31 ago 2009

Carta abierta sobre CONAPRED

A la sociedad mexicana
Situación preocupante en el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación
Quienes firmamos este documento somos los diecinueve integrantes de la Asamblea Ciudadana del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), instancia autorizada por la ley respectiva para actuar como consejo social, vigilar y coadyuvar al cumplimiento de sus objetivos.
Nos une la inconformidad por la deficiente conducción del CONAPRED por parte de su actual
titular, la Ing. Perla Bustamante Corona, quien asumió el cargo el 11 de diciembre de 2008. Esta conducción ha redundado en el incumplimiento de las obligaciones legales de la institución y, especialmente, en su debilitamiento como interlocutora ante numerosas organizaciones de la sociedad civil que la apoyaban, ante el gobierno federal como el primer obligado para aplicar el Programa Nacional contra la Discriminación, ante gobiernos estatales, el poder legislativo y la opinión pública.
Los firmantes somos individualidades de distintas formaciones, credos, disciplinas profesionales y opiniones políticas. Somos una muestra de la pluralidad de pensamiento del país. Llegamos a la Asamblea Consultiva por votación de la Junta de gobierno del CONAPRED, dado nuestro perfil como especialistas en los diversos temas de la discriminación y/ o como compañeros de ruta reconocidos en el proceso del combate a los mismos. Sin embargo, aquí ocurre lo que pocas veces se ha visto: que el 100 por ciento de un consejo ciudadano coincida en manifestar las mismas preocupaciones acerca de la situación que guarda una institución que es al mismo tiempo un órgano social, tan necesario como éste, para combatir la desigualdad, la inequidad y la intolerancia entre mexicanos.
ALGUNOS PROBLEMAS
Todos, de distintos modos y en distintos momentos, podemos testificar que el CONAPRED padece hoy varios problemas que antes no padecía y que se han visto sumados, empalmados y multiplicados por su deficiente dirección.
Incumplimiento de metas y programas. La Junta de Gobierno y otras dependencias vinculadas le han rechazado a la Ing. Bustamante el Plan Nacional contra la Discriminación y el Programa Anual de 2009, debido a las deficiencias evidentes con las que dichos documentos fueron preparados y presentados.
Acelerado aislamiento social. Desde el inicio de esta presidencia los vínculos con organismos y organizaciones sociales que luchan contra la discriminación y la intolerancia y por la igualdad y la equidad se han deteriorado, debido a las deficientes formas de convocar, al incumplimiento de compromisos de agendas comunes y de tareas pactadas, a una insensibilidad tan considerable en el trato que algunos la califican de discriminatoria, al hecho de haber paralizado la promoción y la vigilancia de las políticas públicas transversales y al no hacerse presente en muchos casos públicos de discriminación evidente.
Desaciertos administrativos.
Los problemas internos se iniciaron con las auditorias discrecionales, los despidos injustificados, el patente mal trato al personal, las contrataciones de directivos sin respeto al perfil del cargo y un estilo personal impositivo que derivó en renuncias de nuevos funcionario, inconformes con las formas de conducir la administración.
Todo eso ha conducido a la limitación de la eficacia y de la agenda del CONAPRED ante los asuntos nacionales relacionados con la discriminación y los derechos humanos, a su desvalorización pública como la entidad defensora de los discriminados, a la disminución del número de quejas y solicitudes de apoyo que antes atendía: En una palabra, a su aislamiento de la sociedad a la que su misión exige defender, y en estos momentos en los que muchos mexicanos padecen un serio deterioro a sus derechos humanos.
Recordemos que entre 2004 y 2008 y gracias al prestigio y la eficacia del CONAPRED, México fue un actor internacional de peso en la lucha legal y social mundial contra la discriminación. Fue el CONAPRED quien redactó e impulsó la Convención Internacional para los Derechos de las Personas con Discapacidad, y que logró que dicha convención fuera aprobada (diciembre 2006) y elevada al rango de norma jurídica internacional por la Asamblea General de la ONU (marzo 2007).
Lo anteriormente manifestado en esta carta va a redundar con toda seguridad en el hecho, que sería sumamente grave, de que México ya no estuviera a la altura de sostenerse en el lugar de prestigio que tanto trabajo le costó ganar en la agenda internacional de combate a la discriminación. Ello nos preocupa sobremanera.
EL FONDO
