Tiene Zacatecas zona del terror: 12 desaparecidos en 2 meses
Al menos 12 personas han sido reportadas como desaparecidas -en los últimos dos meses- sobre la carretera que va de Jerez a Colotlán, en los límites de Zacatecas y Jalisco.
El 25 de diciembre desaparecieron cuatro jóvenes (tres mujeres y un hombre) que viajaban en esa vía. Sus cuerpos fueron encontrados este jueves en una fosa clandestina en Tepetongo, Zacatecas.
Se trata de Daniela Márquez Pichardo, de 31 años; su hermana Viviana, de 26 años; su prima Irma Paola Vargas Montoya, de 27 años, así como José Melesio Gutiérrez Farías, de 38 años, prometido de Daniela y residente en Ohio.
El corredor, de 75 kilómetros y que une a Colotlán y Huejúcar, en Jalisco, con los municipios de Tepetongo y Jerez, en Zacatecas, se ha convertido en un trayecto de terror sobre la carretera federal 23.
Pobladores de Colotlán narraron a Grupo REFORMA que en la vía se encuentran "halcones" que reportan el paso de vehículos.
El Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición de Jalisco reporta hasta 50 denuncias en el municipio de Huejúcar durante la administración federal, una cifra similar se registra en Colotlán.
En diciembre, cuatro integrantes de la Guardia Nacional que viajaban a bordo de un auto particular por esa vía, libraron la intercepción de un grupo del crimen organizado.
Fueron perseguidos desde Tepetongo hasta Huejúcar, Jalisco, resultando uno de ellos muerto.(Reforma)
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TEMPLO MAYOR/REFORMA
QUIZÁS lo único que quedó claro después del mensaje que emitió ayer el rector de la UNAM sobre el caso de la tesis de la ministra Yasmín Esquivel es que, de niño, Enrique Graue debió ser el campeón indiscutible en el juego del "bote pateado".
EL DISCURSO comenzó con menciones fuertes a conceptos como el plagio y la deshonestidad intelectual, pero luego se enredó entre menciones a las opiniones solicitadas, las comisiones convocadas y las facultades revisadas hasta que terminó anunciando un aplazamiento de una decisión concreta sobre el caso.
Y AL FINAL, no se sabe si en el tema central de todo este asunto, que es la posible anulación del título y la cédula profesional de la ex alumna Esquivel, el rector quiere pero no puede... o puede, pero no quiere. Cantinflas estaría orgulloso.
¿Y DÓNDE está el fiscal? Esa es la pregunta que muchos se hacen y, no, no se trata de una comedia cinematográfica.
LA RECIENTE ausencia de Alejandro Gertz Manero en el desarrollo de asuntos relevantes, como la captura de Ovidio Guzmán y la cumbre bilateral con Estados Unidos, fue muy patente y acabó siendo una pregunta en la mañanera de Andrés Manuel López Obrador.
EL PRESIDENTE respondió que el titular de la FGR necesitaba una "reparación" pero no dio detalles y, con ello, sólo amplificó la especulación sobre el estado de salud del funcionario.
POR CIERTO, con lo ocurrido, los muy fijados se dieron cuenta de que, a diferencia de otros servidores públicos de primer nivel, el fiscal general de la República no está obligado legalmente a notificar de sus ausencias temporales y solo está previsto por la ley de la FGR que sea suplido por el fiscal de Control Competencial, hecho que seguramente Gertz aprovechó para hacer mutis, sin hacer ruido.
NO SE LO vayan a contar a nadie porque se supone que es un secreto, pero cuentan que al segundo de a bordo del Metro de la CDMX, Fidel Rodríguez, le solicitaron su renuncia.
LOS SOSPECHOSISTAS se preguntan si su jefe, Guillermo Calderón, detectó alguna falla grave del subdirector general de Administración y Finanzas heredado de la anterior administración a cargo de Florencia Serranía, o si nada más está queriendo aprovechar la coyuntura de los accidentes recientes para desahacerse de alguien que le resulta incómodo.
AHORA falta ver si Rodríguez da su brazo a torcer, pues cuentan que se siente muy apoyado desde la Jefatura de Gobierno, pues ha estado en el equipo de Claudia Sheinbaum desde hace años, destacando su papel como director de Ordenamiento Territorial cuando la hoy corcholata presidencial fue delegada en Tlalpan.
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El rector Graue abrió interpretaciones para todos los gustos
Bajo Reserva/El Universal
Nos cuentan que tras el mensaje del rector de la UNAM, Enrique Graue, sobre el caso de plagio de tesis de la ministra Yasmín Esquivel, cada quien entendió lo que quiso entender. Quienes exigen la renuncia de la integrante de la Suprema Corte resaltaron que el rector confirmó la existencia de un plagio, quienes piden una investigación más amplia resaltaron el anuncio de que el caso será revisado por el Comité de Ética del Consejo Universitario e incluirá las evidencias que continúan surgiendo, y quienes quieren que de plano se cancele el título a Esquivel, destacaron que la Comisión de Honor buscará nuevos caminos para aplicar sanciones. Nos hacen ver que en las redes sociales, los matices se pusieron de lado y lo que predomina es la denuncia de falta de contundencia. En lo que sí hubo consenso es en que la postura de la UNAM fue firme… en el caso de Dani Alves, claro.
