26 abr 2015

Andrés Massieu, cabildero con ligas en el poder político/

Andrés Massieu, cabildero con ligas en el poder político/Alejandro Gutiérrez
Revista Proceso No 2008, 25 de abril de 2015
Andrés Massieu Berlanga llegó a España en el segundo semestre de 2012 e instaló su despacho de cabildeo frente a la sede de la Audiencia Nacional en Madrid. En menos de tres años, este personaje cercano a los priistas Emilio Gamboa Patrón y Genaro Borrego logró incluir en su cartera de clientes a varias firmas de renombre interesadas en invertir en México. Una de ellas es el Grupo Copisa, que incluso ya amarró un convenio con la CFE, aun cuando está acusado de corrupción en España.
MADRID.– Una fotografía oficial del presidente Enrique Peña Nieto cuelga de una pared de la sala principal del despacho de MSA Promotores Internacionales, en la calle Prim de esta ciudad, frente a la sede de la Audiencia Nacional. Se trata de una oficina de cabildeo encabezada por Andrés Massieu Berlanga, cuya tarea es ofrecer “ayuda” a pequeñas y medianas empresas españolas y chinas para que inviertan en México.
Por lo menos una de las compañías hispanas que representa Massieu Berlanga, Grupo Copisa, especializado en construcción de infraestructuras, ya obtuvo un contrato con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pese a que al conglomerado se le menciona en la prensa de este país como uno de los consorcios implicados en casos de corrupción por el presunto financiamiento ilegal a partidos y gobiernos españoles.

 Los directivos de Copisa han tenido que comparecer en calidad de imputados en tres causas judiciales muy mediáticas por su calado: el caso Bárcenas, la trama de corrupción que implica al Partido Popular (PP); el caso Pujol, una investigación contra Jordi Pujol Ferrusola –el hijo del expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol (1980-2003)–, quien recibía sobornos a cambio de conseguir adjudicaciones de obras y servicios públicos, y por el presunto financiamiento a Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) a través de la fundación Xavier Trias Fargas.
 Massieu Berlanga desembarcó en España en la segunda mitad de 2012 y comenzó a presumir que su despacho tendría acceso directo en Los Pinos cuando el PRI retornara al poder, según confirmaron dos fuentes consultadas para este reportaje.
Y aun cuando Massieu Berlanga explicaba que su hijo Andrés Massieu Fernández iba a ser designado secretario particular de Enrique Peña Nieto –cargo similar al que él ocupó durante la gestión de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994)–, la jugada no le salió, ya que Peña Nieto nombró a Erwin Lino Zárate, quien le maneja su agenda desde que era gobernador del Estado de México. Massieu Fernández obtuvo el cargo de coordinador de Mensaje Institucional de Los Pinos (Proceso 1908).
Massieu Berlanga, quien tiene vínculos familiares con la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, es un hombre del sistema y así lo exhibe en las redes sociales, donde luce la fotografía de Peña Nieto, similar a las que tienen las dependencias del gobierno mexicano y sus legaciones.
MSA Promotores Internacionales se presenta como una firma profesional para “acompañar” a pequeñas y medianas empresas en sus planes de internacionalización entre México, España y China.
Esta sociedad surgió de la fusión de PDI Servicios, sociedad de Massieu especializada en consultoría empresarial, y del Bureau de Relaciones Institucionales y Comercio (BRIC), propiedad de Eduardo Sartré de la Riva y Roberto Aguirre, y cuyo giro son las “relaciones institucionales” y la comunicación empresarial.
La fusión se hizo pública en febrero de 2013, aunque en España Massieu y sus socios tuvieron reuniones meses antes con distintos actores, como parte de su implantación en este país.
Ese febrero también anunciaron una alianza denominada The Three Alliance, en la que participan MSA, el despacho de abogacía español Medina Cuadros y La Nao Group, que opera en Hong Kong el abogado mexicano Evaristo Treviño.
Otra de las empresas del Grupo Copisa representadas por MSA es la turca Noksel, con una filial en España, que participó como proveedora para las obras de ampliación del sistema Cutzamala. MSA difundió en su página de Facebook una serie de fotografías, fechadas el 17 de octubre pasado, cuando el barco Polaris Star atracó en el puerto de Veracruz con la tubería para la Tercera Línea de ese proyecto de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
MSA también tiene como cliente a Tragsa, una empresa pública española, aunque ésta no aparece como proveedora del gobierno mexicano, según una revisión en Compranet. Tragsa fue la compañía contratada por el gobierno español para rehabilitar en México el domicilio donde vivió el cineasta Luis Buñuel, en la cerrada de Félix Cuevas, delegación Benito Juárez, en el Distrito Federal.
