22 feb 2015

El Presidente Enrique Peña Nieto, con la Comunidad Judía de México

Palabras del Presidente Enrique Peña Nieto, durante la comida – en el deportivo Israelita – que sostuvo con la Comunidad Judía de México
Viernes 20 de febrero de 2015
Muchísimas gracias.

Muy buenas tardes a todas y a todos ustedes.
Quiero saludarles con enorme afecto, con aprecio; agradecer la gran oportunidad que hoy me dispensan de estar entre ustedes.
Debo reconocer, con toda sinceridad, que tenía yo deseo, pero también, se había pasado el tiempo muy rápido ya, prácticamente a más de dos años de haber asumido la Presidencia de la República, no habíamos tenido la oportunidad de compartir y de departir de forma conjunta.
Hoy agradezco este espacio, al tiempo que quiero dejar hecho el compromiso para que de manera regular, cada año podría proponer yo, nos encontremos, como lo hiciera yo en el pasado, en lo que fue mi responsabilidad como gobernador del estado y en donde buena parte de la comunidad de origen judío vive en el Estado de México, han hecho del Estado de México su casa, ahora en distintas partes del país.

Sé que están aquí los presidentes de los comités de Monterrey, de Guadalajara, de Quintana Roo, que también hoy aquí nos acompañan, y de las distintas comunidades que forman el Comité Central de la Comunidad Judía.
Yo les saludo con afecto, decía yo, con respeto y de manera muy fraternal, porque siempre he tenido para con esta comunidad un gran acercamiento.
Yo celebro encontrar aquí rostros de ayer, de hoy, que han estado muy cercanos a la tarea y a la responsabilidad que he tenido en el pasado y a quienes me da mucho gusto ver junto con todos ustedes.
Le agradezco al Presidente del Comité Central de la Comunidad Judía esta oportunidad, esta iniciativa, para poder tener este encuentro.
Al Centro Deportivo Israelita por albergar este encuentro y darnos la oportunidad de tener esta comida.
Y a todos los presidentes de las distintas comunidades, a dirigentes comunitarios; a la Embajadora de Israel en México; a todas y a todos les saludo con mi mayor respeto.
Muchas gracias por esta oportunidad.
Quiero, antes de compartirles mi mensaje, también felicitarles ampliamente por el gran compromiso social que tiene la comunidad judía en México para con nuestro país, que es suyo.
Que aquí han encontrado ustedes un espacio de realización colectiva y personal, pero también un gran compromiso con el país que les da esta oportunidad, con el que es suyo.
Y yo les reconozco los proyectos, los cuatro proyectos de orden social que aquí nos han compartido que, sin duda, en mucho ilustran la gran labor social que ustedes, comunidad llevan a cabo en favor de nuestro país.
Quiero pensar, presumir, algo que me compartía Salomón hace un momento en la mesa, durante la comida, que cuando llegaron las primeras comunidades o los primeros migrantes de origen judío a nuestro país, a principios de Siglo XX y empezaron a formar las comunidades, lo hicieron en el propósito de ayudar a quienes venían y de ayudarles para que no fuera una carga, entonces, para la comunidad que les estaba recibiendo, sino de propiciar apoyo a quienes llegaban de fuera.
Esto, sin duda, inspira el sentimiento de solidaridad, de fraternidad, que ustedes tienen para con nuestro país. Y también debe inspirar, estoy seguro, lo que debe ser el actuar de toda la colectividad mexicana y de sus gobiernos.
Reconocer que el cambio de México, como decía hace un momento Dina, debe lograrse entre todos.
La transformación de un país, de una realidad, del entorno en el que vivimos, no depende de una sola persona, de una sola autoridad, sino más bien de conjuntar esfuerzos y de hacerlo de forma proactiva, positiva y constructiva.
No faltarán los que quieran ser destructivos y a todo, ver quizá, un crisol o bajo una óptica negativa.
