La autoproclamada superioridad moral/Enrique Krauze
Revista Proceso # 1829, 20 de noviembre de 2011:
Me da mucho gusto que Armando Bartra se haya “convencido” de la necesidad de un “diálogo civilizado”. Celebro el tono ponderado de su artículo, donde “valora” mi “respetable juicio”.
Para probar que soy un “derechista”, ya no dice que no escribí lo que sí escribí: que el golpe contra Allende fue “terrible”. Ahora me cita para sugerir que, en mi opinión, Allende “se lo buscó por autoritario y conflictuoso”. Pido al lector que compare ese párrafo mío con el de un escritor que Bartra, en el “Allende sacó un poco menos del 36% de los votos emitidos; resulta, pues, insostenible la idea de que recibió un “mandato” popular … Sobre don Salvador, en suma, pesa la inmensa responsabilidad de encontrar un ritmo, una profundidad y una generalidad de cambio que satisfaga de inmediato al 64% de la ciudadanía (la que votó por él, más el 28% que votó por Radomiro Tomic) y eventualmente a toda ella. De ir más de prisa o más a fondo, puede precipitar una guerra civil: si sale bien de ella, adiós democracia; y si sale mal, desencadenaría una ola reaccionaria que hará retroceder a Chile cien años.”
El autor de esta profecía es nada menos que Daniel Cosío Villegas. Mis conceptos sobre el régimen de Allende son similares a los suyos. Esas ideas, ¿convierten a don Daniel en un autor de “derecha”? La conclusión es obvia: Cosío Villegas no era de “derecha” ni de “izquierda”; era, sencillamente, un historiador liberal.Algunos lectores agradecerán a Bartra la clase de historia que imparte sobre los liberales y los indios. Yo no se la agradezco porque son temas que he tratado en mi libro La presencia del pasado (2005). Ahí explico la ambigüedad de los liberales frente a la cuestión indígena y recuerdo hechos que seguramente no concuerdan con el libreto ideológico del profesor Bartra. El primer gobernante del siglo XIX que tuvo auténtica sensibilidad frente a los indios (sus lenguas, sus sistemas comunales de propiedad) fue nada menos que Maximiliano. ¿Eso lo hace de izquierda? El primer gobernante liberal del siglo XIX que reprimió a sangre y fuego una revuelta indígena en Chiapas fue nada menos que Benito Juárez. ¿Eso lo vuelve de derecha?
Decirle a un interlocutor “eres de derecha” no es un argumento: es una descalificación que parte de la autoproclamada superioridad moral de “la izquierda”. Bartra es un antropólogo socialista, yo soy un historiador liberal. Desde esas premisas elementales podemos dialogar en un café de la Condesa, sin cansar más a los lectores de Proceso.
Atentamente:
Enrique Krauze