21 sept 2018

Las cartas filtradas al Bild de Benedicto XVI

En dos cartas privadas filtradas este 20 de septiembre por medios internacionales, Benedicto XVI defendió su decisión de renunciar al pontificado así como el título de Papa Emérito que asumió desde entonces.
Según las cartas, Benedicto XVI señaló que entiende “el profundo dolor” que el fin de su pontificado provocó en los cardenales y en otros católicos. Pero también advirtió que en algunos el dolor “se convirtió en una ira que ya no solo se dirige a mí, sino a mi persona y mi pontificado como un todo”.

Según indica el diario alemán Bild las cartas fueron enviadas en noviembre de 2017. Aunque este medio no identifica al “cardenal alemán” que las recibió, el diario estadounidense The New York Times afirma que se trata del Cardenal Walter Brandmüller.
En sus misivas, Benedicto XVI se refirió a las críticas que ha recibido por usar el título de “Papa Emérito”. Advirtió que “de esta manera el pontificado mismo está siendo devaluado en combinación con la tristeza por la situación de la Iglesia hoy”.
Según Bild, Benedicto XVI defendió su decisión escribiendo que si un cardenal conocía “una mejor forma” para su accionar, “y por lo tanto cree que puede juzgar lo que yo decidí, entonces por favor dígamela”.

En entrevista concedida a un diario alemán en octubre de 2017, el Cardenal Brandmüller expresó su preocupación respecto a la idea de un “Papa Emérito”, algo que “no existe en toda la historia de la Iglesia”. “El hecho de que un Papa llegara y derribara una tradición de 2.000 años de antigüedad no solo nos dejó boquiabiertos a los cardenales”, agregó.
Las dos cartas privadas de Benedicto serían una respuesta a estos comentarios. En la primera del 9 de noviembre de 2017, Joseph Ratzinger escribió: “Usted dijo que con ‘Papa Emérito’ he creado una figura que nunca ha existido en toda la historia de la Iglesia. Usted sabe muy bien, por supuesto, que los Papas han abdicado, aunque muy raramente. ¿Qué fueron luego? ¿Papas Eméritos o qué otra cosa?”
Benedicto XVI también propuso el ejemplo del Papa Pío XII, que pensó en renunciar en 1944 ante la posibilidad de que los nazis lo arrestaran cuando ocupaban Italia. Eugenio Pacelli había considerado volver al rango de cardenal si era capturado.
Benedicto XVI escribió que, a diferencia de la situación de Pío XII, “ciertamente no habría sido sensato” que volviese a ser cardenal, ya que “habría estado constantemente expuesto en los medios como lo está uno de ellos, incluso más porque la gente me vería como el ex Papa”.
“Ya sea que hubiera sido a propósito o no, esto podría haber tenido difíciles consecuencias, especialmente en el contexto de la situación actual”, agregó.
Benedicto XVI también explicó que le preocupaba que, con sus comentarios sobre el ministerio y decisiones de su eventual sucesor, se diera la impresión de que hay dos Papas, cuando no es así.
“Con ‘Papa Emérito’ traté de crear una situación en la que yo no soy para nada accesible a los medios y en la que queda completamente claro quién es el único Papa”, precisó.
En la segunda carta del 23 de noviembre de 2017, Benedicto XVI escribió que estaba preocupado por la entrevista que dio en octubre de ese año el Cardenal Brandmüller al Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Benedicto XVI dijo que las palabras del Cardenal Brandmüller podrían promover el tipo de agitación que inspiró “The abdication” (La abdicación), libro de Fabrizio Grasso en el que se afirma que tener papas eméritos puede destruir la autoridad papal.
El Cardenal Brandmüller es uno de los cuatro cardenales que firmaron las dubbia, un documento de septiembre de 2016 que solicita al Papa Francisco aclarar algunas cuestiones sobre la comunión a los divorciados en nueva unión, a partir de la exhortación apostólica Amoris laetitia.
Los otros tres son los cardenales Burke, Caffarra y Meisner. Estos dos últimos fallecieron en 2017.
Fuente....ACI Prensa...Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA

https://www.catholicnewsagency.com/news/benedict-xvi-defends-resignation-and-title-pope-emeritus-in-private-letters-71782
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Benedicto XVI escribió: basta, Papa hay uno solo, y no soy yo
Las cartas de Ratzinger al cardenal Walter Brandmüller publicadas por “Bild” son el último intento para instrumentalizar al Papa emérito por parte de los presuntos ratzingerianos
Vatican Insider, 21/09/2018 
ANDREA TORNIELLI
CIUDAD DEL VATICANO
La del Papa emérito al cardenal Walter Brandmüller, publicada por “Bild”, no era una carta. En realidad eran dos. En la primera, escrita el 9 de noviembre de 2017, Benedicto XVI comentó la entrevista que Brandmüller concedió el 28 de octubre a la Frankfurter Allgemeine Zeitung. La segunda es del 23 de noviembre y Ratzinger la escribió para responder a una carta del cardenal. Ambas cartas, inicialmente presentadas como una sola, fueron divulgadas para tratar de contraponer al Papa emérito con el Papa reinante. 
  Vale la pena examinar principalmente la primera de ellas. Benedicto XVI responde a las afirmaciones de Brandmüller sobre la renuncia al Pontificado. El cardenal, estudioso de historia de la Iglesia, había afirmado que Ratzinger, al decidir hacerse llamar “Papa emérito” había creado una figura inexistente en toda la historia de la Iglesia. El directo interesado responde de esta manera: «Usted, obviamente, sabe muy bien que (aunque en raras ocasiones) ha habido Papas que se han retirado. ¿Qué eran después? ¿Papas eméritos? ¿O qué más?». 
  Benedicto XVI pone un ejemplo, que ha provocado muchas especulaciones. «Como usted sabe –escribió Ratzinger a Brandmüller– Pío XI dejó claro que en el caso de que hubiera sido arrestado por los nazis, al momento del arresto ya no habría sido Papa. No sabemos si esta vuelta al cardenalato habría sido efectivamente simple». Benedicto se refiere aquí a la carta que el Papa Pacelli dejó en caso de deportación: el colegio cardenalicio habría debido considerarlo cesado y proceder con la elección de su sucesor. «Así, los nazis deportarán al cardenal Pacelli, no al Papa», dijo Pío XII a sus colaboradores. El ejemplo del Papa deportado por los nazis ha provocado agitación entre los complotistas: ¿por qué Benedicto XVI citó precisamente este ejemplo? ¿Tal vez él mismo renunció porque se vio obligado, porque temía? 
  Leyendo el resto de la carta, queda evidente que se cita el ejemplo en relación con la vuelta del Papa que renuncia al colegio cardenalicio. «En mi caso –escribió Ratzinger a Brandmüller– seguramente no habría sido sensato declarar simplemente una vuelta al cardenalato. Habría estado permanentemente expuesto al público como, precisamente, un cardenal (es más, mucho más, en él habrían visto al ex Papa. Esto habría podido conducir, queriendo o no, sobre todo en el contexto de la situación actual, a consecuencias pesadas. Con el Papa emérito traté de crear una situación en la que yo fuera absolutamente inaccesible para los medios de comunicación yen la que quedara claro que hay un solo Papa. Si usted conoce una vía mejor y cree poder condenar la que he elegido, le ruego que me lo diga». 
  Entonces, Benedicto, desmontando una vez más absurdas teorías sobre el “papado compartido”, sobre el Papa que renunció pero no del todo, sobre el Papa que sigue siendo el verdadero Papa, así como las tonterías pseudo canónicas sobre la existencia de un “munus petrinus” que se puede separar de su ejercicio (con el que el “munus” permanecería con aquel que ya no lo ejerce), trató de dar por concluida la cuestión sobre las elucubraciones alrededor de su renuncia. 
  Brandmüller respondió a esta carta el 15 de noviembre de 2017, pidiendo perdón por las afirmaciones sostenidas en la entrevista: se dice dolido y asegura que ya no volverá a decir nada más al respecto, pero insistió, seguramente, sobre el “dolor” que ha provocado la decisión de la renuncia. El Papa emérito, que evidentemente quedó herido con las palabras de Brandmüller, replicó el 23 de noviembre, con una nueva carta, en la que agradeció su compromiso de no cuestionar más su renuncia.    
Después Ratzinger añadió: «puedo comprender el profundo dolor que usted y muchos otros han sentido con el final de mi Pontificado, pero el dolor, así me parece, en algunos y también en usted se ha convertido en una rabia que ya no solo se relaciona con la renuncia, sino que se extiende cada vez más hacia mi persona y mi Pontificado en su conjunto». «De esta manera, el Pontificado mismo es menospreciado y se confunde con la tristeza sobre la situación de la Iglesia hoy». El Papa emérito concluyó invitando a Brandmüller a rezar para que «el Señor venga a ayudar a Su Iglesia. Con mi apostólica bendición, suyo, Benedicto XVI». 
  La frase sobre la «situación de la Iglesia hoy» ha sido retomada como un juicio duro del Papa emérito sobre su sucesor, aunque parezca una lectura simplista y reductiva: la situación de la Iglesia hoy es la situación de la Iglesia de nuestro tiempo, no solo identificable con los últimos cinco años. Si fuera de esta manera, habría que suponer que los problemas, los abusos sexuales, la infidelidad del clero, la disidencia doctrinal son fenómenos que han surgido de repente a partir de 2013 y que hasta ese momento la vida de la Iglesia era ideal. Además, precisamente el mismo Joseph Ratzinger, cuando todavía era un joven y brillante teólogo, en octubre de 1958, escribió un ensayo titulado “Diue neuen Heiden und die Kirche”, “Los nuevos paganos y la Iglesia”. Los temores de que la Iglesia se estuviera “mundanizando” ya estaban presentes entonces en su reflexión teológica. 
  Lo que es cierto es que la publicación de las cartas de Brandmüller representa el último episodio del intento por manipular la figura del Papa emérito. Hay que preguntarse por qué el anciano cardenal alemán haya puesto en circulación las dos cartas: es difícil imaginar que “Bild” las haya de su vivienda en el Vaticano, pues se trata de ejemplares en papel y no de archivos que se encuentran en un disco duro. En cuestión está la red eclesiástico-mediática, con apoyos en el Vaticano, que ha protagonizado los cotidianos ataques en contra del Papa Francisco. Una red que ha tratado de enrolar en varias ocasiones a Benedicto XVI. 
  Además, la discusión sobre la figura, todavía no codificada, el “Papa emérito” es un tema sobre el cual la Iglesia tendrá que reflexionar en el futuro. Benedicto XVI tomó una decisión, pero, inteligentemente, decidió no codificarla. No hay duda de que la decisión de conservar el nombre pontifical, el hábito blanco y el título de “Papa emérito” (en el que la palabra Papa está antes que el adjetivo emérito), además de algunas declaraciones de sus colaboradores, han contribuido a fomentar dudas, incertidumbres e incluso, en algunos, la idea de un Papa emérito todavía un poco Papa, que se convierte en punto de referencia para los grupos de los desilusionados del Papa reinante. 
  (Ha colaborado Iacopo Scaramuzzi)  

