5 sept 2016

La SCJN echa atrás las leyes anticorrupciónde Chihuahua y Veracruz

La SCJN echa atrás las leyes anticorrupciónde Chihuahua y Veracruz
La Corte declaró este lunes 5 de septiembre que son inválidas las reformas anticorrupción aprobadas en los congresos de Veracruz y Chihuahua, y que la oposición ha denominado como “blindaje” para los gobernadores salientes, Javier y César Duarte, al señalar que incluían nombramientos a modo para evadir posibles investigaciones en su contra.
Esta resolución del Pleno de la Corte se dio por unanimidad, señalando que los Congresos estatales no podían legislar en materia anticorrupción, ya que aún no se expedían las leyes generales del Sistema Nacional Anticorrupción.
“Los congresos locales violaron la veda temporal o condición suspensiva en que se encontraban sus facultades para legislar sobre el tema”, apuntó la SCJN.
En el caso de Veracruz, quedaron anulados seis decretos, en los que se incluye el sistema de fiscalización superior y rendición de cuentas, además de una Fiscalía.
En su cuenta de Twitter, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, indicó que acatarán la resolución de la Suprema Corte.
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Reacción de la PGR

Omran Daqneesh, imagen impactante!

El niño en la ambulancia símbolo del horror en Siria
Omran Daqneesh, un niño de cinco años con la cara cubierta de sangre y polvo conmocionó al mundo.
 La foto de Omran Daqneesh, un niño de cinco años con la cara cubierta de sangre y polvo, sentado en la parte trasera de una ambulancia tras resultar herido en un bombardeo en la ciudad de Alepo, se convirtió  en una nueva imagen del horror de la guerra en Siria.

 La imagen, que se viralizó rápidamente en Internet, el niño aparece con pantalón y camiseta corta, sentado en el asiento naranja de la ambulancia, y mirando desconcertado a su alrededor, antes de tocarse la zona herida y observar con sorpresa su mano, que restriega contra el asiento para limpiarse la sangre.
A la ambulancia llegan después otro niño, una niña y un hombre, rescatados de las mismas viviendas en Qaterji.
El corresponsal en Medio Oriente del diario británico The Telegraph, Raf Sánchez, uno de los primeros periodistas que difundió la foto del pequeño Omran en Twitter, afirmó que los padres del niño sobrevivieron al ataque, aunque resultaron heridos.

Secuestro en Puerto Vallarta/ Fred Alvarez Palafox

Los hijos de Guzmán Loera y el ataque al rancho de su madre son los mensaje de la batalla por llenar el espacio dejado por Joaquín Guzman Loera..
Secuestro en Puerto Vallarta/ Fred Alvarez Palafox
Revista Código Topo  de Excelsior #96, Ocho aniversario, 5 de septiembre de 2016
Felicidades a Jorge Fernández Menendez!, felicidades a todos… por estos ocho años...

 En los primeros minutos del lunes 15 de agosto un comando armado irrumpió en el restaurante La Leche ubicado en el bulevar, Francisco Medina Ascencio, en la Ciudad de Puerto Vallarta, Jalisco. 
El grupo delincuencial armado con rifles de asalto y sin cubrirse el rostro, secuestraron en muy poco tiempo a seis de los 16 personas que festejaban alegremente la despedida de soltera de una de las asistentes.
La primera información se nos dijo que habían sido 16 personas las “levantadas“, después se corrigieron los datos..
Las personas secuestradas no pusieron ninguna resistencia, sus nombres; Jesús Alfredo Guzmán Salazar de 29 años de edad; Juan Daniel Calva Tapia, de 53; Josías Nahujali Rábago Borbolla, de 35, Víctor Galván Ureña, de 46 años, José Manuel Díaz Burgos, de 25 años de edad, y  la sexta persona habría sido Iván Archivaldo Guzmán. Dos de  los seis secuestrados son hijos de Joaquín Guzmán Loera, alías El Chapo Guzmán. Carlos Loret escribió en una columnas que habrías sido tres los hijos secuestrados .
En pocos segundos los plagiarios subieron a las personas a vehículos  tipo Chevrolet de color blancas y huyeron con rumbo desconocido. Se fueron al mar quizá, vía Bucerías. Salvador Camarena en su columna de El Financiero, nos recordó que en  Vallarta no es un lugar de fácil acceso, ya que “sus carreteras son escasas, estrechas y sinuosas. La costera número 200 es de un solo carril por sentido. Y aunque desde hace algunos años se trazó una salida hacia Guadalajara por el Este –la 544–, esa vía es igualmente modesta y a menudo es afectada por derrumbes.“
Obviamente la privación ilegal de la libertad desató una intensa movilización policiaca, pero fue demasiado tarde..
Todo ocurrió en pocos minutos y fue milimétricamente calculado. Además por algún motivo quizá deliberado la llamada de emergencia, se hizo 35 minutos después de ocurrido los hechos.
Muchos minutos se quedaron en el lugar las nueve mujeres esperando la llegada de la policia quizá, depues se retiraron y jamás fueron localizadas para hacer la denuncia.
A las afueras del restaurante quedaron estacionados cinco vehículos de color blanco; una Dodge Challenger, un Jeep Limited, con placas de Nayarit, un Range Rover, 2016, con registro falso, una Escalade, modelo 2016, y una Honda CRV, modelo 2015, con placas de Sinaloa. Todos pertenecían tanto a los “secuestrados” como a los que no fueron levantados, pero abandonaron el lugar.
¡La policía local tardo muchos minutos en llegar!

Rechaza Hilaria Clinton invitación de EPN…

Rechaza Hilaria Clinton invitación de EPN
Nota de José Díaz Briseño / Corresponsal de Reforma
Washington DC, Estados Unidos (05 septiembre 2016).-
La candidata demócrata, Hillary Clinton, rechazó hoy la invitación del Presidente Enrique Peña Nieto para visitar México antes de la elección de noviembre tal como ocurrió la semana pasada con su contrincante republicano Donald Trump.
"No. Me voy a continuar enfocando en lo que estamos haciendo para crear empleos en casa y lo que estamos haciendo para asegurar que los estadounidenses tengan mejores oportunidades posibles en el futuro", respondió Clinton en entrevista con el programa Good Morning America de la cadena estadounidense de televisión ABC.
La semana pasada, la Presidencia de México confirmó que había extendido dos invitaciones a los dos candidatos presidenciales de EU desde finales de agosto, a lo que Trump contestó de inmediato.
 Realizada por el periodista David Muir, la totalidad de la entrevista de Clinton con ABC será transmitida el martes por la mañana, pero la cadena adelantó algunos fragmentos en su página web.
 De acuerdo con la cadena, Clinton criticó a su rival republicano Donald Trump por causar un "incidente diplomático" con la polémica sobre si habría tratado el costo de un muro fronterizo con México durante su reunión privada con Peña Nieto la semana pasada en la residencia de Los Pinos.
 "No supo siquiera la manera de comunicarse efectivamente con un jefe de Estado y pienso que es muy claro el resultado de este viaje", dijo Clinton según los fragmentos adelantados por la televisora. Hora de publicación: 

Trump en las columnas de hoy, martes 6 de septiembre

EPN no quedó bien ni con melón ni cin sandía…Hilaria dice que no viene…, punto y Trump dice que no cumplió el pacto…, incluso lo acusa violar  algunas “reglas de juego” al admitir que ambos hablaron al respecto en su reunión privada.. En entrevista con la cadena ABC News, el empresario aseguró que Peña Nieto no le dijo que México no pagaría por el muro.
“Él no dijo eso. Él tuiteó mucho tiempo después de que la reunión había terminado… El hecho es que él no dijo eso. Él tuiteó después de que me fui”, aseguro.

