17 mar 2014

“Peña Nieto nos quiere tener como perros acosados”: Gil Zuarth


 “Peña Nieto nos quiere tener como perros acosados”/Alvaro Delgado, reportero
Revista Proceso # 1950, 16 de marzo de 2014
Admirador y defensor a ultranza del expresidente Felipe Calderón, el senador Roberto Gil Zuarth sostiene que el embate del gobierno de Enrique Peña Nieto contra el PAN por el caso Oceanografía es una estrategia de amedrentamiento que busca doblegar a ese partido para que ceda en sus posturas en materia energética. En entrevista con Proceso, dice que a los panistas les convendría hacer un corte de caja con el pasado en relación con actos indebidos, excesos y ambiciones, pues advierte: “Si no exorcizamos a nuestros fantasmas nos van a perseguir el resto de nuestra vida…”.
 “¡Los panistas no podemos ser ni sentirnos como perros acosados!”, clama Roberto Gil Zuarth en medio del escándalo de Oceanografía, la empresa favorecida por los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, que él atribuye a un “embate” del gobierno de Enrique Peña Nieto para inmiscuirse en la vida interna del Partido Acción Nacional (PAN).
 Artífice del retiro de los senadores panistas de las negociaciones de las leyes secundarias de la reforma energética como respuesta a la acometida del gobierno –“no podíamos poner la otra mejilla” –, el legislador asegura que se pretende también someter al PAN aprovechando su división interna.

 “Esa división está siendo aprovechada por el gobierno y por el PRI para la interlocución política –lo que no logra con uno lo logra con los otros, mantener dos mesas en paralelo siempre es más útil que hablar con un partido unificado–, pero también para hacer un ajuste de cuentas con el pasado y debilitar al PAN hacia el futuro.”
 Y es que el caso Oceanografía se intensificó en el marco de la propuesta que hizo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la mesa de negociaciones para que Peña Nieto nombre directamente a los consejeros independientes de los órganos reguladores previstos en la reforma constitucional en materia energética.
 “Este caso no tiene nada que ver con contratos, pero nosotros estamos siendo doblegados, amainados o presionados para ceder ante una de las banderas que el PAN tiene en las leyes secundarias de la reforma energética”, expresa.
 Y es que este embate del que se queja Gil Zuarth se produce cuando ha iniciado la contienda por la presidencia del PAN entre Ernesto Cordero, cuya carrera política patrocinó Felipe Calderón, y Gustavo Madero, quien presuntamente cuenta con la simpatía de Peña Nieto.
 En entrevista con Proceso, el senador no tiene duda: “El PRI y el gobierno tienen la tentación y aprovechan la ocasión para intervenir en la vida interna del partido. Es el modelo del PRI del Estado de México: Intervenir en los otros partidos”.
 Pero advierte: “El PAN nacional no es el PAN del Estado de México, al que basta con sucumbirlo para que ceda más rápido a las necesidades del gobierno en turno. Eso es lo que hemos decidido en el Senado: Nosotros no vamos a dejarnos presionar bajo calumnias o bajo linchamientos mediáticos”.
 Secretario particular de Calderón, exdipu­tado federal, dos veces subsecretario de Gobernación y derrotado por Madero en la contienda por el PAN, en 2010, Gil Zuarth no evade el expediente de corrupción atribuido al PAN y afirma que se deben “exorcizar los fantasmas” de ese partido:
 “¡No hay otra forma! No podemos ver hacia adelante y ver hacia el futuro si no hacemos un corte de caja con nuestro pasado: los actos indebidos, los excesos, las ambiciones, pero también los saldos positivos de nuestra gestión de gobierno. Si no exorcizamos a nuestros fantasmas nos van a perseguir el resto de nuestra vida. ¡Es el momento!”
 Sin embargo, advierte, en el caso de las leyes secundarias y de otros temas fundamentales, el PAN no puede dejarse presionar por el gobierno y volver a ser “perros acosados”, como decía Carlos Castillo Peraza.
 “Puede ser una estrategia relativamente fácil para el PRI lograr que el PAN ceda en ciertas cosas que están reflejadas en el modelo constitucional (de reforma energética), pero poniéndonos contra la esquina, haciéndonos ver y sentir como perros acosados”, dice.
 Pero si antes podía entenderse que los panistas fueran como “perros acosados”, porque había un régimen autoritario, ahora no hay razón, afirma.
 “Ahora sólo podemos sentirnos perros acosados por una presión a partir de un saldo absolutamente pernicioso de nuestro paso por el gobierno, que nos estén acusando sistemáticamente de corrupción y que eso sea lo que nos tenga en una esquina enseñando los dientes, absolutamente asustados y sin posibilidades de salir de esa encrucijada. El partido no está para eso.”
