Dos entrevistas hoy, una en el madrileño El País, y otra en La Jornada de México; en una calderón y en la otra AMLO.
Francesc Relea entrevista a Felipe Calderón El País, 13 de julio del 2006
-¿Qué lectura hace del resultado de las elecciones?
-Honestamente, muy buena. Ha sido una elección muy competida y también muy democrática. La más democrática de toda la historia de México. Los candidatos hemos hablado sin tapujos, hemos recorrido el país sin ninguna restricción, hemos hecho la publicidad que hemos querido y, finalmente, yo resulté ganador por un margen definitivo. A la luz de muchas elecciones recientes y competidas, en Costa Rica, Alemania, Italia, he ganado por un margen mucho más amplio que los 3,000 votos de Prodi, o los 60,00 de Angela Merkel; en fin, de varios mandatarios. Me siento muy contento con el resultado electoral.
-Considera que con un resultado electoral tan estrecho quedan en evidencia las carencias del sistema político mexicano?
- Obviamente hay toda una agenda de reformas políticas que hay que hacer. Pero, bueno, ya habrá tiempo de plantearlo. No quisiera asociarlo al resultado de la elección. Son temas que he planteado de manera insistente, y que lo haré en su momento ante el Congreso. Por ejemplo, la revisión de nuestro sistema de representación, la reelección legislativa, la duración de las campañas, la supervisión de los costos, la difusión de los candidatos; en fin, varios temas que tendrán que ser revisados.
-Hasta qué punto condiciona la impugnación a las elecciones que ha presentado Andrés Manuel López Obrador el trabajo que usted ha iniciado para preparar la transición?
-En ningún aspecto. La transición hay que trabajarla y no hay tiempo que perder. Quiero iniciar a tambor batiente mi mandato, con la seguridad de que el tribunal electoral ratificará los resultados. Las impugnaciones que ha presentado el PRD no tienen la menor sustancia.
-El hecho de que el PAN, su partido, también haya impugnado unas 500 mesas electorales, ¿no cuestiona y pone en duda el sistema electoral mexicano?
-Habrá que ver. Forma parte, según me han explicado, de la estrategia de los abogados del PAN, para compensar cualquier resultado con los mismos argumentos que presenta el PRD. Forma parte de la estrategia legal de la defensa de nuestro caso.
-Es decir, es una estrategia de réplica. ¿Habrían llevado a cabo esta acción si el PRD no hubiera impugnado los resultados?
-Absolutamente no.
-Sinceramente, ¿con qué partidos cree que podría formar un Gobierno de coalición?
-Tengo varias alternativas: puedo integrar una mayoría parlamentaria en el Congreso con el PRI y me gustaría hacerlo con el PRD, pero este último no quiere. Incluso podría llegar a un acuerdo con una serie de partidos pequeños, como el Verde, Convergencia, el PT, Nueva Alianza y Alternativa. Sumados pueden tener una fuerza política suficiente para configurar mayorías. Tengo un margen de maniobra más amplio que el que en su momento tuvo el presidente Fox.
-¿Su idea es dialogar con todo el mundo?
-Con todos, sin excepción, incluido el PRD, que por lo pronto no quiere dialogar. En cambio, el PRI ha mostrado mayor madurez democrática.
-¿Qué opinión le merece el contraste entre las más de 200,000 personas que se concentraron en el Zócalo para denunciar fraude y el puñado de seguidores que celebraron su triunfo la noche electoral?
- Es un asunto de responsabilidad. Yo también podría movilizar a miles de personas. Llené el estadio Azteca. Pero me parece que el camino de refrendar una elección no se da en las calles, sino en la ley y en las instituciones. Nosotros no vamos a elevar la tensión política movilizando a nuestra propia gente. Si es una irresponsabilidad desconocer el resultado electoral con movilizaciones, mal haría yo contribuyendo a tensar más el ambiente político.
-Medios de comunicación de prestigio como The New York Times, The Financial Times y el Internacional Herald Tribune, e incluso el ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas, han propuesto el recuento voto a voto para garantizar la gobernabilidad y despejar cualquier sombra de duda, más allá de si es o no estrictamente legal.