Piden elección abierta al PAN para 2024
En cónclave privado con varias organizaciones civiles, el presidente de Acción Nacional, Marko Cortés, aseguró que el proceso para seleccionar al candidato presidencial de la alianza opositora será democrático y con piso parejo para los aspirantes, cuenten o no con militancia partidista. Nos hacen ver que en los grupos que se identifican como sociedad civil independiente de los partidos, la exigencia es que haya una elección abierta a los ciudadanos, de preferencia organizada por el INE, porque si todo termina en una decisión de las cúpulas de PAN, PRI y PRD, la coalición se caerá a pedazos. Hasta ahora, los dirigentes partidistas hablan de democracia, pero no se han animado a comprometerse con una votación abierta. En el encuentro estuvieron dirigentes del Frente Cívico Nacional, Unidos por México y Poder Ciudadano, entre otros grupos. A don Marko lo acompañaron Santiago Creel, Jorge Romero y Laura Esquivel. Y por ahí estuvo Claudio X. González, uno de los villanos favoritos del inquilino de Palacio Nacional.
La aventura guatemalteca de consultores cercanos al PAN
Nos cuentan que un grupo de consultores vinculados al PAN y el PRI, arribaron a Guatemala para tomar las riendas de la campaña de Edmond Mulet, aspirante del partido CABAL a la presidencia de Guatemala, de la que están muy al tanto en Morena. Entre los estrategas que se trasladaron al país vecino, nos detallan, está el excandidato del PAN a la gubernatura de Guerrero, Jorge Camacho Peñaloza, quien será el consultor general de la campaña en la que se prevé un clima de acusaciones entre contendientes al mero estilo de la polarización que se vive en México. Allá, nos hacen ver, causó mucha extrañeza la llegada de asesores mexicanos, que desplazaron a estrategas locales y españoles.
¿Quién platica con Bad Bunny?
Hace poco más de un mes el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió públicamente al cantante de reguetón Bad Bunny ofrecer un concierto gratuito en el Zócalo, y la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, informó que ya se tenían pláticas con su equipo. Sin embargo, no hay claridad sobre quién hace estas gestiones. Nos detallan que un particular pidió, vía Ley de Transparencia, copia de las solicitudes al cantante y la jefatura de Gobierno dijo no tener registro de ello, mientras que la Secretaría de Cultura local, encargada de los eventos masivos en la ciudad, respondió que no ha realizado ninguna solicitud. ¿Será que las pláticas con Bad Bunny realmente existen o son como aquello de que ya viene un sistema de salud igual al de Dinamarca?
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La relación Palacio-Corte: un vuelco abrupto en 10 minutos/Salvador García Soto
“¿Ah, me está diciendo que los jueces son corruptos?”, le preguntó la ministra al secretario de Gobernación
El Universal,
Los cuatro años de “luna de miel” que vivió el presidente López Obrador con la Suprema Corte de Justicia de la Nación se terminaron con la presidencia de Arturo Zaldívar. Ya se sabía que la elección de Norma Piña, como la primera mujer en presidir la Corte había significado un cambio histórico, pero también un cambio radical en la relación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial; sin embargo, lo que aún no sabían en Palacio Nacional era que ese cambio en realidad sería un vuelco abrupto, porque de una relación cordial y en ocasiones hasta cercana ideológicamente, ahora pasaron a una estrictamente institucional.
Eso quedó muy claro durante la visita de cortesía que esta semana realizaron a la Suprema Corte el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y la consejera Jurídica de la Presidencia, María Estela Ríos González. En su carácter de “enlace” entre el Gobierno de la República y la Presidencia del Poder Judicial, Adán Augusto pidió una cita con la presidenta Norma Lucía Piña, que recibió a los dos enviados del presidente López Obrador en su despacho del Palacio de Justicia.
El operador político del Presidente y la consejera jurídica se presentaron con todas las formalidades y la cortesía y fueron invitados a sentarse en el despacho de la presidenta, de acuerdo con una versión del encuentro que proporcionaron a esta columna fuentes cercanas a los dos poderes. Adán tomó la palabra para decirle a la ministra Piña que, desde el Gobierno de la República querían “tener una buena relación con la Corte, la Judicatura y con todo el Poder Judicial”. Hasta ahí todo iba bien, la ministra presidenta escuchaba con atención y asentía en señal de aprobación.
