28 ene 2017

Orden de Malta nombra a líder interino y restituye a su gran canciller

Orden de Malta nombra a líder interino y restituye a su gran canciller

El Gran Maestre de la Soberana Orden Militar de Malta, Matthew Festing, presentó su renuncia al cargo el martes 24 de enero durante una audiencia con el Papa Francisco, que aceptó la dimisión..Lo anunció a la Reuters un vocero de la Orden: "El Papa le pidió que renunciara y él aceptó".

Antes hubo un a rebelión..la Orden no aceptó un a investigación papal..
http://fredalvarez.blogspot.mx/2016/12/rebelion-en-la-granja-la-orden-de-malta.html
Festing, de 67 años, respondió con palabras muy duras a la decisión del Papa, reivindicando la plena autonomía de los Caballeros de Malta y afirmando que la dirección de la Orden no habría colaborado de ninguna manera con la comisión nombrada por el Papa. También se trató de desacreditar a la comisión misma, y se llegó a afirmar que algunos de sus miembros tenían relaciones con Boeselager. 
El Vaticano respondió inmediatamente, confirmando su confianza en la Orden de alta y en todas sus actividades caritativas en el mundo, pero al mismo tiempo garantizaba su absoluta confianza a la comisión.
La renuncia de Festing es el signo evidente de que se rompieron todos los equilibrios en la cúpula de la Orden de Malta. Según algunos observadores se estaría llevando a cabo un enfrentamiento entre el alma inglesa y el alma alemana de los Caballeros, algunos de cuyos miembros son profesos y por lo tanto representan una orden religiosa en toda regla. Un papel protagónico en todo el caso lo ha jugado el cardenal Burke.
En una  del 25 de enero de 2017, la Sala de Prensa de la Santa Sede comunicó que "el Santo Padre ha aceptado tal renuncia, expresando a Fra’ Festing aprecio y reconocimiento por los sentimientos de lealtad y devoción hacia el Sucesor de Pedro y la disponibilidad para servir humildemente al bien de la Orden y de la Iglesia".
El gobierno de la Orden «será asumido “ad interim” por el Gran Comendador hasta que sea nombrado el Delegado Pontificio».
 Luego de la renuncia del Gran Maestre de la Orden de Malta, Matthew Festing, la institución nombró como líder interino a Ludwing Hoffman von Rumerstein, y restituyó en su cargo al Gran Canciller Albrecht Freiherr von Boeselager.
Así lo indicó la Orden de Malta en una nota de prensa este sábado 28 de enero, en la que señalan que el nombramiento de Hoffman estará en vigor hasta la elección del nuevo Gran Maestre.
Además de aceptar la renuncia de Festing, la Orden de Malta también decidió anular los decretos que establecían “los procedimientos disciplinarios” que se habían iniciado contra el ahora restituido Gran Canciller, Albrecht Freiherr von Boeselager, que reasume su cargo “inmediatamente”.
Ahora reinstalado en su cargo, Freiherr podrá convocar al Consejo de la Orden que elegirá al nuevo Gran Maestre.

