6 abr 2014

Manzanillo, más caliente que nunca


Manzanillo, más caliente que nunca
LA REDACCIÓN, revista Proceso @ 1953, 5 de abril de 2014;
De 2010 a la fecha, las organizaciones criminales que se disputan el control del puerto de Manzanillo –Los Caballeros Templarios y el Cártel de Jalisco Nueva Generación– no sólo intensificaron su presencia; también cambiaron de giro. De acuerdo con autoridades federales, la introducción de precursores químicos para la elaboración de drogas, provenientes de países asiáticos, desplazó al tráfico de cocaína sudamericana. En la actualidad, este municipio encabeza la lista en el rubro de homicidios dolosos en Colima.
MANZANILLO, COL.- Después de la muerte en 2010 de Ignacio Nacho Coronel Villarreal, quien controlaba el trasiego de drogas del Cártel de Sinaloa a través de este puerto, se generó una disputa entre cárteles del narcotráfico por el control de la plaza que colocó el año pasado a este municipio a la cabeza en la cifra de homicidios dolosos en el estado y entre los 40 más violentos del país.
En el mismo periodo, la introducción por este puerto de precursores químicos para drogas provenientes de países asiáticos pudo haber desplazado de manera significativa el tráfico de cocaína procedente de Sudamérica, según la tendencia registrada en las cifras oficiales de decomisos realizados por las autoridades federales.

Apenas unos meses después de su llegada al cargo, durante su participación en los Encuentros por la Seguridad convocados en agosto de 2010, el gobernador Mario Anguiano Moreno atribuyó los brotes iniciales de violencia en la entidad al interés de los cárteles por el puerto.
 “La problemática de Colima en materia de seguridad pública –dijo–es también un tema de seguridad nacional, dada la importancia cada vez mayor del movimiento de mercancías del puerto/frontera que es Manzanillo.”
 Y aunque señaló que el territorio de Colima es ruta hacia otros centros de distribución de narcóticos, también reconoció que ya es mercado para el consumo de drogas debido “al cambio en la operación del crimen organizado, que desarrolló en la venta local de estupefacientes uno más de sus negocios”.
 En diciembre de 2012, en el marco de su tercer informe de gobierno, el mandatario dijo que la violencia creciente de ese año fue generada por la disputa de bandas de Jalisco y Michoacán por el mercado interno de las drogas, así como por la trascendencia de este destino turístico en la geopolítica de los enervantes.
 El delegado de la Procuraduría General de la República (PGR), José Guadalupe Franco Escobar, ubica la operación de dos grupos criminales en el estado de Colima: Los Caballeros Templarios y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). El primero es una escisión de La Familia Michoacana y el segundo surgió tras la muerte de Nacho Coronel a manos de elementos del Ejército en Zapopan, Jalisco.
 Datos de la Procuraduría de Justicia de Colima confirman la información sobre la presencia de ambos cárteles en la entidad. En una comparecencia ante el Congreso local en enero anterior, el procurador Marcos Santana Montes informó que durante 2013 fueron detenidos en Colima 397 miembros de la delincuencia organizada, de los que 293 dijeron pertenecer al CJNG y 104 a Los Caballeros Templarios.
 De acuerdo con el funcionario, esa cifra representa un incremento de 203% en el número de detenciones con relación a 2012, cuando sólo se lograron 131 aprehensiones de ese tipo.
 Aunque a escala estatal en 2013 se redujo la incidencia de homicidios con respecto al año precedente, en Manzanillo aumentaron los niveles de violencia en ese año, con una tasa de 30.7 asesinatos por cada 100 mil habitantes, muy por encima de la media nacional, que fue de 19.5.