Y lo más grave es la encuesta de CNN News donde Trump habrá revaso a Hillary por dos puntos..: 45% 43%  Empero, según el mismo sondeo una mayoría de los encuestados, un 59%, piensa que Hillary será finalmente quien obtenga los 270 votos electorale, contra un 34% cree que Trump podrá imponerse.
Mmm
Las columna políticas hoy, 6 de septiembre de 2016
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Lenguas Viperinas/LSR
HILLARY CLINTON dijo no a la invitación del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, y eso ha desatado una guerra de declaraciones entre legisladores de oposición y los del PRI. Miguel Barbosa y Fernando Herrera Ávila, coordinadores del PRD y PAN en el Senado, coincidieron en que se cometieron errores graves en la forma y fondo en la que se envió la invitación a los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos, y que consecuencia del encuentro con Trump y de las versiones encontradas sobre lo que los dos políticos hablaron en privado provocó que Clinton declinara la invitación y ello, nos dicen, agrandar la crisis de gabinete que vive el gobierno mexicano.
CLAUDIA RUIZ Massieu y su papel al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores es visto con recelo en el Congreso. Nos aseguran que senadores y diputados de oposición quieren llamarla a cuentas, a comparecer, por la visita del estadounidense Donald Trump a México. Los legisladores quieren saber si fue o no ignorada en estas negociaciones, pues se evidencia un debilitamiento en su gestión.
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¿Será? /24 Horas
Vestidos y alborotados por Hillary
Con su negativa a visitar nuestro país, Hillary Clinton también dejó vestidos y alborotados a los diputados federales. Ayer, antes de conocer el anuncio de la candidata demócrata, legisladores del PAN afirmaron que promoverían un punto de acuerdo para que fuera el Congreso de la Unión el que la invitara a México. El tema se discutió en la Junta de Coordinación Política, y no gustó nada al PRI, por lo que se preveía un intenso debate para este martes. Pero no será así. Los panistas se quedarán con las ganas de saludar personalmente a doña Hillary y los priistas, con ganas de responder. ¿Será?
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 Confidencial/ El Financiero
El Grito en Los Ángeles
La fiesta del Día de la Independencia promete estar ardiente en Los Ángeles, donde hay gran emoción por la participación de Los Tigres del Norte en el Consulado de México. El popular grupo ha prometido un corrido que describa al político republicano Donald Trump. El quinteto ya ha pedido a sus seguidores en el país norteamericano no votar por “un candidato racista”.
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Peña engañó a Obama (II)/ Raymundo Riva Palacio
Columna Estrictamente Personal
El Financiero, 6nde septiembre de 2016.
A finales de junio se dio la cumbre anual de líderes de América del Norte, en Ottawa. Durante ese encuentro, funcionarios de la Casa Blanca y la cancillería mexicana hablaron sobre un último encuentro bilateral del presidente Barack Obama con el presidente Enrique Peña Nieto en Washington, antes del relevo de mando en Estados Unidos en enero. Octubre no, dijo la Casa Blanca, porque Obama estaría volcado en la campaña de Hillary Clinton. Quizás noviembre, fue el mes tentativo. Días después, Mark Feirestein, director para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, informó a la cancillería que Obama invitaba a Peña Nieto el 22 de julio. ¿Un día después de que Donald Trump aceptara la candidatura a la presidencia? Exacto. Obama quería enviar un mensaje directo a los electores.
 La reunión en la Oficina Oval, de acuerdo con diplomáticos de los dos países, fue excepcionalmente cálida entre los dos líderes. Públicamente Obama lo llamó repetidamente “Enrique”, y expresó su confianza de que seguirían fortaleciendo la relación bilateral. En ese momento los dos estaban en el mismo barco de Hillary Clinton, y Peña Nieto había decidido, después de haber visto las encuestas y los rendimientos decrecientes a su analogía de Trump con Adolfo Hitler y Benito Mussolini, que esa beligerancia se había agotado, y debía cuidar la forma como lidiar con el republicano. Pero el presidente se corrió al otro extremo.
El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, argumentó la necesidad estratégica de que Peña Nieto hablara con Trump antes de la elección el 8 de noviembre, y le explicara la importancia de la relación, particularmente la comercial, para que matizara sus críticas al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. “Con Clinton no había necesidad de ello”, dijo un funcionario. “Como secretaria de Estado, sabía lo relevante que era”. Videgaray, como se describió en este espacio, estableció el contacto con Trump a través de Francisco Guzmán, jefe de la Oficina de la Presidencia, y prepararon en secreto la visita a México el miércoles pasado. Días antes, tanto a él como a Clinton, les habían enviado invitaciones para reunirse con el presidente.
En vísperas de que se enviaran las invitaciones el viernes 26 de agosto, la canciller Claudia Ruiz Massieu expresó su oposición a que se le abriera la puerta a Trump, por el daño a la imagen que causaría a Peña Nieto salir retratado junto a la figura más impopular en el mundo. Funcionarios revelaron que el choque entre ellos fue muy fuerte, donde Videgaray se mostró inamovible. “El presidente ya tomó la decisión”, le dijo. Ante el hecho consumado de enviar las invitaciones, la cancillería lo comunicó informalmente a la campaña de Clinton. “Buena suerte”, le respondieron lacónicamente. El entrelineado era el planteado por Ruiz Massieu. En Trump no se podía confiar, porque era incapaz de mantener un compromiso. Las invitaciones salieron, sin saber nadie, fuera de un muy cerrado círculo de colaboradores de Peña Nieto, que la visita estaba por concretarse.
 La embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, tuvo la primera señal de la visita el sábado 27, cuando el Servicio Secreto le preguntó sobre la logística para la seguridad de una persona de “alto perfil”. Jacobson inquirió en la cancillería ese mismo día si se estaba preparando una visita de Trump. Ahí no sabían nada. Cuando en la mañana del martes 30 empezó el rumor en Washington de que Trump estaba considerando el viaje, Jacobson volvió a comunicarse a la cancillería. Según una fuente diplomática, sólo como prevención, porque aún no tenía confirmación del viaje, dijo que en todo caso cuidaran los detalles. Esa frase retumbaría después de la visita de Trump, cuando quisieron explicar a los estadounidenses que la visita los había rebasado.
 Tras la visita, los mexicanos recibieron un mensaje informal, sarcástico e hiriente de los estadounidenses. ¿Quién lo recibió? El subsecretario para asuntos multilaterales, Miguel Ruiz Cabañas. ¿Dónde lo recibieron? En el hangar presidencial. ¿En qué se le transportó a Los Pinos? En un helicóptero Puma del Estado Mayor Presidencial, de los que utiliza regularmente Peña Nieto. ¿En dónde fue el mensaje? En el salón Adolfo López Mateos, donde en visitas anteriores también estuvo Obama. El trato que recibió, subrayaron los estadounidenses, “fue presidencial”. Funcionarios mexicanos y diplomáticos en Washington dijeron que la frialdad en el gobierno de Obama se sintió inmediatamente a través de conductos informales.
 La molestia fue al percibir que Peña Nieto había engañado a Obama. En su última reunión en la Casa Blanca, cuando le comentó que cambiaría la estrategia con Trump, el presidente estadounidense lo celebró y le dijo que era muy buena decisión no meterse en la campaña presidencial en ese país. La llegada de Trump a México los llevó a pensar que Peña Nieto se había inclinado por el republicano. Funcionarios en México niegan que esa haya sido la intención, sin embargo, es lo que dejaron ver.
 En un artículo en Político el sábado pasado,  70 por ciento de republicanos en un panel de activistas, operadores y estrategas en los 11 estados clave en la elección presidencial, dijeron que el encuentro de Trump con Peña Nieto fue “enormemente” o “moderadamente” exitoso. Un republicano de Iowa comentó: “¿Quién habría pronosticado que el presidente mexicano haría parecer a Donald Trump ‘presidencial’?”. Por las razones que sean, en Estados Unidos piensan que Peña Nieto votó por el republicano.
 Twitter: @rivapa
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Y HILLARY DIJO: “NO” | Salvador García Soto
El Universal,
Como en la tercera Ley de Newton, según la cual “a toda acción corresponde una reacción”, en política exterior aplica ese principio, y ayer el presidente Enrique Peña Nieto y su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, tuvieron una reacción más, quizá la más contundente y rotunda, a su muy cuestionada jugada diplomática de invitar a México y recibir en Los Pinos al candidato republicano Donald Trump: el rechazo de Hillary Clinton, la abanderada demócrata, a la invitación que le formuló Peña para que lo visitara antes de las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
“¿Aceptaría usted la invitación de Peña Nieto para visitar México antes de las elecciones de noviembre próximo?, le preguntó el periodista David Muir, de la cadena ABC, a la señora Clinton: “No. Me voy a enfocar en lo que estamos haciendo para crear empleos en casa y lo que estamos haciendo para asegurar que los estadounidenses tengan mejores oportunidades posibles en el futuro”, respondió la candidata y ex secretaria de Estado de Estados Unidos, quien criticó la visita de su contrincante Trump a México y lo acusó de haber causado un “incidente diplomático” con la polémica que tuvo en su reunión privada con Peña Nieto sobre la construcción del muro. “No supo siquiera la manera efectivamente de comunicarse con un jefe de Estado y pienso que es muy claro el resultado de este viaje”, dijo Hillary.
Anoche el presidente Peña Nieto regresaba de su viaje a China y se encontraba aún con los ecos de su cuestionada recepción a Trump, que le ha valido críticas demoledoras dentro y fuera del país, y una crisis política y de imagen que amenaza con convertirse también en una crisis diplomática, ante la negativa de la candidata demócrata de aceptar la invitación que le formuló, oficialmente, la Presidencia de México.