La renuncia de Matthew Festing se produjo el 25 de enero luego de varias semanas de intercambios de pareceres entre la Orden de Malta y la Santa Sede sobre la legitimidad del Grupo nombrado por la Secretaría de Estado del Vaticano, el 22 de diciembre de 2016, para investigar las circunstancias en las que se produjo la sustitución del Gran Canciller.
Tras algunos cuestionamientos, el 17 de enero el Vaticano manifestó su confianza en los cinco componentes del Grupo constituido por el papa y rechazó “cualquier intento de desacreditar a sus integrantes y a su trabajo”.
Ese mismo día el Vaticano expreso a la Orden de Malta “su apoyo y ánimo a la encomiable labor que los miembros voluntarios realizan en varias partes del mundo”.
La Orden de Malta es una de las más antiguas instituciones occidentales y cristiana.
Como orden religiosa de la Iglesia desde 1113 y sujeto de derecho internacional, mantiene relaciones bilaterales con más de 100 Estados y con la Unión Europea, así como una misión permanente de observación ante la ONU:
La Orden de Malta está presente en 120 países con proyectos médicos, sociales y humanitarios en favor de los necesitados.
Su misión principal es ayudar a las personas víctimas de conflictos armados y desastres naturales, ofreciendo asistencia médica, atendiendo a los refugiados y distribuyendo fármacos y material básico de supervivencia
La Soberana Orden militar y hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como la Orden de Malta, es una orden religiosa católica y laica, fundada en Jerusalén alrededor de 1050.
Según el derecho canónico que es el que rige a la Iglesia Católica, está vinculada a la Santa Sede, pero al mismo tiempo es independiente como sujeto soberano del derecho internacional.
Tiene sus orígenes en los hospitales durante la época de las Cruzadas, en Tierra Santa, y durante más de 900 años, se ha encargado de atender a personas necesitadas de todas las creencias: musulmanas, ortodoxas, católicas, protestantes, judías, entre otras.
Mientras que otras órdenes militares desaparecieron debido a que su propósito militar ya no era necesario, la Orden de Malta avanzó siguiendo su misión hospitalaria. Actualmente tiene un reconocimiento internacional y desarrolla labores humanitarias en todo el mundo.
El sitio web de la Orden Malta presenta 9 cosas que debes conocer sobre su organización.
1.  Defienden la fe y brindan servicio a los pobres
Sus 13.500 miembros son frailes, religiosos y laicos dedicados al ejercicio de la virtud cristiana y la caridad, sirviendo a pobres, enfermos y los más desfavorecidos de la sociedad.
Hoy la Orden, que es sujeto soberano de derecho internacional, realiza las actividades de ayuda en más de 120 países y tiene relaciones diplomáticas con 104 de ellos, muchos de los cuales no son católicos.
Sus programas incluyen asistencia médica y social; socorro en casos de conflictos armados y catástrofes naturales; servicios de emergencia y primeros auxilios; ayuda a las personas mayores, discapacitados y niños necesitados; formación de primeros auxilios y apoyo a los refugiados y desplazados internos.
Cuenta también con aproximadamente 80.000 voluntarios capacitados y 25.000 empleados, la mayoría de los cuales son personal médico.
2. El fundador de la Orden es un beato
El nacimiento de la Orden se remonta a alrededor de 1048. Los comerciantes de la antigua República Marítima de Amalfi obtuvieron del Califa de Egipto la autorización para construir una iglesia, un convento y un hospital en Jerusalén para atender a peregrinos de cualquier religión o raza.
Luego, la Orden de San Juan de Jerusalén –la comunidad monástica que dirigía el hospital– se independizó bajo la dirección de su fundador, el Beato Gerard Tum.
El Papa Pascual II aprobó la fundación del hospital con la Bula del 15 de febrero de 1113 y la puso bajo la protección de la Iglesia, otorgándole el derecho de elegir libremente a sus superiores sin interferencia de otras autoridades laicas o religiosas.
La constitución del Reino de Jerusalén obligó a la Orden a asumir la defensa militar de los enfermos y peregrinos, así como a custodiar sus centros médicos y carreteras principales. La Orden añadió así la tarea de defender la fe a la de su misión hospitalaria.
3. Al terminar las Cruzadas se retiraron de Tierra Santa
Después de la caída de San Juan de Acre y la pérdida de Tierra Santa en 1291, la Orden se trasladó a Limassol, en la isla de Chipre, donde había estado presente desde 1210 gracias a la concesión de importantes propiedades, privilegios y derechos comerciales.
Siguió construyendo nuevos hospitales fieles a su misión hospitalaria y se benefició de la posición estratégica de la isla para constituir una flota naval y proteger a los peregrinos en la ruta marítima a Tierra Santa.
El número de miembros procedentes de toda Europa continuó creciendo y contribuyó al fortalecimiento de la estructura de la Orden, adquiriendo nuevas posesiones en la orilla del Mediterráneo.
Debido a las consecuencias de la creciente inestabilidad en Chipre, la Orden trató de considerar una base más adecuada en la Isla de Rodas (Grecia). Sin embargo, recién a mediados del siglo XIV, los Caballeros de la Orden fueron llamados a esta nueva sede.
