11 sept 2016

Videgaray violó la Constitución y endeudó al país

Revista Proceso #2080, 11 de septiembre de 2016..
Videgaray violó la Constitución y endeudó al país/
JESUSA CERVANTES
Luis Videgaray sabía que el paquete financiero no iba a pasar en el Congreso debido a la abultada deuda pública que él colocó sin avisar al Legislativo. Durante más de tres años, él y sus colaboradores Aristóteles Núñez y Fernando Aportela tejieron una maraña de mentiras para ocultarlo; por eso prácticamente huyeron de la SHCP dejando al país al borde de la crisis, dice a Proceso Gabriel Reyes Orona, exprocurador fiscal de la Federación. Sentencia que Videgaray debe ser sometido a juicio político, pues violó la Constitución y, peor aún, le entregó cifras fantasiosas a su sucesor, José Antonio Meade.
 Como secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso colocó deuda sin avisar al Congreso. Eso lo pone en la línea del juicio político, pues conculcó la Constitución, así como las leyes de Responsabilidad Hacendaria y de Responsabilidades de los Servidores Públicos, dice el exprocurador fiscal de la Federación Gabriel Reyes Orona.
 En entrevista con Proceso, el exfuncionario califica la salida de Videgaray como una “operación bumerán”. Y sostiene: “Así como recibió una economía con cifras fantásticas y fantasiosas, Videgaray le entrega a José Antonio Meade un país con cifras fantásticas y fantasiosas”.


Pero aclara: la crisis por la que atraviesa el país no se debe sólo a Videgaray, sino también al equipo de trabajo de la dependencia, el cual, puntualiza, le fue impuesto por el propio Meade. Y cita a Aristóteles Núñez, quien renunció al Servicio de Administración Tributaria (SAT), y a Miguel ­Meschmaher, subsecretario de Ingresos.
 Acerca de la invitación al candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump, el especialista en materia fiscal, finanzas y economía señala que la recaudación de ingresos “está basada en cifras que no son técnicamente sustentables”.
 Por eso, insiste, recurrieron a deuda pública para cubrir las necesidades de país. Por eso Meade está ahora al frente de Hacienda. Y expone sus razones:
 “Cuando Videgaray ve la remota posibilidad de que gane Trump en los comicios de noviembre y ante la revisión anual de la renegociación de líneas bilaterales que hace la Reserva Federal de Estados Unidos en enero para analizar si hiciste bien las cosas, su dictamen ayuda a que los bancos extranjeros te reestructuren o prorroguen las tasas de interés.
 “Cuando ve que la deuda pública está a punto de hacer crisis, es cuando dice: ‘Hay que tender lazos con Trump por si llegara a ganar’… con los desastrosos resultados que ya todos conocemos.”
 En suma, Videgaray invitó a Trump “por miedo a la deuda pública”. E insiste: la razón de su renuncia fue porque sabía que frente al escándalo de Trump el paquete financiero no iba a pasar en el Congreso. Eso explica también las renuncias de Núñez al SAT y la de Fernando Aportela como subsecretario de Hacienda.
 Núñez y Aportela “saben cómo está todo; saben que la papa caliente se está pasando de calor y está a punto de volar. Ellos y Videgaray saben cómo está el problema y saben que es inmanejable. Entonces, se lo devuelven a quien se los dio (Meade)”, puntualiza el entrevistado.
 Y reitera: “Videgaray no se va de Hacienda porque le digan cosas sobre Trump, sino porque ya avizora una crisis financiera del país”.
 –¿Entonces está huyendo?
 –Sí.
 El arranque de la crisis
 Reyes Orona, quien tiene su propio despacho fiscal, vuelve a Meade, a quien considera la causa de algunos problemas económicos que padece el país.
 En 2010, durante la administración de Felipe Calderón, Meade fue uno de los impulsores del Impuesto Especial sobre Tasa Única (IETU) que se aplica a las empresas. En esa ocasión el PRI votó en contra.
 Calderón puso en Hacienda a Meade en septiembre de 2011 y ahí permaneció hasta el último día de su sexenio, gracias a la invención del IETU, un impuesto que fue “contrario para la nación”, dice Reyes Orona.
 E insiste: La gran perversidad del IETU fue que transfería los recursos del sector privado al sector público. ¿Cómo lo hace? Anulando los deducibles. Si haces que las empresas no puedan deducir sus costos vuelves inviable la producción.
 “El IETU ocasionó el cierre bestial de empresas en la época de Calderón. Sí tuvo un efecto positivo, pero fue a corto plazo para que el gobierno capturara recursos luego de la crisis de 2009”, recuerda el entrevistado.
 El país se estancó. Y así se lo entregó Meade a Videgaray en diciembre de 2012, sintetiza.
 Otro elemento que lleva a la crisis financiera –“que está a punto de estallar”, insiste– es la reforma financiera. El gran problema arrancó en 2013 cuando se instrumentó una política de no devolver el dinero al que los particulares tenían derecho”.
 Ese año, Hacienda no devolvió un solo peso a los contribuyentes. Se quedó con un dinero que no era suyo; ese fue un grave error. Tarde o temprano va a tener que ­regresarlo.
 En 2013 tampoco regresó el IVA. Fue en 2014 y 2015 cuando Videgaray y Núñez empezaron a devolverlo “muy lentamente”. Sin embargo, muchas empresas, sobre todo maquiladoras y pequeñas empresas que comenzaban a exportar, no lo recibieron a tiempo por lo que tuvieron que cerrar, lo que provocó un desplome del empleo.
 La reforma fiscal de Videgaray, detalla Reyes Orona, fue acabar con las devoluciones, la consolidación fiscal la dejó intocada y sólo le cambió el nombre por el de “integración”.
 Ahí empezó el verdadero problema, explica el entrevistado: “Puedes tapar ese faltante o regreso de dinero a los particulares durante uno, dos y hasta tres años, mientras están arrancando los litigios que ellos interponen para su devolución. Como gobierno, puedes jugar o simular que ese dinero es tuyo, cuando no lo es. El problema es que ya te lo gastaste”.
 Para el cuarto año de gobierno la recaudación que tanto pregonaba Hacienda ya no daba para más. “Mataron a la gallina de los huevos de oro; las maquiladoras ya habían cerrado. Entonces, si no había a quien negarle devoluciones o a quien seguirle robando, las mentiras de la recaudación se comenzaron a tapar con deuda pública”, dice Reyes Orona.
 El problema de la deuda pública que se tiene proyectada para 2017 –50.2 % del producto interno bruto– “empezó a crecer de manera exorbitante cuando la recaudación se les vino al suelo… Para no decir que no hay recaudación y que tienen un problema muy severo, comienzan a inventar mecanismos de endeudamiento que se encuentran muy por encima de lo razonable”.
 En 2013, después de 10 años, el gobierno rebasó el techo de financiamiento interno fijado por el Congreso.
 Eso “no había ocurrido desde Porfirio Díaz –puntualiza Reyes Orona–. Ahora no sólo lo rebasaron, sino que, a toro pasado, a finales de 2013 tuvieron el descaro de pedirle al Congreso que se los avalara.
 “La crisis de financiamiento del país comenzó en el día que se volaron el techo de financiamiento interno”. El Congreso no pidió cuentas e incurrió en “una falta de control y supervisión absoluta”, dice.
 Después de haber violentado la Constitución, el Congreso le aprobó a Videgaray la “volada del techo”, con lo que se ahorcó la economía. “La reforma fiscal hizo una economía chiquita, y “este tipo de economía genera menos recaudación; y una menor recaudación, con el mismo gasto, demanda recortes”.