Lo importante es encontrar la conjunción de esfuerzos de aquellos que quieran construir mejores espacios, mejores entornos, un clima de mayor armonía y de convivencia social y que esto deriva y depende del esfuerzo compartido de sociedad y de Gobierno.
Esa es la óptica bajo la cual trabaja este Gobierno, y en la que quiero dejar aquí hecho el compromiso, no sólo de secundar, de apoyar, de sumar el esfuerzo a los varios que ustedes realizan en estos proyectos y varios más, que nos decía el señor Presidente del Comité Central de la Comunidad Judía, o los que hubiere, que tengan la seguridad de que en el Gobierno de la República encontrarán también la solidaridad debida para que estos proyectos de orden social puedan rendir mayores frutos y seguir materializándose y consolidando en favor de la sociedad que tanto lo necesita. Tengan de mi parte este compromiso.
En la historia, sin duda, encontramos lecciones de vida, grandes ejemplos de la fortaleza del espíritu y la voluntad del hombre.
Y en esa historia de la humanidad, la cultura judía es una estrella que brilla con luz propia.
Difícilmente una comunidad ha enfrentado y superado más adversidades y desafíos que el pueblo judío.
Durante miles de años, una y otra vez, la historia los ha puesto a prueba.
Y ustedes, una y otra vez, han superado los retos que la historia les ha puesto delante de ustedes.
Son una comunidad de gran vitalidad individual que, adaptándose a los cambios del mundo, no pierde su identidad colectiva.
Siendo un pueblo milenario, de arraigadas costumbres, ha sido a la par un pueblo visionario.
Los judíos son gente de tradiciones y, al mismo tiempo, creadores e innovadores.
En Israel han hecho del desierto, de la escasez de recursos tan vitales, como el agua o la energía, una tierra próspera y de abundantes frutos.
Y aquí están presentes varios de quienes me hicieron favor de acompañar, entonces como Gobernador, señor Gobernador, saludo su presencia, pero entonces cuando yo estaba en ese cargo, aquí están varios de quienes integraron la delegación que me hizo favor de acompañar en una gira de trabajo a Israel y en donde pudimos constatar lo que aquí estoy afirmando.
Lo han logrado, porque el pueblo judío cuenta con el más invaluable recurso: el talento de su gente.
Y acá en el equipo del Gobierno de la República hay algunos representantes de esta comunidad, presentes en esta mesa y algunos ausentes, que forman parte, precisamente, de este empeño y de este esfuerzo que quiere ser el del Gobierno, que aporte su mayor capacidad para servir a México.
Su sensibilidad e ingenio han ampliado y enriquecido los caminos de la humanidad.
Pocos datos son tan elocuentes como el hecho de que 200 Premios Nobel, prácticamente uno de cada cuatro galardones entregados, han sido obtenidos por personas de origen judío.
Y afortunadamente el talento, los valores y el ánimo de superación de la Comunidad Judía están presentes en México.
En el arte, la ciencia, la academia, en la iniciativa privada y el sector público, su visión, creatividad y audacia contribuyen a que entre todos construyamos una mejor Nación. Y han demostrado con hechos que somos un país de grandes oportunidades para el éxito personal y colectivo.
En esta etapa de grandes transformaciones, la Comunidad Judía ha sido un firme aliado del cambio con rumbo que promovemos desde el Gobierno de la República.
Sin dejar de atender lo urgente, esta Administración se enfoca en el desarrollo de largo plazo para el país. Desde el primer día, hemos trabajado con claridad de metas, comenzando por construir un México en paz.
Y soy el primero en reconocer que el país aún tiene grandes retos en materia de seguridad y justicia, tanto estructurales, como a consecuencia de la violencia del crimen organizado, como de otros factores. Sin embargo, hay avances importantes en el compromiso que asumí de reducir la violencia y recuperar la tranquilidad.