-Creo que estos medios que usted menciona, incluyendo EL PAÍS, por desconocimiento de la ley, están sugiriendo esto. La mejor garantía de la gobernabilidad es cumplir con la ley, independientemente de que las urnas se han abierto en los casos que prevé la ley. Los votos ya se han contado, al igual que en todo el mundo, voto por voto en las mesas electorales. La ley prevé los casos puntuales en los que puede haber un recuento, cuando no corresponden las actas que tienen los partidos en su poder con el acta de la casilla, cuando está alterada la urna... Se abrieron más de 3,000 urnas durante el recuento. Los pocos votos marginales que surgieron de manera diferente fueron a mi favor.
-Si usted está tan convencido de que no cambiaría el resultado, ¿por qué no aceptar un nuevo recuento si la Justicia Electoral así lo considerara?
- Por supuesto, yo siempre he respetado los fallos del IFE (Instituto Federal Electoral)...
-Usted ha reiterado que ya se contaron los votos y que no hay que contarlos de nuevo.
- Lo que he dicho y repito ahora, que quede bien claro, y pido que lo publique EL PAÍS, es que se respete la ley. No es mi opinión la que ha detenido el recuento de paquetes, es estrictamente la ley. En los casos que se han abierto paquetes se ha hecho, no porque lo diga yo sino porque así lo establece la ley. No depende de mí. Es un asunto de certeza y de legalidad, y la legitimidad de un gobernante proviene de estos dos principios. Déjeme contarle cuál ha sido la historia electoral de México, y eso me tocó a mí vivirlo: una vez que terminaba la votación en la casilla, en el traslado del paquete al cómputo distrital, alteraban el paquete, lo sustituían por otro con todo y acta. Por esa razón, la ley mexicana establece que el acta que vale es la del cómputo de la casilla. ¿Por qué? Porque ahí es donde se cuentan los votos en presencia de los funcionarios de casilla y de los representantes de los partidos. Es el momento de mayor certeza política y jurídica sobre el resultado de la elección. Después de que el paquete se entrega nadie tiene constancia física de la ubicación del mismo. Hay operadores políticos fraudulentos en México que se dedicaron toda su vida a alterar el contenido de los paquetes y sustituirlos antes del cómputo. También pedían que se abrieran, se abrían y salía la votación a favor del PRI. Le voy a dar un nombre: Guadarrama Márquez. Eso hizo para que el PRD perdiera la elección de 1989 en Michoacán, mi Estado. Está consignado en todos los libros y todos los medios que documentaron el fraude electoral en 1989. Ahora es senador por el PRD en Hidalgo. Dígame a mí quién me garantiza que Guadarrama no operó los paquetes de Hidalgo después de la elección. Lo ha hecho toda su vida. Por eso para mí es muy importante que la ley se respete.
-¿En alguna mesa electoral no hubo representantes de ninguno de los tres partidos?
-Los que teníamos más éramos nosotros: 97% más o menos. Ésa es otra: la responsabilidad de tener representantes de los partidos. De hecho, un partido que no tenga representante no tiene por qué poner en duda lo que hayan hecho los funcionarios y los ciudadanos. ¿En qué país y en qué cabeza cabe eso?
-¿Intentará hablar con el señor López Obrador?
- Ya lo hice, lo he buscado varias veces y bueno, ahí queda eso.
-¿Qué le parece la idea de discutir sobre la figura del líder de la oposición, que no existe en México?
- Creo que es de las cosas que hay que revisar. Me parece que es una de las deficiencias de nuestro régimen presidencial. No hay una correspondencia entre el liderazgo político y la fuerza política real poselectoral. Ése es un problema que contrasta terriblemente con lo que se vive en el Congreso en España. En cambio, vea mi caso. Tuve que ser candidato y presidente sin apoyo del presidente del partido ni del presidente de la República. Sí le veo una vulnerabilidad en eso. No hay coincidencia en la interlocución, ni en el Gobierno ni en la oposición.
-Si el Tribunal Electoral le proclama presidente, ¿se vería obligado a modificar su programa político a causa del resultado tan apretado?
- Sí, totalmente. Evidentemente, tengo que incluir en mis prioridades las prioridades por las que votaron los ciudadanos. Desde luego la mía, que es la del empleo, en la que me sostendré puntualmente. Pero también tengo que incluir una política social muy responsable, muy decidida, muy audaz, a favor de los pobres, a favor de la superación de la pobreza, porque es gran parte del mensaje de las urnas y de los ciudadanos que votaron por mí. Quiero hacer mías las aspiraciones y los anhelos y las razones de los votantes que sufragaron por otro candidato, y lo voy a hacer. Por eso he dicho que agradezco el voto de los que me apoyaron; y a los que no lo hicieron les pido que me den la oportunidad de ganarme su confianza.
