Disculpas a Ronaldinho: un militante del PAN lo llamó "simio" y tuvo que disculparse tras
críticas
Un
escándalo se ha producido luego que el ex titular de la Secretaría de
Desarrollo Social de Querétaro, Carlos Treviño profiriera insultos racistas y discriminatorias en
su cuenta de Facebook, contra la reciente contratación de Gallos Blancos de
Querétaro, Ronaldinho Gaucho.
Al
parecer, este sujeto no toleró el tráfico que ocasionó la presentación del
astro del fútbol brasileño, el último sábado y no tuvo mejor idea que compartir
su molestia en las redes sociales.
En
el texto que luego fue borrado por el sujeto, decía lo siguiente:
"En
serio trato de ser tolerante, pero detesto el futbol, y el fenómeno idiotizante
que produce... Lo detesto aún más porque la gente estorba e inunda las avenidas
para hacer que tarde dos horas para llegar a casa... Y todo para ver a un
simio... Brasileño, pero simio aún. Esto ya es un circo ridículo".
Esta
publicación generó el inmediato rechazo de los seguidores y no seguidores de
"Dinho", y provocó incluso las protestas del mismo club de fútbol,
por lo que su directiva pidió una sanción ejemplar para el desubicado
exfuncionario.
"Después
de la lamentable publicación realizada por una persona de estatus público,
Carlos Manuel Treviño Núñez, a través de las redes sociales insultando a
nuestro jugador Ronaldinho exhortamos a las autoridades para que tomen cartas
en el asunto y afirmamos que llegaremos hasta las últimas consecuencias",
informó decía el comunicado.
Por
su parte, Treviño se mostró arrepentido, pidió disculpas a la comunidad e
incluso al mismo jugador, sin embargo esto no fue suficiente e incluso el líder
de su partido, el Partido Nacional, pidió su inmediata expulsión.
La cláusula constitucional que prohíbe toda discriminación en México tiene 13 años de haber sido establecida. La norma entró en la Carta Magna en 2001, en el contexto del debate sobre derechos y cultura indígenas: La Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, se promulgó en 2003. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) empezó a funcionar en 2004.
El tema en algunas columnas
TEMPLO MAYOR/reforma
LO QUE era un simple comentario en Facebook se ha convertido en un auténtico dolor de cabeza para el PAN y sus aspirantes a la gubernatura de Querétaro.
EL EXABRUPTO racista de Carlos Treviño en contra del futbolista Ronaldinho le está saliendo carísimo en cuestión de imagen a los albiazules. Tan es así que el propio partido ya pidió castigo para su militante.
INCLUSIVE se habla de que podrían expulsarlo de las filas del PAN, cosa que no ha pasado ni con los diputados cobra moches.
FRENTES POLÍTICOS&excelsior
II.Tintes internacionales. Por tratarse de un insulto a Ronaldinho, astro brasileño con fama mundial, las palabras escritas y borradas casi de inmediato por Carlos Treviño trascendieron las fronteras. El Conapred, cuyo titular es Ricardo Bucio, tiene la facultad de emitir una resolución para declarar si se acreditó una conducta o práctica social discriminatoria y, por tanto, imponer medidas administrativas y de reparación a quien resulte responsable. Carlos Treviño se disculpó con el Club Querétaro, en un tuit posterior, que ya no existe. No le alcanza. La afrenta es mucho mayor.
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“EL FASCISMO SE CURA LEYENDO Y EL RACISMO SE CURA VIAJANDO…”/Francisco Garfias
Ejemplos de racismo en el futbol sobran. No alcanza el espacio para mencionarlos. Jugadores mexicanos lo han padecido. Pregúntenle a Hugo Sánchez cuando llegó a España. Le gritaban “indio, vete a tu pueblo”.
El francés Thierry Henry probó también los prejuicios del apartheid ibérico en los estadios. De la boca del entrenador Luis Aragonés salió un “negro de mierda” que le costó apenas cuatro mil euros al famoso técnico español.
Son muchas las ofensas de este tipo. Destaca una imagen. La de Dani Alves, jugador brasileño del Barcelona. Ocurrió el pasado mes de abril. En el estadio del Villarreal, donde juegan los hermanos Dos Santos. Un retrasado mental le aventó un plátano cuando se disponía a cobrar un tiro de esquina.