 Y por eso, afirma, los panistas enfrentan una disyuntiva: “Ponemos la otra mejilla, nos sentimos totalmente aludidos y nos sentamos a cederle todo lo que quiere el gobierno por una supuesta mala conciencia o damos la cara y defendemos al PAN”.
 –¿Si Peña y el PRI meten las manos se las van a cortar?
 –Se llevará una sorpresa. Intervenir en la vida del partido le va a implicar una dificultad importantísima en la interlocución política.
 “Porque, hay que decirlo con claridad, el Senado durará el mismo tiempo de su gestión y aquí habrá quienes estamos dispuestos a defender, hasta con la vida, a una institución.”
Los fantasmas del PAN
Y es que el estallido del caso Oceanografía cimbró al PAN, en cuyos gobiernos de Fox y Calderón facturó contratos por más de 50 mil millones de pesos, sobre todo en el del segundo.
Una fotografía de Madero a bordo de un avión de esa empresa, propiedad de Amado Yáñez, acrecentó la confrontación entre facciones: Luego de deslindarse, exigió castigo a los responsables sin distingo de su militancia y, con malicia, involucró a Calderón y Cordero.
“Estoy seguro que la información detallada sobre el caso Oceanografía podrán ofrecerla los funcionarios que administraron Pemex en los últimos 12 años, así como los miembros de su consejo de administración en ese lapso.”
Calderón presidió el consejo de administración de Pemex cuando encabezó la Secretaría de Energía en el gobierno de Fox, al igual que Cordero cuando fue secretario de Hacienda en el sexenio del primero.
De hecho, siendo secretario de Energía, Calderón intervino directamente para favorecer a Oceanografía hace 10 años, en marzo de 2004, con la intermediación de su asesor Juan Camilo Mouriño y César Nava, abogado general de la paraestatal.
Según documentación publicada por la reportera Ana Lilia Pérez en la revista Contralínea, en 2008, cuando Mouriño era secretario de Gobernación, tras las gestiones de los funcionarios, incluido Calderón, Pemex declaró desierta una licitación y adjudicó directamente un contrato a la naviera.
No sólo eso: Ese contrato fue usado por Oceanografía como única garantía para obtener un crédito por más de 60 millones de pesos del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) que Yáñez cobró mediante cuatro facturas apócrifas.
El auditor Roberto Muñoz Leos, hermano del exdirector de Pemex, detectó estas irregularidades y las hizo del conocimiento de Héctor Reyes Retana, director de Bancomext, pero se impuso la impunidad.
–El gobierno de Calderón está lleno de escándalos de corrupción…
–La forma de despejar todas las especulaciones, las ciertas y las falsas, es que enfrentemos a nuestros fantasmas, como en el cuento bellísimo de Dickens. La forma de ponernos de pie y de ver hacia adelante es que nos exorcicemos de nuestros fantasmas. Y la primera forma de exorcizar nuestros fantasmas es enfrentarlos, prendernos la luz, vernos a la cara.
 Pero advierte: “Que sepan también el gobierno y el PRI que frente a la aparición de un nuevo fantasma vamos a prender la luz y lo vamos a enfrentar”.
Calderón es el PAN
De 36 años de edad, Gil Zuarth hizo una veloz carrera en el gobierno de Calderón: Inició el sexenio como coordinador de asesores del secretario de la Función Pública, Germán Martínez, a quien acompañó como director jurídico del CEN del PAN.
 Luego de ser subsecretario de Gobernación con Fernando Gómez Mont, en 2010, pretendió la presidencia del PAN y perdió ante Madero. Calderón lo hizo su secretario particular, hasta noviembre de 2011, cuando buscó ser senador y luego coordinador de campaña de la candidata derrotada Josefina Vázquez Mota.
 Cuando dejó la secretaría particular de la Presidencia pronunció encendidos elogios a Calderón: “Dios ha tenido el cuidado, la generosidad de prestarnos al mejor Presidente de México”.
 Gil Zuarth no se desdice: “Felipe Calderón, como hombre de poder, tuvo aciertos y errores. Pero estoy convencido de que es un hombre de buenas intenciones, de valores, patriota. Sólo el hombre de conciencia duda. Y la duda es fuente de aciertos y de errores”.
 En el escándalo de Oceanografía alega que nada tiene que ver con los gobiernos del PAN, porque el fraude cometido por la naviera contra Banamex ocurrió ya en el sexenio de Peña Nieto.
 “Si hay alguna sospecha sobre los contratos suscritos en los últimos 12 años que se aclaren en sus circunstancias, en sus condiciones y en sus términos, pero no a propósito de un caso que no tiene nada que ver con contratos nosotros estemos siendo doblegados, amainados o presionados para asistir a una reforma energética y ceder ante condiciones que tiene el PAN en cuanto a la reforma energética.