Las patrañas

Videgaray no sólo mentía sobre los ingresos de lo recaudado; también incrementaba la deuda para cubrir gastos. Esto lo llevó a una violación constitucional. “Colocar deuda por encima del techo de financiamiento interno es violar la Constitución”, reitera el entrevistado.

La pregunta es saber si las violaciones fueron sistemáticas. De ser así, el extitular de la Secretaría de Hacienda debe ser sometido a juicio político, lo que podría inhabilitarlo, comenta Reyes Orona.

El artículo 73 de la Constitución establece las facultades del Congreso. En su fracción octava señala que en materia de deuda pública ésta debe quedar registrada en la Ley de Ingresos. Y, según Reyes Orona, en 2013 Videgaray primero aumentó la deuda y luego pidió que se le aprobara, lo que a la postre aceptó el Congreso.

El 74, que sólo faculta al Congreso a autorizar el presupuesto, también lo violó, sostiene Reyes Orona.

El 126 estipula que “no podrá hacerse pago alguno que no esté comprendido en el presupuesto o determinado por la ley posterior”, y en este gobierno, añade el fiscalista, “hacen lo que les da la gana”.

La otra ley que violentó Videgaray es la de Responsabilidad Hacendaria, la cual establece que cuando se tiene un problema de menor recaudación o una economía que se va haciendo chica “tienes que hacer recortes en el gasto”. En el primer año no hubo recortes, sostiene Reyes Orona.

En la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos se indica que cuando la violación a la Constitución es sistemática eres sujeto de juicio político. Y desde 2013 Videgaray fue aumentando la deuda pública hasta llegar al peligroso punto de 50.2% del PIB.

Hoy, dice, “carecemos de información fidedigna sobre el nivel de crecimiento de la deuda; tampoco sabemos cuánto se recauda verdaderamente porque revuelven los impuestos locales con los de comercio exterior”.

Puntualiza: Videgaray tiene que rendir cuentas sobre la situación fiscal –tiene hasta un año para hacerlo– y, de comprobársele las irregularidades, puede ser sometido a juicio político. Lo mismo aplica para el extitular del SAT.

Por eso Reyes Orona insiste en detallar esa perversión. Comenta que a menor recaudación hay mayor endeudamiento interno. “Aristóteles (Núñez) ya no veía la forma de regresar la pelota. Lo que hizo fue contener una bola de mentiras que se cubrían con deuda pública.

“El problema de la recaudación es una fantasía contable y a la hora de llegar a la caja con el carrito lleno de cosas, pues toda la fantasía contable no sirve para pagar. ¿Y sabes qué es lo que necesitas? Un endeudamiento brutal”.

En el caso de Núñez, el exprocurador fiscal de la Federación señala que su renuncia no es válida, porque de acuerdo con el artículo 5 de la Constitución los cargos de elección indirecta no son renunciables. Y un puesto de elección indirecto, como el del SAT, es aquel que requiere la ratificación del Senado.

“Por lo tanto –dice el entrevistado– la renuncia de Núñez es nula”. Él debe rendir cuentas de lo realmente recaudado y de esa relación perversa entre deuda pública y recaudación. “Por eso, cuando se va la cabeza (Videgaray), se va el encargado de recaudar (Núñez) y el encargado de la deuda (Aportela)”.

Cuando Videgaray promovió a Meade para la Secretaría de Desarrollo Social era con todo el ánimo de que fuera candidato a la Presidencia; hoy que lo regresa a Hacienda comienza a matarle toda aspiración

“La cara descompuesta de Meade al entregar el paquete económico se debe a que está cosechando lo que sembró, mientras Videgray se está sacudiendo las manos”, concluye Reyes Orona.




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