Las FRAP en
Guadalajara/ Jesús Zamora García*
Historiador
por la Universidad de Guadalajara
Tomado del
Blog, http://lasfrap.blogspot.mx
Las Fuerzas
Revolucionarias Armadas del Pueblo (FRAP) fue una de las tres organizaciones
guerrilleras que operaron en Jalisco durante la década de los setenta del siglo
XX. Otras dos más fueron la Unión del
Pueblo y la Liga Comunista 23 de Septiembre. Algunos de los militantes de
las FRAP provinieron tanto de las Juventudes Comunistas, como de las luchas
políticas y sociales ocurridas al interior de la Universidad de Guadalajara
durante el periodo que fue de 1968 a 1973. Una
de sus primeras apariciones públicas ocurrió en febrero de 1973 al llevar a
cabo el secuestro del cónsul estadounidense Terrence George Leonhardy en
una operación coordinada con un grupo del Frente Estudiantil Revolucionario
(FER) que tenia su base en la Colonia Morelos.
La
intempestiva acción de las FRAP desató en cierta medida el movimiento armado en
la ciudad de Guadalajara. Debido al plagio del funcionario norteamericano, los
militantes de las demás organizaciones debieron llevar a cabo una serie de
posturas estratégicas que les permitieran progresar en sus respectivos
proyectos revolucionarios. La historia de las FRAP se puede situar en dos
fases: una que fue de 1968 a 1973 y otra que parte de 1973 a 1982. Ambas fases
fueron cambiantes dado el carácter inestable de las estrategias de combate de
la guerrilla contra el Estado habidas en esos años. El binomio
marxismo-leninismo, que fue pieza clave de la formula de lucha en los manuales
de adoctrinamiento de la guerrilla a fines de los sesenta en México.
Ese método
doble integraba el argumento teórico expuesto en la obra de Marx por un lado, y
por el otro la experiencia material del movimiento socialista encabezado en
buena medida por Lenin durante la revolución rusa de 1917. Los documentos
clásicos sobre la revolución socialista, fueron el eje formativo-intelectual de
cientos de jóvenes, que recurriendo a dichos textos iniciaron a finales de los
sesenta su abordaje al pensamiento revolucionario. Uno de los puntos de
propagación de las ideas de la revolución en Guadalajara en términos teóricos
fue el Partido Comunista (PC) aunado a su filial juvenil, La Juventud Comunista
(JC).
En
Guadalajara, los debates y análisis sobre el marxismo-leninismo en dichos
espacios provocaron, a inicios de la década de los setenta, la aparición de dos
grandes grupos de posturas en pugna dentro del PC, las cuales rápidamente se
trasladaron al seno de la JC. Por un lado se forma el grupo de los dogmáticos,
aquellos militantes del partido que entendían al socialismo de manera cerrada,
es decir, como si este fuera un recetario en el cual cada palabra era fija e
inamovible1. La mayor parte de estos formaban la dirección del PC y a pesar de
su dogmatismo, no apoyaban la revolución armada, sino que aspiraban a la vía
política. Esto se entiende como un afán de sobrevivencia institucional del
partido. Por otro lado estaban los que pensaban que había que adaptar el
marxismo-leninismo a la realidad mexicana y transformarla mediante una
revolución armada.
Estos eran
jóvenes mayormente y se asentaban en la JC. No estaban convencidos de la
conveniencia de la postura institucional del PC, pues eso les mantenía en el
inmovilismo. El argumento de las FRAP estaba fuertemente fundado en las
lecturas del marxismo-leninismo. La particularidad de su concepción, respecto a
las otras dos organizaciones guerrilleas sobre la forma en que se debía llevar
la lucha, implicaba una organización de la dirigencia en pequeñas células, es
decir una estructura organizativa mínima para evitar la infiltración y el
rastreo por parte del Estado mexicano.
Respecto a
la postura revolucionaria de las FRAP, no se ha encontrado hasta el momento
algún documento que explique el desarrollo claro de un cuerpo doctrinario, cosa
que si lograron desplegar en buena medida tanto la Unión del Pueblo, como La
Liga Comunista 23 de Septiembre. Armando Rentería, quien perteneció a la JC, al
FER y finalmente a la Liga en esta ciudad de Guadalajara, me refirió lo
siguiente respecto a los grupos armados conforme a sus respectivos núcleos
organizativos para lograr la revolución en ese periodo.
Desde la
óptica de la Liga, podemos definir las posturas de esta manera: la Unión del
Pueblo, se inclinaba por los actos de terror, poner las bombas y esas cosas. El
FRAP se inclinaba por crear, reductos, guerrilla urbana tipo Tupamaros, muy
cerrados; muy, muy cerrados en que con poquitos se podían hacer muchas cosas y
no desperdiciar fuerzas en propaganda, si acaso sí la propaganda pero entre
militantes. Y por el lado de la Liga, en planteamiento era más amplio, hasta
querer formar un Partido y un Ejercito Revolucionario2.