Porque si el mayor argumento con el que Peña y su nuevo “asesor” diplomático, el secretario Luis Videgaray, justificaron la invitación y el trato de jefe de Estado que le dieron a Donald Trump, fue que “puede ganar la Presidencia de Estados Unidos y porque sus posiciones son una amenaza, un riesgo”, exactamente la misma lógica aplicaría ahora al desaire de la señora Clinton.
La gravedad de que Hillary haya dicho “No” a la invitación del presidente mexicano, radica en que también “puede ganar la Presidencia de los Estados Unidos” y, si detrás de su decisión de no venir está el despecho o el disgusto porque cree que el gobierno mexicano prefirió a su rival y lo benefició al elevarlo como interlocutor al nivel de un jefe de Estado, entonces la candidata demócrata también puede convertirse ahora en una “amenaza y un riesgo” en sus posiciones hacia México.
Lo dijo recientemente el fundador de Wikileaks, Julian Assange, en una declaración que describe a la abanderada demócrata y posible primera presidenta de Estados Unidos: “Hillary es un halcón de guerra”. Y, a juzgar por la negativa con que respondió a la invitación del presidente Peña Nieto, esa “halcón” no está muy contenta con el gobierno mexicano.
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“No” de Hillary, burlas de Trump y revelaciones de Salinas/ Francisco Garfias
Excelsior.
El “no” de Hillary a la invitación de venir a México que le hiciera el presidente Peña es evidencia contundente de lo que el brillante analista Jesús Silva-Herzog Márquez calificaba, en referencia a la visita de Trump, de “estupidez gigantesca” (Reforma, 05-09-16).
Me consta que el argumento de que se pretendía blindar la economía nacional de un eventual triunfo del magnate Donald Trump, el próximo 8 de noviembre, no convence ni a los priistas. El republicano demostró lo que sólo en Los Pinos no quisieron ver: no es de fiar. Después de venir a la Ciudad de México, recibir un trato de jefe de Estado, mangonear la rueda de prensa en las narices del Presidente y engañar públicamente al decir que no se habló del financiamiento del muro, retomó el camino de la burla y las ofensas.
Molesto por el tuit de Enrique Peña Nieto, quien lo dejó como un mentiroso, el hombre que más ha insultado a México se refirió a su anfitrión de Los Pinos como “ese Presidente, expresidente, o lo que sea. ¿A quién le importa?”.
Total que no quedamos bien con ninguno de los candidatos. El fanfarrón de Trump mantiene su promesa de expulsar a los inmigrantes, perseguirlos como criminales, levantar su barda financiada con nuestros impuestos y sacudir el TLC.
La decisión de recibirlo antes de tener confirmación de Hillary, descompuso la relación que, nos aseguran, laboriosamente había construido Claudia Ruiz Massieu con la candidata demócrata.
Y ni una sola cabeza ha rodado. ¡Es el colmo!
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EL ASALTO A LA RAZÓN | Carlos  Marín
Milenio
A ver cómo le hace para convencerla
Ahora es Hillary Clinton quien desaprovecha la oportunidad de mostrarse, como se le ha reclamado en su tierra, presidencial.
Por mucho que le haya contrariado que Enrique Peña recibiera a Donald Trump, debió también venir a hacer campaña para afianzar las preferencias del electorado estadunidense por ella.
Si el republicano, según dijo ella, engañó a sus paisanos porque en México se comportó relativamente moderado, pero desde Arizona lanzó el mayor proyecto de deportación masiva en la historia de su país, la señora bien pudo, también desde Los Pinos, dar a conocer un programa que le haga ganar millones de votos latinos que, como se sabe, pueden definir la elección de noviembre próximo en Estados Unidos.
El que diga Hillary que no viene antes de las elecciones, sin embargo, no cierra la probabilidad de que Peña (quien ha insistido en querer hablar con los dos) agote aún todas las gestiones para dialogar con ella, así sea bajo las nuevas circunstancias.
Pudiera ser en algún estado fronterizo, de preferencia… Arizona.
cmarin@milenio.com
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EN PRIVADO/Joaquín López-Dóriga
Milenio
Y Hillary dijo no. ¿Para qué?
Me iluminan tus sombras.  Florestán
Era inevitable que la visita de Donald Trump a México nos metiera en el debate electoral de Estados Unidos, justo lo que el presidente Enrique Peña Nieto no quería, al tiempo que buscaba reunirse con los dos candidatos para hacerles ver el México real que, dijo, estaba siendo distorsionado por los discursos de campaña de ambos.
Era inevitable, también, que al cumplirse tan intempestivamente la visita del republicano, en las condiciones que se dio, Hillary Clinton lo subiera en su discurso en momentos en que había perdido ventaja por el tema de los correos electrónicos y porque, además, es una mala candidata.
Ayer Clinton grabó una entrevista para el programa Good Morning, de la cadena de televisión abierta ABC, en la que rechaza la invitación del presidente Peña Nieto para visitar México. No iré, dijo, hasta después de las elecciones, el próximo 8 de noviembre. ABC solo adelantó esa nota de la entrevista que esta mañana transmitirá completa.
El anuncio de Hillary, forma parte del acuerdo de entrevista con la televisora, porque se trata de un tema central de su campaña, al menos en este momento y con el que busca, además, distraer de los que les son incómodos. Por ejemplo, en un caso nunca visto en las campañas presidenciales, no ha dado una conferencia de prensa en más de seis meses, para evitar esos temas.
En realidad, Clinton no viene, primero, para marcar distancia y contraste con la estrategia Trump, pero, sobre todo, porque cuenta con el 70 por ciento del voto latino en Estados Unidos, que es lo único que en este momento le interesa de esta región, ya si gana será otra la agenda.
Teniendo hoy esa ventaja, no tiene que hacer campaña en México en busca del voto de los mexicanos en Estados Unidos. ¿Qué candidato trabaja a los votantes ya definidos a su favor? Solo van por los que no tienen, los indefinidos y algunos de los opositores, que es en lo que centran estrategias y actividades.
Para ella, venir ahora a México no tiene rentabilidad electoral. Si la tuviera, vendría.
Por lo demás, creo que quienes operaron la visita de Trump pudieron haberla condicionado a la aceptación de Clinton, por ejemplo, y, entre otras cosas, de contenido y protocolo.
RETALES
1. BARBAS. Ante el fallo de la Suprema Corte anulando las reformas-blindaje de los Duarte en Veracruz y Chihuahua, Luis Ochoa Reza me dijo que sus casos van muy avanzados en el PRI, y que pueden terminar con su expulsión; que la resolución es a corto plazo, antes de que se vayan. A ver;
2. CALOR. Las comparecencias más difíciles que haya visto en el Congreso serán las de los secretarios Claudia Ruiz Massieu, Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong, con el caso de la visita de Trump; y
3. TERNAS. Ya están en comisiones del Senado las siete ternas que les envió la Corte, de las que habrá de salir la nueva alineación del Tribunal Electoral. Ahora son los intereses.
Nos vemos mañana, pero en privado
lopezdoriga@milenio.com
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Columna Alhajero/Marha Anaya
24 Horas.., 
Gemas: obsequio de Hillary Clinton sobre el viaje de Donald Trump a México: “(Es) un incidente internacional vergonzoso”.
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Teléfono rojo/José Ureña
24 Horas
La reaparición de Salinas en tiempos de Trump
Un hecho es presente y otro es historia.
Pero ambos están entrelazados.
El actual corresponde a Claudia Ruiz Massieu, la secretaria de Relaciones Exteriores marginada en las negociaciones organizadas por Luis Videgaray para la visita de Donald Trump.
La canciller, ha narrado en entrevistas, se enteró a través de la prensa en Wisconsin –donde inauguraba el consulado 50 de México en Estados Unidos– del intempestivo viaje del republicano.
Apenas llegó para presenciar el trato de jefe de Estado a Trump, pero en el camino llamó a Los Pinos y pidió al presidente Enrique Peña desistir de ese propósito porque metía a México en la elección estadunidense.
No fue escuchada, y la mejor prueba de su desaprobación es la lejanía y el desconcierto en la conferencia de prensa.
La primera respuesta ya está en voz de Hillary Clinton, quien, dolida e impactada por el alza en las encuestas de su adversario, primero dijo aquello de “dime con quién andas…” y ayer oficializó su rechazo a una invitación semejante.
Ruiz Massieu puso su renuncia sobre la mesa, y no se sorprenda usted si la hace efectiva en los próximos días o el presidente Enrique Peña la acepta con cambios en el gabinete por decisión propia.
No fue el único caso, como se sabe, pues el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, también ofreció la suya con una oferta adicional:
-Cancela y échame a mí la culpa de esta mala decisión…
Historia de la silla vacía de Claudia
Claudia Ruiz Massieu ha tomado otras actitudes.
Por ejemplo: se negó a asistir al debate en Televisa conducido por Joaquín López-Dóriga, quien mostró la silla vacía destinada a la canciller.
-Yo no voy. Que vayan quienes aconsejaron mal al Presidente y lo llevaron a este error –habría dicho cuando desacató la orden de acudir para defender al gobierno.
 Así sea por razones familiares, Ruiz Massieu tiene un asesor con experiencia: el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, su tío.
 Y Salinas de Gortari reaparecerá en la escena política con una larga entrevista-reportaje de TV Azteca, extenso recorrido de la crisis electoral de 1988 a la alternancia tras la desaparición del “partido casi único”, y muchas intrigas.
 El documental Salinas: ascenso, visión, frustración, promovido por Benjamín Salinas Sada y supervisado por Adriana Delgado, CEO de TV Azteca y directora de Azteca Opinión, generará reacciones.
 El encuentro de Salinas y Cárdenas
 El ex Presidente hablará de acuerdos desconocidos.
 Por ejemplo: los tenidos con Cuauhtémoc Cárdenas, candidato opositor de izquierda y quien reclamaba el triunfo de aquel 6 de julio, pero quien también ha negado acercamientos.
 Dice Carlos Salinas:
 “Aquí se trató de una reunión privada que yo sostuve con el ingeniero Cárdenas después de la elección presidencial de 1988.
 “A esa conversación me acompañó Manuel Camacho y terció para decirle: ‘Cuauhtémoc, ésta es una de las elecciones más limpias que ha habido. Los votos se contaron’, cosa que pocos días después, Camacho escribió en un artículo que él publicó en los diarios”.
 Las dos partes se transmitirán a la medianoche, miércoles y viernes.