Las cifras hablan por sí mismas. La propia sociedad organizada, que está involucrada en dar seguimiento y en lograr el México de seguridad que deseamos todos los mexicanos, reconoce la disminución que ha habido en la comisión de los delitos de alto impacto.
No quiero llenarles de cifras, pero al final de cuentas éstas explican de mejor manera cómo estamos avanzando y hacia dónde apuntamos, o hacia qué horizonte estamos empeñados, desde el Gobierno, impulsar a nuestro país.
La violencia se explica a través, o la disminución de la violencia, en una disminución de homicidios dolosos de los que había en 2012 a 2014, que es del 28 por ciento.
Y en otros delitos, como extorsiones, con una reducción del 20 por ciento; en robos con violencia, de 18.6 por ciento; y de 1.7 en secuestros, quizá la reducción más baja.
Sin embargo, la que se alcanzó en el 2014, con respecto al 2013, que fue lamentablemente un año en el que hubo un incremento en la comisión de secuestros, en 2014 ya se observa una tendencia a la baja, y ésta fue, esta reducción, de casi el 18 por ciento.
Es claro que aún hay condiciones de inseguridad y violencia en zonas específicas, especialmente en algunos estados, como ya lo he señalado en otros foros, como Guerrero, Michoacán o Tamaulipas, y estamos abocados a erradicarlas para proteger a nuestra población.
En la lucha contra la delincuencia es claro que no hay tregua. Se aplica toda la fuerza del Estado y todo el peso de la ley.
Otra de las grandes metas en las que estamos trabajando, es la de impulsar un México próspero; un país, y esto creo que ustedes lo entienden muy bien, un país que crezca de manera acelerada y sostenida para crear los empleos de calidad que demanda nuestra Nación.
En los primeros 20 meses de Gobierno, y lo saben, y aquí fue referido, además, se lograron importantes reformas transformadoras, reformas de carácter estructural, 11 en su conjunto y seis de ellas diseñadas para mejorar el desempeño de nuestra economía.
Ahí está la Reforma Laboral, que se aprobó durante la transición y a la que se le dio todo el apoyo político para este propósito; la Hacendaria, la de Competencia Económica, la Financiera, la de Telecomunicaciones y la Energética.
Y se dice fácil, pero ustedes saben el esfuerzo que implicó su aprobación en un contexto de amplia pluralidad democrática.
Estas reformas ya comienzan a tener un impacto positivo en nuestro país. Hay más crecimiento.
Justamente el día de hoy, INEGI dio a conocer que el PIB del año pasado creció 2.1 por ciento; y si bien, hay que decir, aún es una tasa baja, es superior al 1.4 por ciento de 2013, y a las estimaciones para otras economías de la región o de otras partes del mundo.
Veamos, por ejemplo, el caso de Brasil, que se estima habrá crecido 0.1 por ciento; la Unión Europea, 0.8 por ciento; Rusia, 0.6 por ciento; Sudáfrica, 1.4 por ciento, y el promedio de Latinoamérica y el Caribe, de apenas 1.2 por ciento.
De acuerdo a esta misma información de INEGI, la actividad de distintos, o distintas actividades de nuestra economía están mostrando crecimiento.
El sector de servicios de hotelería y restaurantero creció 2.9 por ciento; el comercio está creciendo, hoy creció al 3.3 por ciento; las industrias manufactureras crecieron 3.7 por ciento, y los servicios corporativos más de un 6.4 por ciento.
De igual manera esto tiene consistencia con el empleo generado en nuestro país.
En 2014 se crearon más de 714 mil empleos formales; esto es, porque es relevante mencionarlo, 54 por ciento más que los que se generaron en el año 2013.
En enero de 2015, resultan alentadoras las cifras que ha dado a conocer el Seguro Social; 60 mil puestos de trabajo formales, casi tres veces más que los que se lograron hacer o generar en 2013 en el mes de enero.