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Benedicto XVI y las protestas por su renuncia: rabia contra mi persona Un intercambio epistolar (de noviembre de 2017)
El periódico “Bild” publicó pasajes de una carta de respuesta a las críticas de un cardenal alemán por la decisión de renunciar al Pontificado
Vatican Insider, 20/09/2018
IACOPO SCARAMUZZI
CIUDAD DEL VATICANO
   Un intercambio epistolar (de noviembre de 2017) entre Benedicto XVI y un «cardenal alemán». El que publicó algunos fragmentos de la carta del Papa emérito (a menudo citado por quienes supuestamente lo apoyan en operaciones nostálgicas) fue el periódico popular alemán “Bild”, según el cual el purpurado en cuestión, cuyo nombre no se indica en el periódico (pero que con toda probabilidad es Walter Brandmüller), en una entrevista criticó a Joseph Ratzinger por la decisión sin precedentes de renunciar al Pontificado, abandonando a una Iglesia en crisis. 
  
«Puedo comprender el profundo dolor que usted y muchos habrán sentido con el fin de mi Pontificado», es una de las frases de la carta de Benedicto XVI publicada por “Bild”, «pero el dolor, en algunos (así me parece) y en usted, se ha convertido en una rabia que no solo tiene que ver con la renuncia, sino que se extiende cada vez más hacia mi persona y mi Pontificado en su conjunto». Continúa: «Si usted conoce una manera mejor (que la renuncia, ndr.) y cree poder condenar la que elegí, le ruego que me lo diga». Y las últimas frases de la carta de Ratzinger citada por el periódico son: «mejor recemos, como hizo al final de su Carta, para que el Señor venga a ayudar a Su Iglesia. Con mi apostólica bendición, suyo, Benedicto XVI». 
  
Una carta que el secretario particular de Benedicto XVI, monseñor Georg Gänswein, no quiso comentar con “Bild”. El periódico alemán recuerda como sea la reciente intervención sobre los abusos sexuales estadounidenses, en la que el mismo Gänswein los compraró con el 11 de septiembre de la Iglesia. 

  

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