3 oct 2017

Cuánto le cuesta mentir al ISIS.., Abu Abd Abdulbar al Ameriki (El americano)?

Cuánto le cuesta mentir al ISIS
La declaración sobre el ataque en Las Vegas, que carece de credibilidad, es el intento más atrevido y descabellado del grupo yihadista por apuntarse una matanza de gran eco mediático
ÓSCAR GUTIÉRREZ


El País, Madrid 3 OCT 2017
Ejemplos de información falsa distribuida por el Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) hay unos cuantos. Empezando por los más recientes y cercanos: los atentados en Cataluña de agosto. La nota que Amaq, una suerte de agencia afín al grupo, incluyó varios de los bulos que corrían por las redes en la tarde de ese 17 de agosto, como por ejemplo la toma de rehenes a punta de fusil en un local de La Rambla (Barcelona). Estos errores son habituales en los órganos de propaganda de la organización liderada por Abubaker al Bagdadi, entre otras cosas porque son pocos los casos en los que cuenta con información propia o vínculo con los ataques. Pero con los atentados en España fue más allá: el 9 de septiembre, el ISIS envió a su particular quiosco virtual el número 13 de su revista Rumiyah (Roma). En el apartado dedicado al "ataque en España", la publicación, en lengua inglesa, se inventaba al menos otras dos cosas: que fueron dos los comandos que actuaron y que el Gobierno elevó el nivel de alerta a 4 de 5. Falso.

Las declaraciones emitidas tras la masacre de este domingo en Las Vegas, con 59 muertos, han alcanzado una nueva cota en la maquinaria de propaganda e invenciones del ISIS, que mantiene un imponente eco mediático pese a que por el camino se deja su credibilidad. Primero, una rara avis en el ritmo de publicaciones tras el tiroteo de Las Vegas: Amaq lanzó hasta dos notas en las que informaba, por un lado, de que el autor del tiroteo era uno de sus "soldados" y, por otro, de que se había convertido al islam recientemente. La agencia estaba hablando del estadounidense Stephen Paddock, contable retirado de 64 años, aficionado al juego. En segundo lugar, poco después, otro de los brazos mediáticos del grupo, Nashir, ampliaba la información y usaba el siguiente nombre de guerra para identificar a Paddock: Abu Abd Abdulbar al Ameriki (El americano).
Comunicado de Amaq, medio afín al ISIS: "El atacante de Las Vegas es un soldado del Estado Islámico que perpetró el ataque en respuesta a las llamadas contra los países de la coalición"
Es inusual que el grupo difunda más de un comunicado para asumir la autoría de un atentado. Pero más inusual en la esfera yihadista actual es el perfil del atacante o su modus operandi. La generación captada por el ISIS para sus ataques está más cerca de los 20 que de los 30 años. Quizá el autor del atentado en Westminster (Londres), Khalid Masood, de 52 años, se escape a este patrón, pero el británico converso dio buenas pruebas de su radicalización, aunque en modo alguno se registraron evidencias de vínculos con el ISIS. Paddock, además, decidió quitarse la vida cuando sintió que llegaba el equipo de operaciones especiales a su habitación. El suicidio está prohibido en el islam, solo justificado en la ideología yihadista si persigue el martirio en una acción contra el enemigo. No fue el caso en Las Vegas.
Como coinciden en señalar los expertos en yihadismo y así constata la Red, los chats de afines al ISIS estaban especialmente tranquilos tras las noticias del ataque en Las Vegas. Fue tras los comunicados de Amaq y Nashir cuando empezaron a calentarse, pese a lo peregrino de vincular a atacante y grupo yihadista. Uno de esos expertos, Michael S. Smith II, consultó a un miembro del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes de EE UU. Y esto le dijo entre otras cosas: "Cuando el ISIS ha asumido ataques en Occidente, los terroristas responsables han atribuido explícitamente sus atentados al grupo (...) o los investigadores han revelado algún vínculo con el grupo".
Así fue, por ejemplo, con la célula de Ripoll que atentó en Barcelona y Cambrils. No se ha demostrado aún vínculo directo con la organización del ISIS, pero uno de los autos judiciales incluía información de una nota hallada al imán Abdelbaki Es Satty en la que se dirigía a "los soldados del Estado Islámico". Otro ejemplo: el ataque perpetrado por Omar Mateen el 12 de junio de 2016 en Orlando (Florida), que dejó 49 víctimas mortales, fue reclamado por el ISIS. Mateen no tuvo vínculo alguno con la organización, se llegó a definir como fiel a Al Qaeda y Hezbolá a la vez, pero sí llegó a jurar lealtad al ISIS en una llamada telefónica realizada durante la matanza. Nada de esto pasó en Las Vegas.
En los últimos meses, los órganos de propaganda del ISIS han asumido sucesos bastante inverosímiles. El ejemplo más notable fue el tiroteo e incendio de un casino en Manila (Filipinas) el pasado 2 de junio. Una nota del grupo yihadista asumió el atentado, en un contexto de ascenso yihadista en el sur del país asiático. Pero la realidad fue muy diferente: las autoridades afirmaron que el autor del asalto al casino fue un individuo, jugador habitual, que quizá había perdido dinero. Las 36 víctimas murieron asfixiadas por el incendio que provocó el atacante, que acabó quitándose la vida en la habitación del hotel del casino.
Mentiras a parte, el monstruo propagandístico del ISIS, en un golpe psicológico, se ha introducido en la cobertura de la última matanza en suelo de su archienemigo EE UU. Como señala en un análisis breve en Twitter Paul Cruickshank, del Centro de Combate al Terrorismo de West Point (EE UU), "el ISIS, desesperado [por obtener] atención, asumirá cualquier cosa estos días a sabiendas de que sus seguidores no creerán a los Gobierno o medios de comunicación". Muchos analistas coinciden en que la desesperanza del ISIS proviene de sus pérdidas en el terreno. Esta derrota, además, ha llevado al grupo yihadista, con cada vez más dificultades para mantener una estructura de mando,  a improvisar sobre la marcha, política de comunicación incluida.

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