De igual manera, la tasa de desempleo, como también INEGI recientemente lo dio a conocer, ésta ha bajado, ha disminuido a 4.38 por ciento en el último trimestre de 2014, la menor desde el año 2008.
Y también hay una reducción en la tasa de informalidad laboral, que viene disminuyendo, que ha pasado de 59.6 por ciento a 57.9 por ciento en 2014.
En materia de inversión extranjera, que hace que nuestro país se siga reafirmando como un destino confiable para la inversión, en estos dos primeros años de Administración se han recibido inversiones por un monto de 64 mil millones de dólares, esto ya equivale a 41 por ciento o poco más del 41 por ciento de la proyección que hemos hecho para esta Administración de casi 160 mil millones de dólares de inversión extranjera para nuestro país, que venga a generar más empleos para los mexicanos.
Pero lo más importante es que también hay beneficios concretos para las familias.
En enero de 2015 la inflación fue la más baja para dicho mes, para el mes de enero, en el que todos los mexicanos conocemos como la cuesta de enero y en donde casi siempre, en el mes de enero, había un impacto en la inflación que se generaba por los incrementos que se daban a distintos productos y servicios.
Sin embargo, hemos conocido, de parte de INEGI, que para el mes de enero hubo una reducción en la inflación de este mes y lo cual le hace ser la más baja para un mes de enero desde hacía 45 años.
Esto es, en gran medida, gracias al impacto de las reformas, que se aprecia ya en la reducción en las tarifas eléctricas, al tiempo que se ha eliminado el cobro de la larga distancia general.
Igualmente está creciendo el consumo. En enero las ventas en las tiendas departamentales y de autoservicio crecieron 5.5 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado.
Todas estas cifras dan cuenta de que el país está avanzando por la ruta correcta. El camino no ha sido fácil y tampoco, hay que decirlo, hemos llegado a la meta, tenemos que seguir adelante por la ruta planeada.
En 2015 tenemos objetivos muy concretos que quiero de manera, casi enunciativa, compartir con ustedes.
El primero: Fortalecer el respeto a la Ley y a los derechos humanos. En este propósito estamos trabajando para concretar las medidas de seguridad y justicia que anuncié el pasado 27 de noviembre del año 2014, temas que están hoy en debate en el Congreso, entre los que destaca el crear policías estatales únicas y encontrar mecanismos dentro de ley para evitar la infiltración del crimen organizado en las autoridades municipales.
Un segundo objetivo: Continuar poniendo las reformas en acción, en un marco de plena estabilidad macroeconómica.
Para el Gobierno resulta de la mayor prioridad mantener las finanzas públicas sanas, que nos permitan realmente cuidar el entorno macroeconómico.
Ésta es una condición indispensable para asegurar desarrollo y prosperidad para las familias mexicanas.
Y al mismo tiempo, cuidando este aspecto tan importante, estamos trabajando para materializar, como lo decía hace un momento también Salomón, de lo que es la reforma hecha en ley a reformas que estén en acción, materializadas y que tengan plena vigencia y que puedan realmente impulsar el desarrollo económico de nuestro país.
Un tercer objetivo, es ampliar la transparencia y mejorar instrumentos de combate a la corrupción.
El Gobierno de la República, por un lado, se ha pronunciado y ha dado amplio apoyo y respaldo, desde nuestro ámbito de acción, a las iniciativas que se discuten en el Congreso de la Unión, particularmente en lo que hace a la Ley de Transparencia y al Sistema Nacional Anticorrupción.
Por otro lado, y adicionalmente, anuncié una serie de medidas ejecutivas para prevenir la corrupción y los conflictos de interés.
Cuarto objetivo: Acelerar la construcción de infraestructura y vivienda en nuestro país.
Recientemente anuncié una serie de medidas que están hechas y orientadas fundamentalmente para promover una mayor construcción de vivienda que ya, desde el año pasado y este año, aprecian una recuperación en materia de construcción de vivienda, que desde el año 2011 se apreciaba entonces una tendencia a la baja en cuanto a la construcción de vivienda.
