11 may 2014

La mafia “itamita”/Jorge Carrasco en Proceso


La mafia “itamita”/JORGE CARRASCO ARAIZAGA
Revista Proceso # 1958, 10 de mayo de 2014

 El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, descalificado por The Wall Street Journal porque “ha mostrado gradualmente una profunda desconfianza hacia los mercados”, tiene en cambio tal confianza en sí mismo que encabeza al grupo de economistas egresados del ITAM que se ha hecho del control del aparato económico del Estado. Además de dominar al menos cuatro secretarías, esa élite manda en Pemex, la CFE, la Cofece, la Consar, la Condusef, la CNB, Nafin, Banobras, el Infonavit… y es la que bajo el liderazgo de Videgaray elabora las propuestas de reformas de Peña Nieto.
 El pasado 28 de abril The Wall Street Journal descalificó al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, como un auténtico neoliberal. Lo acusó de manipular la conducción económica para favorecer sus intereses políticos. Nada más agraviante para el poderoso jefe del gabinete económico de Enrique Peña Nieto y los principios ortodoxos de su alma máter, el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
 La columnista e integrante del consejo editorial del influyente periódico, Mary Anastasia O’Grady, fue contundente: En sus 16 meses de gestión Videgaray Caso “ha mostrado gradualmente una profunda desconfianza hacia los mercados”, que puede amenazar el crecimiento económico prometido por su jefe. Puso como ejemplo la Ley Federal de Competencia Económica o ley antimonopolio, aprobada en marzo por la Cámara de Diputados y en abril por el Senado a iniciativa del gobierno federal.