Pero de pronto el ambiente comenzó a cambiar cuando el secretario de Gobernación habló de “temas y casos sensibles y prioritarios para el gobierno” y comenzó a enumerar algunos de ellos. Al Presidente, dijo, le preocupan algunos asuntos pendientes como la extradición de Ovidio Guzmán, los temas de amparos contra leyes como la energética y algunas otras, y las acciones de inconstitucionalidad contra la Guardia Nacional y la inminente controversia contra las reformas electorales a leyes secundarias.
La presidenta, que escuchaba con atención, interrumpió de pronto al funcionario federal cuando comenzó a explicar su preocupación con el tema de Ovidio Guzmán y su extradición, con el argumento de que “como son casos en los que se maneja mucho dinero” al Gobierno le preocupaba que “pudieran colarse por ahí amparos judiciales”. “¿Ah, me está diciendo que los jueces son corruptos?”, le preguntó la ministra al secretario. “No, no solo digo que pudiera ocurrir”, trató de explicarse Adán Augusto.
Después vino la respuesta de la ministra presidenta que fue directa y contundente: “Bueno pues todo eso está muy bien, pero aquí, para el Poder Judicial, tenemos otros temas y prioridades”, comenzó diciendo la juzgadora. “No nos parecen las acusaciones y señalamientos sin pruebas de la corrupción en el Poder Judicial. Yo vengo de una carrera judicial, me formé en el Poder Judicial y siempre me molestó mucho que me dieran instrucciones de aquí, de la Corte, así que yo voy a ser respetuosa de la autonomía de los jueces”.
Para ese momento el rostro de los visitantes había cambiado y el ambiente en el despacho se tornaba tenso. Y luego vino el remate de la presidenta de la Corte: “Además yo litigo en los tribunales, no en los medios” y sobre las preocupaciones que había expresado el titular de Segob a nombre del gobierno sobre asuntos y casos específicos, la recomendación de la también presidenta del Consejo de la Judicatura fue simple, pero demoledora: que en el gobierno busquen buenos abogados para defender sus asuntos, si quieren obtener resoluciones favorables.
No habían pasado ni 10 minutos de que empezó la reunión y el silencio indicó que ya no había mucho que agregar. Adán Augusto y la consejera jurídica se levantaron y saludaron cortésmente antes de abandonar el despacho de la ministra presidenta que agradeció, también cortésmente, la visita de los funcionarios del Ejecutivo. Dicen las fuentes que cuando el secretario salía del despacho judicial se le veía con cejas destempladas. Era como si este Adán abandonara el edificio de la Corte igual o más desencajado que su tocayo bíblico cuando lo expulsaron del Paraíso.
NOTAS INDISCRETAS…
Y seguro lo que pasó en ese despacho de la Corte, con todos los detalles, le llegó rápido al Presidente, porque ayer viernes, en su conferencia mañanera desde el Palacio del Ayuntamiento, a donde acudió a darle un espaldarazo político –otro más—a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, López Obrador se lanzó directo contra el Poder Judicial y aludió por su nombre a la ministra presidenta Norma Piña, acusando que con su llegada a la Presidencia de la Corte, se aumentaron los casos de corrupción de los jueces federales: “Se trata de un Poder Judicial del antiguo régimen, con muchos vicios y mucha corrupción. Tenemos datos y ya hemos tomado la decisión de estar denunciando a jueces que dejan en libertad a delincuentes, con todos los elementos, por cuestiones de forma, buscándole cualquier error a una averiguación. Nos acaba de pasar, en Hidalgo, con un Juez o Jueza que ahorita les vamos a dar los elementos. Y así como eso, constante y, seguramente, deben de pensar, porque son como gremios, que ahora que ganó la señora (Norma) Piña y que supuestamente nosotros perdimos, como si nos importara estar sometiendo poderes, como era antes, como ellos estaban acostumbrados, pues ahora estamos notando que hay más actos que consideramos ilegales y de injusticias en contra del interés público”. Así de claro y directo, calificando al Poder Judicial “del viejo régimen”, el Presidente pareció aludir a los vínculos entre la nueva presidenta de la Corte y personajes del sexenio de Peña Nieto como Luis Videgaray y Humberto Castillejos. Y, por aquello de que la ministra se quejara de que se acuse al Poder Judicial sin pruebas, López Obrador anunció que irán a poner denuncias en contra de los jueces que acusan de corrupción: “Vamos a acudir a la Fiscalía, a la Suprema Corte, a la Judicatura y vamos a dar a conocer aquí los casos, porque estamos hablando de asuntos de interés público”. Luego del mensaje del Presidente a la Corte, el general secretario comentó sobre un caso en Hidalgo, del combate a hidrocarburos, en el que detuvieron a una persona de tener en su terreno tomas clandestinas para el robo de hidrocarburos, que fue presentado ante el juez de control que ordenó la detención, pero a las 72 horas que se mandó el asunto a una jueza para que determinara la prisión preventiva, las acusaciones del MP fueron echadas abajo por la jueza porque las pruebas no fueron fundamentadas o suficientes para determinar