14 dic 2009

Copenhague

Nuevos valores de Copenhague/Mijaíl Gorbachov
Traducción, Toni Tobella.
Distribuido por The New York Times Syndicate
Publicado en EL PERIÓDICO, 14/12/09;
A medida que la cumbre por el cambio climático de Copenhague va avanzando, cada vez está más claro que lo que está en juego es mucho más que el medioambiente.
La crisis medioambiental global subyace en prácticamente todos los problemas que nos afectan, problemas que incluyen la necesidad de crear un modelo económico global que se fundamente en el bien público. La crisis está directamente relacionada con temas como la seguridad y los conflictos étnicos e internacionales, cada vez más peligrosos; con las grandes migraciones y desplazamientos de gente, algo que ya desestabiliza la política y la economía; también con la creciente pobreza y desigualdad social; con la crisis del agua y la energía, y la escasez de comida.
Salvar el planeta debería ser una tarea compartida por gobiernos, comunidades empresariales y científicas, y la sociedad civil. Cada parte interesada en esta noble causa tiene su papel. El mayor peso de la responsabilidad, sin embargo, recae en los gobiernos y sus instituciones.
Los gobiernos pueden fijar niveles y normas exigentes, indispensables para luchar contra el cambio climático. Solo el Estado es capaz de movilizar los recursos para desplegar tecnologías incisivas. Solo el Estado puede ayudar a los que son más vulnerables al cambio climático.
Los representantes de los gobiernos están reunidos en Copenhague para abrir un nuevo capítulo en la cooperación internacional sobre el cambio climático. Que el arranque sea fuerte y convincente o, por el contrario, débil y decepcionante depende solo de ellos.
La ciencia nos indica que el aumento global de la temperatura debería limitarse a 1 o 2 grados centígrados. Los líderes mundiales suscribieron esta idea en la reunión del G-8 en Italia en julio pasado. Aun con este límite, es probable que haya una gran destrucción, que incluirá la desaparición de la mayoría de los arrecifes de coral.
Pero los pactos políticos acordados por los negociadores implicados en las conversaciones de Copenhague garantizan virtualmente un aumento de temperatura de unos 4 grados, una cifra que se encuadra dentro del ámbito de la catástrofe.
Y esto ¿por qué? Por varias razones, incluida la inercia del modelo económico actual, basado en las ganancias desaforadas y en el exceso de consumo; otra razón es la incapacidad de los dirigentes políticos y empresariales para pensar a largo plazo; y otra, la preocupación de que reducir las emisiones de carbono socavaría el crecimiento económico. Los que abogan por que no haya ningún cambio son precisamente los que acaban abonando esta preocupación.

Tal como la crisis financiera global ha dejado del todo claro, los esfuerzos por convertir este mundo en un lugar sostenible para las generaciones presentes y futuras no minan nuestra economía. La culpa la tiene algo muy distinto: la desconsiderada búsqueda de la ganancia a cualquier precio, una fe ciega en la «invisible mano del mercado» y la falta de acción de los gobiernos. Lo que hace falta es buscar nuevos motores de crecimiento e incentivos al desarrollo económico. La transición a una economía baja en CO2, baja en residuos, creará industrias cualitativamente nuevas y verdes, tecnología y empleo.
Cambiar de la noche a la mañana el modelo económico que ha prevalecido durante medio siglo no sería muy realista. La transición hacia un nuevo modelo exige un cambio de valores.
La economía global debe orientarse hacia el bien público, debe subrayar temas como el medioambiente sostenible, la sanidad, la educación, la cultura, la igualdad de oportunidades y la cohesión social, algo que implica reducir las brechas entre riqueza y pobreza.
La sociedad lo necesita, y no solo como un imperativo moral. La eficacia económica de subrayar el bien público es inmensa, aun cuando los economistas aún no hayan aprendido a medirla. Necesitamos un gran cambio intelectual si lo que queremos es construir un nuevo modelo económico.
Necesitamos también un reajuste moral de la comunidad empresarial. Las empresas y sus primeros ejecutivos tienden a definir sus posiciones sobre temas medioambientales según el resultado a corto plazo o a medio plazo. Los negocios social y medioambientalmente responsables siguen siendo la excepción más que la regla. Se necesita un cambio en la totalidad del sistema impositivo, en las ayudas y en los incentivos.
La sociedad también debe tener un papel más importante. Debe convertirse no solo en parte interesada, sino en una participante plena a la hora de tomar decisiones que modelarán el medioambiente y la economía.
En Copenhague veremos de cerca a los líderes políticos. Más de 60 jefes de Estado pondrán a prueba su capacidad de liderazgo personal. Hemos visto lo fácil que sería fracasar. Las semanas y meses venideros les brindarán la oportunidad de mostrar que verdaderamente son capaces de liderar.

