19 feb 2017

Luis Gutiérrez Oropeza y Mario Ballesteros Prieto


Luis Gutiérrez Oropeza y Mario Ballesteros Prieto desobedecieron a Marcelino García Barragán
Versión de Inteligencia Militar de EU: La indisciplina de dos generales provocó la matanza de Tlatelolco
Pascal Beltrán del Río/
Revista Proceso # 1091, 28 de septiembre de 1997
WASHINGTON, DC – Siete documentos del gobierno estadunidense, desclasificados recientemente, aportan elementos sobre el movimiento estudiantil mexicano de 1968, la matanza de Tlatelolco y otros hechos posteriores
En ellos se especula en el sentido de que la decisión de reprimir a los estudiantes el 2 de octubre fue tomada por dos generales que desobedecieron órdenes del secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García Barragán; se dice que la influencia extranjera en el Comité Nacional de Huelga “fue probablemente un factor menor”; que quizá hubo ciudadanos cubanos detenidos en el Campo Militar Número Uno, y que en Washington la decisión del presidente Gustavo Díaz Ordaz de heredar el poder a Luis Echeverría se daba por tomada cuando menos cuatro meses antes del destape, el 22 de octubre de 1969
Los documentos —cinco informes de inteligencia militar, del Departamento de Defensa; un telegrama de la embajada estadunidense en México al Departamento de Estado, y un memorándum interno de la Casa Blanca— fueron desclasificados a petición de la organización no gubernamental National Security Archive.
La desclasificación —o revelación de documentos oficiales secretos— está prevista por la Ley de Libertad de Información (FOIA, por sus siglas en inglés) Esta norma, que data de 1966, obliga a las dependencias del gobierno estadunidense a entregar, a cualquier persona interesada, toda información oficial catalogada como “confidencial”, “secreta” o “ultrasecreta”, siempre y cuando su revelación no ponga en riesgo la seguridad nacional (una de las nueve excepciones de la legislación).

Es frecuente que las dependencias gubernamentales respondan a las peticiones de información política o de inteligencia con la entrega de documentos parcialmente desclasificados, es decir, que contienen partes censuradas Muchas veces los renglones tachados buscan no revelar la identidad de las fuentes que proporcionaron la información
En septiembre de 1994, Proceso dio a conocer tres “Reportes de información de inteligencia”, del Departamento de Defensa, relacionados con el movimiento estudiantil de 1968, obtenidos luego de que este semanario presentó solicitudes de desclasificación Uno de esos informes fue obtenido nuevamente, mediante gestiones de la National Security Archive, y tiene menos tachones que el documento desclasificado hace tres años
Se refiere al estado de salud del general José Hernández Toledo, comandante del Batallón de Fusileros Paracaidistas, herido el 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas La versión oficial de los hechos es que Hernández Toledo recibió tres balazos de un arma de alto calibre y que sobrevivió “de puro milagro” Sin embargo, el documento del Pentágono describe así al general, dos semanas después de los hechos: ” Está en la más satisfactoria de las condiciones Caminó por su cuarto de hospital gesticulando y hablando con absoluta libertad” Como si nada
Esa versión se complementa ahora con la versión menos censurada obtenida por la National Security Archive
En la parte del informe que ahora fue posible conocer, queda claro que los informantes del Pentágono gozaban de una relación muy cercana con los altos mandos del Ejército Mexicano, la cual les permitía solicitar y obtener información privilegiada
Dice la parte antes censurada del documento:
“Comentarios:
“1 La Defensa dio a conocer información indicando que solamente dos (soldados) habían muerto (en Tlatelolco) Las pérdidas exactas del Ejército siguen sin ser determinadas Para corregir esto se ha pedido (tachón) que proporcione (tachón) respuestas a lo siguiente: (1) Cuántos efectivos del Ejército fueron muertos-heridos; (2) qué tipo de armas causaron las heridas, y (3) número y nacionalidad de cualquier extranjero involucrado
2- (tachón) había mencionado previamente que el Ejército ‘tenía en buenas manos’ a 18 extranjeros, pero que no estaba seguro de su nacionalidad, aunque había oído que algunos de ellos eran cubanos Cuando se le preguntó (tachón) qué significaba ‘en buenas manos’, la fuente dio (tachón) la impresión de que lamentaba haber mencionado el asunto, pero dijo que ‘en buenas manos’ significaba estar bajo custodia en el Campo Militar Número Uno”