Esta primer
fase de la guerrilla en Guadalajara, en las que las FRAP hacen sus aparición de
manera apresurada -conforme al parecer de Enrique Velásquez Martín3-, desató un
fuerte debate respecto a la dirección que debía tener el movimiento que
intentaban encabezar los grupos armados. A pesar de las divisiones en cuanto a
los métodos y la estructura, algo era claro para la guerrilla en Guadalajara:
la pretendida revolución socialista debería ser a nivel latinoamericano, y en
ese proyecto sin duda Cuba jugaría un papel importante. El movimiento
guerrillero gestado durante los primeros años de la década de los setenta en
Guadalajara, había idealizado la revolución cubana; Fidel Castro era el ideal a
seguir por muchos de los guerrilleros de Guadalajara y por ello, de antemano
consideraban al líder cubano y a la isla del caribe, como los grandes y seguros
aliados de la causa revolucionaria.
Grande
sería la decepción para los miembros de las FRAP que fueron canjeados por el
cónsul Terrence Leonhardy y exiliados como refugiados políticos en Cuba a
principios de 1973. El ingeniero Guillermo Robles Garnica fue uno de los
asilados, y recuerda con amargura en su libro, La guerrilla olvidada: Presos en
la Isla de la Libertad, el desden con que el gobierno de Castro los trató. Esto
por que el gobierno de Castro veía en México un importante aliado comercial y
diplomático ante el boicot impuesto contra la isla por el gobierno de Estados
Unidos, y por lo tanto el gobierno de Castro no quería enemistarse con
Echeverría al apoyar la causa de la guerrilla de Guadalajara.
Los
militantes de las FRAP eligieron a Cuba como destino con la idea de que siendo
un país donde la revolución socialista se había logrado, los apoyarían en su
proyecto de exportar la revolución a México. Nada más alejado de la realidad.
Los guerrilleros liberados por el canje, incluidos los militantes de las FRAP,
fueron escondidos y menospreciados en Cuba. No les permitieron margen de
acción, y el apoyo logístico y doctrinario para desarrollar la revolución en
México desde Cuba nunca se dio, al grado de que los exiliados de 1973 sólo
pensaran en regresar al país para seguir trabajando por su cuenta.
De todos
los asilados en la isla, los mexicanos éramos los únicos que exasperábamos al
gobierno cubano, como si los demás fueran victimas de gobiernos despóticos y
nosotros no; por el contrario, nos culpaban de de luchar contra el sistema
mexicano, ejemplo de “régimen democrático” eso demuestra que la conveniencia
política rebasaba cualquier hipocresía 4.
Reitero que
la referencia citada por Robles Garnica integra a la discusión sobre el
concepto de la revolución en Guadalajara durante los setenta, un ingrediente
que debe ser muy tomado en cuenta: la falsa impresión que la guerrilla mexicana
- o al menos las FRAP de Guadalajara- tuvo una alianza con la revolución
cubana. Al parecer no existió ese vínculo de concordancia de ayuda mutua en
aras de propagar la revolución socialista a Latinoamérica. Esa característica,
en sí misma, ya afecta la concepción global que se puede tener sobre la idea de
revolución como concepto dentro de la guerrilla en Guadalajara. La situación
Cuba-FRAP, me permite señalar un primer movimiento importante que tuvo el ideal
de la revolución de esos años, y a partir de ello, estudiar las posiciones
políticas del Estado mexicano al respecto, lo cual me llevará a una serie de
análisis sobre geopolítica. Desde ahí fue claro notar que la utopía de la
fraternidad revolucionaria latinoamericana se vio mellada respecto a Cuba como
una de los principales aliadas del orbe socialista.
Citas:
Foto:
Héctor Guillermo Robles Garnica y los hermanos Alfredo y Carlos Campaña López
abandonan la Penal de Oblatos. Su excarcelación obedeció a un pacto entre el
gobierno de Jalisco y las FRAP para que el grupo guerrillero liberara al cónsul
norteamericano George Terrence Leonhardy. Foto de El Informador, 6 de mayo de
1973. Revisada en la hemeroteca de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco.
[1] Jesús
Gutiérrez Jiménez, entrevista del 23 de diciembre del 2006, Guadalajara,
Jalisco. El Sr. Gutiérrez Jiménez perteneció al Partido Comunista a partir de
1973.
[2] Armando
Rentería Castillo, entrevista del 22 de febrero 2003, Guadalajara, Jalisco.
[3] Enrique
Velázquez Martín fue el abogado de muchos de los guerrilleros de la década de
los setenta en tanto estuvieron encerrados en la Penal de Oblatos. Fue
simpatizante del FER y vivió de cerca el proceso de mutación del FER en
movimiento guerrillero.
[4]
Guillermo Robles Garnica, Guadalajara: la guerrilla olvidada: Presos en la isla
de la libertad, Sin editorial, 1998, p.109.
Comunicado:
Comunicado:
http://www.cedema.org/uploads/FRAP19740828.pdf
*HISTORIA
DE LA UNIÓN DEL PUEBLO EN GUADALAJARA (1973-1978)/JESÚS
ZAMORA GARCÍA
esis
presentada en el Departamento de Historia del Centro Universitario de Ciencias
Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara el 1 de junio del año
2005. (Corregida y aumentada en julio-agosto de 2005.)
Se puede leer en la página de CEDEMA
CENTRO
DE DOCUMENTACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS ARMADOS
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