En 2012, la tasa del puerto había sido de 22.8 ante una media nacional de 17.9, de acuerdo con datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, A.C.
 El diputado local perredista Francisco Rodríguez García, miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso estatal, advierte que frente a la violencia generada en este puerto por la disputa de grupos del crimen organizado no se ha instrumentado una estrategia eficaz de las autoridades para garantizar la seguridad de la población en el municipio.
 Manzanillo, subraya, es una sede muy importante para el conflicto entre los cárteles, que “tienen mejores tácticas y mejor armamento que la policía, porque la plaza está en disputa, eso nos queda muy claro”.
La irrupción del CJNG
Desde junio de 2011 el CJNG presuntamente hizo notar su presencia en Manzanillo a través de una manta colocada en un puente sobre el libramiento de El Naranjo, en la que el grupo presuntamente se deslindó de una serie de actos violentos ocurridos en la entidad con el argumento de que no secuestra ni mata gente inocente, pero sí respeta a las autoridades.
Y advirtió: “tomen en cuenta que si apoyan a los resistoles o cartel que sea, llamese zetas o familia, los estados de jalisco y colima se convertirán en otro cd. juarez o monterrey, de la manera mas atenta les pedimos que tomen cartas en el asunto”.
Posteriormente han aparecido en el puerto cartulinas con mensajes atribuidos al CJNG, una de ellas en septiembre de 2013 en la colonia Benito Juárez, donde la organización decía que iba a limpiar de “lacras” esa zona de la ciudad y pedía que se le dejara trabajar.
A mediados de febrero pasado apareció en esta ciudad el cadáver de un hombre. Atado y con signos de tortura, a su lado había un narcomensaje en el que supuestamente se vertían amenazas contra un grupo criminal. Las autoridades no dieron a conocer el nombre de la organización que se atribuyó la autoría.
En los últimos tres años las autoridades detuvieron en diferentes momentos a tres presuntos operadores de los cárteles de Jalisco y Michoacán en el puerto de Manzanillo. La más reciente fue la captura de Rubén Oseguera González, El Menchito, a finales de enero, acusado de formar parte del CJNG y de coordinar la recepción de drogas y precursores químicos a través del puerto, aun cuando no han logrado establecer complicidades de servidores públicos.
 En agosto de 2012, elementos de la PGJE detuvieron a Sergio Yair Árcega Ochoa, de 28 años, presunto operador de Los Caballeros Templarios en esta ciudad colimense, según informó la entonces procuradora, Yolanda Verduzco Guzmán.
 Junto con él fueron arrestados sus compañeros Francisco Javier Arambiz Hueso, de 21 años, originario de Petatlán, Guerrero, así como Juan Martín Limón Gallardo, de 29, de San Juan de los Lagos, Jalisco.
Antes, el 27 de mayo de 2010, el titular de la Capitanía General de Puerto de Manzanillo, Jorge Castañeda Uscanga, fue detenido por la Armada de México bajo la acusación de presuntos vínculos con Ismael El Mayo Zambada, uno de los jefes del Cártel de Sinaloa.
Tras cinco meses de arraigo, Castañeda Uscanga quedó en libertad. Pese a que la PGR le abrió dos averiguaciones previas, no pudo comprobarle los señalamientos.
En enero de 2011 fue anunciada la captura de Héctor Alejandro Estrada López, El Cora, presunto encargado del CJNG en la plaza de Manzanillo y la zona occidente, junto con 11 miembros de esa organización.
Como parte del mismo operativo de la Armada de México, también cayó el director operativo de Tránsito y Vialidad del municipio de Manzanillo, Christian Montero Ibarra, por presunta complicidad con ese cártel.
Dos años y dos meses después, en marzo de 2013, Montero Ibarra fue absuelto por una juez federal por no haber encontrado pruebas de complicidad con el CJNG, en un caso en el que intervino la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que envió una recomendación a la Secretaría de Marina (Semar) por torturas, detención arbitraria y tratos inhumanos.
