-¿Se
va o se queda el gobernador?-, le preguntan los reporteros al Presidente Peña Nieto, hoy
-Es una definición propia de allá, respondió
EPN.
∞∞
“...Siento viajar tus ojos y es distante el
otoño:
boina
gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia
donde emigraban mis profundos anhelos
y
caían mis besos alegres como brasas.
Cielo
desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu
recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más
allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas
secas de otoño giraban en tu alma.“Neruda.
¿Qué dicen las
columnas hoy, viernes 17 de octubre de
2014?’
LA INTERVENCIÓN
EN GUERRERO/Editorial EL UNIVERSAL
Este
es, sin duda, un momento en el país que requiere medidas extraordinarias. La
desaparición forzada de 43 normalistas a manos de policías, trabajadores del
crimen organizado, ha vuelto a poner a México, a los ojos del mundo, como un
lugar donde los peores horrores son posibles y quedan impunes.
Ayer
el presidente Enrique Peña Nieto tuvo un encuentro privado con su gabinete de
seguridad, donde se abordó el tema de Ayotzinapa. La prioridad: hallar a los
normalistas. En el lugar estuvieron presentes las cabezas de todas las
instituciones que pueden aportar a la atención de la tragedia: Gobernación,
PGR, Sedena, Marina y Cisen. Lo ocurrido lo ameritaba.
Es
una tarea complicada porque hay dos riesgos contrapuestos: por un lado,
mientras más tiempo pasa, mayor descrédito acumulan las autoridades del país.
Son múltiples actores políticos y sociales, incluso ahora internacionales, los
que exigen la aparición de los alumnos. Apenas hace unos días hubo concurridas
concentraciones de estudiantes en Universidades de la ciudad de México,
marcadamente la UNAM, en las que —además de mostrar solidaridad con las
demandas de la comunidad del IPN— demandaban también la resolución del caso.