17 may 2015

Mario Rivera (El Cuini): Repaso histórico de la izquierda

Mario Rivera (El Cuini): Repaso histórico de la izquierda/Judith Amador Tello.
  •  “Se equivocaron muchos, le dieron la bendición al PRD. ¡Y mire qué criaturita, un monstruito ¿no? –remata al tiempo que suelta una estruendosa carcajada.

 Revista Proceso No 2019, 2015-05-02
A sus 87 años sigue pensando lo mismo de siempre, por fidelidad y congruencia, según el análisis que hace de la realidad a partir de su ideología comunista. La suya es una voz contra el autoritarismo, de ahí que sostenga que un hecho como Ayotzinapa no se habría producido con una izquierda dividida. El mundo ha cambiado, dice este hombre polifacético al hacer un recorrido intelectual por el siglo XX, y el comunismo tiene futuro si la clase obrera se agrupa en un solo partido.
El poeta, ensayista y narrador Mario Rivera Ortiz (Guadalajara, 1927), militante del desaparecido Partido Comunista Mexicano (PCM), publicó en su página de Facebook la promesa del entonces candidato a la presidencia, Enrique Peña Nieto, de trabajar por el desarrollo económico como algo fundamental para el país.
Le concedía el beneficio de la duda. Hasta se dijo:
 “Si lo logra, enhorabuena.”
Hoy la situación es diferente y sabe cuál es la piedra en el zapato del gobernante, por lo cual advierte:
 “Si Peña Nieto no resuelve totalmente y hasta el fondo el asunto de Ayotzinapa, él mismo se va a descalificar. Tiene la oportunidad de hacerlo porque sabe perfectamente quiénes son los responsables, no los achichincles como José Luis Abarca y su mujer, ¡no, no, no!, los verdaderos responsables de esta tragedia. Él puede, si no lo hace, la historia no lo absolverá.”

Médico cirujano egresado de la Universidad de Guadalajara, ex preso político en Lecumberri por el “delito de Disolución Social”, especialista en neumología y cirugía de tórax, y autor de varios libros, entre ellos Columnas contra cordones: primero de mayo de 1952, El secuestro de José Guadalupe Zuno y Tenamaxtli, Rivera Ortiz mantiene su militancia de izquierda desde hace más de setenta años. Se incorporó al Frente de Estudiantes Socialistas (FES) de esa ciudad desde que ingresó a la secundaria.
En su casa-consultorio de Tlalpan, el neumólogo habla en entrevista con Proceso de la izquierda actual en México, pone los puntos sobre las íes al recordar las causas de la desaparición del Partido Comunista de México, evoca el triunfo de la revolución cubana –de la cual formó parte– y celebra el reciente acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.
Conocido como El Cuini por varios de sus camaradas, pues él mismo tomó ese nombre de la tradicional canción cubana “El Cuini tiene bandera” , que da título a uno de sus libros, Rivera explica brevemente por qué pese a haber elegido ser médico, la mayoría de sus libros son de temas políticos y sociales.
 Rememora que desde la secundaria se manifestó su “yo político” y por ello ingresó junto con su hermano gemelo Ignacio al FES, que era “una organización revolucionaria de izquierda cardenista”. En la preparatoria se afilió a la Juventud Comunista y participaba en sus movimientos, realizados “siembre bajo la efigie de Julio Antonio Mella (1903-1929)”, el lider cubano asesinado en una calle de la Ciudad de México.
 Ocupó varios cargos dentro de la FES hasta llegar a ser presidente, en un clima donde –evoca– había una lucha feroz contra los comunistas. Incluso fue representante de la FES Occidente en el Tercer Festival Mundial de la Juventud, realizado en agosto de 1951, en Berlín, Alemania.
 Heredó el espíritu político de su madre Josefina Ortiz Mariotte, militante del Partido Comunista, maestra y directora del Hospicio Cabañas.
 Lenin vive
 Rivera Ortiz ingresó al PCM en 1947 y posteriormente, cuando volvió del encuentro en Berlín, asumió la secretaría general de la Juventud Comunista y lo encarcelaron en la crujía “H”, en el legendario Palacio Negro de Lecumberri, por el “delito de Disolución Social”, derogado después del movimiento estudiantil de 1968.