Face to face

Face to Face[book]/Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación
Publicado en El Periodico,14/12/09;
Andrés Iniesta es un tipo que habla poco, prefiere comunicarse en el campo con la pelota y en la red a través de su blog, y desde la semana pasada, en Twitter y Facebook, sumando ya más de 200.000 seguidores en solo unos días. Durante el último y esperado Barça-Real Madrid mandó callar al mismísimo Cristiano Ronaldo con un gesto impulsivo y seguro de quien tiene la razón. Aquella noche, el pequeño Andresín pareció un gigante. Su gesto se ha convertido en un símbolo para muchos seguidores culés y para muchos amantes del buen fútbol y, también, para los que admiran el carácter del genio de Fuentealbilla. Les gusta cómo juega, y les gusta, nos gusta, cómo es: discreto, comprometido, generoso, imprescindible.
Unas horas después del partido, un joven estudiante de 4° de ESO, aficionado al fútbol –del Barça–, jugador de baloncesto federado y uno de los muchos habitantes de internet, abrió una página en Facebook: «El día en que Andrés Iniesta mandó callar a CR9», con un enlace a las imágenes del pique entre ambos jugadores. En horas, llegó a tener 70.000 seguidores. Hoy los dobla.

El reto de Copenhague

El reto de Copenhague/Kofi Annan, ex secretario general de la ONU, presidente de la Fundación Kofi Annan y del Foro Humanitario Global.
Traducción: José María Puig de la Bellacasa
Publicado en LA VANGUARDIA, 14/12/09;
Copenhague brinda la posibilidad de un acuerdo político sólido, suscrito por los líderes mundiales con la ciudadanía mundial por testigo, que se proponga alcanzar objetivos claros y fijar un calendario destinado a su aplicación normativa y legal. Para que sea un acuerdo realmente histórico, debe llevar a cabo dos cosas.
En primer lugar, debe sentar las bases de un sistema global con los acuerdos subsiguientes que limite el incremento de la temperatura global según las pruebas científicas existentes. En segundo lugar, debe determinar claramente el grado de movilización y el volumen de recursos financieros necesarios para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse a las implicaciones y los efectos del cambio climático.
Es enorme lo que está en juego. El crecimiento económico se ha logrado a un gran coste medioambiental y social, agravando la desigualdad y la vulnerabilidad de la población. El daño irreparable infligido a los ecosistemas, la productividad agrícola, los bosques y los recursos hídricos se acelera. Las amenazas contra la salud, la vida y los medios de sustento aumentan. Y también los desastres, tanto en magnitud como en frecuencia.
Sin embargo, pese a las pruebas crecientes de los impactos negativos, el logro de un acuerdo no será fácil. Requerirá una valentía política extraordinaria, tanto para llegar al acuerdo en cuestión como para transmitir su necesidad a la sociedad.
Es menester un cambio de actitud. Persisten la desconfianza y la rivalidad entre las áreas regionales y los distintos países, traducidas en la actitud de decir “no, primero enséñame tus cartas” que ha perseguido el curso de las negociaciones previas. Un acuerdo que no se fundamente en las mejores pruebas científicas será como dibujar en la arena cuando llega la ola. No obstante, las consideraciones a corto plazo – incluidas las de grupos con intereses y demandas electorales especiales-perjudican a las soluciones a largo plazo.
El éxito a la hora de alcanzar un acuerdo requerirá que los líderes piensen teniendo en cuenta a las futuras generaciones y que los ciudadanos no piensen únicamente en sí mismos. Requerirá que piensen en acuerdos amplios e integrales yno sólo en un zurcido de intereses nacionales o regionales.
Un acuerdo que se quede en la retórica y no satisfaga realmente las necesidades de los países más pobres y vulnerables en el plano climático, sencillamente, no funcionará. El clima no puede arreglarse en un continente y no en otro. El cambio climático no respeta las fronteras nacionales. Navegamos en el mismo barco; un boquete en un extremo nos hundirá a todos.
Para que funcione, la justicia climática debe radicar en el núcleo mismo del acuerdo. Un acuerdo injusto fracasará.
Países industrializados como EE. UU. deben obviamente liderar la reducción de emisiones de efecto invernadero y ayudar a otros países a hacer lo propio, pero países en desarrollo como India o China tienen también una creciente responsabilidad en esta misma senda mientras siguen creciendo sus economías.
Resulta trágico que los países más pobres y con menos responsabilidad deban afrontar las implicaciones y las consecuencias más duras del desafío climático ya que las altas temperaturas agravan la situación de pobreza, hambre y vulnerabilidad a la enfermedad de miles de millones de personas. Necesitan ayuda inmediata para fortalecer su capacidad de resistencia frente a las adversidades climáticas, además de ayuda a largo plazo que les posibilite adaptarse a las cambiantes condiciones meteorológicas, reducir la deforestación e impulsar estrategias de crecimiento caracterizadas por un bajo nivel de emisiones y energías renovables.

