- En seguridad, Washington ya no confía en México/J. JESÚS ESQUIVEL
Revista Proceso No. 1905, 5 de
mayo de 2013
Pese a que en el discurso la
relación México-Estados Unidos se volverá “multitemática”, la realidad es que
el asunto que obsesiona al equipo que acompañó al presidente estadunidense en
su visita a este país es el de la seguridad; concretamente, la creación del
Centro Nacional de Inteligencia que, a decir de especialistas, estará en manos
inexpertas. Durante el sexenio anterior se les abrieron las puertas a los
agentes de la CIA, el FBI, la DEA y otras instancias de inteligencia. Tenían
carta blanca. El nuevo gobierno los ha empezado a limitar y acotar, y eso ya
prendió los focos rojos en Washington.
El gabinete de seguridad del
presidente estadunidense Barack Obama y agentes de inteligencia de Estados
Unidos desconfían y recelan de lo relativo a la creación y manejo del Centro
Nacional de Inteligencia (CNI) que se forja en el gobierno de Enrique Peña
Nieto para enfrentar al crimen organizado.
“Nos están ocultando
información y está congelado el sistema de intercambio de datos sensibles sobre
el crimen organizado”, se queja un agente que opera en México.
“La respuesta formal que han
dado a nuestras inquietudes es que se está reevaluando todo el sistema de
inteligencia de México. A esto hay que agregar la inexperiencia de Mariana
Benítez (subprocuradora jurídica y de Asuntos Internacionales de la
Procuraduría General de la República)”, revela el agente que habla con Proceso
bajo condición del anonimato (por temor a represalias).
“La subprocuradora”, agrega,
“se encargará de coordinar todo el trabajo con las agencias de mi país y no es
que dudemos de su integridad, lo que pasa es que desconoce el proceso y manejo
de la información de inteligencia”.
Agenda “multitemática”
La breve visita de trabajo del
presidente Obama a Peña Nieto no limó las asperezas ni resolvió las dudas sobre
el futuro de la cooperación entre los dos países en temas de inteligencia y
seguridad.
En la conferencia de prensa
conjunta en Palacio Nacional, Peña Nieto dijo que la visita de Obama marcaba el
“relanzamiento” de la relación con Estados Unidos centrada en la cooperación
económica y comercial, haciéndola más “multitemática” y sin tomar el asunto de
la seguridad como punta de lanza. No obstante, la amenaza de las limitaciones a
las agencias de inteligencia en sus operaciones en México propició que Obama
insistiera en aclarar la posición de su gobierno:
“Acordé continuar con nuestra
cercana cooperación en seguridad, aun cuando está evolucionando la naturaleza
de la misma. Le dije al presidente (Peña Nieto) que obviamente es una
prerrogativa del pueblo mexicano determinar sus estructuras de seguridad”,
dijo.
Un funcionario de la Casa
Blanca puntualiza en entrevista con Proceso: “Estamos conscientes de que el
nuevo gobierno mexicano debe hacer cambios; sin embargo, debemos estar al tanto
de ellos. No se puede ni se debe restringir el intercambio de información de
inteligencia, menos en un tema tan delicado como el desmantelamiento de las
estructuras del narcotráfico”.
De acuerdo con el agente estadunidense
que habló con este semanario, la decisión de Peña Nieto de restringir el acceso
que se les concedió en México durante el sexenio de Felipe Calderón a todas las
agencias de inteligencia de Washington, puede ser contraproducente para los
intereses y objetivos de seguridad nacional de ambos países.
“Ahora no estamos haciendo
nada en conjunto. Nos han dicho que debemos esperar hasta que concluya toda la
evaluación sobre seguridad y esté terminado el diseño del CNI. Pero lo que no
pueden hacer es poner al frente de la coordinación a una persona como la
subprocuradora, que no tiene experiencia en ello. No hay confianza”,
puntualiza.
El CNI –que estará bajo el
mando directo y exclusivo de la Secretaría de Gobernación (Segob)– tendrá como
núcleo de operación inmediato el Centro de Investigación y Seguridad Nacional
(Cisen). Lo que llama la atención al gabinete de seguridad de Obama es que
todos los planes de trabajo que desarrollará son copia de las labores que
llevan a cabo agencias estadunidenses, como la CIA, la DEA, el FBI y la Agencia
de Inteligencia Militar (DIA), entre otras.
Como lo reveló Proceso (número
1889) en enero pasado, la Segob decidió sacar a las agencias de inteligencia de
Estados Unidos de las llamadas Oficinas Binacionales de Inteligencia (OBI) en
la Ciudad de México y en Escobedo, Nuevo León.
Las OBI son centros de
espionaje comandados por Estados Unidos. La de la Ciudad de México la manejan
la CIA; la DEA; el FBI; la DIA; la Oficina Nacional de Reconocimiento; la
Agencia Nacional de Seguridad (NSA); el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego
y Explosivos; Inteligencia de la Guardia Costera; la Oficina de Cumplimiento
Aduanal y Migratorio y la Oficina de Inteligencia sobre Terrorismo y Asuntos
Financieros.