La causa de fondo de todos estos serios problemas fue el hecho de que tras el sentido fallecimiento de Gilberto Rincón Gallardo, Presidente Fundador del CONAPRED, el gobierno federal nombrara como su sustituta a una persona como la Ing. Perla Bustamante, cuyo perfil es el de una atleta paralímpica pero que no estaba ni está en ningún modo capacitada para la nada fácil y muy especializada tarea de conducir a una institución como ésta.
Esta decisión del Ejecutivo ocurrió a pesar de que durante meses, en forma respetuosa y abierta, los abajo firmantes manifestamos que quien ocupara ese cargo debería apegarse a un perfil de conocimiento de las causas, de las problemáticas y de las leyes que crearon al CONAPRED; de una visión de Estado; de la capacidad de diseñar políticas públicas directas y transversales que ataquen las diversas formas de la discriminación, las que muchas veces se entrelazan victimizando, excluyendo o marginando a un número considerable y diverso de nuestros ciudadanos; de la capacidad probada de dirigir una institución pública y de una trayectoria de respetabilidad y de aceptación política y social plural, que facilitara su interlocución y el cumplimiento de la ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y el Programa Nacional contra la Discriminación.
No se nos escuchó. No se atendió esa necesidad. El nombramiento se hizo sin apego al perfil, sin la cortesía mínima de consultar a esta Asamblea ciudadana y/o de ponerlo a discusión con la Junta Directiva del Consejo.
No obstante, los asambleístas procedimos institucionalmente: esperamos por meses a que la nueva funcionaria convocara al primer encuentro con la Asamblea Consultiva, pero inexplicablemente ella se negaba. Al surgir los primeros problemas logramos que aceptara convocar legalmente a una reunión extraordinaria. Allí, presentamos ante ella nuestros perfiles y trayectorias, con el afán de que viera en nosotros a aliados comprometidos con la causa del CONAPRED. También propusimos salidas.
Después de ello, por consenso, decidimos continuar como consejeros ciudadanos y conceder el beneficio de la duda a la nueva presidenta, con la esperanza de que asumiera completamente el mando, revelara su estilo de trabajo y demostrara capacidad para cumplir con su responsabilidad. Cumplimos con el calendario de reuniones, seguimos detectando fallas, hicimos las primeras críticas, pero también seguimos proponiendo soluciones y expresamos nuestra intención de apoyar directamente en tareas, aunque ello no fuese estrictamente nuestra responsabilidad legal.
La Asamblea hizo todo lo posible para que la conducción del CONAPRED mejorara. En la más reciente reunión recibimos informes escritos que mostraban trabajo, empeño de la presidenta y de algunos de los nuevos funcionarios, pero confirmamos que se trabajaba más por inercia que con estrategia. Las anomalías más severas no se corregían. Incluso le propusimos a la presidencia que asignara una pequeña oficina a esta asamblea (con una secretaria operativa, cosa que no implicara gasto adicional alguno) para tender un enlace permanente del CONAPRED con su Asamblea Consultiva y facilitar así el seguimiento de metas y nuestro apoyo colectivo en el cumplimiento de tareas. Ni eso logramos.
El problema de origen persistió. Nuestro diagnóstico y nuestra opinión son por ello ahora claros: la actual Presidencia del CONAPRED manifiesta una total falta de capacidad para orientar el rumbo, para recuperar la presencia social e institucional que tenía el CONAPRED y para dirigir con eficacia el empuje que el cumplimiento de sus tareas y compromisos requiere. Una auditoria de gestión que realizara la Auditoria Superior de la Federación confirmaría parte de esto pero difícilmente frenaría el proceso de deterioro que padece el Consejo.
Ante todo ello, queremos evitar que la paciencia y el silencio que hasta ahora habíamos guardado respetuosamente hacia la presidencia actual del CONAPRED sean interpretados como complicidad, por omisión, con el mal manejo del cargo. Por eso decidimos hacer pública esta carta y, en el marco de nuestra atribuciones legales, solicitar a la Presidencia de la República que inicie un proceso de selección para nombrar a un(a) nuevo(a) titular del CONAPRED. Esta vez con la firme intención de que no se pierdan casi diez años de arduo trabajo institucional y social, con el acompañamiento de la Asamblea Ciudadana y, de ser necesario, de una de las cámaras del Congreso de la Unión
Atentamente
Rosa María Álvarez de Lara
Roberto Blancarte Pimentel
Judith Bokser Liwerant
José Buendía Hegewisch
Roy Campos Esquerra
Renée Dayan Shabot
Arturo Díaz Betancourt
Mario Luis Fuentes
Olivia Gall Sonabend
Isabel Gardea Espino
Roberto Javier Gutiérrez López
Rogelio Hernández López
Sandra Jiménez Loza
María Angélica Luna Parra
Adriana Ortiz Ortega
Covadonga Pérez Villegas
Alejandro Quintero Novella
Francisco Javier Rangel González
Jesús Toledano Landero

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