El acuerdo debe incluir una serie de compromisos acordes con los resultados de la investigación científica y con el imperativo de reducir las emisiones para el año 2050 en un 50-85% con respecto a los niveles del año 2000.
Ello implica que los países ricos avancen hacia una reducción del 25-40% de emisiones para el 2020 con relación a los niveles de 1990, que las economías emergentes reduzcan la intensidad de las emisiones y que se establezca con claridad el respaldo a medidas financieras y técnicas tanto a corto como a largo plazo en el caso de los países en desarrollo, en especial los más pobres.
¿Tendremos éxito en el empeño? Los objetivos propuestos en lo concerniente a las reducciones de emisiones por parte de numerosos países industrializados como la UE, Japón y Noruega son alentadores, como asimismo en el caso de grandes economías emergentes como Brasil, China, India, Indonesia y Corea del Sur.
Las recientes declaraciones de EE. UU. en materia de objetivos sobre emisiones de gases de efecto invernadero representan un cambio importante y proporcionan la base de mayores compromisos en el futuro próximo. Son también positivas las propuestas de apoyo financiero a los países menos desarrollados y los formados por islas pequeñas que se formularon en la cumbre de la Commonwealth celebrada en Trinidad, como también las propuestas de los Países Bajos, Francia y Gran Bretaña, entre otros.
Sin embargo, es menester precisar en mucha mayor medida cuanto se refiere a la financiación. Los compromisos de la Ayuda Oficial al Desarrollo de ayudar a los países más pobres a cumplir los objetivos de desarrollo del Milenio deben, asimismo, cumplirse. Además, es menester impulsar una financiación distinta y complementaria de las necesidades de los países que incluye la Ayuda Oficial al Desarrollo a fin de ayudarles a afrontar los costes adicionales generados por el cambio climático.
Un acuerdo que no determine con claridad el factor de la financiación será no sólo inaceptable para los países en desarrollo sino, además, inviable. Un acuerdo exitoso podría estimular no sólo una buena gestión de los bosques y un uso del suelo más sostenible sino también inversiones a gran escala tendentes a alcanzar un planeta de bajas emisiones de carbono y más saludable, incluidos los sectores de producción de energía, construcción y transporte. Por añadidura, podría marcar el comienzo de una era de cooperación internacional cualitativamente nueva, basada en responsabilidades comunes aunque diferenciadas y no sólo en lo relativo a la gestión del cambio climático sino también en lo referente al desarrollo humano, la justicia social y la seguridad global.
En definitiva, está en juego la cuestión de si nuestros dirigentes son capaces de esforzarse para ayudarnos a salvarnos…, en fin, ¡de nosotros mismos! El legado de los políticos actuales quedará decidido esta semana.

Entre crucifijos y minaretes

Crucifijos sí y minaretes no?/Eugenia Relaño Pastor, profesora de Derecho Eclesiástico de la Universidad Complutense
Publicada en EL PAÍS, 14/12/09):
Con palabras proféticas escribía Oriana Fallaci en La rabia y el orgullo: “Nuestra identidad cultural no puede soportar una oleada migratoria compuesta por personas que pretenden cambiar nuestro sistema de vida, nuestros principios (…) En Italia, en Europa, no hay sitio para los muecines, minaretes, los falsos abstemios, el maldito chador y el aún más jodido burka”. El 57,7% de los votantes suizos ha dado la razón a la escritora y ha optado por la prohibición de la construcción de nuevos minaretes.

La verdad del bombardeo

La verdad del bombardeo

Revista Semana, Sábado 12 Diciembre;
Francisco Huertas, coordinador de la Comisión de la Verdad, y otros tres de los cinco miembros el jueves en la presentación del informe
Según los ecuatorianos, desde esta base en Manta, Ecuador, los estadounidenses apoyaron el ataque al campamento de ‘Reyes’
Contrario a lo que la Fuerza Aérea Ecuatoriana había dicho, la Comisíon de la Verdad concluyó que las bombas fueron lanzadas desde Súper Tucanos de la FAC
La Comisión critica duramente a las fuerzas militares ecuatorianas por no actuar contra las Farc asentadas en ese país
El campamento también era utilizado como sede “social” por ‘Raúl Reyes’, concluye el documento
Lucía Morett y otros 14 mexicanos hicieron parte de las delegaciones extranjeras que eran atendidas en el campamento