Otro de los documentos del Departamento de Defensa publicados en Proceso es una cronología de hechos que va del 24 de septiembre al 18 de octubre de 1968 Entre los documentos desclasificados recientemente está lo que podrían ser la primera y segunda partes de esa misma cronología sobre el movimiento estudiantil: Una de ellas registra los acontecimientos entre el 29 de julio y el 13 de agosto, y la otra entre el 16 de agosto y el 24 de septiembre
Otra aportación que hacen los documentos desclasificados recientemente es un largo telegrama del embajador estadunidense Fulton Freeman a sus superiores en el Departamento de Estado El telegrama fue enviado el 12 de octubre de 1968, de acuerdo con un memorándum de la Casa Blanca, también desclasificado
Freeman tuvo pocas oportunidades de dar a conocer sus puntos de vista sobre el 68 mexicano, si tuvo la intención de hacerlo, pues murió en diciembre de 1973, menos de un lustro después de haber dejado la embajada En el telegrama, el embajador estadunidense especula que “es probable” que las autoridades mexicanas hayan dejado a los estudiantes reunirse en Tlatelolco con el fin de atraer a los líderes más radicales del movimiento y atraparlos ahí
El pleito de los generales
La fecha precisa del Reporte de información de inteligencia está tachada, pero el documento, de dos páginas, tiene un sello que dice: “24 de marzo de 1969”
La ficha de resumen indica:
País: México
Tema: Oficiales generales, del desagrado del secretario de la Defensa
Este reporte se refiere a la remoción del jefe del Estado Mayor presidencial de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la pérdida de importancia del jefe del Estado Mayor Presidencial
El informe entra en materia:
“1 (una línea censurada) que el general brigadier Mario Ballesteros Prieto, exjefe del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, y el general de brigada Luis Gutiérrez Oropeza, jefe del Estado Mayor Presidencial, habían caído de la gracia del general de división Marcelino García Barragán, secretario mexicano de la Defensa (tachón) dijo que la razón por la que el general Ballesteros fue relevado como jefe del Estado Mayor fue que él, junto con el general de brigada Gutiérrez, habían estado dando contraórdenes o fallando en la interpretación correcta de las órdenes del general García Barragán Además, ambos generales habían hecho cambios de personal y designaciones sin la autorización del secretario de la Defensa (tachón) también dijo que el general Gutiérrez ya no ocuparía su lugar acostumbrado directamente detrás del presidente en actos oficiales
“2 Las más importantes de esas órdenes tuvieron que ver con los acontecimientos en la Plaza de las Tres Culturas, el 2 de octubre de 1968, durante los desórdenes estudiantiles El general García Barragán había dado instrucciones a Ballesteros para mandar efectivos a rodear la Plaza de las Tres Culturas, con el fin de observar qué ocurría y prevenir que las manifestaciones estudiantiles se esparcieran por otros rumbos de la ciudad (tachón) dijo categóricamente que la entrada del Batallón de (Fusileros) Paracaidistas a la plaza, que resultó en una confrontación violenta con los estudiantes, no era parte de la actividad militar planeada (tachón) dijo que el general García Barragán no pudo juzgar en aquel momento si el general Ballesteros había malinterpretado las órdenes o las había cambiado deliberadamente; sin embargo, hechos posteriores convencieron a García Barragán de que tanto el general Ballesteros como el general Gutiérrez estaban pasando por encima de su autoridad y que, de hecho, habían cambiado deliberadamente sus órdenes
“Comentarios: Es difícil evaluar la validez de las acusaciones que se hacen arriba (varias líneas censuradas) El general Gutiérrez normalmente se coloca detrás del presidente en todos los actos públicos Durante el desayuno del Día del Ejército, el 19 de febrero de 1969, un joven capitán del Ejército se paró directamente detrás del presidente mientras Gutiérrez estaba sentado en una mesa Además, el general Ballesteros ha sido transferido a Canadá como agregado militar en la embajada en aquel país
Así empezó todo
A continuación se reproducen partes centrales de la crónica que el Departamento de Defensa hizo de los hechos del 29 de julio al 14 de agosto:
