"El terrorismo es más peligroso, mucho más, que una catástrofe natural...,es la forma más primitiva, más irracional, de hacer política." Lluis Foix.
Samir Salim Hamed, quizá el más jóven terrorista enviado por la Yihad Islámica sembró el terror nuevamente en Israel, hizo explotar la bomba que llevaba encima junto a un restaurante, por cierto, que ya había sido objeto de un atentado hace tres meses. En aquella ocasión sólo hubo que lamentar la muerte del suicida. Esta vez empero, el atentado cobró nueve vidas israelíes y dejó 64 heridos.
Haned llevaba atado al cuerpo un cinturón de explosivos de gran potencia. En las calles había miles de personas entre ellos, judíos israelíes que celebraban con sus familias la festividad del Pesaj, la Pascua judía, además de palestinos israelíes, y trabajadores extranjeros que en su mayoría residen en el barrio de Neve Shaanan.