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Las columna políticas hoy, 6 de septiembre de 2016

EPN no quedó bien ni con melón ni cin sandía…Hilaria dice que no viene…, punto y Trump dice que no cumplió el pacto..
Mmm
Las columna políticas hoy, 6 de septiembre de 2016
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Trascendió/Milenio
Que en el Congreso hay preocupación por el paquete presupuestal que en las próximas horas enviará el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, porque las cuentas no le salen al gobierno federal y el recorte puede superar los 300 mil millones de los que ha hablado de arranque.
 Diputados y senadores de la oposición cuentan que en los cafecitos que se han tomado con los asesores de la Secretaría de Hacienda se habla de hasta 700 mil millones.
 Ya falta poco para despejar la duda.
 Que las fracciones de PRI, PVEM, Nueva Alianza y Encuentro Social en la Cámara de Diputados frenaron con su mayoría de votos, en la Junta de Coordinación Política, una propuesta presentada por el vicecoordinador panista, Federico Döring, y respaldada por la coordinadora lopezobradorista, Rocío Nahle, para adelantar la sesión del martes 27 de septiembre al lunes 26, y conmemorar el segundo año de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero.
 Priistas, verdes y sus aliados dijeron respaldar la conmemoración… siempre y cuando no les acorte el fin de semana.
 Hay prioridades.
 Que después de atender con celeridad la petición del Senado de resolver las acciones de inconstitucionalidad que promovió el presidente Enrique Peña Nieto contra las leyes anticorrupción de Chihuahua y Veracruz, la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió no sesionar este martes para atender otros asuntos importantes que tiene en agenda.

Cae Martín Avendaño Ojeda (Martín “N”), operador del Cártel del Pacifico

Cae operador de 'El Mayo'
Nota de Antonio Baranda
Reforma, Cd. de México (05 septiembre 2016).- Fuerzas federales detuvieron en Zapopan, Jalisco, a Martín Avendaño Ojeda, operador del Cártel de Sinaloa vinculado al capo Ismael "El Mayo" Zambada.
En conferencia de prensa en Gobernación, Renato Sales, Comisionado Nacional de Seguridad, informó que el individuo era uno de los objetivos prioritarios del Gobierno federal.
Indicó que el detenido coordina una red de distribución de drogas hacia Estados Unidos y estableció "centros de operación" en Ensenada, Baja California, y en los Municipios de Comondú y Loreto, Baja California Sur.
Desde octubre de 2011, el Gobierno de Estados Unidos identificó a Martín y a sus hermanos Manuel y Sergio, como responsables de una red de narcotráfico y lavado de dinero con sede en Culiacán, Sinaloa.
Apenas en junio fue detenido Manuel Avendaño, "El Meño", quien al igual que Martín, cuenta con una orden de detención con fines de extradición a Estados Unidos. 
"Se ubicó a esta persona a bordo de una camioneta, al notar la presencia de la autoridad, Martín intentó evadirse y en dicha acción lesionó a uno de los policías federales, e impactó el vehículo en el que pretendía huir, para finalmente ser detenido", detalló Sales.

El efecto Trump-EPN en las columnas, hoy

El Presidente Enrique Peña Nieto explicó a su homólogo de EU, Barack Obama, que su encuentro con Donald Trump se dio en un intento por "moderar" la posición del magnate sobre la agresión a mexicanos, por lo que fue una decisión legítima.
En un mensaje a medios de comunicación, antes de regresar a México tras su participación en la Cumbre del G20, informó que en su encuentro con Obama expuso sus razones para invitar al País al candidato Trump.  "(Hablamos sobre) el interés de México por insertarnos en un espacio de diálogo ante lo que hoy estamos observando, que México está siendo parte del debate, como quizá no había ocurrido en otro momento, y hoy inédito, de los candidatos a la Presidencia de EU", dijo.
Peña Nieto aseguró que Obama fue "respetuoso" de las decisiones que tome en cualquier sentido e insistió  en que el Gobierno mexicano no se involucrará en el proceso electoral estadounidense:  "Reiteré la posición que tiene México para mantenerse absolutamente respetuoso del proceso democrático que viven los EU. 
Las columnas hoy.., 
Trump mintió dijo Guliani…Peña dijo no a Trump: Giuliani; revela detalles del encuentro privado
Giuliani, quien estuvo presente en dicha reunión realizada en Los Pinos, explicó que ambas partes fijaron reglas para la cita y que una de esas condiciones fue “que no iban a discutir el pago del muro, porque era algo en lo que no íbamos a estar de acuerdo”.
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Las columnas políticas hoy, 5 de septiembre de 2016..
Bajo Reserva/El Universal
El tiradero que dejó Trump
Una de las principales misiones que estos días ocupa a la canciller mexicana, nos comentan, es levantar “el tiradero” que quedó luego de que el presidente Enrique Peña Nieto recibió en Los Pinos al candidato del Partido Republicano, Donald Trump, y que ha causado severas críticas desde los más diversos sectores sociales y políticos, incluyendo destacados diplomáticos y priístas. Una de las prioridades en estos trabajos de control de daños es buscar acercamientos con el Partido Demócrata. Nos comentan que en esta línea de trabajo es que la secretaria Claudia Ruiz Massieu gestionó, este sí, un breve encuentro informal de Peña Nieto con el presidente estadounidense Barack Obama. El tema de la visita de Trump, comentan, no habría sido tocado por los mandatarios, pero lo que se logró fue la foto con Obama, en la que ambos se saludan sonrientes.

