08/31/2013
Un
Secretario de Estado para las periferias existenciales
El
nombramiento del sucesor de Tarcisio Bertone como Secretario de Estado inaugura
una nueva fase
Opinión de ANDREA
TORNIELLI
Vatican Insider, 31 de agosto de 2013;
Con
el nombramiento de Pietro Parolin como sucesor Tarcisio Bertone, el Secretario
de Estado deja de ser percibido como un “vicepapa” y vuelve a ser simplemente
un secretario. Claro, Secretario de Estado, pero siempre secretario. Parolin,
de hecho, no solo pertenece a la mejor escuela diplomática de la Santa Sede,
sino que además se caracteriza claramente por ser completamente extraño a los
protagonismos.
La
elección de Francisco fue libre y desmintió muchas de las indiscreciones de los
últimos meses que hipotizaban uno de los nombres de los cardenales consejeros
que eligió Bergoglio para que le ayuden en el gobierno de la Iglesia y en la
reforma de las estructuras curiales. Fue una decisión que ha logrado pacificar
el clima en el Vaticano. Con Parolin la Secretaría de Estado del Papa “del fin
del mundo” vuelve a ocuparse con mayor atención de los extremos del mundo: las
crisis, a partir de la que está viviendo el Medio Oriente, y los grandes
desafíos del continente asiático o de América Latina.
El
enfoque “diplomático”, según la tradición más auténtica de la Santa Sede, nunca
ha sino ni “político” ni “geopolítico”. Y mucho menos lo será en el futuro, con
un Papa como Francisco, cuya característica principal es, sobre todo, la del
pastor de almas que ha pedido a toda la Iglesia una «conversión pastoral»,
invitándola a salir de sí misma para ir a las periferias geográficas y
existenciales , a los lugares en los que sufren los hombres y las mujeres del
mundo.
Pero
la falta de protagonismo geopolítico no significa que la Santa Sede permanecerá
encerrada o en silencio. Al contrario, justamente la libertad de representar un
estado que no es estado, como el del Papa, representa una voz que durante el
último siglo se ha convertido, en medio de los conflictos y las crisis
internacionales, en una referencia reconocida y a menudo profética. Por este
motivo la Secretaría de Estado trabajará con un renovado compromiso a favor de
las soluciones posibles y para indicar vías hacia la paz. Con menos interés,
seguramente, por las pequeñas cuestiones políticas italianas, se proyectará
seguramente hacia un horizonte global.
Al
elegir a Parolin como Secretario de Estado, Papa Francisco reconoce el valor de
un eclesiástico que ha colaborado, de cerca y de lejos, con dos Pontífices,
tres Secretarios de Estado y cuatro “ministros del Exterior” vaticanos. La
confiramción, que llegó ayer en el contexto del nombramiento, de los demás
integrantes de la cúpula de la Secretaría de Estado significa que Bergoglio no
pretende agitar más las aguas, pues estaría esperando llevar a cabo primero la
reforma de la Curia. Pero lo que es cierto es que la elección del sucesor de
Bertone inaugurará una nueva fase, después de dos años complicadísimos, y se
trata de una lógica consecuencia de la novedad que comenzó con la inesperada
elección de Papa Francisco.
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