-O sea, ¿hace suya la consigna de López Obrador "Primero los pobres"?
-Primero los ciudadanos todos, pero si se trata de una opción preferencial por los pobres o quienes sufren la pobreza, la respuesta es sí. Siempre lo he pensado y lo he hecho; en mi propuesta siempre sostuve como una de mis cinco premisas fundamentales la igualdad de oportunidades. Pero ahora evidentemente lo haré mío con mucho mayor énfasis, por la simple razón de que entiendo el mensaje de las urnas.
-¿Le preocupa la campaña de movilizaciones para impugnar el resultado de las elecciones?
-Generalmente, me preparo para el peor escenario y siempre resulta otro distinto. Pero es mejor estar preparado para el peor. Preveo una movilización constante del PRD y del licenciado López Obrador, porque es su estilo de hacer política. No es alguien que crea en la ley y en las instituciones. Cree en las movilizaciones, para él es la razón de ser de la política. Lo respeto, siempre y cuando lo haga por los cauces legales. Me preparo obviamente para una presidencia que estará permanentemente sujeta al escrutinio y a la movilización que él haga. No es ninguna novedad. Lo conozco desde hace mucho tiempo y no me preocupa.
-¿Qué puede hacer para desactivar las protestas?
-La radicalidad de los movimientos de López Obrador es lo que más rápido le ha hecho perder fortaleza electoral. Le ha pasado ya tres o cuatro veces en su vida, y ojalá ésta sea la excepción. Me interesa tener una oposición fuerte, orgánica y con una visión de país mucho más madura. Éste no es el México del autoritarismo, es un México democrático que, además, reclama la unidad de todos para sacar adelante el país. Estoy preparado para un escenario con movilizaciones constantes. Yo mismo, en tiempos del autoritarismo, movilicé a gente y mucha, llegué a la resistencia civil.
-¿Es partidario de pasar de un sistema presidencialista a un sistema parlamentario?
-No me asusta la idea. Sin embargo, también sé firmemente que no hay imitaciones extralógicas que funcionen. Para poder transformar a México hacia un sistema parlamentario se necesita una cultura parlamentaria, y aquí lo que hemos hecho, por desgracia durante décadas, es vilipendiar terriblemente al Congreso una y otra vez. No hay nada más odiado y repudiado que un legislador, y eso está mal. Por eso tenemos que construir primero una cultura parlamentaria, empezando, por ejemplo, por establecer el principio de la elección consecutiva de legisladores y de alcaldes, que no tenemos por ley. Está permitida la reelección, pero no inmediata. Yo quiero elección consecutiva para fortalecer el Congreso y figuras que le den mayor estabilidad y legitimidad al Parlamento, como puede ser la segunda vuelta legislativa. Posteriormente, valdría la pena plantearse la vigencia de un sistema parlamentario. No conozco ningún sistema presidencial, por lo menos en América Latina, que haya transitado con éxito o por decreto a un sistema parlamentario.
-Pero en un sistema parlamentario, con la apretada votación del 2 de julio, podría ser presidente usted o el señor López Obrador, según los acuerdos parlamentarios.
-Sí, aunque hay que ver también el número de legisladores de cada partido. Es decir, en un sistema parlamentario, para todos los actores políticos quedaría claro que quien tiene derecho a formar Gobierno soy yo. En Alemania, Angela Merkel ganó por 6,000 votos. Los socialdemócratas bien pudieron haber formado Gobierno por su cuenta y no lo hicieron. Como no lo hicieron en España con el primer Gobierno de Aznar y con algunos de Felipe González, y como no lo hicieron ahora con el propio Rodríguez Zapatero. En Italia, con Prodi hubo una diferencia pequeñísima que se resolvió a favor de quien sacó el mayor número de votos. En México alguien que gana con una diferencia, no sé, por lo menos cien veces mayor o cincuenta veces mayor de la que ganó Prodi a Berlusconi, pues, obviamente, no faltaría quien cuestionara inmediatamente. Si se pusiera extralógicamente el sistema parlamentario, tendríamos aquí votos de censura para destituir al primer ministro el martes y el jueves, que son los días que sesiona el Congreso.