 El motivo fue su participación en la manifestación del Día del Trabajo en 1952. Cuenta la historia en el libro Columnas contra cordones: 1o de mayo de 1952. Ese día, dice en la entrevista, el PCM organizó, como siempre, una columna para participar y comenzó a formarse en la calle Ángela Peralta, a un costado del Palacio de Bellas Artes (PBA).
 Había diversos sindicatos, como el de los trabajadores del hierro, asociaciones civiles, el Partido Obrero Campesino, y miembros de la Juventud Comunista. No terminaban de formarse, recuerda, cuando del PBA salió una columna de Dorados (grupo de represión) integrada por policías y militares armados, que atacaron a los manifestantes. Las propias autoridades de Bellas Artes (dirigido entonces por el músico Carlos Chávez), permitieron que el palacio funcionara como cuartel, “fueron cómplices”, deplora Rivera Ortiz.
 La represión fue brutal, con un saldo de varios heridos y el estudiante del Instituto Politécnico Nacional, Luis Morales Jiménez, muerto por el teniente de Guardias Presidenciales Alfredo Portes Tagle, quien “le metió dos tiros en el abdomen a este compañero”.
 Recuerda que los dirigentes del PCM dieron orden de retirada, pero él –como líder de la Juventud– dio la contraorden para avanzar hacia Palacio Nacional. Tras la refriega, Rivera Ortiz fue aprehendido y encarcelado.
 Al salir pidió permiso al PCM para ir a Guadalajara a presentar su tesis y concluir así su carrera. Se graduó como médico cirujano en agosto de 1954, y si bien ha ejercido y continuó sus estudios para ser neumólogo, ya no pudo dejar la militancia política.
 Sin embargo sí tomó distancia de quienes fueron sus compañeros de partido y decidieron su desaparición. Recuerda que en junio de 2013, el historiador Enrique Semo publicó en estas páginas (Proceso, 1909) un artículo sobre el asunto en el cual afirma que “la decisión de la disolución del PCM en 1981 fue unánime desde la dirección hasta el último militante”.
 Rivera responde a Semo que eso es “falso”, pues “muchos miembros del partido estuvimos en contra” y lo expresaron en un documento publicado en la revista Por esto!.
 “Ha habido contrainformación, se nos aplastó, pero nunca nos rendimos, y yo creo que ahora, después de Ayotzinapa, ya no hay duda de quién tenía razón.”
 –¿Por qué?
 –¡Porque ahí está el PRD (Partido de la Revolución Democrática) envuelto! Y el PRD es criatura de la fracción liquidadora del partido, es hija de ellos. (Si bien al disolverse el PCM se creó el Partido Socialista Unificado de México y posteriormente el PRD).
 –¿Por qué consideraban importante que siguiera existiendo el PCM?
 –Porque nosotros somos leninistas, creemos que la clase obrera debe tener un solo partido y no pluralizar. Es decir, no caben todos, caben los comunistas. Ya lo había dicho Lenin: No cualquier huelguista puede ser miembro del partido.
 Refiere que hubo una lucha reflejada en una serie de documentos publicados por Manuel Marcué Pardiñas en la revisa Política, y lamenta que el propio Fidel Castro se declarara en una entrevista en favor de la desaparición del PCM, al igual que Enrico Berlinguer, secretario general del Partido Comunista Italiano (1972-1984).
 “Se equivocaron muchos, le dieron la bendición al PRD. ¡Y mire qué criaturita, un monstruito ¿no? –remata al tiempo que suelta una estruendosa carcajada.
 –Era un fenómeno mundial ¿verdad?, cuando las reformas y luego desaparición de la Unión Soviética.
 –¡Justamente! Era una corriente mundial de revisionismo que se cobijó con el antiestalinismo. El antiestalinismo fue su gran capote para disfrazarse y actuaron como liquidadores, en la Unión Soviética y aquí. Pero nosotros seguimos tirando duro por eso hice este librito (dice mientras muestra el ejemplar titulado El fracaso de la Revolución Democrática, de 2000).