Estas mismas agencias se colocaron
en la OBI de Escobedo, pero en ese caso específico la oficina no funcionó
porque las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar) se
opusieron a subordinarse a los agentes estadunidenses (Proceso 1815).
“Hay un deseo de acotar nuestra
participación en esas oficinas creadas bajo el espíritu de cooperación de la
Iniciativa Mérida, pero preocupa que esto pueda ser contraproducente para los
objetivos de combate al crimen organizado y sobre todo para disminuir la
violencia en México”, dice el funcionario de la Casa Blanca a Proceso, único
medio mexicano que acompañó a la comitiva de la Casa Blanca en esta gira.
Según otros funcionarios del
gobierno mexicano y de Estados Unidos consultados sobre este tema, los métodos
que se quieren aplicar en el CNI son réplica de los sistemas estadunidenses de
espionaje.
“Están siendo entrenados por
una empresa de asesoría de seguridad (estadunidense) que integran exagentes de
la CIA, la DIA, la DEA y el NSA”, explica uno de los funcionarios, quien pidió
la reserva de su nombre.
El general Óscar Naranjo
Bonilla, exdirector de la Policía Nacional de Colombia y asesor del gobierno de
Peña Nieto, es otro de los personajes importantes en el diseño del CNI.
“El general Naranjo es sin
duda uno de los hombres más experimentados del mundo sobre los temas de
inteligencia en la lucha contra el crimen organizado”, destaca el agente de
inteligencia de Estados Unidos. “No dudamos de su capacidad, pero el hecho de
que en el gobierno de México no exista en estos momentos alguien de su talla y
capacidad para manejar la relación con las agencias de mi país, puede terminar
en un fracaso y lo podríamos lamentar los dos países”, añade.
La injerencia del Comando
Norte
El hecho de que Calderón diera
total libertad para operar en México a agencias como la CIA preocupa a sectores
del gobierno de Peña Nieto.
“Las OBI son un riesgo en
términos de seguridad nacional. No hubo control por parte del gobierno pasado a
todo lo que hacían los agentes extranjeros que operaban en ellas”, acepta el
funcionario del gobierno mexicano que habló con el reportero.
Un día después de haberse
entrevistado con Peña Nieto e integrantes de su equipo de seguridad, Obama
intentó calmar el nerviosismo que impera en Los Pinos, la Segob y la PGR.
“A pesar de los fuertes lazos
y valores que compartimos, en ocasiones las actitudes en ambos países se
aferran a los viejos patrones”, declaró Obama el viernes 3 ante estudiantes
reunidos en el Museo Nacional de Antropología, a menos de 24 horas de haber
escuchado a Peña Nieto decir que el tema de la seguridad dejaría de ser el
epicentro de la relación bilateral.
“Algunos mexicanos pueden
pensar que Estados Unidos no respeta a México, que buscamos imponer nuestra
voluntad en la soberanía mexicana. Y en ambos países este tipo de distorsiones
puede generar mitos y malentendidos que únicamente dificultan el progreso
conjunto”, matizó en algo que sonó a disculpa o explicación sobre un reclamo al
respecto.
De acuerdo con las fuentes
consultadas, el CNI tendrá coordinación directa con grupos especiales de la
Sedena y la Semar entrenados en Estados Unidos.
En el Comando Norte del
Departamento de Defensa de Estados Unidos el gobierno de Obama ya tiene listo
un equipo de militares especializados en tácticas antinarcóticos y
antiterroristas para entrenar a efectivos del Ejército y de la Marina de
México, así como a otros agentes federales.
La capacitación especializada
que impartirán los militares estadunidenses a sus contrapartes mexicanas se
llevará a cabo en la base central del Comando Norte, en Colorado.
Por primera vez en la historia
de la cooperación en el combate al narcotráfico y del intercambio de
información de inteligencia se instalará un “enlace” mexicano en el Comando
Norte. Se trata de un militar que colaborará –de forma limitada– en las
operaciones de inteligencia que efectúa el Pentágono en México desde territorio
estadunidense.
El Comando Norte iniciará el
entrenamiento a principios del próximo año. Además, el gobierno de México –con
el esquema del CNI– pretende condicionar la nueva relación con Estados Unidos a
que aumente la presencia de personal mexicano de inteligencia civil en el
Centro de Inteligencia de El Paso, Texas, según las fuentes consultadas.
“No podemos negar que hay
tensión en este asunto”, comenta el funcionario de la Casa Blanca. “Pero como
en todo lo que tiene que ver con la relación entre dos países en asuntos
sensibles, siempre se puede llegar a compromisos que convengan a los intereses
de cada nación. Y ésta no creo que vaya a ser la excepción”, concluye.
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