-Una vez en el Gobierno, ¿en qué terreno marcaría la mayor diferencia respecto del presidente Vicente Fox?
-Más que contraste, donde quiero enfatizar más de lo que se ha enfatizado es en materia de legalidad. De certidumbre jurídica, de Estado de derecho y en materia de seguridad también. Entonces hay mucho que hacer. Soy un hombre que cree en la ley, en la legalidad y sé que México avanzará a pasos agigantados en sus capacidades de desarrollo si se afianza en la credibilidad. (FIN)
Andrea Becerril y Roberto Garduño entrevistan a Andrés Manuel López Obrador para La Jornada, 13 de julio.
-¿Siente que la embestida en su contra es ahora mayor?
-Sí, pero el pueblo no es tonto. Si algo ha cambiado en los últimos tiempos es la mentalidad de la gente. La prueba es la elección misma. Era para que nos hubieran avasallado con la estrategia del miedo y todo el dinero que emplearon en anuncios de radio y televisión. No estaríamos hablando, en términos formales, de medio punto de diferencia y, sin embargo, la gente salió a votar, ganamos la elección aun con todo ese aparato del Estado, la intervención del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y todos los privilegiados. Con eso habría sido suficiente para aplastarnos. No lo pudieron hacer y todavía el día de la elección tuvieron que recurrir al fraude, a falsificar actas.
Insistió en que no tiene otra opción ni otro recurso que confiar en la respuesta de los millones de personas que votaron por él.
"Si la gente responde y se consolida el movimiento en favor de la democracia, vamos a triunfar. No tengo la menor duda. Esto significa vencer la campaña negra en los medios y a todo el aparato del Estado, que está alineado para desanimar, confundir, amedrentar y hacer valer la antidemocracia."
Para el candidato de la coalición Por el Bien de Todos existen dos razones de fondo para sostener una lucha que "no será fácil". La primera, porque "no podemos aceptar que se cancele la esperanza de millones de mexicanos, que se consume un retroceso. No podemos aceptar regresar a etapas ya superadas, a que no sea el pueblo el que decida libremente quién gobierna, sino las cúpulas del poder. Por eso esto va más allá de la Presidencia de la República. Estamos hablando del avance democrático, de las grandes transformaciones del país".
La segunda razón del movimiento popular, explicó, es que si Felipe Calderón y el PAN llegan al poder con los métodos con los que tratan de imponerse ahora, "no costaría mucho imaginar cómo gobernarían: sin principios, sin moral, sin escrúpulos, sin nada. Por eso estoy absolutamente decidido a no permitir un retroceso democrático".
López Obrador reiteró que el responsable del engaño al pueblo de México es Vicente Fox Quesada, y por esta razón insistió en calificarlo como "un traidor a la democracia".
"Es un agravio, un acto de traición llegar a la Presidencia de la República y, en lugar de avanzar, hacer retroceder lo alcanzado. Yo no voy a encogerme de hombros. No puedo hacerlo, porque tengo un sentido de la historia y convicciones."
-En una entrevista televisada (el martes por la noche), usted afirmó que llegará hasta donde la gente lo decida. ¿Qué implica esta postura?
-En este proceso vamos a procurar aplicar el método democrático, y todas las decisiones las voy a consultar. Va a ser la gente la que va a ir decidiendo paso a paso. Hasta en los temas más difíciles, vamos a buscar el mecanismo para que cada vez que se deba tomar una acción se haga una consulta y la opinión mayoritaria sea la que defina el rumbo, el ritmo y la profundidad del movimiento. No será sólo la decisión del dirigente.
"Ese método echará abajo la idea de que el pueblo no se detiene ante nada y actúa de manera violenta, que es irracional. Yo tengo confianza en que nuestro pueblo es mayor de edad, muy consciente, muy politizado. Se trata de conducirlo de manera democrática, a sabiendas de que las decisiones que se van a tomar serán muy razonadas."
-¿Hay riesgos de enfrentamientos con panistas, por la indignación y la rabia que hay entre sus simpatizantes?
-Hay que evitar eso. Vamos a seguir insistiendo en esto. Lo dije el sábado y lo voy a repetir el domingo. La gente va a asimilar que no podemos caer en ninguna provocación. Si la gente se moviliza pacíficamente, esto va a ser algo extraordinario. Entonces, ¿para qué caer en la confrontación y el insulto? ¿Para qué enojarnos? Los que se deben enojar son otros. Nosotros tenemos la razón; entonces, tranquilos, vamos a ver qué opina la gente.