Carta a los jueces

Carta a los jueces del Tribunal Constitucional/Joseba Arregi, ex consejero de Cultura del Gobierno vasco
Publicado en EL MUNDO, 14/12/09):
Me imagino que a sus señorías no les resultará extraño el debate que, desde hace tiempo, se nutre de la tardanza del Tribunal del que forman parte en dictar la sentencia que afecta a la constitucionalidad del nuevo Estatuto de Cataluña. Me imagino que tampoco pasará de largo de sus preocupaciones el deterioro de la imagen pública del Tribunal Constitucional que esa tardanza y ese debate conllevan.
Me preocupa que puedan haber llegado a pensar que es una cuestión de debate entre los partidos políticos, y en todo caso, de los medios de comunicación alineados con los partidos políticos. Aunque es cierto que la sentencia que vayan a dictar, espero que en un tiempo no demasiado lejano, va a ser una sentencia de peso político -el Tribunal constitucional es el más político de los tribunales, pues ocupa un lugar clave en el entramado jurídico y político del Estado-, ello no significa que su significado sea estrictamente partidista.
Me dirijo a ustedes como simple ciudadano interesado y preocupado por la política en su sentido más serio, más allá de su necesaria articulación partidista. Pertenezco a un grupo de vascos, ciudadanos españoles, que a lo largo de su vida y en la lucha por la libertad y contra el terrorismo, han ido aprendiendo el valor del Estado. Pertenezco a un grupo de ciudadanos vascos que han aprendido que fuera del Estado de Derecho, sustentado en el principio de los derechos ciudadanos, sólo existe la ley de la selva, la ley del más fuerte, que en nuestro caso es ETA.
Hemos aprendido a entender el Estado de Derecho como la condición necesaria de las libertades individuales, como lo que, sin negar las adscripciones identitarias de cada cual, garantiza la igualdad de todos ante la ley, nuestra condición de ciudadanos sujetos de derechos. Hemos aprendido que el Estado no es el enemigo a batir, sino el marco en el que podemos desarrollar nuestra identidad, en general compleja, muy al estilo collage o patchwork, siempre que estemos dispuestos a limitarla para que no ahogue el todo del espacio público. Y hemos aprendido a resistirnos a las pretensiones nacionalistas de que sea sólo el sentimiento nacionalista el que tenga derecho al espacio público de la democracia en Euskadi.
Desde esa perspectiva me dirijo a ustedes para mostrarles mi preocupación, porque con su tardanza veo desprestigiado el Estado que tanto he tardado en valorar, pero cuya existencia tan necesaria me parece para garantizar la libertad de todos los ciudadanos vascos y españoles. Me dirijo a ustedes con la preocupación de quien entiende que el Tribunal Constitucional no es, en la elaboración de la sentencia que afecta al nuevo Estatuto de Cataluña, algo que afecta sólo a los catalanes, sino a todos los ciudadanos españoles, porque lo que tienen ustedes que dilucidar no es algo que afecta sólo a los catalanes, que afecta sólo al Estatuto de Cataluña, sino algo que afecta a la misma Constitución española, aquella que garantiza los derechos de todos los ciudadanos españoles, la igualdad de todos ellos ante la ley, su libertad individual.
Me dirijo a ustedes porque tengo la sensación, compartida con otros ciudadanos vascos y españoles, de que ese marco común que permite la convivencia entre españoles muy diferentes, está siendo sometida a tensiones centrífugas que la pueden ir vaciando de su contenido fundamental: ser marco común de convivencia, ser garantía de la igualdad de todos ante la ley, ser garantía de los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos en cuanto ciudadanos, y no en función de su adscripción identitaria ni de su sentimiento de pertenencia.