De acuerdo con el diputado Rodríguez García, los yerros de las autoridades en las detenciones han sido producto de la desesperación y “evidencian claramente la falta de labor de inteligencia, de investigaciones con toda la profundidad y los protocolos de seguridad para realizar una detención de esa naturaleza, pues a veces simplemente se dejan llevar por el pitazo de alguien, sin haber realizado una investigación previa, y esto los hace cometer errores”.
Nuevo “modus operandi”
Mientras esto ocurre, las cifras de decomisos de sustancias ilegales en el puerto de Manzanillo sugieren un cambio en la naturaleza del trasiego de drogas por este lugar.
A diferencia de los grandes cargamentos de cocaína detectados en los años noventa y en la primera década de este siglo –en octubre de 2007 fue asegurado aquí un embarque de 23.5 toneladas de cocaína, considerado el decomiso más grande de la historia–, en los años recientes disminuyeron los volúmenes descubiertos de esta droga y se elevaron los aseguramientos de precursores químicos para la elaboración de drogas sintéticas.
 De acuerdo con las cifras de los decomisos de estas sustancias, en 2009 la cifra sólo ascendió a 5 toneladas en esta localidad; en 2010 se disparó a 292; al año siguiente bajó a 267, para 2012 fue de 122, y durante 2013 se incautaron alrededor de 200, en su gran mayoría provenientes de China o Corea.
 Los principales compuestos decomisados fueron metilamina, fenil acetato de etilo, ácido fenil acético y monomethylamine, entre otros, la mayor parte con destino final a México, aunque algunos de los cargamentos iban para Guatemala u otros países de Centroamérica.
 En tanto, durante los últimos cuatro años bajaron los volúmenes de cocaína decomisada, con cargamentos esporádicos que oscilaron entre 100 kilogramos y media tonelada.
 Respecto del cambio del tipo de sustancias detectadas en el puerto, el diputado Rodríguez García estima que este fenómeno puede tener su explicación en una tendencia del consumo; esto es, que los mercados están demandando más drogas sintéticas y están disminuyendo el consumo de cocaína.
 Aunado a lo anterior, después del aseguramiento de 119 mil toneladas de hierro ilegal en el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, el secretario general de Gobierno de esta última entidad, Jesús Reyna García, declaró que el tráfico de minerales no sólo se da a través de ese lugar, pues también hay indicios de que ello ocurre por el puerto colimense.
 Estas declaraciones fueron rechazadas por el gobernador Mario Anguiano Moreno y el entonces director de la Administración Portuaria Integral (API) de Manzanillo, Jesús Orozco Alfaro.
 El mandatario argumentó que en el puerto existen sistemas integrales de seguridad para revisar todos los movimientos, en tanto que el directivo de la API señaló que se cumple el protocolo establecido donde participan la aduana, la PGR, la Semar y la Profepa.
 El 13 de marzo se informó extraoficialmente que la Semar había intervenido y clausurado 36 patios mineros del puerto de Manzanillo. Al día siguiente el gobernador desmintió la información y aclaró que sólo fue revisada una bodega y se aseguró madera que se pretendía comercializar de manera ilegal; también fueron detenidas seis personas y les decomisaron vehículos y armas.
 El martes 1, con base en un decreto presidencial publicado un día antes en el Diario Oficial de la Federación, la Semar tomó el control de la administración y de la seguridad del puerto de Manzanillo y de 18 terminales marítimas más en el país.
 Como resultado de esta medida, fue removido Orozco Alfaro. En su lugar quedó el vicealmirante Jorge Rubén Bustos Espino. El relevo fue al mediodía del viernes 4. Días antes, el capitán de navío Marcelino Tapia Mijares sustituyó en la capitanía de puerto a Ildefonso Carrillo Mora.
 El diputado Rodríguez García advierte: aunque la intervención de la Semar fue positiva, debe dar mayor seguridad y certeza no solamente para evitar el trasiego de drogas, sino para salvar vidas humanas.
 También alude al “riesgo visible” de que la mayor presencia de miembros de la Armada intensifique los enfrentamientos armados con la delincuencia organizada.

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