Adelantó que el próximo domingo es posible que pongan a votación algunas de las estrategias de resistencia contra el fraude electoral.
"Las estoy analizando, pero sí con la idea de que participen, siendo muy respetuoso del punto de vista de la ciudadanía, dándole tiempo para que las analicen. Es cosa de método; habrá cosas que se aprueben en la asamblea, otras que requieran círculos de discusión, y luego votar para ver cuál es el camino y las acciones."
López Obrador afirmó que la capacidad de respuesta al fraude del 2 de julio es distinta a la que se dio en 1988.
"Ahora hay más organización social. Creo que es un elemento a nuestro favor, no hay tanta cerrazón de los medios, a pesar de lo que estamos sintiendo. En 1988 el bloqueo era total; había muchos menos espacios para expresarse y menos conciencia ciudadana. Otra cuestión es que contamos con mayor representación política, y esto es natural, porque pasaron 18 años."
-Sus adversarios sostienen que falló la estructura del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y la coalición el día de los comicios, porque no hubo representantes en un gran número de casillas.
-Yo creo que sí se cometieron errores, como en todo, pero no es lo determinante. No se actuó de manera perfecta, hubo fallas, pero eso no es lo determinante.
Aprovechó para aclarar que no acusó de manera generalizada a los representantes de la coalición de haberse vendido. "Es una manipulación de los medios oficiosos. No dije yo eso".
Descartó también la versión que se ha propalado en la radio, la televisión y parte de la prensa escrita, acerca de que la coalición Por el Bien de Todos se confió y no previó un escenario de derrota.
"No, estuvimos organizados hasta donde se pudo. Enfrentar el aparato de Estado, como se enfrentó, es digno de reconocimiento para quienes participaron."
-La prensa insiste en que los representantes de casillas que no asistieron fueron comprados. ¿Son los menos?, ¿cuál es el porcentaje?
-No sé todavía cuál es el balance. De todas maneras no podíamos más, llegamos hasta lo último. Nadie dejó de trabajar en lo que le correspondía, todo mundo cumplió. Pero en todo movimiento, en todo proceso, se tiene un límite. Se llegó hasta lo máximo que se podía, hasta lo posible. Pero, insisto, no está ahí el problema. En una sociedad democrática, con un gobierno democrático, no se necesitan representantes de casillas.
-¿No era previsible que a algunos de ellos los compraran?
-Sí, pero no fue significativo dentro de todas las irregularidades que se dieron. Este domingo vamos a demostrar que hubo una falsificación masiva de actas.
-¿Habrá una evaluación para saber dónde estuvieron los errores?
-Sí, se va a hacer una evaluación, desde luego, pero primero lo primero. Nosotros vamos a dejar a salvo el derecho del pueblo a elegir libremente a sus gobernantes, ese es el principio fundamental. No sé qué nos depare el destino en cuanto a la posición que yo pueda ocupar, si soy presidente o no soy presidente. De lo que no tengo duda es de que voy a luchar hasta lo último para que no se cancelen los espacios democráticos.
-¿Qué es lo último?
-Pues lo que vamos a ver en el futuro; que no permitamos la imposición; que no permitamos que con métodos antidemocráticos se establezca un gobierno que no fue legítimamente electo por el pueblo.
-¿Eso nos condenaría como país a 70 años de PAN, como antes de Partido Revolucionario Institucional?
-Condena a que los grupos de poder, con dinero, con manipulación, con fraude, se perpetúen en el poder.
-¿Sería un gobierno peor que el de Vicente Fox?
-Sí, algo más grave. Porque si así quieren llegar, avasallando, imaginemos cómo van a gobernar.
Cuestionado acerca de la petición que un día antes le hicieron Felipe Calderón y representantes de los grupos de poder, de que acepte que perdió y no despilfarre su capital político, el tabasqueño respondió que opina todo lo contrario.
"Si actuara como ellos quieren, estaría yo echando por la borda, no mi capital político, sino mi dignidad, que es lo que estimo más importante, y la esperanza de millones de mexicanos."