que el acusado sabía que esas tomas clandestinas estaban en su terreno, siendo él el dueño. Por eso decimos que la relación entre el Palacio Nacional y el Palacio de Justicia dio un vuelco abrupto. Y se vienen tiempos turbulentos en esa relación entre Poderes… Por cierto que la ministra presidenta, desde que asumió el cargo, dejó en claro su distancia y ruptura con la presidencia de su antecesor, Arturo Zaldívar. El primer acto de autoridad de la ministra fue despedir a Carlos Alpízar del cargo de secretario general del Consejo de la Judicatura, con lo que cortó al principal operador de Zaldívar en el manejo de los jueces y casos “prioritarios”, además de que la nueva presidenta ha ordenado auditar toda la gestión de su antecesor y “están revisando hasta los lápices”, según comentan funcionarios administrativos de la Corte…Y hablando de temas de justicia, ayer el presidente López Obrador confirmó las versiones periodísticas de la enfermedad del fiscal Alejandro Gertz Manero, que estaría internado en un hospital de oncología de Baltimore, Estados Unidos, por un tema de cáncer de páncreas. Aunque el columnista Darío Célis dio detalles del padecimiento oncológico del fiscal Gertz, que explicaría su ausencia en las reuniones de seguridad de la pasada Cumbre de Lideres de Norteamérica, el Presidente trató de minimizar la gravedad del asunto diciendo que Gertz Manero “se fue a arreglar, como todos tenemos derecho”. Esperemos que el fiscal regrese con su salud arreglada, como dice el Presidente, porque de lo contrario la Fiscalía estará en manos que no fueron las que votó el Senado para su dirección…Los dados mandan Escalera Doble. Se compuso la semana.
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¡La UNAM puede!/Germán Martínez Cázares
en REFORMA,
"La más estupenda de las ignorancias ha pasado por aquí asolando y destruyendo, corrompiendo y deformando...", dijo José Vasconcelos al llegar a la rectoría de la UNAM. Ese cargo era ornamental y sus atribuciones se limitaban a "vigilar la marcha pausada y rutinaria de tres o cuatro escuelas profesionales y quitar la telaraña de los monumentos del pasado". Vasconcelos rechaza resueltamente una rectoría "decorativa", sin validez ni utilidad.
El rector Enrique Graue, hombre decente -quien tiene en su despacho del sexto piso de la famosa torre de Rectoría un óleo del maestro Vasconcelos, que le cuida la espalda y vigila su conciencia-, puede demostrar con hechos lo que dijo a los nuevos alumnos en su bienvenida al actual curso: en la UNAM imperan la razón y "la verdad". Ayer confirmó que Yasmín Esquivel mintió con su tesis y provocó desprestigio a la UNAM, además encendió una indignación social. Debe tener consecuencias. Las "manos sucias" (Sartre) no pueden manchar tampoco a sus compañeros de la Corte de Justicia. Vasconcelos se removería en su tumba de la Catedral de la CDMX al ver cómo una ex alumna plagiaria hace enmudecer a las autoridades.
El Poder Judicial la puede "inhabilitar" por "ineptitud"; el Congreso "destituir" por faltar gravemente a la reputación y honorabilidad que exige la Constitución. Y la Dirección de Profesiones de la SEP puede cancelar "la inscripción de los títulos", pero éstos los "expide" la UNAM. "Expedir" e "inscribir" títulos profesionales son actos distintos, derivados de la Ley Orgánica de la UNAM y la llamada Ley de Profesiones, respectivamente.
La Universidad es un organismo del Estado, dotado de "plena capacidad jurídica", y sí tiene facultad para expedir certificados de estudios, grados y "títulos". La UNAM, pues, otorga (o no) esos títulos, y ese es un acto estrictamente académico; el registro en la SEP es un acto administrativo diferente, que se materializa con la cédula profesional, no con el título. El registro de la profesión sólo puede cancelarse con una sentencia judicial, cierto; pero el acto académico de la titulación lo crea "autónomamente" sólo la Universidad. Relevante distinción porque la Constitución requiere únicamente estar "titulado" para ser Ministra.
La UNAM reconoce (y niega) estudios de universidades privadas, ¿no puede hacer eso con sus alumnos?, ¿no puede reprobar a un estudiante?, ¿las indisciplinas internas académicas también las tiene que validar un juez? Sólo hace falta sentido común y lógica jurídica para que la UNAM, insisto, con autoridad jurídica y moral innegables, retire el título a su ex alumna Esquivel. El artículo 67 de la Ley de Profesiones dice que la SEP cancelará las inscripciones de los títulos con una resolución de "autoridad competente". Pues bien: la UNAM es plenamente competente para invalidar ese título que no cumplió los requisitos académicos de las normas universitarias. Se requiere escuchar a su alumna para que alegue lo que le convenga, y acto seguido, una firma del rector -"representante legal" y "jefe nato" de la UNAM, como dice su ley- la defenestraría de inmediato. Las instituciones académicas, dice el investigador de la UNAM Héctor Vera, "a veces parecen el reino del revés, donde los cleptómanos son descubiertos, pero en vez de ser sancionados reciben las llaves de la ciudad".
