PLEITO POR GASODUCTO
El Debate, 23/10/2016
Tensión en Bácum tras enfrentamiento mortal
Los dos grupos yaquis siguen enfrascados en sus posiciones referente a la obra en medio de un clima de guerra por la muerte de un indígena
Reportaje de María de Jesús Estrada
Los Mochis, Sinaloa.- No es necesario llegar a la comunidad indígena Loma de Bácum, Sonora, para percibir la tragedia. Desde muchos metros antes penetra el olor a quemado de los 14 carros que quedaron convertidos en cenizas, luego de un enfrentamiento por las posiciones encontradas sobre el gasoducto entre miembros de la Tribu Yaqui. Es la viva imagen de una guerra entre los propios indígenas.
Al lado de los carros quemados se ubica un centro ceremonial, donde los integrantes de la etnia se miran unos a otros sin atinar un tema de conversación, pues a lo lejos, a través de un llano, se alcanza a ver un humilde toldo en el que yace el cuerpo de un hermano caído. Loma de Bácum, Sonora, está lleno de tristeza y vela frente a un altar indígena a Cruz Buitimea, quien muriera de un balazo durante la disputa por la introducción de la tubería para el gasoducto por esa zona.
Sitiada.
La carretera desde Obregón hasta Loma de Bácum está completamente sitiada por policías estatales y federales, quienes también se agrupan en el camino de acceso a Loma de Guamúchil, en el vecino municipio de Cajeme.
La comunidad luce vacía, como intimidados por los elementos en casi 30 patrullas de las fuerzas estatales y federales estacionadas en la entrada al pueblo, el sitio de guerra de un día anterior.
A lo lejos se escuchan las campanas del centro ceremonial como llamando a una reunión, se persigue el diálogo, según los lugareños, pero nadie se acerca. Todo es incertidumbre. Una segunda llamada y el lugar sigue estático. Nadie habla, nadie se mueve, nadie llega.
Responsabilidad.
Pasado el mediodía comienzan a llegar los yaquis a su centro ceremonial, esta vez no hubo campanadas, pero la presencia del gobernador tradicional de Loma de Bácum, José Bacaoma Espinoza; una letrada líder indígena Anabela Carlón, y el conocido vocero de la tribu, Higinio Ochoa Vega, los obliga a unirse, como para recibir noticias nuevas.
Ahí, el vocero explica a detalle ante los medios de comunicación, la escena de terror que se vivió el pasado viernes donde resultó una persona muerta, cinco heridos de bala, 14 carros quemados e innumerables personas golpeadas con palos, piedras y otras armas.
“Todo comenzó cuando se pidió un notario para que revisara los trabajos que se realizan del gasoducto, ya que conforme a derecho buscamos exponer nuestras inconformidades ante la empresa que viene a inquietar a nuestra comunidad”, expresó el vocero de Loma de Bácum.
Dijo que un grupo de personas lideradas por Cesáreo Cota Tórtola impidió el trabajo del notario y a su vez llegó con alrededor de 600 personas, habitantes de Loma de Guamúchil en su mayoría, más la minoría de Loma de Bácum, quienes se manifiestan a favor de la obra, esto con la intención de tomar la guardia indígena.
“Al vernos superados en número nos retiramos y permanecimos vigilantes toda la noche hasta el día siguiente, mientras solicitábamos a las autoridades apoyo y resguardo para nuestra tribu, pero al mediodía llegaron y armados con palos, piedras y hasta armas de fuego comenzaron a agredir a los presentes para intentar imponer a un gobernador indígena que beneficie la construcción del gasoducto, sin tomarnos en cuenta”, dijo.
Agregó que quemaron los carros en los que venían y durante la agresión realizaron disparos de armas de fuego hiriendo de muerte a un hermano yaqui, así como a otras cinco personas, algunas de su mismo grupo.
Ochoa Vega solicitó a la gobernadora de Sonora, Claudia Artemiza Pavlovich Arellano, la permanencia de la policía estatal y federal ante el peligro de ser atacados nuevamente.
Por su parte, Anabela Carlón dejó claro que al gobernador tradicional lo debe elegir su propia tribu y no permitirán que un grupo externo llegue con la intención de imponer a otro por conveniencia política o económica para favorecer la instalación del gasoducto. “Tal parece que al gobierno mexicano no le interesa que se respeten nuestros derechos, están violando nuestras tradiciones y profanando nuestro territorio”.
