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TEMPLO MAYOR/ Reforma
LO QUE se creía que sería sólo un trámite, el desafuero de la chapodiputada panista de Sinaloa, se está convirtiendo en una auténtica narconovela de no ficción.
PESE A la aprobación en San Lázaro, un diputado albiazul está retrasando el procedimiento en el Congreso sinaloense. Y eso con todo y que su dirigente nacional, Ricardo Anaya, dijo que pedirá la expulsión del PAN de quienes voten en contra.
QUIEN ANDA bloqueando el desafuero de Lucero Sánchez es Francisco Solano, el propio líder de los diputados panistas en Sinaloa. De hecho, ya hasta se aventó a decir que no importa lo que diga la ley, ellos decidirán si se adapta a su propia realidad.
EL COLMO de todo esto es que más de un diputado local ha recibido llamadas telefónicas, digamos, aterradoras, en el sentido que si le quitan el fuero a la chapodiputada les puede ir muy mal.
Y, AL PARECER, las llamadas han salido de la Secretaría de Gobierno, que encabeza Gerardo Octavio Vargas Landeros. Aunque, claro, resulta imposible pensar que el brazo derecho del gobernador Mario López Valdez ande de recadero macabro. ¿O no?
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