El rector puede (y debe) recordar a Vasconcelos. No es una figura decorativa. No debe contentarse con quitar telarañas a los monumentos, ni vigilar la marcha pausada de sus alumnos y maestros. Ni la rutina de sus consultores jurídicos.
El rector Graue tiene en sus manos limpias la oportunidad de mostrar que por una raza con conocimiento y saber, habla el espíritu de coraje cívico de la Nación. Miles de profesionistas esperan de él reivindicar esfuerzo sobre trampa, inteligencia sobre ignorancia, trigo de cizaña y honorabilidad de delito. El águila y el cóndor que Vasconcelos diseñó en su escudo deben sobrevolar el pudridero de mediocridad que asola y corrompe al país. ¡Gooooya! ¡Universidad!
El autor es senador de la República.
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De nuevo, la Universidad/Sergio García Ramírez
El Universal, 21/01/2023;
Escribo estas líneas al final del viernes 20 de enero, una vez que Enrique Graue Wiechers, Rector de la UNAM, estableció su posición —con honradez intelectual y dignidad universitaria— en torno a los temas que nos han ocupado en estos días. Obviamente, esa posición no “pasará de noche” para el timonel de la República. Al redactar mi colaboración para ELUNIVERSAL, ignoro el discurso que se difundirá el sábado desde Palacio Nacional (o desde cualquier plaza a la mano). Pero puedo suponerlo y no quiero ignorarlo. Seguramente se ocupará de nuestra Universidad y lanzará de nuevo los proyectiles de rigor contra la autonomía y la legalidad que amparan el quehacer universitario.
Hace muchos años, el ilustre rector Ignacio Chávez, que algo sabía de las contiendas fraguadas desde el poder público contra la autonomía de la Universidad, dijo con buena memoria y certera visión: “la vida de la Universidad ha sido una lección permanente, reflejo fiel de la vida del país. Años de decadencia y agonía, seguidos de un despertar pujante, capaz de todas las realizaciones”. Hoy la Universidad, despierta y laboriosa, sigue su marcha y cultiva su grandeza. Lo hace en medio de adversidades, con el impulso de los universitarios y al servicio de la nación.
Este viernes 20 de enero, el Rector convocó a una reunión en la Torre de la Rectoría --en el mismo mezzanine en el que los estudiantes de los años cincuenta tramitamos nuestra inscripción a la Universidad-- para difundir esa posición en medio de los vientos que corren, animados desde la cumbre del poder. Ciertamente el problema que los ha generado se reduce a un asunto contencioso que deberá ser resuelto en los términos llanos de la ley. Para nosotros —a diferencia de otros— “la ley es la ley” y debe ser puntualmente aplicada. Pero desde el púlpito del poder aquel asunto contencioso se ha convertido en un lance entre el poder político, o mejor dicho, entre el poderoso encaramado en la majestad de su fuerza y voluntad, y una de las más nobles instituciones con que cuenta la República: la Universidad Nacional Autónoma de México.
Del mensaje del Rector, que respeto como ciudadano y aplaudo como universitario, destaco la voluntad insobornable de someterse a la ley y a la razón. El Rector condena lo que es condenable, pero no opera a discreción. Invoca el debido proceso, llama a la reflexión, sugiere serenidad y dispone legalidad. Nada más y nada menos. De ninguna manera elude su elevada responsabilidad. La ejerce con vigor y ponderación. Se ha definido el alcance de la normativa universitaria. Y se abre la puerta al flujo de las opiniones y al ejercicio de la deliberación, que emprenderán diversas instancias universitarias. Se respetará, con escrúpulo, el debido proceso como medio para encauzar el análisis y fundar las decisiones. La comunidad universitaria escuchará los argumentos de la ética, la equidad y la justicia. Habrá amplio examen y libre opinión.
Esta determinación legalista —“la ley es la ley”, y queremos vivir en un gobierno de leyes, no de gobernantes imperiosos— es la esencia del pronunciamiento rectoral. Podemos sentirnos confiados y orgullosos de que así sea en el ámbito de la Universidad Nacional. Y debemos preocuparnos si no es así en el espacio pleno de la nación, donde a menudo se mella el fundamento de la paz y la libertad: la legalidad.
