Dos sicarios miembros del grupo delictivo Los Zetas fueron sentenciados este lunes en Washington DC a cadena perpetua por el asesinato de un agente migratorio estadounidense en territorio mexicano, según ha informado el Departamento de Justicia.
José Emanuel García Sota, apodado Juan Manuel Maldonado Amezcua alias "Zafado" y Jesús Iván Quezada-Piña alias "El Loco" fueron encontrados culpable en julio de este año de participar en una emboscada que se registró en febrero de 2011 en San Luis Potosí contra dos agentes de ICE, Zapata y Víctor Ávila.
El ataque se registró alrededor de las 15:20 horas en la vía Querétaro-San Luis Potosí. Los agentes viajaban en una camioneta blindada con placas diplomáticas provenientes de la Ciudad de México y tenían como destino Monterrey
En el ataque también resultó gravemente herido otro agente migratorio estadounidense, Víctor Ávila.
El caso constituyó el primer asesinato de un agente federal estadounidense en territorio mexicano después de 26 años— en 1985 fue asesinado el agente de la Agencia Antidroga Estadounidense (DEA) Enrique Kiki Camarena— y desató una intensa investigación en los dos países.
Días después del ataque, los agresores fueron detenidos, y fueron extraditados a EU para enfrentar juicio.
De acuerdo con las investigaciones, los sicarios tenían ese día la misión de robar vehículos que serían utilizados en operaciones de Los Zetas.
Los agentes Zapata y Ávila viajaban hacia Ciudad de México en una misión oficial a bordo de una camioneta blindada, cuando fueron interceptados por los sicarios. Se negaron a bajarse del vehículo, lo que desató un tiroteo. En el intercambio de disparos, los sicarios utilizaron fusiles de asalto tipo AK-47 y AR-15. Zapata, de 32, murió en el acto, y Ávila, de 38, fue gravemente herido.
Un año después del suceso que provocó tensiones con el Gobierno de EU el periódico The Washington Post reveló que Zapata y su compañero, Víctor Ávila, iban armados, pero sus pistolas habían sido superadas por los calibres de los ladrones.
Ambos agentes violaron la ley al portar armas en territorio mexicano, algo prohibido por las normas nacionales.
En esa misma época The Houston Chronicle aseguró que un acuerdo informal entre los gobiernos de México y EU permitía a los agentes estadounidenses portar armas cortas. Unos meses después, el Gobierno de EPN acabó legislando lo que ya era una realidad: la portación de armas hasta de calibre 40 a los agentes extranjeros de migración que trabajen en la frontera.
Según The Houston Chronicle, Jaime Jorge Zapata habría forcejeado con sus atacantes tratando de impedir que le arrebataran la camioneta blindada en que viajaba y que fue obligada a salir de la carretera por unos 15 hombres armados que iban en dos vehículos.
Los agentes se habrían identificado: “Somos americanos, somos diplomáticos”, pero aún así les dispararon a través de la abertura del vidrio de la camioneta que habían bajado para identificarse. Los agentes habían comido y, al reintegrarse a la carretera, fueron alcanzados y atacados por los delincuentes. El forcejeo se dio porque los seguros de las puertas de la blindada se liberaron en automático cuando el chofer la puso en parking.
Entonces en la delegación de la PGR se inició la averiguación previa PGR/SLP/SLP-V/104/D/2011, contra quien o quienes resulten responsables por los delitos de homicidio en grado de tentativa y lo que resulte.
Datos del difunto:
El agente especial Zapata comenzó su carrera en la Policía Federal con el Departamento de Seguridad Nacional como miembro de la Patrulla Fronteriza.
En una ficha curricular difundida en su portal, la dependencia federal estadounidense detalló que Zapata, un nativo de Brownsville, Texas, se unió a las filas de la ICE en 2006. Ocupó cargos en la Oficina del Representante Especial Adjunto en Laredo, Texas, la Unidad de Tráfico de Personas y la Policía Fronteriza.
Se se graduó de la Universidad de Texas en Brownsville en 2005 con una Licenciatura en Ciencias en Justicia Criminal.
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