 –¿Cuál considera que es la diferencia entre la izquierda de partidos como el PRD y el comunismo?
 –La diferencia es un abismo insondable, porque en medio está el oportunismo, el oportunismo en todos los aspectos: Teóricos y políticos. Y ahí está el resultado. Se llama Ayotzinapa.
 Se le comenta que ha habido una tendencia a considerar a todas las izquierdas como una sola y se ve en la caída de la URSS un fracaso del marxismo. Explica que el PCM actuó en algunos momentos como un partido marxista-leninista, aunque no tuvo continuidad. En ese sentido establece que, por ejemplo, hubo una diferencia abismal entre Mella y Valentín Campa:
 “Campa era un cardenista nato, pero no un comunista y otros también como Arnoldo Martínez Verdugo, el padre de la tesis del pluralismo, no en balde lo han homenajeado tanto en las cámaras de diputados y de senadores, es un personaje en el recinto de las cámaras, es respetado”, dice con ironía.
 Rivera dice que la guerra del comunismo ha sido larga pero “la vamos a ganar” porque el mundo ha cambiado y las masas han podido ver con claridad el significado de las reformas en la URSS, el resultado de la política de alianzas de los excomunistas y ya no tan fácilmente les creen aunque hablen de democracia, entonces “la clase trabajadora va a descubrir por sí misma nuevamente el camino leninista”.
 No será igual que en el siglo pasado pero en esencia será el camino leninista. Baste ver, agrega, lo que sucede en países como Ucrania, donde vuelve a levantarse la bandera roja, y “no es casual que los fascistas del bando contrario estén demoliendo las estatuas de Lenin”.
 Ayotzinapa, la prueba
 En el mismo sentido dice que esa línea política “plural” tenía que hacer crisis en México, “romperse por dentro”. Y no es casual lo ocurrido en Ayotzinapa, Guerrero:
 “Ayotzinapa demuestra que los partidos de la pequeña burguesía no pueden dirigir una revolución, pueden participar y deben participar, no me asustan las alianzas con esos partidos, pero sí estoy convencido de que como dirigentes ¡ni al baño! Porque nos conducen ahí, a Ayotzinapa.
 “Indefectiblemente van a caer ahí. Y se renuevan y se renuevan, ahora son PRD, luego los amorosos, etcétera. Pero esa clase no puede dirigir nada, ya pasó su época.”
 –Usted hace una distinción entre Arnoldo Martínez Verdugo y el comunismo. Lo llama cardenista, pero en su juventud usted también se unió a las fuerzas de izquierda cardenistas.
 –Nosotros éramos cardenistas ¡claro! Estábamos con el gobierno de Cárdenas y lo apoyamos en la expropiación petrolera pero no nos quedamos en eso, éramos socialistas y cuando hubo que romper con Cárdenas rompimos. ¿Cuándo rompimos con Cárdenas? Cuando Cárdenas se reúne con Gustavo Díaz Ordaz en Río Cupatitzio, Michoacán, y se dieron un abrazote. Ahí don Lázaro entregó las banderas del Movimiento de Liberación Nacional (que reunía a las izquierdas). ¡Y hasta ahí!
 Y remarca:
 “Nunca confundimos cardenismo con socialismo. Como sí lo hicieron Campa y socios.”
 –Ahora que Peña Nieto hizo las llamadas reformas estructurales, especialmente la energética, hubo añoranza por el cardenismo. La izquierda veía en la propiedad nacional del petróleo el último bastión… un comunista como usted, ¿también lo ve así?
 –Yo creo que don Lázaro cumplió con metas nacionales muy importantes de la burguesía mexicana revolucionaria, fue un honesto dirigente burgués, pero de socialismo nada.
 Y respecto a Peña Nieto comenta que en su Facebook publicó su promesa de que trabajaría por el desarrollo económico. Ahora debe resolver “hasta el fondo” el asunto de Ayotzinapa, “tiene la oportunidad, si no lo hace, la historia no lo absolverá”.
