13 nov 2006

Reportaje de Juan Veledíaz

La guerrilla después del EZLN/JUAN VELEDÍAZ, reportero

El Universal, Lunes 13 de noviembre de 2006
Desde abril de 2001, poco después de que se dieran los bombazos a unas oficinas de Banamex en el DF, Tiburcio Cruz Sánchez se convirtió en el hombre más buscado por los servicios de inteligencia civil y militar del país. Porque ese sería su nombre real, de acuerdo con funcionarios del Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional), quienes lo identificaron en aquel año, como quien se presenta como un "luchador social" pero que desde hace más de una década vive en la clandestinidad con el nombre de Francisco Cerezo Quiroz, padre de Alejandro, Héctor y Antonio Cerezo Contreras, detenidos en agosto de aquel año acusados de la autoría de las explosiones.
Tiburcio Cruz Sánchez, identificado hoy como uno de los principales líderes del EPR (Ejército Popular Revolucionario), fue junto con el fallecido Héctor Heladio Hernández Torres y el exiliado José María Ortiz Vides, uno de los fundadores de la Unión del Pueblo (UP), una de las guerrillas más antiguas del país surgida en los años 60. De acuerdo con documentos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) depositados en la galería uno del Archivo General de la Nación (AGN), esta organización se caracterizó por su propensión a colocar artefactos explosivos en aquella época en oficinas de gobierno en Jalisco, Oaxaca, el DF y el estado de México, así como en sedes de bancos, oficinas distritales del PRI y estatuas de los considerados próceres de ese partido. A este grupo que se decantaba por poner bombas, la DFS lo identificó como Los Bomberos, una célula de la UP cuyas acciones tenían como finalidad "hostilizar al grupo burgués en el poder generando terror".