El jugador de color reaccionó en forma por demás inteligente. Se comió la banana y tiró el corner. Eso calentó la tribuna. Más insultos, más abucheos en contra de Alves, narran las crónicas de ese partido. La imagen recorrió el mundo. Acabó por convertirse en emblema en la lucha contra el racismo dentro del futbol.
España no tiene el monopolio del racismo en el deporte. Manifestaciones de este tipo las hay en Italia, Gran Bretaña, Rusia, Estados Unidos, en todo el mundo.
En México, país mestizo, se han incrementado este tipo de ofensas en los últimos tiempos. Sonidos de mono contra jugadores negros, frecuentes en la porra puma. Insultos verbales por idéntica causa en el terreno de juego. Allí están los casos del panameño Felipe Baloy en el estadio de Santos; de los americanistas Kléber e Irenio en juego contra los Dorados de Sinaloa. Larga la lista…
El común denominador de estas agresiones es que ocurrieron en el terreno de juego.
El escritor y filósofo español, Miguel de Unamuno, ilustraba la ignorancia de los que se creen superiores por el simple hecho de tener la piel blanca con una contundente afirmación: “El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando”.
No sabemos qué tanto haya viajado el panista queretano Carlos Manuel Treviño, pero su caso no tiene parangón. Nadie medianamente informado está ajeno a los insultos del exsecretario de Desarrollo Social del ayuntamiento de Querétaro en contra de Ronaldinho.
Irritado por el tráfico que produjo la presentación del astro brasileño —el pobrecito tardó dos horas en llegar a su casa— lo llamó “simio… brasileño, pero aun simio”.
Treviño tuvo tiempo de reflexionar el tamaño de la estupidez que escribió en su cuenta de Facebook. No lo hizo. Se dejó ir por su complejo de blanco en país mestizo. No midió las consecuencias.
Buscamos información sobre él en la magia de Google. Vimos su imagen. De la frente para arriba es igualito a Benito Mussolini. No tiene un pelo. Muy orondo presume, en su página de Facebook, que le gusta el futbol americano. ¡Ah, pero eso sí! DETESTA EL FUTBOL soccer —Así, con mayúsculas—.
Treviño metió en un brete a su partido. No son pocos los que se han montado en el tema para presentar al PAN como un partido de racistas, fascistas y reaccionarios.
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EN PRIVADO/oaquín López-Dóriga
Milenio
Un simio hablando de simios
Dejad que los simios se acerquen a él.Florestán
Hace unos días el mundo del futbol mexicano se sacudió con la contratación de la estrella brasileña Ronaldinho para el equipo de Querétaro, bajo la nueva administración de Olegario Vázquez Aldir, que lo rescató del grupo de Oceanografía y Amado Yáñez.
Hubo, como en todo, quienes dijeron que El Crack ya no venía en su mejor momento y que los mejores los había dejado en los antros, de lo que hay sobradas referencias en Barcelona, donde fue una estrella mundial. Pero de eso, él mismo se encargará de desmentirlo o confirmarlo con sus actuaciones dentro y fuera de la cancha.
En medio de esta recepción al jugador mundialista, que llenó el estadio de la Corregidora, salió un tal Carlos Treviño, ex secretario de Desarrollo Social de la administración panista de la ciudad de Querétaro, a tacharlo de “simio” en su cuenta de Facebook: En serio trato de ser tolerante, pero DETESTO EL FUTBOL, y el fenómeno idiotizante que produce… Lo detesto aún más porque la gente estorba e inunda avenidas para hacer que tarde dos horas para llegar a casa… Y todo para ver a un SIMIO… Brasileño, pero simio aún. Esto es un circo ridículo. Y aparecía en dos fotos en un estadio de americano, en Estados Unidos, con su camiseta aspiracional de los Steelers.
Apenas subió su mensaje y las redes se le fueron encima creando el HT #TodosSomosSimios, a lo que siguió un desplegado del club de futbol Querétaro exigiendo castigo y respeto.
Por la noche, obligado por el mando panista, ofreció una disculpa y borró su texto del Face, pero ya no lo pudo borrar de sus antecedentes.
Así los hay, y son una vergüenza, sean de donde sean.