Les escribo estas líneas como alguien que no tiene ninguna dificultad en compartir el llamado discurso de la España plural, porque creo que está consagrado en la propia constitución. Pero también les escribo como alguien que tiene la profunda convicción, adquirida en años de lucha, de que el discurso de la España plural no tiene sentido alguno, de que es una verdad a medias y, por lo tanto, la peor de las mentiras, si al mismo tiempo no se añade el discurso de la Cataluña plural, de la Euskadi plural, de la Galicia plural. No les escribo, pues, desde el miedo ante la dilución de no sé qué unidades sagradas y falsas.
Pero sí desde quien ha aprendido a defender la cultura constitucional, la cultura de la primacía del ciudadano sobre las identidades, la cultura de la primacía de las leyes sobre los sentimientos, la cultura del sometimiento de la voluntad soberana a los principios del Derecho -palabra que la Constitución acostumbra a escribir con mayúscula cuando quiere decir lo que pretendo ahora-, para que la convivencia sea posible. Si me permiten un tópico, les escribo desde la posición del patriotismo constitucional, desde el amor a la patria republicano -que en este caso no quiere decir antimonárquico-, que es el amor a las leyes que constituyen nuestra libertad, como bien lo describe Maurizio Virolli.
Sé, aunque soy lego en la materia, que ustedes sólo pueden actuar cuando la ley que regula el Tribunal al que pertenecen, así lo determina. Pero créanme que en su día me quedé con las ganas, y con ellas continuo, de saber si el proyecto de reforma del Estatuto vasco, aprobado por mayoría en el Parlamento Vasco y rechazado por abrumadora mayoría en el Congreso de los diputados, se tramitó correctamente según la ley, o se produjo un fraude de ley, pues en realidad era un proyecto de reforma de la Constitución, aunque se tramitara como reforma del Estatuto de Gernika. Si era un proyecto de reforma de la Constitución, se debía haber tramitado como tal, y la aprobación por mayoría en el Parlamento vasco hubiera tenido otra significación política distinta a la aprobación de la reforma del Estatuto. Pero habían eliminado la cuestión previa de constitucionalidad, y yo sigo con las ganas.
Tienen ustedes en sus manos la salvaguarda del mayor bien constitucional: la salvaguarda del marco de convivencia de todos los españoles, en básica igualdad que no niega las diferencias mientras éstas no pongan en peligro los derechos fundamentales y las libertades fundamentales de todos. No puede haber, no pueden tener ustedes otro criterio al decidir su sentencia. Y somos muchos los ciudadanos que estamos esperando ya demasiado tiempo con preocupación esa sentencia.
Mientras tanto vamos observando cómo se pone en cuestión su legitimidad, la legitimidad del Tribunal Constitucional, porque quienes actualmente lo componen la han perdido, o porque, lo que es peor, el Tribunal Constitucional no debe dictaminar sobre la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña. Pero, si no es el Tribunal Constitucional, ¿quién es el defensor de la Constitución?
Los partidos políticos, sobre todo los dos grandes, han usado demasiadas triquiñuelas para asegurarse una sentencia favorable. Pero, ¿favorable a qué y a quién? Sólo les pido que sea favorable a los derechos fundamentales de todos los ciudadanos españoles, favorable a las libertades fundamentales garantizadas por la constitución, favorable a ese espacio democrático marcado por la unidad constitucional con su reconocimiento de las diferencias internas, diferencias que nunca pueden hacer saltar por los aires la unidad de derechos y libertades.
Ya es muy tarde. Mucho daño se ha hecho ya. No pueden tardar mucho más. Olvídense de los partidos políticos y de sus medios afines. Recuerden a los ciudadanos que confían en la Constitución como el marco que garantiza sus derechos y libertades sin que les exija renuncia a su adscripción identitaria siempre que ésta sepa limitarse para convivir con las demás en el espacio público de la democracia. Ustedes tienen la palabra. Pero la palabra que significa derecho. Ustedes tienen la responsabilidad.

