Sinaloa, la “marca“ / excelente editorial de Noroeste

NO hay que perimitir se diga Cartel de Sinaloa…, sino 

Editorial/Sinaloa, la "marca"

Noroeste, 21 de enero de 2016

La recaptura de Joaquín "El Chapo" Guzmán el pasado 8 de enero en Los Mochis colocó de nuevo a Sinaloa en la mira del País y el mundo.

Las reiteradas menciones sobre el narcotraficante y el "cártel" tanto en medios de difusión como en redes sociales han acentuado la connotación negativa sobre el nombre de la entidad, labrada desde décadas atrás.

En el exterior se asocia, casi en automático, la expresión "Sinaloa" con la de las actividades ilícitas, lo cual no corresponde a la realidad, pues la inmensa mayoría de sinaloenses vive de su esfuerzo y trabajo diarios.

El sector empresarial ve con impotencia cómo se diluyen los esfuerzos, que no son pocos, por darle un nuevo rostro al Estado, atraer inversiones, generar nuevos empleos.

El economista Gerardo López Cervantes advirtió en reciente encuentro con empresarios cómo la "marca Sinaloa" está desacreditada a nivel nacional e internacional, "lo que puede ahuyentar la inversión extranjera".

 Máxime, señaló el experto, cuando desde el propio Gobierno estatal se está apostando a que esas empresas de fuera impulsen el desarrollo económico.

 A ello debe sumarse la percepción que es desde instancias del propio Gobierno del Estado donde se tiende un manto protector para que el crimen organizado siga operando, con relativa seguridad, en diferentes municipios.

 Ahí está el caso de dos turistas australianos, de paso por las carreteras de Sinaloa, que fueron interceptados por delincuentes, despojados, asesinados e incinerados.

 No es fortuito que el Departamento de Estado de Estados Unidos incluya a Sinaloa entre los 20 estados "más peligrosos para viajar" y se recomiende no "transitar de noche" y sólo visitar, "con cautela", Topolobampo, Los Mochis y Mazatlán.

Esto debido a que aquí "opera una de las organizaciones criminales más poderosas del País, el Cártel de Sinaloa, que al mismo tiempo es señalado como el responsable del alto índice de delitos violentos".

 De cara a la sucesión a la Gubernatura, urge que las y los aspirantes planteen las políticas públicas, programas y acciones que implementarán para restaurar la paz y tejido social.

 De lo contrario seguirán siendo los delincuentes, no los ciudadanos de bien, los que sigan deteriorando nuestra "marca", más allá de las fronteras