Una paradoja que no dejó de llamar la atención luego de la detención de los hermanos Cerezo fue que quienes se atribuyeron la autoría de las explosiones en Banamex, días después de ocurridas, fueron las FARP (Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo), un grupo guerrillero presuntamente antagónico al EPR.
A lo largo de los años de la década del 60 y 70 la Unión del Pueblo tuvo poca importancia como guerrilla organizada hasta que en 1978 se convirtió en PROCUP (Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo) y tiempo después en 1981, se fusionó con lo que quedó del Partido de los Pobres (PDLP), una organización que reaparecía luego de haber sido casi aniquilada por el Ejército, pues quedó como resquicio del movimiento que con estas siglas encabezó en Guerrero Lucio Cabañas, muerto en diciembre de 1974.
La unión PROCUP-PDLP se realizó con ex militantes dispersos de otras guerrillas, y se hicieron célebres en la década de los 80 por sus secuestros de militantes de izquierda y ejecuciones de ex guerrilleros a quienes consideraban traidores al movimiento.
Una vertiente del PROCUP-PDLP considerada importante por especialistas en movimientos armados y funcionarios de las áreas de inteligencia del gobierno federal, fue la que en 1994 se reagrupó con otras organizaciones para formar lo que dos años después, en junio de 1996, se presentó en Aguas Blancas, Guerrero, como EPR.
Las rupturas
A partir de 1994, luego de la irrupción del EZLN, la Defensa Nacional y el Cisen identificaron varios grupos que reactivaron sus células clandestinas para reaparecer como guerrilla unificada. En una serie de notas periodísticas aparecidas en aquellos años compiladas y analizadas por el politólogo y especialista en movimientos armados Jorge Lofredo en su estudio La guerrilla mexicana, de la unidad a la ruptura, se registraron los grupos y organizaciones encabezados por el PROCUP-PDLP que se unieron para constituir el EPR: el Ejército de Liberación de la Sierra del Sur, el Movimiento Popular Revolucionario, los Comandos Armados Mexicanos, las Brigadas Obreras de Autodefensa, la Organización Revolucionaria Armada del Pueblo (ORAP) y la Unión de Comandos Revolucionarios, entre otras.
Entre 1998 y 1999 se conocieron las primeras rupturas al interior del EPR, de las que surgieron el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y las citadas FARP, las cuales junto a otras organizaciones de presencia regional como el Ejército Villista Revolucionario del Pueblo (EVRP) y el Comando Justiciero 28 de Junio (CJ-28) crearon en el año 2001 la Coordinadora Guerrillera Nacional José María Morelos y Pavón (CGNJMM).
El ERPI es considerado como la primera ruptura importante al interior del EPR, que se concretó en enero y junio de 1998. "Se diferencian del eperrismo por la estrategia insurreccional que proclaman y la cercanía con pueblos y comunidades, impulsando la toma de decisiones de las bases para realizar acciones militares. Proyectaron contactos con organizaciones sociales para garantizar su seguridad y, a la vez, una mayor penetración erpista en sectores no clandestinos ni armados; y también es el grupo con mayor cercanía ideológica con el Ejercito Zapatista. Señalan que el proceso de dispersión del EPR marca la tercera generación de la guerrilla mexicana", escribe Lofredo.
El ERPI fue en la práctica anulado por la Policía Federal Preventiva cuando en 1998, luego de una serie de acciones armadas, fueron detenidos Jacobo Silva Nogales, alias comandante Antonio, y Gloria Arena Agis, comandante Aurora, quienes fueron recluidos en una cárcel de alta seguridad y sentenciados a 50 años de prisión.
La ruptura de las FARP con el EPR data de 1998; sus acciones militares son mínimas en esos meses pues sólo se dedicaron a realizar actos de propaganda armada en Puebla y Morelos como paso previo a su presentación pública en Xochimilco en el año 2000. Su estrategia continuó pero ahora en los estados de Guerrero y Oaxaca. En mayo de 2001, agrupado junto con el EVRP y el CJ-28 como Coordinadora Guerrillera Nacional, realizan un ataque armado a un retén policial en Acapulco, poco después de que se adjudicaran la autoría de los bombazos en Banamex.
La cabeza visible del autodenominado Ejército Villista (EVRP) se hace llamar comandante Roldán, quien abandonó el EPR en febrero de 1999 y no es sino hasta diciembre de ese año cuando emitió, con estas siglas, su primer comunicado. En esta organización confluyeron integrantes del autodenominado Comando Armado Francisco Villa y de la Organización Revolucionaria Armada del Pueblo (ORAP), agrupaciones consideradas fundadoras del EPR.
Durante agosto y octubre de 1999, mes en que se conoce el primer escrito de la denominada Tendencia Democrática Revolucionaria (TDR), el comandante José Arturo rompe con la cúpula eperrista para estructurar esta nueva agrupación. El antecedente del TDR se localiza al interior del EPR cuando era sólo una corriente de opinión, escribe Lofredo, pues anteriormente José Arturo junto a Francisco y Roldán ahora del EVRP, eran parte de la primera cúpula eperrista.
El CJ-28 que irrumpió el 28 de junio de 1998, en el segundo aniversario de la masacre de Aguas Blancas, cuya fecha toman como distintivo, puede estar identificado, añade en su análisis el politólogo, como una escisión del ERPI, pues en sus comunicados aseguran existir de mucho tiempo atrás sin que se identifiquen como escisión del EPR, a quien no descartan en un futuro como posibles aliados.
Tras el proceso de ruptura al interior del EPR surgieron una serie de grupos cuyos orígenes no se vinculan de manera directa con esta guerrilla, de acuerdo con el estudio de Lofredo. Estas organizaciones son el Ejército Socialista Insurgente (ESI), el Ejército Revolucionario del Sureste (ERS), el Comando México Bárbaro (CMB), Ejército Justiciero del Pueblo Indefenso (EJPI), la Nueva Brigada Campesina de Ajusticiamiento (NBCA) y el Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos (MRLCB).
De estas organizaciones se conocen pronunciamientos y comunicados, los cuales se pueden consultar en internet (www.cedema.org), pero no hay registro de su participación en acciones armadas salvo las dos últimas, cuyos líderes se adjudicaron en unos comunicados la autoría de algunas de las explosiones del pasado lunes 6 de noviembre.
Por estos días, hace ahora dos años, en noviembre del 2004 Tiburcio Cruz Sánchez fue ubicado en el poblado de San Juan Ixtayopan, en la delegación Tláhuac, por agentes de la PFP quienes lo tenían identificado de tiempo atrás en una casa de seguridad la cual presuntamente funcionaba como lugar de reunión para la comandancia del EPR. La presencia policial fue aprovechada por los simpatizantes del grupo, quienes generaron el rumor de que los policías federales se querían robar unos niños, lo que llevó a que la población se enardeciera y los linchara.

Con ese episodio como antecedente, el EPR sigue considerado por las autoridades como un grupo armado con capacidad de organización, movimiento y manejo de armas y explosivos. Para la Secretaría de la Defensa Nacional, en respuesta a una solicitud de información, los grupos guerrilleros que operan en el país, después de la aparición del EZLN en 1994, son el EPR y sus seis ramificaciones: el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), la Tendencia Democrática Revolucionaria del EPR (TDR-EPR), el Comando Justiciero 28 de Junio (CJ-28 de Junio), el Ejército Villista Revolucionario del Pueblo (EVRP), las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) y el Comando Jaramillista Morelense 23 de Mayo (CJM-23 de Mayo). De todos ellos, el más activo, al menos en comunicados y en pronunciamientos para adjudicarse acciones armadas, resulta ser la última escisión eperrista conocida como TDR-EPR.

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