Profesor emérito de la UNAM
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Ah, la extorsión, esa buena vida…/Juan Pablo Becerra-Acosta
El Univertsal,
Era 16 de diciembre. Al fin, luego de un extenuante año, llegaba la hora de la gozadera, el tiempo de las interminables posadas decembrinas que iniciaban justo ese viernes. ¡Qué maravilla! Todos se sentían ligeros de alma y cuerpo. Acicalados, unos andaban en sus motonetas y se paseaban por el Centro Histórico chilango, muy al estilo Colombia, trepados de dos en dos en sus ratonetas, para que a todos les quedara claro que el vato con gorra que iba sentado atrás llevaba una pistola enfundada en algún lado de sus ropas, y ya sabes, cuando se ocupa, jala el gatillo sin miramientos, carnal.
“Tú no eres una persona, eres un negocio”, narró alguna vez un hitman. Así, sin parpadear, cosificaba y sentenciaba a sus víctimas de secuestro.
Diciembre 16. Todos iban sonrientes y eufóricos porque recién, cuatro días antes, el lunes 12, durante los festejos de la Virgen de Guadalupe, habían sido absueltos de sus pecados: en su mundo, los curas, los sacerdotes, los padrecitos de barrios, colonias y manzanas, tal como reciben jugosos narco regalos navideños sin chistar, escuchan abundantes confesiones infernales y reparten generosas absoluciones.
Así que, “sin pecados concebidos” -reían unos, se carcajeaban otros- podían empezar ya a saborear los muchos frutos de su trabajo, aunque los patrones les habían advertido que no se perdieran del todo en bailes y antros porque todavía les quedaban once días más de jale. Y sí, porque casi todos los negocios generan sus mejores ganancias anuales durante las navidades.
Ni hablar, son días de hacer cuentas, cálculos, “contabilidad creativa”, como dicen sus patrones, y luego pasar a cobrar personalmente a cada negocio, o comprar teléfonos nuevos desechables y mandar mensajes de cobranza. Dinero fácil, rápido y garantizado, porque ningún vivales se atreve a alegar en esa temporada que no hay lana. Todos tienen algo que aportar para que sus changarros puedan seguir funcionando. Es el territorio salvaje del pisaje, del cobro de piso ante el cual nadie se rebela porque, mira carnal, suceden cosas. Qué le hacemos, la banda es culera.
Suceden cosas, la banda es culera. Levantones, madrizas, violaciones, negocios quemados, y en el peor de los casos, para los más necios, valientes o chivatos, plomo. Cajuela, cobija, motosierra, machete, cachitos. Lo que usted compre en el barato y variado mercado del sicariato. Ya sabe, se le brinda lo que usted requiera, siempre con el sello de la casa: con sangre, terror e impunidad garantizada.
De acuerdo al INEGI, a su Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2022, durante 2021 (todavía no están disponibles las cifras completas del año pasado), se cometieron en todo el país… ¡4.9 millones de delitos de extorsión! Cerrémoslo en cinco millones durante un año y haga usted cuentas: son 13 mil 698 casos por día, en promedio. Tenemos el equivalente a una división militar (entre 10 y 15 mil soldados) de extorsionadores regados por las calles cada día. En doce entidades la extorsión ya es el delito más frecuente (en 2020 lo fue en 11 estados).
El ascenso de este delito es notorio en seis años. Con datos hasta el 31 de diciembre del 2022 del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, medida los casos de extorsión por cada 100 mil habitantes, había 4.68 extorsiones por cada 100 mil habitantes en 2016, y ahora hay 7.95, un aumento de ¡70%!
Medido este delito a través del número de víctimas por cada 100 mil habitantes, en aquel año (2016) había apenas 4.78 víctimas de extorsión por cada 100 mil habitantes y ahora tenemos 8.48, un crecimiento ¡de 77%!
¿Cuánto cuesta todo esto? De acuerdo a las estimaciones de la ENVIPE, las “pérdidas monetarias por victimización”, que son aquellas padecidas a consecuencia de haber sido víctima de uno a más delitos, así como “gastos a consecuencia de daños en la salud”, fueron de prácticamente dos mil millones de pesos ($1,999 millones).
¿Cuántos delitos se denuncian en México? En 2021, solo el 6.8%. Y en el caso de extorsión, ¿cuál es la cifra negra (los delitos no denunciados o donde no hubo carpeta de investigación)? Este delito ocupa el primer lugar nacional: en 2021 su cifra negra fue de 97.4%. Solo en 2.6% de los casos hubo carpeta de investigación. Reitero: impunidad garantizada.
Esta rentabilidad ha provocado que cada vez más células criminales hayan dejado de lado las sangrientas guerras narcas para reinventarse en su muy lucrativo y poco peligroso capitalismo de hamaca: sin riesgo de morir en enfrentamientos entre cárteles, o contra las fuerzas de seguridad, toda la semana se tiran a no hacer nada hasta que es día de pasar a saquear a sus víctimas, ya sea de forma presencial o virtual.
Por eso las extorsiones siguen creciendo y están fuera de control.