El efecto Trump-EPN en las columnas, hoy

El Presidente Enrique Peña Nieto explicó a su homólogo de EU, Barack Obama, que su encuentro con Donald Trump se dio en un intento por "moderar" la posición del magnate sobre la agresión a mexicanos, por lo que fue una decisión legítima.
En un mensaje a medios de comunicación, antes de regresar a México tras su participación en la Cumbre del G20, informó que en su encuentro con Obama expuso sus razones para invitar al País al candidato Trump.  "(Hablamos sobre) el interés de México por insertarnos en un espacio de diálogo ante lo que hoy estamos observando, que México está siendo parte del debate, como quizá no había ocurrido en otro momento, y hoy inédito, de los candidatos a la Presidencia de EU", dijo.
Peña Nieto aseguró que Obama fue "respetuoso" de las decisiones que tome en cualquier sentido e insistió  en que el Gobierno mexicano no se involucrará en el proceso electoral estadounidense:  "Reiteré la posición que tiene México para mantenerse absolutamente respetuoso del proceso democrático que viven los EU. 
Las columnas hoy.., 
Trump mintió dijo Guliani…Peña dijo no a Trump: Giuliani; revela detalles del encuentro privado
Giuliani, quien estuvo presente en dicha reunión realizada en Los Pinos, explicó que ambas partes fijaron reglas para la cita y que una de esas condiciones fue “que no iban a discutir el pago del muro, porque era algo en lo que no íbamos a estar de acuerdo”.
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Las columnas políticas hoy, 5 de septiembre de 2016..
Bajo Reserva/El Universal
El tiradero que dejó Trump
Una de las principales misiones que estos días ocupa a la canciller mexicana, nos comentan, es levantar “el tiradero” que quedó luego de que el presidente Enrique Peña Nieto recibió en Los Pinos al candidato del Partido Republicano, Donald Trump, y que ha causado severas críticas desde los más diversos sectores sociales y políticos, incluyendo destacados diplomáticos y priístas. Una de las prioridades en estos trabajos de control de daños es buscar acercamientos con el Partido Demócrata. Nos comentan que en esta línea de trabajo es que la secretaria Claudia Ruiz Massieu gestionó, este sí, un breve encuentro informal de Peña Nieto con el presidente estadounidense Barack Obama. El tema de la visita de Trump, comentan, no habría sido tocado por los mandatarios, pero lo que se logró fue la foto con Obama, en la que ambos se saludan sonrientes.
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TEMPLO MAYOR / Reforma
EL LLAMADO miércoles negro del encuentro entre Enrique Peña Nieto y Donald Trump va a durar mucho tiempo más. Tan es así, que esta misma semana tendrá consecuencias en el Senado.
 SE VA A PRESENTAR una iniciativa confeccionada por el ex diputado federal, Agustín Barrios Gómez, de la Fundación Imagen de México, y el senador Armando Ríos Piter para tomar providencias legales contra el güero incómodo.
 LA PROPUESTA prohíbe que el gobierno federal disponga de un solo peso para pagar el famoso muro. También estipula que si Trump se apropia las remesas de los paisanos -como ha dicho que pretende hacerlo-, México podría aplicar medidas similares con intereses norteamericanos de este lado de la frontera.
 Y EN CASO de que el empresario llegue a la Presidencia y saque a su país del TLCAN, el Senado mexicano pondría a revisión 75 tratados que se tienen con Estados Unidos. Suena interesante. A ver, de entrada, cómo lo toman los demás senadores, sobre todo aquellos que se dicen taaan preocupados por la dignidad nacional.
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Lenguas Viperinas/LSR
HILLARY CLINTON es hoy la persona más importante en el gobierno federal. Nos aseguran que desde la oficina del Presidente Enrique Peña Nieto se le ordenó a la Canciller Claudia Ruiz Massieu traer, casi que "a como dé lugar" a la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos y con ello contener las críticas y los señalamientos en torno a la reunión del mandatario mexicano con Donald Trump. De la cancillería sabemos que el equipo de Clinton pidió tiempo para analizar la invitación y que para nada se recibió una respuesta expedita como sí fue de parte del candidato republicano.
MIGUEL BARBOSA, coordinador del PRD en el Senado de la República, impulsa un extrañamiento de parte del Congreso al Ejecutivo Federal por la invitación y posterior reunión del Presidente Enrique Peña Nieto con el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump. En un hecho que no tiene precedente, un Poder de la Unión analiza un extrañamiento al Poder Ejecutivo y para ello se cabildea un acuerdo con el PAN y los partidos minoritarios, aunque el PRI y el PVEM siguen siendo mayoría.
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Rozones/La Razón
Giuliani confirma versión del muro
- Revés al aspirante presidencial republicano, Donald Trump, propinó el exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani,   quien es su operador de la campaña presidencial y estuvo presente en la reunión que tuvo el magnate con el Presidente Enrique Peña. Confesó en entrevista con CNN que, en efecto, el mandatario sí advirtió que México no pagará por un muro en la frontera. O sea, Trump mintió al decir que no habían hablado de eso.
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 Confidencial ./ El Financiero, 
Alistan ley antiTrump
Ante el endurecimiento de las posturas de Donald Trump tras su visita a México, el senador perredista Armando Ríos Piter ya prepara una iniciativa de ley para prevenir todo tipo de abusos, en caso de que el republicano gane la presidencia. Nos adelantan que se propone modificar el artículo 3 de la Ley de Tratados Internacionales para que, en la aprobación de los acuerdos, se contribuya a mejorar la calidad de vida de los mexicanos. anunciar su cuenta.
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El año V de Peña y el Estado de México/Jorge Fernández Menendez,
Excelsior
Hubo una época no tan lejana donde se aseguraba que el quinto era el año de mayor poder de un presidente, cuando se tenía el mayor control del país y de los grupos políticos determinado por la elección de su sucesor. Inmediatamente después del Quinto Informe, luego de un año de jugar con señales, de engañar con la verdad, de sopesar a los aspirantes, muy rápidamente surgía el sucesor, el hombre que en el sexto y último año se iría haciendo gradualmente del poder. El ciclo sexenal se reiniciaba y en él se sustentaba el sistema político que mantuvo durante casi 50 años la estabilidad del país.
Hoy eso es parte del pasado, pese a que muchos siguen pensando en quién será el tapado de Peña Nieto, como si hubiera posibilidad alguna de heredar el poder. En realidad, el presidente Peña en este quinto año de gobierno tendrá que bregar muy duro para remontar una situación que atenaza a su gobierno en lo político, lo económico y lo social, todo sazonado con una fuerte pérdida de popularidad.
La labor presidencial en este quinto año de gobierno se deberá basar en cálculos eminentemente electorales. Se tendrá que atender el frente político, interno y externo (tan agitados ambos por el inexplicable caso Trump); se deberá decidir cómo resolver la crisis que plantea la Coordinadora, en términos educativos, pero también de percepción; la distancia con la Iglesia y con los empresarios; se tiene que replantear la estrategia de seguridad porque la violencia sigue creciendo y amenaza con regresar a los niveles de 2011 y 2012. La economía no despegará durante el quinto año de Peña, porque no lo harán los mercados internacionales y el recorte presupuestal le pegará al gasto y al crecimiento, en un año donde el precio del petróleo se estima que estará en apenas 42 dólares por barril. En todo caso, el objetivo será impedir que la inflación arrastre el crecimiento y los ingresos de la gente. Y eso requerirá austeridad.
Pero todo se deberá adecuar a las exigencias electorales. Para el gobierno federal el resultado de junio del año próximo en el Estado de México es decisivo, no sólo para ganar las elecciones de 2018, sino para que el PRI sea simplemente competitivo en los comicios presidenciales. Y para ganar en la tierra de Peña Nieto se necesitará realizar un esfuerzo político muy grande. Hoy las encuestas por partido ponen al PRI empatado con el PAN, pero si se produce una alianza PAN-PRD, la distancia de la oposición se amplía notablemente. Entre candidatos, si el PAN logra que Josefina Vázquez Mota sea la aspirante por ese partido y mucho más por una alianza opositora, la distancia podría ser, de arranque, superior a los diez puntos contra cualquiera de los aspirantes priistas. El problema es que en el PRI hay muchos aspirantes, pero muy pocos candidatos con posibilidades. Evidentemente, la de quien encabece la boleta del PRI en el Estado de México será una decisión presidencial, quizás con alguna injerencia de Eruviel Ávila, pero hoy no queda nada claro quién puede ser el indicado. Ahí están los nombres de Alfredo del Mazo y de Ana Lilia Herrera, como los aparentemente mejor posicionados y muchos otros, Alfonso Navarrete Prida, Carolina Monroy, Ernesto Nemer, que son parte de una larga lista, pero en la que encontrar a alguien que sí pueda remontar la campaña no es fácil.