Punto de Acuerdo de Enoé Uranga

DIPUTADA ENOÉ URANGA DEMANDA A GOBERNACIÓN Y A LA IGLESIA RESPETO AL ESTADO LAICO
“El mejor discurso de la Cámara”: Miguel Ángel Granados Chiapas;
“Un discurso sin desperdicios”: El Independiente de Hidalgo;
“Una mujer valiente que no tiene temor ni a las palabras ni a la Iglesia”: Diario Crítico, España;
“Fue histórico. El discurso mas memorable que se ha presentado en la actual Cámara de Diputados”: Dip. Alejandro Encinas;
“El Estado Laico debe defenderse con esa vehemencia”: Dip. Rubén Moreira;
“Esas son las voces que necesita la Política”: Víctor Hugo Círigo”;
“…ante el estupor de legisladoras panistas hizo el posicionamiento mas duro contra la iglesia”: Grupo Radio Centro
El Presidente diputado Francisco Javier Salazar Sáenz: Tiene la palabra la diputada Enoé Margarita Uranga Muñoz, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar proposición con punto de acuerdo por el que se solicita al Ejecutivo federal que exija estrictamente el cumplimiento del principio de laicidad del Estado mexicano, por parte de las asociaciones religiosas, particularmente del clero católico.
Texto Integro del punto de acuerdo
PROPOSICIÓN CON PUNTO DE ACUERDO, POR EL QUE SE SOLICITA AL EJECUTIVO FEDERAL REQUERIR AL CLERO CATÓLICO RESPETE ESTRICTAMENTE EL MARCO DE LAICIDAD, LAS LEYES MEXICANAS Y LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS GAYS, LESBIANAS, BISEXUALES Y TRANSGENEROS, A CARGO DE LA DIPUTADA ENOÉ URANGA MUÑOZ
La suscrita, diputada federal Enoé Uranga Muñoz, integrante del Grupo Parlamentario del PRD, con fundamento en el artículo 58 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, someto a consideración del pleno de esta soberanía la proposición con punto de acuerdo, por el que se requiere al Ejecutivo Federal demande públicamente al clero católico el cumplimiento de las leyes mexicanas empezando por su obligación de cumplir estrictamente el Principio de Laicidad que rige al Estado mexicano, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación así como los derechos humanos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transgénero, según las siguientes
Consideraciones
Esta soberanía da inicio el día de hoy a uno de los debates legislativos que serán fundamentales para el futuro de la nación. Me refiero desde luego al fortalecimiento de nuestro Estado Laico, la Comisión responsable de ello revisa ya con toda seriedad este tema primordial para la democracia mexicana. En este marco, la iglesia católica ha emprendido una campaña de presiones y ataques que buscan debilitar la calidad de dicha discusión política. Como parte de esa estrategia ha elegido como arma lo que para su virulenta destreza mejor funciona para crear confusión y desinformación: La promoción del estigma y el odio contra los distintos a sus decretos.
Como es del conocimiento general, en días pasados, el cardenal católico Javier Lozano Barragán, presidente emérito del Consejo Pontificio de Operadores Sanitarios del Vaticano, declaró que "lesbianas, homosexuales y transexuales no entrarán nunca en el reino de los cielos...” La frase completa que usó este violador de la ley fue: “Tal vez no son culpables, pero actúan contra la dignidad del cuerpo… esto no lo digo yo, sino San Pablo”.
¿La dignidad del cuerpo? Dignificar al cuerpo es conocerlo y reconocerlo. Cuidarlo. Parte fundamental de ello es procurarle amor y placer. Un cuerpo digno es un cuerpo satisfecho en todos sentidos: bien alimentado, bien dormido, bien cuidado y bien amado y embelesado a pleno deleite y bienestar. Estoy segura de que ello es claro para todas y todos quienes tienen, como yo, la suerte de dignificar sus cuerpos en lo correspondiente al amor.
¿Los homosexuales son culpables? Como lesbiana yo sí me declaro culpable de lo que corresponda, me declaro culpable de amar, me declaro culpable de no estar dispuesta a dejar mi amor para otro siglo: no puedo, no quiero.
Me declaro culpable de ser dueña de mi muy soberano cuerpo y de mi laico placer.
Me declaro culpable de gozar y tener mis propios paraísos.
Y por supuesto que me declaro culpable de contar, de dar por hecho, que ninguno de los universos a los que ya he ido y ninguno de los cielos a los que desde luego iré, serán los mismos para los que Lozano Barragán tiene ya adquirido boleto VIP para alzar el vuelo. ¡Desde luego que no!!!
¿Quién quiere ir al cielo de los pederastas??? ¿Al cielo de Marcial Maciel y Ratzinger, quien no tiene pudor en confesar que fue integrante de las juventudes Nazis? ¿Al cielo de donde fueron excomulgados Hidalgo, Morelos, y las muy señoras pecadoras Josefa Ortiz y Leona Vicario? ¿Al cielo de quienes torturaron y asesinaron a Gertrudis Bocanegra por rebelde y a Giordano Bruno por sus enseñanzas sobre la infinitud del universo? ¿¿Quién quiere ir a un cielo sin Leonardo Da Vinci, Audre Lorde, Miguel Ángel, Frida Kahlo, sin Albert Einstein, Simone de Beauvoir, Juana de Asbaje, un cielo sin Marcel Marceau??? ¿De qué sirve ir a un cielo donde no se pueda reír?? dijo Lutero.