 “Una desregulación significa menos poder para los políticos, y ese no es el objetivo del ejercicio antimonopolio. Esta ley sólo podría venir de un gobierno convencido de su superioridad intelectual sobre el orden espontáneo”, escribió la también editora.
 En su cuestionamiento, la analista identifica a Videgaray como el “líder del equipo de reformadores” de Peña Nieto. Desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en efecto, encabeza al grupo de economistas egresados del ITAM que tiene el control del aparato económico del Estado mexicano.
 Como no había ocurrido en los 30 años de dominio neoliberal, desde el gobierno de Miguel de la Madrid, los ortodoxos del mercado egresados del tecnológico del sur del Distrito Federal no habían tenido tanto mando como el que ejerce Videgaray.
 Con su escuela económica forjada en el ITAM y afianzada con posgrados, sobre todo en Estados Unidos, ellos tienen en sus manos la economía del país y mucho más.
 Bajo su dominio e influencia están las secretarías de Hacienda, Energía, Comunicaciones y Transportes y Relaciones Exteriores, además de hallarse al frente de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, a las que están decididos a reducir, eso sí, como monopolios del Estado.
 Dominan en la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de las Instituciones Financieras (Condusef).
 Tienen bajo su control la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Nacional Financiera (Nafin), el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) y el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
 Gobiernan la Administración General de Aduanas y la Tesorería de la Federación; se encuentran incrustados en las secretarías de Desarrollo Social, del Trabajo y de Agricultura. Su influencia alcanza al Gobierno del Distrito Federal y al del Estado de México, y están al frente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público en el Senado. También fuera del gobierno, como un ente autónomo, uno de sus profesores, Agustín Carstens, es gobernador del Banco de México.
 Reprobado hasta ahora ante los ojos de la ortodoxia neoliberal estadunidense, Videgaray y su grupo surgieron del Departamento Académico de Economía que el propio ITAM define como uno de los “núcleos intelectuales” más dinámicos de México y uno de los de mayor influencia en la formación de pensamiento económico y en el diseño de la política económica del país, “gracias a la intensa participación de nuestra facultad y nuestros exalumnos en… el gobierno”.
 A diferencia de sus antecesores priistas De la Madrid, Salinas y Zedillo, Peña Nieto carece de formación tecnócrata. No la obtuvo ni en México ni el extranjero. Pero se hizo de un vasto equipo de egresados del ITAM que lo mismo trabajaron para Zedillo que para los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón.
 Aunque el principio básico de estos economistas es la eliminación del Estado como agente económico, han sido y siguen siendo grandes beneficiados del dinero público. Sus sueldos oscilan entre 150 mil y 200 mil pesos mensuales, más prestaciones y beneficios.
 Su afán liberalizador les ha dejado grandes ganancias. Primero, forman parte de una élite burocrática dorada y, después, capitalizan en grandes empresas privadas nacionales y extranjeras los conocimientos adquiridos en el gobierno.
 El omnipresente MIT
 Los partidos o grupos políticos no importan. Son muchos los casos. Uno es el del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, dependencia que desde el gobierno de Salinas adquirió como identidad la “diplomacia económica”. Su actual titular, José Antonio Meade Kuribreña, no tiene nada de diplomático. Su formación es de economista en el ITAM y en la Universidad de Yale, la misma donde estudió Zedillo, quien lo puso al frente de la Consar.
 Aunque el ahora canciller estudió derecho en la UNAM, su incursión gubernamental ha sido en el área económica. Fue coordinador de asesores, subsecretario y secretario de Hacienda y de Energía de Calderón, así como director de Banca y Desarrollo de la SHCP y titular de Financiera Rural con Fox.
 Coincidió como estudiante en el ITAM con Luis Videgaray, quien se licenció en economía en 1994 y cuatro años después obtuvo su doctorado en finanzas públicas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Con ellos estuvo Raúl Murrieta Cummings, actual subsecretario de Infraestructura de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Su gran mentor fue el secretario de Hacienda en el gobierno de Carlos Salinas, Pedro Aspe Armella, uno de los primeros en hacer la ruta ITAM-MIT.
Otro de los maestros de los economistas en el poder fue Jesús Reyes Heroles González, secretario de Energía de Zedillo y director de Pemex con Calderón. Como secretario de Energía, Reyes Heroles fue presidente de los consejos de administración de Pemex y de la CFE.
Egresado igualmente del ITAM y del MIT, se desempeñó como embajador del gobierno de Zedillo en Washington y es ahora consejero de consultoras nacionales e internacionales, como EnergeA y el Energy Intelligence Group, además de ser promotor de proyectos de inversión en el sector energético en América Latina junto con la firma Morgan Stanley Private Equity.
Luis Videgaray, con Aspe como profesor y empleador en la empresa Protego Evercore, en la cual estaba a cargo del área de Finanzas Públicas y del financiamiento de la deuda del Estado de México, donde se vinculó con Peña Nieto, parece haber superado al maestro. Al menos en lo que hace al control del gabinete económico.
La SHCP está tomada por los economistas egresados del ITAM. En el despacho principal de la secretaría, en Palacio Nacional, rinden cuentas los tres subsecretarios de Videgaray: Fernando Aportela Rodríguez, de Hacienda y Crédito Público; Fernando Galindo Favela, de Egresos, y Miguel Messmacher Linartas, de Ingresos.
Aportela también trabajó para Aspe en Protego Evercore, y, como él y su actual jefe, después de egresar del ITAM se fue al MIT. Messmacher es un ejemplo más de que la lealtad política no importa. Entre 2007 y 2012 fue jefe de la Unidad de Planeación Económica de la SHCP, cargo en el que coincidió con el actual senador panista Ernesto Cordero, asimismo egresado del ITAM y primer secretario de Hacienda de Calderón.
En Hacienda no hay espacio para extraños. Todas las áreas importantes les pertenecen: la Unidad de Políticas de Ingresos no Tributarios, la de Evaluación de Desempeño, la de Crédito Público, la de Banca de Desarrollo, la de Planeación Hacendaria, la de Gobierno de Tecnologías de la Información, la de Política de Ingresos y la de Seguros, Pensiones y Seguridad Social.