Hace seis años, el propio Peña Nieto tuvo la sagacidad de decidir no por el más cercano, tampoco por alguien que fuera parte de su equipo, sino por quien pudiera ganar y además desarticular así el intento de una alianza PAN-PRD en torno a un priista. Eruviel Ávila no era el candidato de Peña y venía de Ecatepec, lejos del centro político del estado, por más que sea el municipio más poblado del país. Pero Eruviel fue el candidato porque era el mejor posicionado y porque de otra forma el cinturón suburbano de la Ciudad de México se hubiera ido con la oposición y el PRI hubiera perdido el estado.
Si esa decisión fue clave para que Peña un año después ganara la elección presidencial, la de este 2017 lo es para que el Presidente intente dejar un sucesor de su partido en Los Pinos.
Mucho se ha dicho sobre la magnitud de la apuesta que se plantea el propio Presidente para las elecciones del Estado de México. Pero nadie debería equivocarse, más allá de la operación electoral, siempre de enormes magnitudes en el Estado de México, lo que podrá hacer la diferencia, además de elegir un buen candidato o candidata, será la labor de gobierno en el estado y en la Federación. Y en el Estado de México el personaje Peña Nieto es clave. Mucho de lo que fue y mostró como gobernador, sobre todo en cercanía con la gente, se ha ido perdiendo en el encierro de Los Pinos. Si quiere competir y ganar, en el 17 y en el 18, tendrá que recuperarse a sí mismo. Demostrar que la cercanía de aquellos años no se ha convertido en la distancia que desde el poder congela la empatía. Ésa deberá ser la labor del quinto año de Peña: volver a ser él mismo.
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Un revés caro e innecesario/ Pablo Hiriart
Uso De Razón
El Financiero,
Se equivoca el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, al subestimar la importancia de la popularidad para gobernar (programa Si me dicen, no vengo). En democracia el respaldo social es fundamental para un presidente.
Churchill, que no era un populista, pudo llevar a su país a realizar los más grandes sacrificios que pueda vivir una nación, porque tenía respaldo social.
Aquí el gobierno realizó reformas de enorme calado sólo con el apoyo de las élites partidistas, y ahora está a merced de los intereses afectados por las reformas.
Sólo en las dictaduras no importa la popularidad, porque las decisiones se imponen por la fuerza o por el terror.
Pero en una democracia, con opinión pública participativa y redes sociales, es necesario convencer, sumar voluntades y compartir un proyecto con la mayoría de la población.
Los resultados de la visita de Donald Trump a México fueron catastróficos, y que nos digan que no importa el costo en popularidad es equivocado.
Unas horas después de su estancia en Los Pinos, donde usó un tono comedido y respetuoso, Trump volvió a ser el fanático antimexicano de siempre y amenazó con deportar a dos millones de paisanos en unos cuántos días.
Su visita lastimó al país.
No es suficiente el argumento de que, si gana, los mercados podrían reaccionar fuerte en México y afrontar una devaluación aún mayor.
Lo hubieran invitado cuando ganara, pero es incomprensible que  –aunque sea involuntariamente– le ayuden a ganar.
El gobierno se equivocó. La visita de Trump lastimó a la población e hizo caer la aceptación del presidente.
¿No es necesaria la popularidad? Es indispensable, sobre todo para afrontar momentos difíciles como el que vivimos y como los que pueden venir si gana Trump.
Un país unido siempre será más fuerte que un país dividido. Es de primaria.
Y nos dice la historia: cuando nos dividimos hemos perdido la mitad del territorio nacional a manos de Estados Unidos.
Ahora hasta el gabinete parece dividido por el efecto Trump. 
¿Tan indispensable era que viniera?
¿Fueron sólo consideraciones económicas las que prevalecieron para invitarlo?
¿O se quiso jugar contra Hillary por motivos políticos, relacionados con la sucesión presidencial en México?
Los opositores de adentro son adversarios: el enemigo está afuera y se llama Donald Trump.
Hay que darle la vuelta a esa página con la admisión de que fue un error de parte del gobierno, y que es necesario corregir.
El presidente de México requiere respaldo social para acabar bien el sexenio, porque en este trance vamos todos y no sólo su partido.
Ante los argumentos económicos en favor de recibir a este candidato republicano, yo me quedo con una imagen humana, para rechazarlo: la del joven albañil en el último piso de la torre Trump en construcción, allá en Vancouver, con una bandera mexicana entre las manos.
Eso es hacer patria, carajo.
Twitter: @PabloHiriart
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La apuesta por Trump (I)/ Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
El Financiero,
La invitación a Donald Trump para reunirse con el presidente Enrique Peña Nieto fue producto de una reflexión profunda y no sólo una acción pragmática que partió al gabinete. Peña Nieto no sólo compró el alegato económico que le presentó el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien argumentó que si no se acercaban al candidato republicano y buscaban que matizara su discurso de repudio al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, México podía sufrir un colapso si resultaba electo del 8 de noviembre. También le dio la razón sobre cómo debían acercarse a Trump. Desde las elecciones primarias, la discusión en el gabinete fue de acercarse a los diferentes equipos, pero cuando se privilegió el encuentro con Trump, la iniciativa de Videgaray provocó un choque con la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, y la oposición silenciosa del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
Con los demócratas no veían problemas. La relación se simplificó porque Hillary Clinton nunca estuvo en peligro de perder la candidatura presidencial, y había fuertes vasos comunicantes con su equipo. Uno era la subsecretaria de Desarrollo Social, Vanesa Rubio, quien cuando estudió su maestría en la Escuela de Economía en Londres hizo amistad con Julissa Reynoso, de origen dominicano, que estudiaba en Cambridge. Reynoso fue embajadora de Estados Unidos en Uruguay años más tarde, cuando Rubio era subsecretaria de Relaciones Exteriores para América Latina. Muy cercana a Clinton, Reynoso es su asesora en política exterior.
Por el otro lado también se construyó una estrecha relación con Mark Feirestein, responsable de América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, cuyo enlace es Paulo Carreño, subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte. La vinculación de la Casa Blanca con la cancillería, desde que José Antonio Meade la encabezaba, estableció puentes con el entonces consejero del presidente Barack Obama, John Podesta, quien dejó la Casa Blanca para convertirse en el jefe de campaña de Clinton. Cuando se definieron formalmente las candidaturas, la discusión con el presidente Peña Nieto fue quiénes establecerían institucionalmente la relación con Clinton y Trump.
Dentro de las conversaciones surgieron varios nombres. Para el caso de los demócratas, se propuso al exembajador en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, muy cercano al gobierno de Obama, pero entre quienes participaron en la campaña de Peña Nieto, recordaron que en 2012 él propagaba en Washington que si regresaba el PRI a Los Pinos habría un pacto con cárteles de la droga, una acusación que siempre ha negado el diplomático. Peña Nieto volvió a mencionar a Miguel Basáñez, a quien destituyó como embajador por incompetente. Luego se mencionó a Meade por su relación con la Fundación Clinton, quien a su vez propuso a un cercano amigo del expresidente Bill Clinton, el empresario regiomontano Carlos Bremer. La discusión sobre el enlace institucional con Trump fue menos amigable.
En la mesa de las decisiones se propuso a Ruiz Massieu, por los contactos de su tío, el expresidente Carlos Salinas, con la élite republicana. La canciller, además, había venido fortaleciendo la relación con Paul Ryan, líder de la Cámara de Diputados, quien es el republicano de mayor rango en un cargo de elección popular, y que está enfrentado con Trump. Videgaray se opuso. Según dijeron funcionarios, el secretario de Hacienda dijo que no había que acercarse por la vía de Ryan o de los influyentes republicanos texanos, la familia Bush y James Baker, que fue jefe de gabinete del presidente Ronald Reagan, y secretario de Estado y del Tesoro en dos administraciones republicanas, muy cercano a Salinas y al propio mentor de Videgaray, Pedro Aspe. Ellos no tenían ascendencia con Trump, alegó.