El deslinde de su contrincante panista fue frontal. "Somos distintos. El político tradicional suele someterse y termina en la abyección, porque abandona con facilidad los principios y las convicciones. ¡Yo no soy un político tradicional! No voy a abandonar mis principios, no voy a abandonar mi convicción. Esta lucha es fundamental. Y aclaro una cosa, no estoy pensando que es un asunto fácil, no es un día de campo, es enfrentarse al aparato completo del Estado, que son parte de lo mismo. Es un grupo compacto que desde hace tiempo se apoderó del gobierno y no quiere que el gobierno sea de todos."
Su hijo Gonzalo, un adolescente de 14 años, lo acompañó durante la entrevista. Escuchó atento cada una de las frases que emitió su padre, quien señaló que no avizora qué tiempo llevará la lucha.
"Tengo que estar pensando hacia delante, es muy importante el manejo de los tiempos, estoy en eso, pensando y pensando, con el apoyo de Gonzalo, que es uno de mis asesores", refirió mientras el pequeño le devolvía la sonrisa.
En otra parte de la entrevista, López Obrador rechazó que una lección del pasado proceso electoral sea que los políticos no pueden avanzar sin el respaldo de los medios electrónicos.
"No hay que sobrevalorar a los medios. Son importantes, pero no determinantes."
Agregó que indiscutiblemente los medios masivos de comunicación son importantes, pero no lo son todo.
Agregó que indiscutiblemente los medios masivos de comunicación son importantes, pero no lo son todo.
"Pueden estar cargados hacia Calderón, pero hay que ver el papel de la ciudadanía. Sin la gente estaríamos perdidos. Este movimiento y esta causa no tendrían futuro si todo se resolviese a partir del control y la manipulación de la prensa, la radio y la televisión."
-¿No teme que atemoricen a la gente, que la obliguen a pensar que no vale la pena luchar por sus derechos y su voto?
-Lo van a tratar de hacer, pero yo le tengo mucha confianza a la gente. Insisto, si les hubiese funcionado ese modelo de campaña mediática, nos hubiesen avasallado. Y medio punto porcentual ¡es nada! Y a pesar de todo, con fraude el día de la elección, con todo su dinero en los medios, no ganaron. Lo estamos viendo cada vez que se abre un paquete electoral y se cuentan los votos, son cien o 200 votos más para el PAN de los que legal, realmente y legítimamente obtuvieron en las urnas.
"Por eso estamos planteando que se abran los paquetes, porque tenemos elementos para sostener que si se abren y se hace un conteo boleta por boleta, vamos a demostrar que nosotros ganamos la elección presidencial."
-¿Usted confía en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación?
-Yo confío en la gente, siempre he confiado en la gente. Y me gustaría que las instituciones de mi país actuaran con rectitud, con integridad. Tampoco es una camisa de fuerza, hay que entender que también las instituciones están en manos de gente que puede tener principios, rectitud, y también de gente que no actúa de esa misma manera.
-¿Le daría un voto de confianza al tribunal?
-Voto de confianza no, porque están muy mal las instituciones, y vamos a esperar el resultado. Espero y deseo que actúen con rectitud los magistrados.
A aquellos ciudadanos que no votaron por él y son presa de la campaña mediática en su contra, les envió un mensaje: "Yo los respeto mucho. Poco a poco se van a ir dando cuenta, porque no siempre va a estar la leyenda negra sobre mi persona, que es parte de una estrategia publicitaria, por cierto fascista, el llamar a un adversario 'peligro para México'. Y yo con ellos no tengo ningún problema. Yo no odio, no les tengo aversión. Yo estoy luchando porque las cosas mejoren en el país, y vamos a gobernar como he venido diciendo: para todos".
-¿Con las movilizaciones, prevé una sacudida nacional en términos históricos?
-Sí, van a ayudar para que nunca más se repita una situación de este tipo. Por eso es fundamental y muy trascendente. Por eso es la historia. La Presidencia es importante, pero esto es mucho más importante: el que no se cancele el derecho a la esperanza. El que se haga efectivo el sufragio, el que se haga valer la democracia.
Al concluir la entrevista, su hijo Gonzalo preguntó cuándo se publicará ésta.
Mañana, se le responde, y el menor, sonriente, solicita:
"De pasadita podrían avisar a la gente que el domingo es la marcha, que parte a las 11 del Museo de Antropología al Zócalo, para que vayan muchos más." (FIN)