A partir de lo que fueron nuevas reglas, una nueva normativa y una nueva regulación para la construcción de vivienda, que sin haber sido un cambio legal, sí implicó también un modelo o un nuevo modelo y cambio de paradigma, esto está permitiendo que nuevamente el sector de la construcción de vivienda esté teniendo una mayor recuperación.
Quinto objetivo: Reforzar las acciones contra la pobreza y el desequilibrio regional.
Y para este propósito, como lo apunté también en las medidas anunciadas el 27 de noviembre del año pasado, habremos de establecer, en coordinación con el sector privado, con su participación, tres zonas económicas especiales en Chiapas, Guerrero y Oaxaca, para que se tengan ahí mejores oportunidades de desarrollo y estas entidades puedan lograr un mayor crecimiento como lo está teniendo el resto del país.
Al mismo tiempo que seguimos instrumentando toda la política social del Gobierno de la República, que tiene nuevos componentes, que evoluciona programas que se tenían en el pasado para hacer mucho más efectivos y asegurar que quienes sean beneficiarios de los mismos puedan realmente, también, no sólo recibir ayuda que mitigue las condiciones de pobreza y de marginación, sino que además les incorpore a la oportunidad de tener plena realización individual.
Pero, al tiempo de esto, es fundamental que la política social esté acompañada de la ruta del crecimiento económico y de la generación de más empleos, para lo cual hace fundamental el que las Reformas estén en acción, como lo hemos dicho, como lo hemos denominado, y ello haga posible que México alcance condiciones de mayor prosperidad.
Señoras y señores:
El México que visualizamos desde el Gobierno de la República, a partir de la ruta que hemos trazado, es uno que nos permita, hacia el fin de esta Administración, en el 2018, tener un rostro como país distinto de aquel que tuvimos en 2012.
Si bien es de reconocer los avances alcanzados en décadas pasadas, con los empeños de las generaciones que nos antecedieron y de los gobiernos, hay que decir que México había dejado de tener un ritmo de mayor celeridad y de mayor crecimiento.
Por eso, hicimos las Reformas Estructurales; por eso hicimos cambios que impliquen transformación de fondo en distintos ámbitos, como los ya compartidos con ustedes.
El México que visualizamos para el 2018 es uno que permita tener una educación de mayor calidad, una Reforma Educativa que tenga plena vigencia en todo el territorio Nacional; condiciones de mayor prosperidad y de mayor oportunidad para los mexicanos, a partir de la instrumentación de las Reformas y con los alcances que he señalado.
En un país de mayor competencia, de mercados con mayor competencia que hagan posible que los consumidores finales tengan también mejores opciones que elegir entre calidad y precio por los productos que se les ofertan.
Ese es el México que visualizamos, un México en condiciones de mayor seguridad, de mayor tranquilidad y de oportunidad plena para que, de manera individual y colectiva, cada quien alcance mayor desarrollo, he insisto, mayor prosperidad.
Hacia allá están enfocados nuestros esfuerzos, en asegurar realmente el poder dibujar para todos los mexicanos este rostro de país que todos queremos.
Yo reitero con lo que inicié mi intervención: lograr este objetivo es tarea de todos. Difícilmente el esfuerzo individual o de un solo Gobierno permite alcanzar este resultado.
Ustedes, como comunidad, son vivo ejemplo y un referente fundamental de lo que se puede construir cuando hay una visión compartida, cuando hay disposición positiva y constructiva para hacer juntos más por toda su comunidad.
Esa es la convocatoria del Gobierno, el que con esta visión positiva, de armonía y de construcción, podamos, entre todos, construir la Nación que queremos. Esa, que es su casa, y esa, de la que ustedes forman parte.
Muchas gracias a la comunidad por esta oportunidad

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