Esta empresa no ha estado exenta de escándalos. Su gerente en Madrid, Javier de Miguel, fue cesado luego de que su nombre apareció en la lista de los 83 consejeros de Bankia –la cuarta entidad financiera española– que utilizaron las llamadas tarjetas black, las tarjetas de crédito ilegales utilizadas para gastos personales, cuyos montos no fueron reportados ante Hacienda.
Entre los consorcios españoles que buscan contratos públicos en el gobierno de Peña Nieto o están en proceso de participación en licitaciones destacan las firmas OHL, FCC, Ferrovial, Sacyr y Copisa. Sus dueños están involucrados en su país de origen en investigaciones judiciales por casos de corrupción.
Las redes del poder
En una fotografía que circula en su cuenta de red social, Andrés Massieu Berlanga aparece acompañado por el senador Emilio Gamboa Patrón en su despacho madrileño. Fue tomada en junio de 2013, cuando el legislador visitó la capital española como parte de la comitiva que participó en la reunión interparlamentaria España-México.
Ambos han tenido trayectorias políticas similares junto con Genaro Borrego Estrada, quien fue dirigente nacional del PRI a principio de los noventa. El reportero Ignacio Rodríguez Reyna habló de ellos en un texto titulado El poder del picaporte, que publicó la revista mexicana Este País en agosto de 1992 y en el cual analiza el papel que juegan los secretarios particulares de los gobernantes y la clase política en México.
Una de esas camarillas es la que Porfirio Muñoz Ledo denominaba Los Miguelitos o La Familia Feliz, que se fraguó por la amistad de Gamboa, Borrego y Massieu desde que estudiaban relaciones industriales en la Universidad Iberoamericana, escribió Rodríguez Reyna.
Aunque coincidieron y se apoyaron en cargos anteriores, fue en el gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988) cuando se consolidaron como grupo. Massieu Berlanga era entonces gerente de relaciones industriales de Coca-Cola, y director de personal del Grupo Lanzagorta hasta 1982.
Gamboa Patrón lo introdujo al sector público, cuando era el secretario particular del presidente De la Madrid, a quien “convenció” de que nombrara a Massieu “coordinador de giras presidenciales”, cargo que ocupó entre 1985 y 1987; posteriormente fue designado como secretario adjunto del presidente de la República, expuso Rodríguez Reyna.
 Gamboa Patrón también lo recomendó con Salinas de Gortari, quien lo puso como su secretario particular. Gamboa había trabado una estrecha relación con Salinas en los años en que estuvieron en la Secretaría de Programación y Presupuesto, y así pudo colocar a su amigo Massieu.
 Entre 1994 y 1995, éste fue subsecretario de Comunicación y Desarrollo Tecnológico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), y luego fungió como subsecretario de Gobernación, cuando Esteban Moctezuma Barragán estuvo al frente de la dependencia.
 Después fundó la sociedad PDI Servicios; fue vicepresidente corporativo del Grupo Radiorama, donde coordinó la alianza con Televisa Radio; consejero propietario de Teléfonos de México; presidente del Consejo de la Junta Directiva de Correos de México; vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) y consejero del consorcio ARA.
Tanto MSA como la firma hispana Social Noise se ocuparon del marketing digital del proyecto “De la Secu a la Antártica”, de la Fundación Karla Wheelock, cuyos estudiantes fueron abanderados el 17 de diciembre pasado por el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet.
Experiencia en “moches”
El 15 de marzo de 2013, la Gerencia de Centrales Nucleares de la CFE anunció el fallo de la licitación LO-018TOQ064-T18-2013 en relación con los servicios de ingeniería para diversas áreas de la Subgerencia de Centrales Nucleoeléctricas.
El licitante Dumez Copisa Sistemas Mexicanos, una de las dos filiales mexicanas del Grupo Copisa, en asociación con IAI Ingeniería y Ultra Ingeniería, se adjudicaron el contrato 9400072668 con una propuesta de 319 millones 650 mil 733 pesos, de acuerdo con la base de datos del gobierno mexicano.
Según el contrato consultado para este reportaje, en esa licitación no hubo más sociedades licitantes.
En julio de 2013, Copisa y Tragsa, dos de las empresas en la cartera de MSA, participaron en un foro de inversiones y cooperación empresarial España-México celebrado en Madrid que, entre otros, organizaron la Unión Europea, Proméxico, el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), la embajada de España en México y el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (COMCE), de Valentín Díez Morodo.
Era la etapa más dura de la crisis en España, las empresas pequeñas y medianas (Pymes) de ese país buscaban alternativas en Latinoamérica y otras regiones, porque la inversión en construcción de infraestructuras estaba frenada en este país.
En el documento sobre los perfiles de las empresas participantes en dicho foro se lee en el caso de Tragsa –la empresa pública con 35 años de experiencia­– que entonces ya contaba con “un delegado en el país” (México) a fin de buscar “empresas locales para formar consorcios y presentarse conjuntamente a proyectos en sectores medio ambiental y de desarrollo rural”.