Unidades del Ejército Mexicano estacionadas en la Ciudad de México fueron usadas para apoyar a la policía y a la policía antidisturbios (Granaderos) para deshacer los disturbios estudiantiles que se salieron de control en la Ciudad de México en la semana que comenzó el 29 de julio de 1968 La tropa fue usada primero a las 0030 horas, el 30 de julio, cuando el Batallón de (Fusileros) Paracaidistas y la Brigada de Infantería, estacionados en el Campo Militar Número Uno, de la Ciudad de México, dispersaron a los estudiantes revoltosos en la explanada central de la Ciudad de México (Zócalo) en una acción feroz que duró sólo unos 30 minutos Grupos de estudiantes, incluyendo muchos en la adolescencia temprana, se reunieron durante el día el 29 de julio y la violencia comenzó en la zona centro de la ciudad cerca de las 2100 Los estudiantes lanzaron piedras y bombas molotov y prendieron fuego a autobuses que habían confiscado antes y usado para poner barricadas en las calles La policía del Distrito Federal, Dirección Federal de Seguridad, Servicio Secreto y el Cuerpo de Granaderos, usando gases lacrimógenos y macanas, dieron la batalla a los estudiantes, pero fueron incapaces de controlar la situación Los estudiantes se refugiaron en varios edificios de la zona, principalmente escuelas, y hubo quienes hablaron de asaltar depósitos de armas El apoyo de efectivos del Ejército fue solicitado por el regente de la Ciudad de México, Alfonso Corona del Rosal
Después de la escaramuza en el Zócalo, en el que los efectivos del Ejército usaron bayonetas fijas y vehículos blindados de reconocimiento, los estudiantes fueron sacados de las escuelas de la zona y los edificios e instalaciones fueron ocupados por soldados Una bazuka fue usada para volar la puerta de una escuela donde algunos estudiantes se habían parapetado
El 30 de julio, continuaron los desórdenes estudiantiles, pero en lugares diseminados e involucrando a pequeños grupos de estudiantes que confiscaban camiones y los usaban para bloquear calles y para tratar de alcanzar el centro de la Ciudad de México La tropa y la policía eran transportadas alrededor de la ciudad a lugares donde los problemas parecían ir en aumento Ya tarde ese día, la mayoría de los efectivos militares fueron regresados a sus cuarteles, donde permanecieron en estado de alerta El secretario de la Defensa, general de división Marcelino García Barragán, declaró públicamente que las fuerzas armadas estaban listas para “repeler cualquier agresión” y que actuarían con “toda la energía y fuerza necesaria”
El 31 de julio de 1968, unos 20,000 estudiantes de la UNAM, encabezados por el rector, Javier Barros Sierra, celebraron un mitin ordenado en las instalaciones de la universidad para protestar por la violación, por parte de la policía y la tropa, de la autonomía universitaria Durante la manifestación, un número de vehículos de reconocimiento del Ejército aparecieron en el Zócalo, pero se marcharon pocos minutos después, cuando se supo que los estudiantes permanecerían en la universidad Durante el día, la tropa fue retirada de todas las escuelas salvo dos Las patrullas militares continuaron en zonas problemáticas y se usaron helicópteros para ubicar puntos de conflicto potenciales
Del 1¼ al 13 de agosto, la situación fue tranquila aunque volátil, con ataques y contraataques en los periódicos La línea oficial del gobierno parecía acusar de los desórdenes a influencias “extranjeras”, particularmente a izquierdistas, comunistas y trotskistas El 8 de agosto, el regente Corona del Rosal propuso que una comisión conjunta, compuesta por representantes del gobierno, de los estudiantes y de los profesores, se estableciera para investigar los diferentes cargos y versiones de lo que había ocurrido y de quién tenía la culpa La reacción de los estudiantes a esto no fue uniforme, con algunos de ellos manteniendo sus demandas de que se destituyera al jefe de la policía y a su asistente Llamaron a una huelga estudiantil hasta que se cumplieran sus demandas y las clases en la UNAM y el IPN continuaron suspendidas Incluso la CIA y el FBI fueron culpados por la Federación de Estudiantes Técnicos, que acusaron a algunos estudiantes y profesores de causar agitación bajo órdenes de estas dos agencias, y que “personas aliadas” con esas agencias estaban tratando de instituir una “dictadura militar para servir a los fines estadunidenses”
La situación alcanzó un nuevo clímax en la tarde y noche de 13 de agosto, cuando miles de estudiantes (las estimaciones alcanzaron los 180,000, con promedio de entre 80,000 y 100,000) montaron una manifestación de protesta a través de las calles de la Ciudad de México, concluyendo en el Zócalo, donde se escucharon discursos Si bien fue ruidosa, la manifestación se llevó a cabo sin incidentes y terminó con un despliegue de la bandera mexicana y la entonación del himno nacional
Es imposible obtener una estimación precisa del número de estudiantes involucrados en la violencia actual El mejor cálculo para los desordenes del 26 de julio es de 3,000 y posiblemente un número igual en los desordenes del 29 y 30 de julio (Las manifestaciones pacíficas posteriores en la UNAM incluyeron unos 20,000 y 40,000 participantes, y la manifestación del 13 de agosto en el centro, unos 80,000) Durante los períodos de desorden, los cálculos sobre el número de personas detenidas eran tan altos como 1,600, muchos de los cuales fueron liberados posteriormente; muchos de los detenidos eran no estudiantes y, aparentemente, algunos eran extranjeros (tachón) recibió informes (tachón) de que hubo cuatro estudiantes muertos y unos 200 heridos Los estudiantes sostienen que hubo 48 muertos No ha habido confirmación pública de deceso alguno y todos los funcionarios del gobierno siguen negando enfáticamente que hubiera muertos