Justificación
Pese a que los líderes indígenas de Loma de Bácum señalan que durante varios días solicitaron el apoyo por escrito y vía telefónica de parte del gobierno municipal de Bácum, el alcalde Eusebio Miranda Guerrero justificó la falta de atención ya que no tiene facultad de actuar en territorio yaqui, ya que ellos tienen sus propias leyes, usos y costumbres y como autoridad están obligados a respetarlos.
“Somos respetuosos de sus usos y costumbres y desde el principio de nuestra administración somos aliados de ellos, por lo que no podemos actuar si el propio gobernador tradicional no lo solicita y nunca recibimos la solicitud correspondiente”, expresó.
Asimismo, resaltó que la postura de la autoridad municipal ante la instalación del gasoducto por terreno yaqui es la misma que tomen los indígenas de Loma de Bácum, por lo tanto, el gobierno municipal rechaza la obra si la tribu la rechaza.
Los contrarios.
A la par, en el centro ceremonial de Loma de Guamúchil, Cajeme, se realizó una reunión de la Tribu Yaqui, con autoridades estatales y federales, entre ellos el delegado federal de Gobernación en Sonora, Wenceslao Cota Montoya, representantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), líderes indígenas y autoridades municipales.
El apoyo oficial a esta parte era evidente, pues al lado del centro ceremonial, justo donde se ubica una cocina comunitaria, se observaban montones de colchones y colchonetas de las que comúnmente reparte el sistema DIF o Sedesol en los pueblos marginados, además de algunas despensas; al fondo, tres tinas grandes de comida hervían sobre la leña encendida, y la atención estaba centrada completamente en los indígenas.
Al intentar ser abordados por la prensa, los indígenas de Loma de Guamúchil lo impidieron y sentaron a los funcionarios al centro de la mesa de diálogo, como secuestrados por sus ideas, para que escucharan su postura sobre los hechos del día anterior, de los que sus hermanos yaquis de Loma de Bácum los señalan como responsables. Al final, no se presentaron conclusiones.
La autoridad federal escuchó a los habitantes de Loma de Guamúchil y parece que olvidó la zona de conflicto, pues a Loma de Bácum nadie llegó, excepto un helicóptero de la policía estatal que sobrevoló la zona de la guerra de yaquis contra yaquis.
“SE ACTUARÁ PARA DAR CON RESPONSABLES”
Loma de Guamúchil. El delegado federal de Gobernación en Sonora, Wenceslao Cota Montoya, sostuvo una reunión con integrantes de la Tribu Yaqui de aquí, municipio de Cajeme, donde dejó en claro que el gobierno federal actuará conforme a la ley para dar con los responsables de los disturbios ocasionados en Loma de Bácum el pasado viernes.
Ante los indígenas yaquis de esta comunidad, informó que ya se inició una investigación para deslindar responsabilidades y castigar conforme a la ley al responsable de la muerte de uno de los indígenas y de herir a cinco más con arma de fuego.
Asimismo, informó que actualmente se encuentran alrededor de 100 elementos de la Policía Federal desplegados en territorio yaqui para garantizar la seguridad y el libre tránsito de los habitantes de esa zona.
“Vamos a procurar el libre tránsito en el territorio yaqui y seremos muy cuidadosos del actuar de la policía y de los habitantes del territorio para respetar los derechos humanos de todos”, concluyó.
JEFE POLICIAL RECONOCE QUE NO ACTUARON
Loma de Bácum. El director de Seguridad Pública de aquí, Jesús Alberto Navarro Salas, reconoció que no actuaron ante los hechos violentos registrados el viernes pasado en Loma de Bácum, en donde murió un indígena por impacto de arma de fuego y otras cinco resultaron heridas. Dijo que para actuar en territorio yaqui requieren de la autorización del gobernador tradicional y sólo si ellos lo solicitan pueden intervenir.
“Nosotros somos respetuosos de sus usos y costumbres, ellos tienen a sus propios vigilantes y comandantes, nos llamaron para darle seguridad a las escuelas y lo hicimos, pero sólo se cubrió esa parte y nos retiramos”. Señaló que mientras se daba atención y seguridad a la salida de la escuela de los niños se observó la llegada de carros al centro ceremonial, pero sólo se dijo que se tendría un diálogo, por lo que se retiraron.
Informó que fue a través del 911 que se enteró que el conflicto se había salido de control, que había heridos de bala y quema de carros, pero al verse superados en número, se hicieron a un lado y esperaron a que llegaran los refuerzos de la policía estatal, federal y del Ejército.
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