No sé si fuera verdad que como Lozano Barragán, el llamado “San Pablo” tuviera línea directa para hablar con dios o si fueran efectos de su conocida y severa sífilis los que le impulsaban (en caso de que sea cierto) a hacer tales afirmaciones, pero ojo diputados, porque esa misma “condena” -elemento que por lo demás no tiene nada de científico, de ético o legal, áreas en las que la convicción es: que lo que sucede cuando te mueres (aunque te llames Norberto o te apellides Lewinski) es que te mueres-. Esa “condena de no ir al cielo” aplica también y con toda puntualidad a los adúlteros y a los borrachos.
Se decreta que: “Las chicas buenas se van al cielo” ¡Qué su dios las cuide de los miles de curas acusados de violación, abuso y pederastia que (de existir) ya viven en ese cielo y de los miles que llegarán luego que su dios les llame a esa gloria!!! Las chicas buenas se van al cielo -qué su dios las cuide- … ¡las otras vamos a todos lados!
Las mujeres que decidimos sobre nuestras vidas, nuestros amores, nuestros cuerpos, nuestros placeres y desde luego nuestros multiorgasmos, sea cual sea nuestra convicción filosófica, religión, profesión, preferencia, estado civil. Las que podemos tener alianzas con hombres inteligentes que saben que “si la mujer no está, la democracia no va”.
Quienes creemos en que los seres humanos tienen derecho a la felicidad, quienes sabemos que el mejor valor de la sociedad está en su diversidad. Quienes entendemos que la democracia es diálogo entre distintos, donde no tiene cabida la imposición absurda de “verdades únicas e incuestionables”, somos innumerables, quienes estamos comprometidos en esta idea de país, sin importar cual sea nuestra preferencia sexual.
Y hablo de los seres humanos, creyentes o no, que sabemos que elegir forma de vida es un derecho humano incuestionable, de aquellos que daremos la vida por defender y fortalecer el Estado Laico. Para que las mujeres y hombres del mañana se avergüencen de este presente (su pasado) en el que es aceptable la mortalidad materna en las comunidades indígenas, porque “si eres india no tienes alma” y debes ganarla a costa del sacrificio de no tener acceso a información objetiva y recursos que te permitan evitar la ya sabida condena aprendida de voz directa del cura del pueblo: “tu destino es tener los hijos que dios te mande”, aunque todos se mueran de hambre. De este presente donde es aceptable legalizar que si eres mujer tu destino es ser madre, así sea porque te violen; que si tienes una discapacidad seas objeto de compasión y se asuma que quien tiene un daño eres tú y no este país que no está diseñado para incluirte; o una política donde se argumenta (incluso en los debates legislativos) que si eres homosexual, eres “menos hombre”.
“Sea hombrecito”, “no se esconda en las faldas de las mujeres”, se ha gritado en esta tribuna desde el fundamentalismo vestido de izquierda. “Puto” se le canta a Calderón para descalificarlo. “Maricones” les dice la derecha a quienes se han aliado con la propia derecha.
Todos agravios violadores de la ley, todos discriminadores, todos ignorantes.
¿Qué estatura de hombre se requiere para ser abiertamente gay en un país en el que se te puede asesinar impunemente por ello? ¿Cuán “hombrecito” es quien profiere insultos homofóbicos desde el anonimato de las curules y en el amparo del fuero?
Es la iglesia. Es la herencia del sometimiento y genocidio de sociedades en la que esa institución se ha sostenido. Su poder -muy terrenal- depende de controlar las conciencias, de manipular a las sociedades desde sus relaciones políticas, mafiosas, de hacer vivir en la ignorancia y el miedo a los pueblos.
Las exhortaciones al odio construidas desde la iglesia católica auto-encargada de fomentar y alimentar el atraso y la desinformación colectiva. La misma Iglesia gestora, a lo largo de XX siglos, de guerras sangrientas, crímenes de Estado y del retroceso científico y cultural de la humanidad que motivaron que Borges dijera: “El infierno de Cristo no necesita del resplandor del fuego”.
Quisiera que se entienda que no es mi intención ofender una fe o creencias. Tengo (como la mayoría de los católicos mexicanos) la convicción de que su espiritualidad va más allá de lo que dicte un mal intencionado político religioso. Políticos del Vaticano, como Barragán y Ratzinger (ambos voceros de ¿dios? por poder propio), tienen en su historial actos en los que ha quedado en entredicho su honestidad y compromiso con la vida. Han sido omisos, encubridores y cómplices de diversos delitos y delincuentes. Pero, independientemente de ello, ni el más querubín de los representantes del Estado Vaticano tiene la autoridad moral y menos política, para enjuiciar el amor entre personas del mismo sexo en este país.
Por enésima vez, y por encima de la ley, la iglesia Romana pretende controlar el cuerpo de las personas, manipular las conciencias a través de la amenaza inasible de la condena divina. Espero que en esta ocasión para esta soberanía sea claro que no será el representante de un estado injerencista el que me venga a insultar y amenazar impunemente en territorio mexicano.