Las siguientes son algunas de las “conclusiones” del Pentágono sobre esas dos semanas del actividad del movimiento estudiantil:
Según el decir general, el Ejército Mexicano se desempeñó honorablemente al aplacar los desordenes La principal acción que involucró a la tropa ocurrió durante la noche del 29-30 de julio cuando dispersó a los estudiantes en el Zócalo en un choque que duró apenas 30 minutos Algunos testigos oculares indican que quizá actuó con demasiada firmeza y, aparentemente, una vez desplegada, actuó con muy poca hesitación Ha habido pocas críticas de parte de la prensa por el papel del Ejército en los disturbios y los estudiantes han lanzado la mayor parte de su cólera contra los Granaderos y la policía regular Comentarios privados de “sobrerreacción” por parte del Ejército han sido escuchados
(Medio párrafo censurado) Los soldados se integraron en una Fuerza de Tarea bajo el comando del general de brigada Crisóforo Masón Pineda, cuya asignación habitual es comandante de la Brigada de Infantería El segundo en comando en la Fuerza de Tarea fue el general de brigada Mario Ballesteros Prieto, regularmente asignado como jefe del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional El personal militar asignado a las oficinas centrales de la Defensa y unidades en la Ciudad de México fue colocado en alerta total (limitado a oficinas e instalaciones) el 29 de julio Esto fue cambiado a una alerta parcial el 7 de agosto y esa condición permanece en efecto al día de este informe
(Tres líneas censuradas) que la Fuerza de Tarea encabezada por el general Masón Pineda se reportara directamente con la Secretaría de la Defensa y que no estuviera bajo el comando o dirección del jefe de la policía de la Ciudad de México (como se pensaba) Dijo que el Ejército había respondido a la petición de ayuda que hizo el regente y aseguró que (la posición oficial del gobierno) no había habido muertos Dijo que todas las personas detenidas por el Ejército fueron entregadas lo más pronto posible a las autoridades civiles
Si la comisión conjunta propuesta por el regente (o cualquier otro cuerpo con autoridad) establece que hubo, de hecho, un número de estudiantes muertos y/o que los Granaderos y/o las unidades del Ejército se sobrepasaron en su brutalidad, puede haber más repercusiones Después de la gran manifestación y marcha del 13 de agosto, las acciones futuras de los estudiantes sólo pueden adivinarse Se cree que manifestaciones continuas, y particularmente más violencia, puede poner en peligro el éxito de los Juegos Olímpicos
La ocupación de Ciudad Universitaria
En un informe de cinco páginas, el Departamento de Defensa resume cronológicamente los hechos ocurridos entre el 16 de agosto y el 24 de septiembre de 1968
Estos son algunos extractos de ese documento:
El período del 16 al 26 de agosto de 1968 fue relativamente tranquilo, con mucha discusión pública y periodística y especulación sobre la posibilidad de pláticas entre el gobierno y los representantes de los estudiantes El regente de la Ciudad de México, Alfonso Corona del Rosal, previamente había sugerido la formación de un comité para investigar las acusaciones de los estudiantes sobre brutalidad policiaca en los enfrentamientos de julio Los estudiantes de la UNAM y del IPN permanecieron en huelga Era obvio que el liderazgo estudiantil estaba fraccionado, con algunos en favor de un curso moderado y el regreso a clases Se formó un Consejo Nacional de Huelga, compuesto por los estudiantes más militantes, que decía hablar por todo el cuerpo estudiantil Los líderes de la huelga aseguraban que 32 estudiantes estaban heridos o desaparecidos como resultado de los desórdenes de julio y se elaboraron muchas listas de estudiantes desaparecidos, una de ellas integrada por 25 nombres Mucha publicidad se dio a los resultados de “investigaciones” que indicaban que muchos nombres en la lista eran ficticios o no eran realmente estudiantes o simplemente se habían mudado o habían muerto de causas naturales
