A buscar refugio en el chisme político/Anabel Hernández reportera
Revista Proceso # 1873, 23 de septiembre de 2012
Al sexenio de Felipe Calderón le queda muy poco tiempo y tal vez esa sea la razón por la que su vocera, Alejandra Sota, ya buscó un paracaídas: ahora es también consejera editorial de Quién, la revista del Grupo Expansión, dedicada a los chismes de la farándula y que en su número más reciente dedica un espacio a criticar a Joaquín Vargas, dueño de MVS, al que el gobierno federal quiere despojar del uso de una parte del espectro radioeléctrico.
Alejandra Sota –la vocera de Felipe Calderón y quien hace unos días protagonizó la disputa mediática más candente del sexenio con el empresario Joaquín Vargas– decidió dar un giro a su carrera y pasar de la comunicación política a la prensa del corazón.
Desde hace poco más de un mes la todavía coordinadora de Comunicación Social de la Presidencia de la República y vocera del gobierno federal forma parte del consejo editorial de la revista quincenal Quién –del Grupo Expansión– que se caracteriza por hacer empalagosos reportajes de las parejas de moda, dramáticas notas de sus rompimientos y destaca bodas, bautizos y todo lo relacionado con la vida social de los personajes del espectáculo y de la política.
El ingreso de la vocera presidencial a Quién obedece a su cercanía con la editora general de la revista, Laura Manzo Aguilar. Fue anunciado formalmente en una carta dirigida a los integrantes del consejo editorial e incluso Sota ya participó en la primera reunión mensual haciendo sus pininos en la comunicación light.
Sota debutó en el directorio impreso de Quién en el número 273 –dedicado a Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno electo del DF– publicado el sábado 1. El soltero de oro. Mancera es romántico, atlético, poderoso y sin novia oficial. ¿Quién se apunta?, publicó la revista en su portada.
Sota es egresada de la carrera de ciencia política del Instituto Tecnológico Autónomo de México y su experiencia laboral se inició en 1997 en el PAN como encargada de la Dirección de Estudios y Análisis Político cuando Calderón era líder nacional de ese partido.
Después de un efímero paso –no duró ni un año– por el Instituto Nacional de las Mujeres, se convirtió en directora de Análisis y Opinión Pública de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, cuando el ahora presidente era coordinador de esa fracción parlamentaria. En 2003 lo siguió al Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos cuando Calderón fue nombrado su director. Desde entonces trabaja con él.
El 1 de diciembre de 2006 empezó a trabajar en Los Pinos como coordinadora de Imagen y Opinión Pública, y en junio de 2010 fue nombrada coordinadora de Comunicación Social.
En septiembre de 2011 Calderón la nombró vocera de seguridad nacional en sustitución de Alejandro Poiré. En ese cargo, entre muchas otras cosas, ha defendido la “estrategia de seguridad” de Calderón y ha informado sobre el accidente que le costó la vida al secretario de Gobernación Francisco Blake Mora y sobre los 35 cadáveres abandonados en dos camiones de redilas en Veracruz el año pasado.
El “affaire” Aristegui
Alejandra Sota forma parte de la lista de los nuevos ricos del PAN. Posee una mansión de 660 metros cuadrados en Bosques de las Lomas, con un costo de 6 millones 700 mil pesos (Proceso 1859).
Durante la pasada contienda electoral fue filtrada una conversación entre la entonces candidata del PAN a la Presidencia, Josefina Vázquez Mota, y su colaborador Agustín Torres, en la cual aquella se queja de que la espían:
“Como nos están grabando mándale un saludo a Alejandra Sota (…) Por si pasan nuestra llamada, que pasen nuestro saludo. Un saludo cariñoso para Genaro García Luna que nos graba en lugar de grabar al Chapo. Y un saludo muy amoroso a Alejandra Sota, que filtra todas nuestras llamadas telefónicas. Pinche Sota… o sea”, se escucha a Vázquez Mota.
Pero sin duda el tema más controvertido en el que Sota se ha visto involucrada es el de la censura a la periodista Carmen Aristegui, conductora del noticiario matutino de MVS, luego de que ésta en febrero de 2011 hablara del presunto alcoholismo de Felipe Calderón, tema que le valió el despido del grupo radiofónico y luego la recontratación.
Desde entonces Aristegui hizo saber que hubo presiones de la Presidencia a Joaquín Vargas, presidente de MVS Comunicaciones, para que la despidieran.
Pero no fue sino hasta el pasado 22 de agosto cuando Vargas, luego de que el gobierno anunciara el “rescate” de la banda de 2.5 Ghz, actualmente explotada por MVS, denunció públicamente las presiones y censura que Sota ejerció sobre el grupo radiofónico para que la periodista se retractara y leyera como propia una carta que había sido escrita por la funcionaria de la Presidencia. Aristegui se negó.
Vargas acusó a Sota de ejercer la censura y de maniobrar para retirarle la banda de 2.5 Ghz. La vocera, a su vez, acusó al empresario de “chantaje”.
Conflicto de intereses
Por el cargo de consejera editorial de la revista Quién la funcionaria federal no cobra un sueldo, pero ese puesto –según los otros consejeros de la publicación– le permite proponer contenidos, eventos a cubrir, dar información y sugerir los nombres para los reconocimientos que entrega la revista, por ejemplo “a los más influyentes”.
En este giro de sus actividades la aún funcionaria federal divide su tiempo entre coordinar la comunicación del presidente –cuyo gobierno da notas poco gratas– y ayudar a decidir quiénes son las “10 mejor vestidas”, tema de portada del número actualmente en circulación –el 274–, donde su nombre vuelve a aparecer en el directorio.
El tema sería quizá sólo pintoresco de no ser porque Sota podría tener un conflicto de intereses entre sus dos trabajos: En el número 274 Quién dedica su sección Quién figura a Joaquín Vargas.
Los círculos de Joaquín Vargas Guajardo, se titula. “El presidente de MVS está metido en tremendo lío con el gobierno federal, al que acusa de chantaje luego de que le retiraran la concesión de la banda 2.5 Ghz. Una historia de dimes y diretes que involucra a miembros y exmiembros del gabinete”.
En un extremo, como es habitual en esa sección de la revista, se pone el nombre de los “familiares” del empresario, como sus padres y hermanos.
A la mitad señala a sus “socios y aliados”, entre los que están Carlos Slim, “asociado con Vargas para prestar los servicios de Dish”; Eduardo Sánchez Navarro, presidente del Grupo Aeroportuario del Pacífico, y a Carmen Aristegui –entre otros–, de quien dicen: “Cuando la conductora de MVS cuestionó el supuesto alcoholismo del presidente Calderón, los Vargas le exigieron que se disculpara pero ella no lo hizo. Fue despedida y dos semanas después la recontrataron”.
Y en el otro extremo de la página están los “rivales”.
Entre ellos: Javier Lozano; Emilio Azcárraga Jean, “presidente de Grupo Televisa, empresa interesada en la banda 2.5 y que ha sido criticada por MVS por su alianza con Iusacell”; Dionisio Pérez Jácome, “el secretario de Comunicaciones y Transportes rescató la 2.5 que hoy está en pugna”. Y Alejandra Sota, de quien señalan: “En respuesta a las acusaciones de chantaje, la vocera presidencial dijo: (Cuando no rigen los principios) se corre el gran riesgo de hacer lo que el señor Vargas hace, calumniar, difamar, tergiversar y engañar”.
Irónicamente ahora que Sota está en Quién indirectamente es compañera de trabajo de Carmen Aristegui por la alianza de Grupo Expansión con CNN.
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