Asimismo, Tragsa enlista los 30 países donde operaba y precisa que lo hace en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, entidad dependiente del Ministerio de Exteriores.
En el documento también se presenta Copisa, que centra su actividad en la construcción de infraestructuras (principalmente ferroviarias y carreteras) y en construcción industrial (refinerías, energía, industria pesada…).
Tragsa vende su prestigio presentándose así: “En España siempre van a los grandes proyectos de infraestructuras con otras empresas, pero en México de momento se están presentando solos a los proyectos y les gustaría encontrar un socio local para colaborar”, como hacen muchas de las empresas españolas que ganan licitaciones en México pero subcontratan la construcción y mano de obra en sus empresas filiales o en las locales.
Copisa buscaba socios mexicanos que se encargaran de hacer “el diseño de la ingeniería básica”. La empresa española proponía entonces “aportar posibles proyectos, además de las calificaciones y las referencias”.
Pese a ese perfil empresarial público, esta última empresa tiene un nutrido historial de problemas con la justicia, como consta en procesos de investigación abiertos en España.
Copisa está involucrada en el procedimiento judicial abierto en 2013 por el juzgado de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional, del magistrado Pablo Ruz, por los presuntos cobros de comisiones ilegales por parte de Jordi Pujol Ferrusola. Entonces se abrió una nueva línea de investigación de financiación ilegal que implica a Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), el partido creado por el padre, Jordi Pujol Soley, presidente de Cataluña de 1980 a 2003, y a la que pertenece el actual presidente Artur Mas.
El informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional –del cual Proceso tiene copia–, base de esta nueva indagatoria, concluye que Pujol Ferrusola habría cobrado al menos 12.2 millones de euros en comisiones ilegales mediante facturas falsas con “supuestas prestaciones de servicios” giradas a una veintena de compañías que tenían intereses económicos en Cataluña. Una de ellas es Copisa, de la que Pujol presuntamente recibió 3.6 millones de euros.
El procedimiento que utilizó el primogénito del expresidente es idéntico a los que empleó CDC para obtener también presuntamente en forma ilícita a través de la fundación Palau de la Música más de 6 millones de euros, ambos escándalos con fuertes vínculos entre sí.
Estos sobornos se facturaron en 2007 mediante las sociedades de Pujol hijo para obras que empezaron a desarrollarse a finales de 2002. El proyecto era la construcción de la Ciudad Judicial de Hospitalet, valuado en 90 millones de euros y cuya obra fue adjudicada a la Unidad Temporal Empresarial (UTE), formada por FCC y Copisa, propiedad de Josep Cornadó Mateu.
Los agentes dedican 24 páginas a describir las relaciones comerciales que Pujol tenía con diversas sociedades del Grupo Copisa, y muchas de las cuales implicaron pagos a Pujol por servicios inexistentes.
El consejero delegado de Copisa, Xavier Tauler, pieza central en la trama, fue amigo “desde la infancia” de Pujol Ferrusola. En su comparecencia ante una comisión de Investigación en el Parlamento de Cataluña, Tauler lo reconoció así y también aceptó que en el otro escándalo, el del Palau de la Música, la empresa hizo donaciones por 700 mil euros a la fundación Xavier Trias Fargas de CDC a cambio de serle “adjudicadas las obras de remodelación del Palau”.
Esta empresa de origen catalán también apareció en el proceso judicial del caso Gürtel, concretamente en la pieza separada de “los papeles de Bárcenas”, como una de las decenas de firmas que presuntamente aportaron fondos a la caja B del Partido Popular, de acuerdo con el expediente consultado por Proceso.
Los documentos contables del extesorero del PP Luis Bárcenas atribuyen a Copisa ocho pagos por un importe de 362 mil euros al partido y, como en muchos otros casos, sus directivos niegan haber hecho esas aportaciones, pese a que los fallos del juez Pablo Ruz –quien hasta hace unos días instruía esta causa– lo documentan fehacientemente.
Ruz centró su atención sobre una empresa, Neu 1500 SL, a la que en uno de sus fallos le exige toda su documentación que acredite los pagos al PP, uno de los cuales se hizo a Rosalía Iglesias, esposa de Bárcenas, por 149 mil euros y disfrazado como “remesas de cheques”, para sufragar la adquisición de un chalet en Baqueira, valuado en 900 mil euros, que Bárcenas y su esposa compraron a la promotora inmobiliaria.
Neu 1500 SL es una sociedad propiedad de Teyco y Copisa, dos corporaciones que poseen cada una 50% de las participaciones de dicha promotora, la primera propiedad de Carlos Summaroca, fundador de la organización política catalana CDC, y la otra del ya citado Cornadó Mateu.
Cuando Copisa se convirtió en contratista del gobierno de Peña Nieto y cliente de Massieu Berlanga en su sociedad MSA Promotores Internacionales, ya eran públicas sus implicaciones en presuntos casos de corrupción en España.

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