Con base en la posibilidad de que hubiera problemas durante la manifestación estudiantil del 27 de agosto, los efectivos del Ejército Mexicano en el área de la Ciudad de México, a los que se había retirado de la alerta parcial el 22 de agosto, fueron colocados nuevamente en alerta total el día 27 La marcha, que comenzó a las 1600, avanzó desde Chapultepec, cerca del Museo de Antropología, por Paseo de la Reforma, luego frente a la embajada estadunidense para terminar en el Zócalo, en el corazón de la ciudad Se estimó que había 100,000 personas en el Zócalo, principalmente estudiantes del IPN y de la UNAM Retiraron la bandera mexicana del asta en el centro del Zócalo y la reemplazaron con una “bandera de huelga” estudiantil, negra y roja Cuando concluyó la manifestación, varios miles de estudiantes intentaron quedarse en el Zócalo, con la pretensión anunciada de acampar ahí hasta que el conflicto estudiantil fuera resuelto A las 0100 del 28 de agosto, efectivos del Ejército fueron desplegados para dispersar a esos estudiantes, lo cual fue cumplido sin incidente serio Involucrados en el operativo estuvieron el Batallón de (Fusileros) Paracaidistas, dos Batallones de Infantería de la Brigada de Infantería, 12 carros blindados de Guardias Presidenciales, bomberos, policía preventiva y de tránsito En previsión de posible violencia contra la embajada estadunidense efectivos del Ejército fueron desplegados alrededor del edificio, además de policías Para esto se usaron a dos pelotones de infantería de 33 hombres cada uno, además de diez carros blindados, cada uno con una tripulación de cuatro y con dos ametralladoras de calibre 30 y un arma de 37 milímetros No hubo incidentes en o alrededor de la embajada, aunque se gritaron algunos epítetos cuando pasaron los estudiantes (También se colocaron soldados alrededor de la embajada soviética)
Los periódicos del 29 de agosto publicaron una declaración del secretario de defensa, general Marcelino García Barragán, en la que subrayó el apoyo del Ejército al presidente Díaz Ordaz y declaró que los militares no querían una dictadura en México, fuera civil o militar
Durante las primeras dos y media semanas de septiembre, la situación permaneció relativamente calmada La Ciudad de México comenzó a prepararse para las celebraciones anuales de la Independencia El rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, hizo un llamado para volver a la normalidad y anunció que las clases en la UNAM se reanudarían el 17 de septiembre Durante la tarde y noche del 13 de septiembre, los estudiantes (unos 24,000, según estimaciones) realizaron una “marcha del silencio” (algunos con cinta adhesiva en los labios), otra vez desde Chapultepec, por Paseo de la Reforma, hasta el Zócalo La Ciudad de México vivió las celebraciones de Independencia sin incidentes
A las 2200 horas del 18 de septiembre, la escena cambió En una acción súbita, los efectivos del Ejército ocuparon edificios e instalaciones de Ciudad Universitaria, deteniendo a 600-700 personas (el número más alto que se manejó fue 765) La mayoría eran estudiantes, pero también había algunos padres de familia y unos cuantos profesores La operación requirió sólo unos 30 minutos; los estudiantes no ofrecieron resistencia y no hubo víctimas En sintonía con la acción del Ejército, el gobierno emitió una declaración diciendo que la acción se tomó a causa de las amenazas estudiantiles de sabotear los Juegos Olímpicos Los soldados que desalojaron los edificios de la UNAM encontraron “medio cuarto lleno” de propaganda, alguna importada de Cuba y otra con sesgo chino-comunista Pósters en las paredes de salones de clase criticaban al gobierno mexicano y a sus líderes; había fotos del Che Guevara y Mao También se encontró una cantidad de bombas molotov Los estudiantes fueron conducidos fuera de los edificios con las manos al aire, escoltados por soldados
Durante el período del 19 al 24 de septiembre, grupos de estudiantes vagabundeaban por la Ciudad de México, incitados por la ocupación militar de la UNAM Hubo muchos choques con la policía y varios con la tropa que permanecía en Ciudad Universitaria y las calles aledañas
En un choque que comenzó la tarde del 21 de septiembre y que duró hasta las primeras horas del 22 de septiembre, la policía y la policía antidisturbios fueron incapaces de someter y dispersar a grupos de estudiantes en el área de Tlatelolco, cerca de la Secretaría de Relaciones Exteriores Cerca de las 0140 horas del 22 de septiembre, unos 500 soldados, encabezados por un grupo de tanques, arribó a la escena La Procuraduría de Justicia dijo que 500 personas habían sido arrestadas en los desordenes del 21-22 de septiembre
El redactor del documento comentó:
1 Las estimaciones del número de efectivos militares usados el 18 de septiembre en la ocupación de Ciudad Universitaria llegaron incluso a 10,000 Se cree que esta cifra es muy alta y que una estimación mejor sería de alrededor de la mitad de esta cifra Las unidades involucradas no fueron identificadas públicamente, pero se presume que son elementos de la Brigada de Infantería, engrosada por personal de Guardias Presidenciales y del Batallón de (Fusileros) Paracaidistas El 23 de septiembre de 1968, el general de brigada Alonso Aguirre Ramos, jefe de la Sección Segunda, de la Secretaría de la Defensa Nacional, dijo que los reportes periodísticos de que hasta 10,000 soldados fueron empleados eran ‘demasiado altos’ (aunque no dio a conocer una cifra) Dijo que la Fuerza de Tarea había sido usada otra vez y otra vez fue comandada por el general Crisóforo Masón Pineda, comandante de la Brigada de Infantería
2 Reportes de prensa dijeron que el coronel Javier Vázquez Félix estuvo al frente del batallón de tropas usado en el área de Tlatelolco en la noche del 21-22 de septiembre El coronel Vázquez es el comandante del 43 Batallón de Infantería, con cuartel en Toluca, Estado de México (parte de la 22 Zona Militar) Esto marcó la primera participación conocida de soldados de fuera del área inmediata de la Ciudad de México y da una indicación de la creciente seriedad de la situación
Las observaciones del embajador
Diez días después de la matanza de la Plaza de las Tres Culturas, el embajador estadunidense Fulton Freeman envió el telegrama número 7514 a Washington El texto —de cinco páginas, dividido en dos secciones— está dirigido “al secretario de Estado”, que entonces era Dean Rusk
Freeman escribió:
1 La cuestión de influencia extranjera en los desórdenes estudiantiles, como la cuestión del liderazgo estudiantil mismo, son difíciles de determinar dada la abundancia de corrientes en el seno del movimiento, la fluidez del liderazgo en diferentes momentos, el alto grado de espontaneidad que ha caracterizado a las acciones de los estudiantes, especialmente luego de la toma militar de la UNAM, cuando los líderes se diseminaron y creció la posibilidad de acciones descoordinadas, especialmente por parte de grupos extremistas
2 La participación directa de extranjeros ha sido esencialmente insignificante y, de embajadas extranjeras, difícil de probar (tachón) alto funcionario de la Secretaría de Gobernación ha dicho que el gobierno de México tiene pruebas sólidas de que las embajadas soviética y cubana han ayudado a los huelguistas La embajada no tiene tales pruebas y no conoce la naturaleza de las pruebas del gobierno de México Ha habido una participación considerable de grupos ligados a países comunistas y de individuos que han viajado a la URSS o a Cuba y que quizá por eso sean vistos como personas con apoyos extranjeros Estos individuos claramente tienen una fuerte influencia en la formulación de las demandas estudiantiles, que cambiaron su enfoque inicial a raíz del incidente del 29 de julio para incluir temas como la liberación de los presos políticos y la derogación del artículo 145 (el delito de disolución social), demanda para la cual los comunistas han intentado, por años y sin éxito, conseguir apoyo
3 El grado de la influencia de grupos apoyados por el extranjero, en una situación táctica dada, es mucho menos claro La hipótesis que mejor queda a la información actual es que por lo menos uno, y quizá varios grupos extremistas pequeños, bien organizados y disciplinados han operado en momentos a la sombra del amplio, masivo movimiento estudiantil, que ha sido las más de las veces moderado
4 En sintonía con lo anterior, Díaz Ordaz dijo al congresista (Armistead) Selden que la agitación estudiantil original no era de inspiración comunista Sin embargo, poco después comunistas orientados por Moscú obtuvieron posiciones de mayor importancia en la dirigencia del movimiento Posteriormente, este grupo fue desplazado por extremistas de orientación maoista-castrista-trotskista La influencia de estos ahora está rota y el grupo orientado por Moscú tiene sólo una pequeña influencia
5 Así que parece que la izquierda de vieja guardia y la izquierda más nueva, extremista, han estado compitiendo entre ellas y con los moderados por la dirigencia del movimiento de huelga También pudo haber otros grupos ad hoc, representando supuestos intereses de políticos mexicanos descontentos
6 La embajada cree que el grupo comunista de vieja guardia, cuyo liderazgo y organización son bien conocidos por las fuerzas de seguridad, causaron pocos problemas al gobierno, y, hasta cierto punto, el éxito que tuvieron los grupos más extremistas en desplazarlo puede haber sido apoyado por las presiones gubernamentales sobre los de vieja guardia, que los obligó a retirarse