 “Podemos correr el riesgo de que se pretenda diluir el modelo energético a propósito de un caso mediático que nos construyen y que parece que estamos asistiendo a esa reforma con mala conciencia.”
 Por eso, dice, la bancada del PAN volverá a la mesa de negociaciones hasta que se aclare a cabalidad el tema. “Es una decisión que tomamos para actuar en unidad y para defender la dignidad del partido y también lo que ha significado el PAN en el gobierno”.
 Aclara: “Reconocer errores y estar dispuestos a la autocrítica no significa que, bajo un clima mediático, se nos obligue a sucumbir ante la presión y doblar las manos”.
 El senador asegura que esta postura no es sólo de los panistas identificados con Calderón, sino que es prácticamente unánime. “Y el argumento es muy sencillo: hay un común denominador de maderistas, corderistas, calderonistas, zavalistas y es Acción Nacional.”
 Dice que es una paradoja que esté reservada toda la información del caso Oceanografía para salvaguardar las investigaciones, pero que se filtren nombres de personas vinculadas al PAN, como el excandidato al gobierno de Campeche, Mario Ávila Lizárraga.
 “Está reservado todo lo que pasó en 2013, pero no un contrato suscrito en los primeros días de diciembre de 2012, antes de un relevo en una subdirección en Pemex que, al final de cuentas, no provocó ninguna contraprestación a cargo de Pemex.”
 Gil Zuarth advierte que este embate del gobierno por el caso Oceanografía no afecta sólo a Calderón y a otros panistas, sino a todo el PAN.
 “Calderón fue un presidente postulado por Acción Nacional. Todo lo que se enderece contra la gestión de Calderón es, a final de cuentas, un daño al emblema, a la institución, a lo que representamos, a la confianza que fue puesta en nosotros.”
 Y reitera: “Si detrás de este tipo de andanadas mediáticas, de acusaciones supuestamente judiciales, de corrupción, hay una intención de debilitar a una expresión dentro del partido o al partido mismo, eso tendrá consecuencias en la interlocución del PAN con el gobierno inevitablemente”.
Las ruinas
Gil Zuarth no ve con optimismo el futuro del PAN si no se impone la estrategia de que el perjuicio de uno por el escándalo es el beneficio de otro.
Explica: “¿De qué va a servir ganar la presidencia de un partido estigmatizado por la corrupción, arrodillado, sin dignidad, sobre el que pesan graves acusaciones de corrupción y que es incapaz de responderlas o de aclararlas? Será comparsa de un gobierno que, como todo gobierno, tiene tentaciones de acapararlo todo y de tener, de alguna manera, disminuidas a sus oposiciones”.
El legislador considera que en algún momento el PAN entendió que una forma de diferenciarse del PRI en la oposición era con una estrategia de responsabilidad, de cooperación, y para materializar ciertas agendas.
“Esa estrategia es en cierto sentido razonable, pero las circunstancias han cambiado y la estrategia dialogante del gobierno inicial está cambiando a una de amedrentamiento a la oposición y nosotros no podemos, bajo ninguna circunstancia, caer en esa estrategia.”
Insiste en que un partido de oposición que acaba de gobernar tiene una disyuntiva frente a un linchamiento mediático: Renunciar o dar la cara y defenderse.
El PAN y los panistas no le pueden hacer el trabajo a sus adversarios, como ha venido ocurriendo. “Esto debilita al PAN como fuerza parlamentaria y como fuerza política. Esta es la neurosis de la cual nos tenemos que salir”.
Por eso, tras el acuerdo en el Senado, se ha sugerido la idea de que haya un entendimiento entre los competidores para evitar más pleitos. “En la defensa del PAN no puede haber fisuras entre nosotros”, subraya.
“¿Cómo pretendemos generar otra vez confianza en los ciudadanos si somos los primeros que nos autodestruimos? ¡La antropofagia que tenemos en el PAN va a ser la principal debilidad en la posibilidad de recuperar la confianza de los mexicanos!”
–¿Es posible esta convergencia?
–Si no es así, lo que habrá, en consecuencia, será un partido absolutamente débil, que el que llegue a la dirección simplemente va a administrar ruinas.
“¿O qué va a hacer al día siguiente el que llegue a la dirección con un partido tachado, calumniado, percibido como una mala copia del PRI? ¿Qué va a administrar desde el punto de vista político y electoral? ¿Cómo poner de pie a un partido que acusa recibo de las acusaciones de sus adversarios y se queda callado? Lo que no está permitido para un partido que gobernó y que aspira a gobernar es el silencio.”

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