Videgaray dijo que había que aproximarse a Trump a través de republicanos cercanos a él, y pese a las objeciones dentro del gabinete de que ese sector del partido no era el que realmente tenía control en el país y que muchos de ellos estaban enfrentados con los líderes nacionales, Peña Nieto le dio la razón. Los republicanos de Trump son volátiles, contradictorios y se encuentran en la parte más extrema del partido que los hace antagonizar con los sectores más moderados del partido. Pero además, no tomaba en cuenta la postura de otros que apoyaban públicamente a Trump, como el gobernador de Texas, Greg Abbot, quien le había hecho notar a Ruiz Massieu que una cosa era lo que decía Trump en la campaña, y otra la que en realidad sucedería con el comercio bilateral y la inmigración en caso de que llegara a la Casa Blanca.
Peña Nieto, pese a las recomendaciones de Ruiz Massieu y de manera indirecta las de Guajardo, se inclinó por los argumentos de Videgaray. En buena parte por esa decisión a favor del secretario de Hacienda, se explica por qué tomó el control y la iniciativa para que tras la indicación presidencial en julio de establecer formalmente los lazos con las campañas de Trump y Clinton, Videgaray asumió la encomienda y con el jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán, buscaron el vínculo con el republicano, que finalmente se logró a través de un empresario mexicano con su yerno, Jed Kushner. A Videgaray le importaba Trump, no Clinton, y llevó a Peña Nieto a apostar por él, con un costo aún no medible con los propios republicanos enemigos de Trump, y con los demócratas.
Twitter: @rivapa
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Juegos de poder/LEO ZUCKERMANN
Excelsior
Reset, señor Presidente, reset
Resetear es la manera más drástica para hacer que los sistemas operativos respondan y funcionen de nuevo.
Las críticas al Presidente han sido duras, tupidas y unánimes. El error del encuentro con Trump es una raya más a un tigre muy rayado. Peña no sólo es un mandatario muy impopular sino que ahora carga con la fama de tonto: se ha convertido en el hazmerreír en las redes sociales. Ya nadie lo respeta. Es un Presidente muy débil al que todavía le faltan 27 meses en el poder. Es mucho tiempo. ¿Qué puede hacer para tratar de recuperarse y terminar lo mejor posible su sexenio? Apretar el botón de reset.
Cuando una computadora o teléfono se traba y deja de responder a las órdenes del usuario, la solución es resetearlo, verbo inexistente en español pero que significa reiniciar el equipo apagándolo y volviéndolo a encender. Se trata, como todos sabemos, de la manera más drástica para hacer que los sistemas operativos respondan y funcionen de nuevo.
Algo similar le ha pasado al gobierno de Peña: está atascado, no responde y comete errores garrafales como el encuentro con Trump en Los Pinos. Si el Presidente no resetea su gobierno, corre el riesgo de que el sistema gubernamental deje de funcionar por más de dos años, lo cual generaría un enorme peligro en un país con una economía cada vez más frágil, con la violencia al alza y con grupos de interés que ya olieron la debilidad del gobierno y pretenden beneficiarse de ella.
¿Qué significa apretar el botón de reset?
Asumir, primero, que el statu quo ya no funciona, que hay que hacer las cosas de manera diferente con un equipo de trabajo diferente.
¿Qué cosas?
A estas alturas del sexenio, me parece que habría cuatro prioridades. Primero, blindar la economía para que no haya una crisis de final de sexenio, lo cual implica realizar un recorte draconiano al gasto público. Segundo, asegurarse que las reformas estructurales se implementen lo mejor posible ya que éstas van a ser el legado más importante de esta administración. Tercero, mantener el orden dentro y fuera del buque gubernamental para evitar que se hunda en medio de la creciente tormenta. Y, cuarto, nombrar al candidato presidencial del PRI.
No son poca cosa. Para tener éxito, hay que utilizar el poder más importante que todavía tiene el Presidente: nombrar a los encargados de los distintos despachos de la administración pública federal.
El Presidente tiene que nombrar un nuevo secretario de Hacienda. Hace unos días decía que, por los malos resultados en la economía nacional y, sobre todo, por el deficiente manejo de las finanzas públicas que ha llevado a una nueva crisis de la deuda, Peña debía remover a Videgaray. El titular de Hacienda ya no tiene la credibilidad en los mercados. Menos, ahora, si se comprueba que el resbalón del Presidente con Trump fue su idea. ¿Podrá Videgaray negociar con el Congreso el próximo paquete presupuestario con múltiples recortes? La oposición, por lo pronto, ya está preparándose para hacerlo pomada cuando comparezca en San Lázaro. Los mercados observarán cómo los legisladores apalean al encargado de las finanzas públicas. En Hacienda, el Presidente tiene que nombrar a un viejo lobo de mar con credibilidad en los mercados, que ya no tenga nada que perder en la política mexicana, que sepa negociar con el Congreso y los grupos de interés y que sea implacable en la dificilísima tarea de apretarse el cinturón.
En cuanto a las reformas estructurales, el Presidente tiene que remover a los funcionarios que no han demostrado tener los tamaños para implementarlas. Pero, más importante aún, en todos los despachos que tienen que ver con esta tarea —Educación, Energía, Pemex, Telecomunicaciones, Hacienda— los secretarios no pueden estar buscando la candidatura presidencial porque eso los distrae de lo prioritario: la implementación de las reformas.
En cuanto al orden, eso pasa por las áreas de seguridad y particularmente por la Secretaría de Gobernación. Ahí tenemos un secretario muy desgastado que también anda concentrado en la candidatura presidencial del PRI. Osorio también debe ser sustituido por otro viejo lobo de mar que no le tiemble la mano a la hora de ordenar este país que últimamente anda muy desordenado.
Ya con eso, Peña podría concentrarse en sacar a su candidato. Pero todo esto implica que el Presidente deje a un lado a su pequeño y compacto equipo que tan buenos resultados le dio los dos primeros años del sexenio pero que, hoy por hoy, se han convertido en una carga para su gobierno. Suena muy duro pero, ante el atorón actual, lo que queda es resetear el sistema. Porque de lo contrario…
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La estupidez y la traición/Jesús Silva-Herzog Márquez
Reforma
La historia del poder en México está plagada de abusos y excesos, de trampas y de crímenes, de costosísimas obsesiones y de apuestas absurdas. Podemos hacer un abultado catálogo de frivolidades y de cegueras, de arbitrariedades y fatídicas negligencias. No es difícil encontrar ejemplos del atropello, del engaño, de la ineptitud, de la perversidad, incluso. Pero no creo que pueda encontrarse, en la larga historia de la política mexicana, una decisión más estúpida que la invitación que el presidente Peña Nieto hizo a Donald Trump la semana pasada. A cada cosa, su nombre. Esto fue, y no merece otro calificativo, una estupidez gigantesca. La palabra no es insulto, es identificación de los efectos de un acto. En un ensayo memorable, Carlo M. Cipolla capturó la esencia de esa torpeza. El estúpido no es un tonto, no es un ignorante, decía. Lo que caracteriza a un estúpido es su capacidad para causar daño a otros, provocándoselo simultáneamente a sí mismo. Ser estúpido es dañar a otros sin ganar con ello ningún beneficio. Por eso aseguraba el economista italiano que era mucho más nocivo un estúpido que un malvado. El malvado, a fin de cuentas, saca algún beneficio. El estúpido, en cambio, solo multiplica el daño a su paso.
En la decisión no hay asomo de estrategia. Es imposible imaginar en la invitación al candidato republicano una razonable previsión de beneficio. ¿Alguien se atrevería a decir todavía que la ocurrencia fue un gesto diplomático audaz? En todo el mundo se preguntan: ¿en qué diablos estaba pensando el presidente mexicano al prestarle al peor enemigo de su país la casa presidencial para beneficio de su campaña? Nadie ha encontrado respuesta. Lo que es fácil registrar es la cantidad de efectos perniciosos que ha provocado la visita del demagogo. El Presidente agredió al país. Excusó el racismo de Trump sugiriendo en la conferencia de prensa que su discurso había sido, en realidad, un malentendido y que confiaba en que querría una buena relación con México. Nos hemos sentido ofendidos, dijo, como si el problema fuera nuestra sensibilidad y no la agresión constante de quien tenía en frente. El Presidente ofendió particularmente a los mexicanos que viven en los Estados Unidos y que no solamente escuchan la violencia verbal de Trump, sino que encaran el odio que su campaña ha levantado en su contra. Desalentó a las organizaciones de defensa de los migrantes que vieron, desconsolados, al pendenciero bienvenido por el presidente de México. Al atrabiliario al que ningún líder internacional ha reconocido como digno de diálogo, le permitió aparecer como un hombre de empaque que negocia ya en el plano internacional. Dañó, irreversiblemente, la relación del presidente de México con la candidata puntera de los Estados Unidos. Exhibió a su gobierno como un bulto en caída libre.