 Se le comenta que Proceso ha publicado investigaciones que hablan de que tanto en  el  caso de Ayotzinapa como en el de Tlatlaya, todo apunta a la participación del ejército. Rivera habla en su libro Columnas contra cordones de la participación de miembros del ejército en la represión de aquel 1 de mayo. En 1968 también participó el ejército. La pregunta es entonces:
 –¿Cómo podría Peña Nieto resolver el caso de Ayotzinapa? ¿Tendría que enfrentarse con el ejército (y es su comandante supremo)?
 –¡Pues hay que meterle mano, no hay de otra! No hay otra manera, ahí hay varios generales señalados con nombre.
 Menciona que también La Jornada ha publicado los nombres y denunciado cómo sucedieron los hechos de Ayotzinapa. Rivera Ortiz fue colaborador del diario en temas médicos pero dejaron de publicarlo sin más.
 Triunfo de Cuba
 Como médico fue un entusiasta colaborador de la triunfante revolución cubana encabezada por Fidel Castro. Junto con su esposa y sus pequeños hijos viajó a la isla en 1962, donde fue jefe del servicio de cirugía de tórax del Hospital Julio Trigo, en el Ministerio de Salud Pública de Cuba, hasta 1966.
 Se le pide su opinión sobre el momento actual en el que se han restablecido las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, el médico y comunista de 87 años de edad responde con firmeza:
 “Pues mire, si Estados Unidos respeta normas de trato honesto y civilizado ¡perfecto, qué bueno! Creo que es un gran triunfo de Cuba, la diplomacia cubana les asestó un golpe con guante blanco, difícil que se levanten, ¿eh?
 En opinión suya en la etapa actual de construcción del socialismo, los comunistas de cualquier parte del mundo (cubanos, rusos, mexicanos) deben trabajar con otros sectores sociales, no necesariamente iguales a ellos, como la pequeña o gran burguesía. Si bien pueden traicionar al movimiento, entonces se les deberá combatir. Es un principio dual de cooperación y lucha simultánea: Cooperación en lo que se está de acuerdo, lucha en las diferencias.
 “Lucha sin cuartel, sin concesiones, pues ya vemos lo que pasa cuando hay concesiones, en la misma Unión Soviética mire lo que pasó. Lenin escribió mucho sobre esto que llama el periodo especial, la NEP (Nueva Política Económica) en la Unión Soviética. Habló de las alianzas, de la cooperación con los diferentes, porque el socialismo naciente no puede resolverlo todo, será hasta el triunfo definitivo total, absoluto y universal cuando se haga, mientras son compañeros de viaje.”
 Retoma:
 “Veo contento lo de Cuba, feliz, porque es un gran triunfo del pueblo cubano, del gobierno revolucionario de Fidel y de todos los trabajadores del mundo, así lo veo. Pueden pasar muchas cosas, depende de ambos pero no obstante, lo dicho, dicho.”
 –¿Esta nueva relación entre Cuba y Estados Unidos, puede verse como un avance del socialismo a nivel mundial?
 –¡Se puede ver como un avance del socialismo a nivel mundial! Porque la nueva relación entre Cuba y los Estados Unidos significa una derrota de la política ultraderechista de los gobiernos de Reagan, de Nixon, de Kennedy, de Obama, de todos. Aunque Obama ahora está admitiendo esta relación, eso no hay que desconocérselo.
 “Pero vamos a ver hasta dónde llega Obama, yo creo que el capitalismo no tiene color, Obama sí, pero el capitalismo no, el capitalismo es el capitalismo.”
 En la pasada Feria del Libro del Palacio de Minería, Rivera Ortiz presentó su libro Cuentos de médicos, donde resume de manera lúdica e irónica “la política de hostilidad y acosamiento” que usan las instituciones de seguridad social como el IMSS y el ISSSTE para “aniquilar a los disidentes”.
 La literatura, dice el médico, fue su medio para denunciar el sistema que padeció y que desconoció toda su experiencia en Cuba. Fue despedido del IMSS por Gilberto Flores Izquierdo.
 La rebeldía cuesta, resume Rivera Ortiz, pero “nadie debe sufrir lo que sufrimos ni en las instituciones de salud, ni en las de cultura, ni en las de bellas artes, no debe existir esta política de autoritarismo”.   


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