Pero qué tal la grilla de los gobernadores, la Jefa de Gobierno y el Presidente.
BAJO FONDO
México requiere urgentemente una estrategia nacional, con 32 vertientes estatales, es decir, con 32 grupos antiextorsión perfectamente capacitados que cuenten con tecnología de punta. Este es un delito, la extorsión, que sí se puede combatir porque es posible, con inteligencia, detener a quienes cobran piso presencialmente y también a quienes lo hacen de manera virtual. Es factible rastrear a quienes roban en cash en los negocios y a quienes lo hacen a través de transferencias que les exigen a sus víctimas.
Si el Presidente, las gobernadoras, los gobernadores y la Jefa de Gobierno no actúan, pronto tendremos un monstruo peor del que ya padecemos, con la sangría que este impuesto criminal que se masifica a pasos agigantados implica para negocios y familias.
No contener y reducir a los extorsionadores implicaría una falla adicional del Estado mexicano.
Perdón por distraerlos de sus grillas, señoras y señores políticos.
jp.becerra.acosta.m@gmail.com
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El titiritero/Jorge Volp
en REFORMA
Cuando a fines de 2006 el presidente Felipe Calderón anunció que lo había designado como secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna ya había reconocido públicamente, en el programa de Denise Maerker transmitido el 5 de febrero de ese año, que había escenificado, a petición de los medios, la captura de Israel Vallarta y Florence Cassez. Más allá de que sus declaraciones fuesen engañosas, aceptó -ufano- haber violado los derechos humanos tanto de los supuestos secuestradores como de las supuestas víctimas, como si el debido proceso o el Estado de derecho fuesen asuntos menores. Aunque ahora Calderón afirme que nunca estuvo al tanto de la corrupción de su brazo derecho, sabía a quién había contratado: un hombre sin escrúpulos dispuesto a cualquier cosa con tal de obtener el aplauso de los medios para él y su jefe. Habría que suponer que justo por ello lo eligió para hacerse cargo del asunto más trascendental de su gobierno: el combate contra el crimen organizado que pronto llamaría guerra contra el narco.
El juicio que se celebra en Nueva York contra García Luna, acusado de encabezar un grupo criminal y de conspirar para distribuir y vender droga en Estados Unidos -de hacer justo lo contrario de lo que afirmaba-, no solo revela los oscuros meandros de su personalidad, sino el fracaso de la estrategia que coordinó bajo las órdenes de Calderón, la naturaleza siempre mendaz de la justicia mexicana y, en fin, los absurdos de la guerra contra el narco diseñada y dirigida desde Washington. Su juicio no es, pues, solo contra una de las figuras más perversas del sistema, sino contra el sexenio de Calderón en su conjunto y, a fin de cuentas, contra la política de drogas que justo Estados Unidos le ha impuesto a toda la región.
Formado como espía en los laberintos del viejo Cisen, García Luna muy rápido demostró su habilidad para rodearse de un fiel grupo de segundones -casi fans, convencidos de su apabullante brillantez- y medrar a fuerza de apariencias y manipulación. Un pequeño Maquiavelo que, pese a su torpeza para hablar, manejaba todos los hilos de todas las instituciones a las que accedió. En primer lugar, tomó la máscara del técnico, alejado de la política, que profesionalizaría nuestras corruptas y endebles policías. Escaló así hasta convencer a Vicente Fox de formar un nuevo cuerpo, diseñado a su imagen y semejanza, que iba a rivalizar con el FBI. Desde su nacimiento, la AFI se presentó como ejemplo de modernidad policial: García Luna había aprendido la lección del PRI de que lo único importante son las percepciones y se encaminó a establecer perversas alianzas con los medios, al tiempo que se servía de su cargo solo para acrecentar su influencia y su poder.
El caso Vallarta-Cassez fue apenas el laboratorio de las tácticas que emplearía en el futuro. Una vez en el gabinete de Calderón, quien le otorgó toda su confianza -muchos afirman que lo tenía prácticamente secuestrado-, repitió y exacerbó el mecanismo con la exhibición de los narcos capturados -y antes torturados-, un despliegue mediático millonario y una acumulación de poder que lo enfrentó con todos los demás responsables de áreas de justicia. Igual que antes, mientras se presentaba como verdugo de los criminales, pactaba con ellos, les hacía favores y cobraba bien por sus servicios, todo ello en medio del caos desatado por el ambiente de guerra calderonista, pensando ya en su porvenir de rico consultor.
Una guerra, y una estrategia general, absolutamente fallidas: hoy como entonces, y sin importar el número de capos capturados o de víctimas en el camino, todas las drogas siguen llegando a los puntos de venta en el primer mundo pese a los millones -sí, millones- de muertos con que contribuimos los países pobres. En este monumental fracaso, García Luna es apenas un eslabón: el resultado del juicio no debería ser solo su condena, el descrédito de Calderón o de México en su conjunto -el viejo y adocenado espía representa mejor que nadie nuestra normalidad-, sino la de una de las estrategias globales que más daño le han hecho a México y al mundo.