Lo mismo que la Oficialía Mayor y hasta la Unidad de Comunicación Social, a cargo de Pola Strauss Seidler, economista por el ITAM y maestra en relaciones internacionales por la Fletcher School of Law and Diplomacy, de la Universidad Tufts, de Estados Unidos. Con esas credenciales es la encargada de lidiar con la prensa en Hacienda desde 2011, cuando fue designada por José Antonio Meade. Strauss fue coordinadora de asesores en la Secretaría de Energía con Georgina Kessel, en el gobierno de Calderón.
Desde luego, asesores y secretarios particulares de Videgaray también salieron del ITAM. Los órganos desconcentrados e instituciones sectorizadas a Hacienda son una extensión de ese control.
En la Administración General de Aduanas figura Alejandro Chacón Domínguez, quien en el gobierno pasado fue coordinador de Puertos y Marina Mercante de la SCT. En el sexenio de Salinas laboró como asesor de Luis Téllez, otro egresado del ITAM y del MIT, en la Subsecretaría de Agricultura. Durante la administración de Zedillo, Chacón siguió con Téllez en la Oficina de la Presidencia y en la Secretaría de Energía.
Al frente de la Consar, Videgaray colocó a Carlos Ramírez Fuentes; en la Tesorería de la Federación, a Irene Espinosa Cantellano, hermana de Patricia, la secretaria de Relaciones Exteriores de Calderón. En la CNBV, por la que en el sexenio pasado también pasó Luis Téllez, nombró a Jaime González Aguadé.
En calidad de titular de la Condusef incorporó a otro economista del ITAM, Mario di Costanzo, aunque desde el gobierno de Zedillo éste renegaba de la tecnocracia siendo asesor parlamentario del PRD. En la pasada legislatura federal coincidió con su actual jefe, aunque en bancadas distintas. Como diputado del PRD y hombre cercano al excandidato presidencial de ese partido, Andrés Manuel López Obrador, Di Costanzo confrontaba las posiciones del entonces diputado priista. El desdén del dirigente izquierdista lo llevó al encuentro con su compañero de escuela.
Otros ámbitos
La banca de desarrollo tampoco podía dejar de hallarse reservada para los egresados del ITAM. Alfredo del Mazo Maza es el director de Banobras, licenciado en administración e hijo del exgobernador del Estado de México y frustrado aspirante presidencial Alfredo del Mazo. En Bansefi manda Charbel Jorge Estefan Chidiac, quien como diputado federal del PRI entre 2006 y 2009 presidió la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados. En Nafin, Videgaray ubicó al operador de las privatizaciones de Salinas, Jacques Rogozinski.
El director general del Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural es Luis Alberto Ibarra Pardo, extitular de la Comisión Federal de Competencia, que lo mismo ha trabajado con Zedillo en la Presidencia que con Fox en Hacienda. Durante la administración de Calderón regresó a Los Pinos.
Otro de los espacios de Videgaray es el Infonavit, del que funge como director general Alejandro Murat, egresado de derecho e hijo del exgobernador de Oaxaca José Murat.
Desde el sexenio de Zedillo, quien emprendió la privatización energética del país, la Sener ha sido bastión de egresados del ITAM. Con Peña Nieto se rompió cualquier equilibrio en el interior del gabinete económico, y ahora las dependencias del sector paraestatal y las del sector central también quedaron en manos de economistas del ITAM.
Aunque el titular de la Sener es el exgobernador de Quintana Roo y expresidente del PRI Pedro Joaquín Coldwell, la operación de la dependencia está en manos de hombres cercanos a Videgaray. Tanto, que el secretario de Hacienda aparece públicamente como el responsable de haber logrado reformar la Constitución para abrir el sector energético a compañías privadas nacionales y extranjeras, así como de elaborar iniciativas de leyes secundarias presentadas al Congreso.
El subsecretario de Planeación y Transición Energética, área estratégica en la Sener, es el economista del ITAM Leonado Beltrán Rodríguez, mientras que el director general de Exploración y Explotación de Hidrocarburos es otro egresado del instituto, Guillermo Ignacio García Alcocer.
Más importante aún es el control absoluto en Pemex y la CFE. En la primera, el director general es Emilio Lozoya Austin, quien entre otros compañeros de escuela tiene a Mario Alberto Beauregard Álvarez, como director corporativo de Finanzas.
Además de haber trabajado en el Banco de México, Beauregard fue secretario ejecutivo del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario, donde en el curso del mandato de Fox firmó el finiquito del polémico Fondo Bancario de Protección al Ahorro, creado un sexenio antes con el rescate bancario que abrió la puerta para la venta de Banamex y Bancomer.
Lozoya Austin ratificó a un colaborador clave salido del ITAM, José Manuel Carrera Panizzo, director general de PMI Comercio Internacional, cargo al que llegó desde el periodo calderonista.
Como el hombre de Lozoya en los negocios internacionales de Pemex, Carrera Panizzo fue quien en mayo de 2012 firmó con la Junta de Galicia, España, la adjudicación para la construcción de dos floteles en los astilleros Navantia e Hijos de J. Barreras, a pesar de que este último llevaba dos años sin operar, mientras que el primero carece de experiencia en ese tipo de construcciones.
En la CFE otro economista del ITAM, Enrique Ochoa Reza, desplazó al político priista Francisco Rojas de la dirección general, durante la elaboración de las leyes secundarias de la reforma energética. Ochoa Reza comenzó el sexenio como subsecretario de Hidrocarburos de la Sener.
Aunque la Secretaría de Economía no está bajo el mando de los egresados del ITAM, éstos colocaron a Armando Pérez Gea como director general del Fideicomiso de Fomento Minero, y sobre todo controlan dos de los organismos clave en la desregulación económica: la Comisión Federal para la Mejora Regulatoria (Cofemer) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
En la Cofemer, además de tener como encargado al exconsejero del IFE Virgilio Andrade Martínez, cuentan con cuatro de los coordinadores generales, mientras que en la Cofece ostentan la presidencia a través de Alejandra Palacios Prieto, apoyada por el comisionado Benjamín Contreras Astiazarán.
En una entrevista publicada en el periódico Reforma, Alejandra Palacios dejó en claro su papel: “El sector energético en México era un monopolio legal, y va a dejar de serlo”.
De importancia central para el proyecto económico del gobierno de Peña Nieto es el Programa Nacional de Infraestructura, que será conducido por dos economistas del ITAM Raúl Murrieta Cummings, subsecretario de Infraestructura, y José Ignacio Peralta Sánchez, subsecretario de Comunicaciones.
Otros egresados del instituto se ubican en la Secretaría de Desarrollo Social, la Sagarpa, la Procuraduría General de la República, el Senado y hasta en el Gobierno del Distrito Federal, con Salomón Chertorivsky, quien es el secretario de Desarrollo Económico.

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