4. Otra de sus históricas sedes fue la isla de Rodas
Bajo la dirección del Gran Maestre Foulques de Villaret, en 1307, los Caballeros de la Orden desembarcaron con su flota en Rodas, completando la adquisición de la isla hacia 1310.
Además de ofrecer puertos para sus flotas, la isla era un lugar estratégico que unía los mundos oriental y occidental.
A partir de entonces, la defensa del mundo cristiano requirió la organización de una fuerza naval. Así la Orden construyó una flota poderosa y navegó el Mediterráneo Oriental, luchando muchas batallas famosas.
A principios del siglo XIV la Orden fue gobernada por su Gran Maestre (Príncipe de Rodas) junto con el Consejo, acuñando su propio dinero y manteniendo relaciones diplomáticas con otros estados.
Después de seis meses de combate contra la flota y el ejército del sultán del imperio otomano, Solimán el Magnífico, los caballeros se vieron obligados a rendirse en 1523 y dejaron Rodas.
5. El avance del imperio otomano los obligó a reubicarse en la isla de Malta
La Orden permaneció sin territorio propio hasta 1530, cuando el Gran Maestre Fray Philippe de Villiers de l'Isle Adam tomó posesión de la isla de Malta, concedida a la Orden por el emperador Carlos V con la aprobación del Papa Clemente VII. Se decidió que la Orden debía permanecer neutral en cualquier guerra entre naciones cristianas.
En 1565, los caballeros, encabezados por el Gran Maestre Fray Jean de la Vallette, defendieron la isla durante más de tres meses durante el Gran Asedio de los Otomanos.
Después de esta victoria los caballeros transformaron Malta, emprendiendo proyectos de construcción urbana: se construyeron palacios e iglesias, así como formidables nuevos bastiones de defensa y jardines.
La isla recibió un nuevo hospital grande, considerado uno de los más organizados y más efectivos del mundo. También se fundó una escuela de anatomía y se siguió la facultad de medicina.
Además, durante siglos la flota de la Orden de Malta participó en las maniobras más importantes del Mediterráneo contra la flota otomana y contra los piratas del norte de África. En 1571 su participó en la batalla de Lepanto, contribuyendo a la victoria de la flota cristiana contra la expansión del Imperio Otomano en Europa.
6. La sede actual de la Orden se encuentra en Roma
Doscientos años más tarde, durante la campaña egipcia de 1798, Napoleón Bonaparte ocupó Malta por su valor estratégico. Sin embargo, debido al código de la Orden que les prohibía levantar armas contra otros cristianos, los caballeros fueron obligados a abandonar su isla.
El Tratado de Amiens, firmado en 1802, que establecía los derechos soberanos de la Orden sobre la isla de Malta, nunca fue aplicado. Después de haber residido temporalmente en Messina, Catania y Ferrara, en 1834 la Orden se estableció definitivamente en Roma.
7. Las actividades hospitalarias más importantes se dieron durante las dos guerras mundiales
En la segunda parte del siglo XIX, la misión hospitalaria original volvió a ser el centro de atención de la Orden, cada vez más fuerte durante el último siglo, sobre todo por la contribución de las actividades realizadas por sus Grandes Prioratos y Asociaciones Nacionales en muchos países alrededor del mundo.
Las actividades hospitalarias y caritativas a gran escala se llevaron a cabo durante la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial bajo el Gran Maestre Ludovico Chigi Albani della Rovere (1931-1951).
Después con los Gran Maestres Angelo de Mojana di Cologna (1962-1988) y Andrew Bertie (1988-2008), los proyectos se expandieron hasta llegar a las regiones más lejanas del mundo.
8. La Orden cuenta con un Cardenal
El Papa nombra a un Cardenal como su representante en la Orden de Malta, otorgándole una autoridad especial. El “Cardinalis Patronus” se encarga de promover los intereses espirituales de la Orden y de sus miembros, así como las relaciones entre la Santa Sede y la Orden de Malta.
El cargo es ejercido en la actualidad por el Cardenal Raymond Leo Burke.
9. La jerarquía de sus miembros se divide en tres clases
Según la Constitución, los miembros de la Orden de Malta se dividen en tres clases. Los miembros deben conducir sus vidas de manera ejemplar de conformidad con las enseñanzas y preceptos de la Iglesia Católica y dedicarse a las actividades de asistencia humanitaria de la Orden.
Los miembros de la Primera Clase son Caballeros de Justicia y los Capellanes Conventuales Profesos, que han hecho votos de "pobreza, castidad y obediencia aspirantes a la perfección según el Evangelio". Son religiosos para todos los fines del Derecho Canónico, pero no están obligados a vivir en comunidad.
Los miembros de la Segunda Clase, en virtud de la Promesa de Obediencia, se comprometen a vivir según los principios cristianos y los inspiradores principios de la Orden.
Finalmente, la Tercera Clase está constituida por miembros laicos que no profesan votos religiosos ni la Promesa, sino que viven según los principios de la Iglesia y de la Orden.

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