@jvolpi
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El jurado de García Luna
LINOTIPIA / Peniley Ramírez
en REFORMA
El barrio de DUMBO es un enclave precioso en Brooklyn, con una vista privilegiada a los puentes que conectan Manhattan con Queens y Brooklyn. Casi siempre está lleno de turistas que se fotografían en una callecita donde se grabó una escena famosa de Érase una vez en América, una película sobre mafiosos en Nueva York que libran una guerra para controlar el trasiego de alcohol en la primera mitad del siglo XX.
A pocas cuadras de allí hay un juzgado federal, con un parque enfrente donde los niños juegan futbol, ajenos a los casos gravísimos que se discuten ahí, varios sobre mafias de nuestros días.
Es el juzgado del Distrito Este de Nueva York. Las imágenes de su fachada se volvieron famosas en México hace cinco años, cuando las cámaras retrataban frenéticamente a Emma Coronel, caminando en tacones para asistir al juicio de su marido, Joaquín "El Chapo" Guzmán. En una audiencia de ese juicio, Jesús "El Rey" Zambada dijo que entregó millones de dólares a Genaro García Luna, el policía que quería ser futbolista, ama la música de Donna Summer, a James Bond y la serie CSI.
En la misma corte, esta semana un García Luna lleno de canas vestía de traje, tomaba notas y escuchaba en el aparato negro donde le traducían. Con los espejuelos en la punta de la nariz, se tocaba el pecho para agradecer, hacía reverencias, estrechaba manos, reaccionaba nervioso, sonriente, enojado. García Luna parecía uno más entre los hombres en aquella sala, donde más de 150 personas desfilaron como posibles jurados para un caso de narcotráfico.
No lo era. Ahora, él es el acusado de ayudar a "El Chapo" a traficar más de 50 toneladas de cocaína. Una mujer dijo que se pondría nerviosa al estar en la misma habitación con el acusado. La magistrada respondió que el acusado estaba allí mismo. "Uy, no, no sabía eso", exclamó la mujer. Todos, desde ella hasta los periodistas y el propio García Luna, soltamos una carcajada.
Pasaron tres jornadas hasta que la defensa y la Fiscalía acordaron quiénes serán los 12 jurados y seis suplentes. En esos días, los periodistas vimos la selección desde una sala contigua, en unos televisores. El juez no quiere que los jurados se intimiden con la prensa, me dijo un guardia. No fue la única medida de seguridad. En la entrada de la sala de audiencias había un detector de metales y guardias con chalecos antibalas.
Los posibles jurados se presentaron solo con un número, porque debían permanecer anónimos. Una mujer dijo el nombre de su marido y la excusaron de inmediato para evitar que sufriera represalias. Se les prohibió que lean, escuchen o vean nada relacionado con este caso. La magistrada que dirigió la selección eliminó a los que dijeron que oyeron en las noticias, vieron una nota o titular sobre este caso.
Los periodistas anotábamos lo que escuchábamos. Estas son mis notas de los jurados que decidirán si García Luna es un narcotraficante:
Jurado uno. Mujer. Trabaja para la policía del transporte público de Nueva York, cree que quienes trabajan en el gobierno son gente muy esforzada.
Dos. Mujer, su hijo tiene un caso pendiente por posesión de arma de fuego.
Tres. Mujer, le molesta el olor de marihuana en su vecindario, escuchó sobre "El Chapo" pero no le interesaba.
Cuatro. Hombre, su padre era bombero, cree que la marihuana debe ser legal.
Cinco. Hombre, su hermano es militar, cree que la marihuana debe ser legal
Seis. Mujer, sabe vagamente sobre "El Chapo".
Siete. Mujer, cree que la marihuana debe ser legal, estuvo en la academia del FBI.
Ocho. Mujer, recuerda titulares sobre "El Chapo".
Nueve. Mujer, su sobrino es abogado, ha sido jurado varias veces.
Diez. Hombre, no confía en testigos colaboradores con el gobierno.
Once. Hombre, el tío trabaja en la policía de NY y la tía es agente del FBI.
Doce. Hombre. Fue policía durante 12 años. Describe a los testigos cooperantes como "gente sucia".
Entre los suplentes, hay un hombre que es fanático de los Celtics de Boston, una mujer que ha servido en varios jurados, un hombre que sabía qué era la AFI y una mujer que le llama a Donald Trump "nuestro Presidente".
En estas personas recaerá en las próximas semanas el destino de García Luna. Más de 70 testigos del gobierno les dirán lo que saben. La defensa les dirá que no es cierto. Basta un jurado que no esté convencido de la decisión del resto para declarar el juicio como nulo. La pelota está en el aire.
@penileyramirez
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