban armadas, no dispararon y que pedían ayuda a gritos antes de recibir los disparos de los federales. Habrá que ver el desarrollo de este tema.
4. Carrera de chapulines. Tanto Reforma como El Universal destacan las renuncias de alcaldes del Estado de México, funcionarios estatales (en Coahuila por ejemplo), y de algunos empleados federales (como el exdirector de Banobras y una Subsecretaria de Segob) que han decidido buscar una diputación federal por el PRI.
Los tiempos marcaban que tenían que inscribirse para algunas contiendas internas.
Vale la pena mirar también un reporte de Excélsior que muestra un retrato de los que aspiran a competir como candidatos independientes en el próximo proceso electoral.
5. México importará petróleo. Es una nota aislada pero merece atención. Milenio señala que el gobierno gestiona la compra de 100 mil barriles diarios.
La nota coincide con reportes que indican que el precio de la mezcla mexicana se mantiene alrededor de los 40 dólares por barril.
6. Maestros e inseguridad. Los maestros hoy son noticia por dos razones. Por un lado por el concurso para plazas. Los datos señalan que el 60 por ciento de los que aplicó no cumple con el perfil. (Nota en El Universal y Reforma).
Los docentes también son noticia para Excélsior y Reforma pues no regresaron a clases 15 mil alumnos en Guerrero porque sus maestros consideraron que no hay condiciones de seguridad para volver a los salones.

Hasta aquí lo más destacado en este día.