No está de más señalar que la homofobia es una enfermedad que tiende a padecer continuamente la alta jerarquía y gran parte del clero católico y que debe ser tratable, ya que afecta los derechos de terceros. En lo que se refiere a los derechos sexuales son parte de los derechos humanos, los cuales tienen como característica ser universales, inalienables, imprescriptibles, interdependientes, inviolables e intransferibles, de manera que su ataque repercute en los demás aspectos de la vida de las personas, a quienes les toca determinar libremente su preferencia sin ser molestados en su privacidad, siempre y cuando no afecte los derechos de terceros.
El clero quiere destruir nuestra cultura laica y cuenta con cómplices en la política institucional: ahí están las quemas de libros en Guanajuato, lideradas por diputados con el silencio complaciente del ejecutivo local y federal. Ante los ataques sistemáticos de que es objeto el Estado Laico (empezando por las vergonzosas declaraciones hechas por el propio Presidente de la República), no nos sorprendamos de la pretensión ya anunciada de que esos dogmas sean trasladados al terreno de las leyes como en el pasado. La consigna de presionar al jefe del Ejecutivo para que éste quebrante el principio histórico de la separación del Estado y las Iglesias y asigne privilegios y poder indebidos a la jerarquía católica, es un asunto que no se debe perder de vista. Es inadmisible que el Gobierno federal permanezca pasivo ante las declaraciones del legado papal.
No permitamos que usen su basura contra la disidencia sexual y genérica como instrumento para trastornar el fortalecimiento del Estado Laico. La declaración de Lozano Barragán responde a los intereses de un Estado extranjero al que este señor sirve, como lo es el Vaticano, muy ajeno al Estado mexicano que es el que nos estructura y, por tanto, se trata de una injerencia que ofende a la soberanía del pueblo de México.
Dicha declaración no es un acto aislado ni fortuito, sino que responde a una embestida, claramente planteada desde el Estado Vaticano y que tiene por objeto controlar al mayor número de gobiernos de la región, sojuzgando a quienes se aparten de sus dogmas fundamentalistas y preceptos eclesiásticos, pues su poder depende del control de cuerpos y mentes, y ello atenta contra la dignidad de las personas.
Así, el control sobre las libertades de las personas finalmente esconde una disputa del poder al Estado mexicano, quien históricamente ha sido objeto de los intereses económicos y políticos del Estado Vaticano. Es necesaria la firmeza que le corresponde al Ejecutivo Federal, a través de la Secretaría de Gobernación, para mantener las relaciones con las distintas asociaciones religiosas en un comportamiento dentro del marco de respeto a los derechos humanos.
La Secretaría de Gobernación debe hacer un apercibimiento o aplicar la sanción correspondiente ante estas intromisiones en los asuntos internos del país por parte de estos representantes del Estado Vaticano, que constituyen una flagrante violación a nuestra Constitución Política y un desafío al Estado laico.
Por lo anterior, someto a consideración de esta honorable Cámara de Diputados la siguiente Propuesta con
Punto de Acuerdo
PRIMERO.- Se requiere a la Presidencia de la República demande públicamente a través de la Secretaría de Gobernación, a las instancias jerárquicas de todas las iglesias y asociaciones religiosas y en particular, a la católica, el cumplimiento de las leyes mexicanas, empezando por su obligación de cumplir estrictamente el Principio de Laicidad que rige al Estado mexicano, mismo que garantiza los derechos sexuales de todas las personas sin discriminación homofóbica alguna; la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación; así como los derechos humanos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transgénero.
SEGUNDO.- Aplicar las infracciones y sanciones establecidas en el Capítulo Quinto de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público contra los representantes del Estado Vaticano que han violado la ley, e informar a esta soberanía, a través de la Secretaría de Gobernación, de los resultados alcanzados en un plazo no mayor a los treinta días, considerando como parte de la sanción una disculpa pública para con las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero, por los mismos medios masivos de comunicación que fue difundida la agresión.
Dado en el Salón de sesiones, a 08 de diciembre de 2009
Diputada Enoé Margarita Uranga Muñoz
***
Señor presidente, en respeto al tiempo he hecho un resumen de la presentación, por lo que le pido que sea insertada en su totalidad en el Diario de los Debates. Muchas gracias.

El Presidente diputado Francisco Javier Salazar Sáenz: Como lo solicita la diputada, inscríbase en el Diario de los Debates. Túrnese a la Comisión de Gobernación.
El diputado Rubén Ignacio Moreira Valdez (desde curul): Presidente.
El Presidente diputado Francisco Javier Salazar Sáenz: Sí, diputado Moreira.
El diputado Rubén Ignacio Moreira Valdez (desde curul): Solo para pedirle a la diputada adherirme a su propuesta.
El Presidente diputado Francisco Javier Salazar Sáenz: Diputada, que si acepta usted la adhesión del diputado Moreira a su propuesta.
La diputada Enoé Margarita Uranga Muñoz (desde curul): Sí, por favor.