7 Los grupos más nuevos y extremistas han mostrado fuerza de organización, disciplina y recursos, lo que sugiere que esto no fue un desarrollo ad hoc de agitación estudiantil sino una organización ya en existencia y bien desarrollada Informes de que grupos estudiantiles extremistas intentarían interrumpir los Juegos Olímpicos habían causado preocupación entre los agentes de seguridad del gobierno de México incluso antes de que la agitación estudiantil comenzara La evidencia tiende a mostrar que cuando el grupo se volvió activo en el movimiento estudiantil, el gobierno apenas lo había infiltrado superficialmente e identificado a sus líderes La verdadera preocupación del gobierno es que este grupo, ya sea mediante actividad terrorista directa o mediante la capacidad de inflamar a las masas estudiantiles, podría interrumpir los Juegos El problema que tenía el gobierno era identificar y detener a la dirigencia y destruir la organización antes de los Juegos y hacer esto, de ser posible, de una manera que no enfureciera a las masas de estudiantes y no creara una atmósfera pública negativa para los Juegos
8 Conforme se aproximaban los Juegos, las dos últimas metas se volvieron menos importantes puestas en la balanza con la imperativa necesidad de destruir a la organización terrorista y detener a su dirigencia Por lo tanto, una razón de peso para la ocupación del campus de la UNAM por parte de la tropa era la esperanza de que la dirigencia terrorista, que había usado el campus como lugar de reunión, sería aprehendida (De hecho, la mayoría se había retirado del campus poco antes) La ocupación de los campus de Zacatenco y el Casco de Santo Tomás, del Instituto Politécnico, probablemente tenían el mismo motivo: Agarrar a la dirigencia extremista y sus armas En todos los casos, la táctica era la aprehensión de todas las personas presentes, posteriormente tamizar a los detenidos y liberar a aquellos a quienes no se creyera directamente involucrados en la violencia La táctica posterior del gobierno de permitir las reuniones estudiantiles por varios días, para luego hacer aprehensiones masivas parece haber sido diseñada con el mismo propósito Conforme el gobierno fue deteniendo a un número creciente de líderes extremistas, su información sobre la organización y el resto de la dirigencia mejoró
9 Es probable que el gobierno haya permitido a los estudiantes reunirse el 2 de octubre en Tlatelolco Siempre es más fácil prevenir que los grupos de estudiantes se formen que deshacerlos posteriormente: Tenía razones para creer que muchos de los elementos extremistas y la dirigencia estarían presentes, y parece abundantemente claro que se habían hecho preparativos para detener al menos a la dirigencia Parece posible, a la luz de discusiones previas, que el gobierno hubiera preferido hacer esto con un mínimo de violencia, aunque, en todo caso, esto no es seguro
10 Es igualmente claro que numerosos elementos estudiantiles extremistas bien armados estaban cuidadosamente colocados en por lo menos tres de los edificios que rodeaban a la Plaza de las Tres Culturas En cuanto a grupos específicos, uno puede concluir a priori que estos habrían incluido, de una manera o de otra, los de tipo trotskista La embajada ha oído por segunda vez de una Brigada Olimpia, aunque no en conexión con el 2 de octubre Parece poco probable que el despliegue de extremistas armados fuera una medida acordada por todo el Comité de Huelga que, efectivamente, pudo no haber estado enterado de ello por adelantado La evidencia es incompleta o contradictoria sobre si el propósito del despliegue de los extremistas armados era emboscar al Ejército y provocar así una balacera a la vista de la prensa extranjera (que, ellos sabían, estaría presente) o si era de orden “defensivo” La embajada está inclinada a creer lo primero Con el desalojo del campus de la UNAM y otras medidas los estudiantes parecían estar calentándose: Los extremistas pudieron haber pensado que había llegado el momento de echar toda la carne al asador Como ha indicado previamente la embajada, los extremistas tenían la opción de hacer fracasar una solución pacífica provocando violencia
11 Informes de fuentes usualmente confiables y observadores en el lugar varían mucho y a veces son francamente contradictorios acerca de quién disparó los primeros tiros La evidencia preponderante parece indicar que los primeros tiros ocurrieron en o salieron del edificio Chihuahua Si fueron disparados por estudiantes extremistas o por agentes de seguridad vestidos de civil en el edificio sigue siendo un punto de mucha controversia El hecho de que el general de (Fusileros) Paracaidistas José Hernández Toledo fue herido mientras usaba un altoparlante para urgir a la concurrencia a dispersarse pacíficamente sugiere fuertemente que el primer tiro no provino del Ejército Quizá la cuestión de quién disparó el primer tiro nunca se sepa y es, en todo caso, académica
12 El interrogatorio de un gran número de personas (se ha informado que más de 2,000) detenidas en Tlatelolco ha tomado un tiempo considerable La gran mayoría ha sido liberada, pero la operación capturó a un número de extremistas y a sus líderes El gobierno parece creer que el resultado ha sido sustancial en desmembrar a la organización terrorista La técnica de declaraciones públicas de líderes terroristas frente a la prensa ha sido probablemente efectiva en crear miedo, desconfianza mutua e incertidumbre entre los estudiantes en general, así como entre los elementos restantes del grupo terrorista
13 Respecto de las declaraciones públicas sobre conspiración extranjera, es importante notar el uso frecuente en México del chivo expiatorio extranjero y, en esta instancia, están diseñadas para desacreditar al movimiento estudiantil y tal vez, hasta cierto grado, desviar la atención de las largas raíces locales del problema El gobierno ha inferido varias veces la participación soviética y/o cubana, mientras que algunos elementos de la izquierda han culpado a la CIA o el FBI La declaración de Cárdenas no es específica, pero, dado sus prejuicios, puede ser que esté pensando en nosotros Sócrates Amado Campos Lemus cambió el enfoque de la participación extranjera a la posible culpabilidad de políticos locales desleales Se puede pensar que con tantos extranjeros en la ciudad para los Juegos, el gobierno de México no quiere que el enfoque esté en el ángulo extranjero, pero, después de los Juegos Olímpicos, especialmente si vuelven a resurgir los desórdenes estudiantiles, el tema pueda salir de nuevo
Freeman
Dos días después, el telegrama del embajador estaba en el escritorio de Walt Rostow, asesor especial del presidente Lyndon Johnson y experto en temas de seguridad nacional
En papel membretado de la Casa Blanca, alguien escribió:
14 de octubre de 1968
Memo para Walt Rostow
Tema: Disturbios en México
El cable adjunto proveniente de la Ciudad de México contiene un buen análisis sobre los recientes disturbios y valora lo que se sabe sobre influencia extranjera
La mejor evidencia sugiere que la violencia fue iniciada por grupos extremistas pequeños y bien organizados y que la influencia extranjera fue probablemente una factor menor
Sobre el nombre de Rostow hay una paloma, lo que indica, en los usos del gobierno estadunidense, que el funcionario seguramente leyó el memo
El fin (del principio)
“Desde el 18 de octubre, la situación estudiantil en México continúa estando relativamente calmada”, dice el resumen de otro reporte de inteligencia militar, elaborado en diciembre de 1968
Y describe hechos ocurridos en ese mes, como la suspensión de una marcha de Ciudad Universitaria al Casco de Santo Tomás, del IPN, después de la intervención de soldados y policías Y agrega:
A causa de la posibilidad de disturbios, se anunció: Que el 19 de diciembre no habría clases en la UNAM o en los campus de Santo Tomás y Zacatenco por lo que queda del año, y los estudiantes del IPN y de la UNAM anunciaron que sus actividades de huelga serían suspendidas por el resto de 1968
Comentarios:
La suspensión de clases por el resto del año permitirá que las festividades transcurran normalmente; sin embargo, algunos (tachón) creen que más disturbios están en cierne y que los disturbios estudiantiles resurgirán de nuevo en enero de 1969
Para junio del 69, los analistas del Pentágono habían modificado sus predicciones: “Los estudiantes mexicanos no se arriesgarán a otra confrontación violenta con las autoridades mexicanas”, dice, en su sumario, otro reporte de inteligencia militar
¿La razón?
Tal vez porque “cambió la opinión pública” O quizá también porque “Luis Echeverría Alvarez, actualmente secretario de Gobernación, posiblemente sea escogido como nuevo presidente de México”
El texto, fechado, según un sello, el 2 de junio de 1969, tiene una advertencia en mayúsculas: “Este informe no debe ser distribuido en el extranjero, pues tal distribución puede comprometer a la fuente de esta información”
Uno de los párrafos está totalmente tachado, aparentemente el que está dedicado al destape anticipado de Echeverría

El otro dice: “(tachón) él cree que ellos no se arriesgarán a otra confrontación con las autoridades (tachón) diciendo que, justo después de las manifestaciones del otoño último, y su resultado sangriento, el pueblo de México era inicialmente pro estudiantes y estaba enojado con las fuertes medidas que habían adoptado las autoridades Después, cambió la opinión pública, y el pueblo pasó a creer que los estudiantes tenían la culpa de las manifestaciones y sus resultados A causa de este cambio en la opinión pública, los líderes estudiantiles creen serán responsabilizados por futuros desórdenes y que el pueblo no los apoyará

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