No vale la excusa de la inocencia. La estupidez del gesto presidencial no fue una ingenuidad, fue una traición; no fue una muestra de candor sino deslealtad. No suelto esas palabras con ligereza. Entiendo la severidad del cargo y la facilidad con la que el epíteto se lanza. Hablar de la traición presidencial es cosa seria. Me parece, con todo, que el calificativo es justo porque el presidente mexicano terminó siendo un ridículo instrumento al servicio de nuestro más detestable enemigo. La mayor amenaza que México ha tenido en décadas, encontró en Enrique Peña Nieto, a un útil promotor. Si Donald Trump llega a ganar la Presidencia, los historiadores recordarán el 31 de agosto del 2016 como la fecha en que relanzó, desde Los Pinos, su campaña. Vale hablar de traición porque el Presidente ofreció los símbolos del Estado mexicano al narcisista que ha fundado su carrera política en el odio al vecino. Porque calló cuando tenía que hablar, porque se sometió a los caprichos del insolente. Porque su indignidad ante el patán deshonró al país al que representa. Debe hablarse de deslealtad porque Enrique Peña Nieto sometió a la Presidencia mexicana a la humillación.
La intensidad del rechazo que generó el bochornoso encuentro no obedece a otra razón: el país se siente traicionado por su Presidente. Esto ya no es simplemente inconformidad frente a una política, no es un desacuerdo con el gobernante; es desprecio e ira. El presidente mexicano, a dos años de su relevo: entre la burla y el odio. 
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 Estupidez peligrosa/Denise Dresser
Reforma
Lo peor de la estupidez es su insistencia, escribe John Peers en 1,001 Logical Laws. La estupidez omnipresente, constante, casi predecible del presidente Peña Nieto en los últimos tiempos. Alguien que hace dos años no podía hacer nada mal, y ahora no parece hacer nada bien. Arrinconado y acorralado en Los Pinos, rodeado de asesores que lo adulan o lo mal aconsejan, con dos largos años por delante, con poco qué decir o mostrar o defender o empujar. Convertido en el hazmerreír del mundo y de su país por no comprender las implicaciones de las decisiones que toma. Convertido en el tapete de Donald Trump y en el enemigo de Hillary Clinton al ser el artífice de la "humillación a domicilio".
Humillación reiterada a cada paso, en cada momento. Presente cuando Donald Trump anuncia en la conferencia de prensa conjunta que el muro se construirá y Peña Nieto se queda pasmado. Presente cuando el Presidente tuitea que México no pagará el muro y que en privado él insistió en ello. Presente cuando solo seis horas después de decir que es amigo de los mexicanos, Trump los acuchilla en Arizona con su propuesta migratoria. Presente en el Cuarto Informe cuando el primer mandatario menciona lo bueno de su gobierno y luego el equipo de investigación vinculado a "Animal Político" lo desmiente. Helo allí en esas cuatro instancias. Sin respuesta. Sin contundencia. Pusilánime. Perdido.
Como sentenció la revista Slate, quizás el problema es que alguien con 23 por ciento de aprobación no sabe lo que está haciendo. Todo lo indica, todo lo constata, ya no hay política pública sino improvisación. Ya no hay diplomacia sino ocurrencias. Ya no hay un jefe de Estado sentado en la silla del águila sino un personaje demasiado pequeño para ocuparla. Y ríos de tinta han corrido para explicar qué estaba pensando, quién lo asesoró, por qué decidió tomar los riesgos que están acabando con su Presidencia. La arrogancia, quizás. El aislamiento, probablemente. La desesperación, sin duda. Pero los resultados están a la vista, en los titulares atónitos de la prensa internacional, en el desdén que el equipo de Hillary Clinton siente hacia el gobierno mexicano, en la perplejidad compartida en los círculos diplomáticos a nivel mundial.
El Presidente que invita al "bully" a la casa y se coloca voluntariamente como su bolero. El jefe de Estado que en lugar de defender a México termina mancillando aún más su reputación. Porque no logró un solo beneficio para sí mismo o para el país que gobierna. Si quería usar a Donald Trump para proyectarse como un estadista capaz de dialogar, fracasó. Si buscaba cambiar la narrativa y la conversación sobre su gobierno, fracasó. Si intentaba limpiar su imagen, fracasó. Si pensó que podía ponerle un alto a la xenofobia de Trump y convencerlo sobre la inviabilidad del muro, fracasó. En lugar de usar, fue usado. En vez de crecer, se encogió. Con el daño colateral a la relación bilateral, a la credibilidad de la Cancillería, a la dignidad de los mexicanos y su posición en el mundo.
Por ello se gesta un movimiento ciudadano de rechazo, de indignación. Por ello empieza la exigencia de renuncia, basada en el artículo 84 de la Constitución, que indica lo que podría pasar. Que Peña Nieto dejara la Presidencia dado que no sabe qué hacer con ella. Que el Congreso tuviera 60 días para nombrar a un Presidente sustituto, votado por dos terceras partes de ambas cámaras. Que -en toda probabilidad- Miguel Ángel Osorio Chong ocupara la Presidencia, y ya no podría contender por ella en 2018. Y habrá quienes argumenten que algo tan drástico pondría en jaque la estabilidad del país. Habrá quienes insistan que algo tan dramático conduciría al caos y eso debería ser evitado a toda costa. Pero ¿qué sería peor? ¿La salida de Peña Nieto o su permanencia? ¿La incertidumbre por venir o la certidumbre reiterada de lo que ya estamos padeciendo? Un Presidente incapaz de gobernar sin tener que pedir perdón cada semana.
En distintas latitudes, presidentes han caído por fallas mucho menos impactantes, por errores mucho menos graves. Aquí seguimos tolerando la excepcionalidad. La corrupción excepcional. La incompetencia excepcional. La estupidez engolada. Tiempo entonces de recordar las palabras de Woodrow Wilson: "En asuntos públicos, la estupidez es más peligrosa que la bellaquería".
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Trump sacude el tablero político/Por Roberto Rock L.
LSR, 
La controvertida visita del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, hizo cerrar la semana con análisis ásperos a ambos lados de la frontera.  Una serie de efectos colaterales empezaban a vivirse hacia dentro de la administración Peña Nieto; entre otros, colocar en el limbo los ajustes en el gabinete que eran considerados inminentes.
Señales de última hora surgidas desde Los Pinos apuntan en el sentido de que fue suspendida la eventual salida de la Secretaría de Gobernación de Miguel Ángel Osorio Chong, enfrentado a una parte central del gabinete y a otros actores externos, como el líder de la bancada del PRI en el Senado, Emilio Gamboa.
 Osorio Chong era ya imaginado al frente de la Secretaría de Desarrollo Social, donde relevaría a José Antonio Meade. De éste último se decía que iría a la Secretaría de Hacienda en lugar del titular de Hacienda, Luis Videgaray, para perfilarlo hacia la candidatura oficial a la gubernatura del Estado de México, pero que ahora ha quedado como el actor central en la trama de la visita de Trump.
 Los cambios, si se generan, vendrían por más pronto, en noviembre, y algunos incluso no ocurrirían.
 Osorio se mantendría en su puesto, quizá indefinidamente, lo que sería un rotundo revés para aquellos que llevan meses tejiendo la versión de que puede seguir siendo precandidato presidencial desde Sedesol, lo que realmente supondría degradarlo. Videgaray no sería movido tampoco, en principio, y Meade si migraría a otra posición, pero bien lejos de Hacienda.
 En Washington se extendía el balance de que un impacto inusitadamente positivo en la campaña de Trump tras su presencia aquí. El diario digital “Político”, de obligada consulta, consignó reportes internos del cuartel general republicanos según los cuales la vista atrajo beneficios “nunca imaginados” en la opinión pública norteamericana, especialmente porque el gobierno Peña Nieto le había otorgado un cariz “presidencial” a Trump del que había carecido hasta ahora.
 Tanto en la Unión Americana como en México surgieron versiones inquietantes sobre los motivos verdaderos que habrían animado al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, para alentar el cabildeo secreto que condujo a la llegada de Trump.
 Contra las versiones difundidas de que la visita se tejió con el impulso de Videgaray para proteger a la economía mexicana de una crisis ante los capitales mundiales que pudieran ser ahuyentados por un eventual triunfo de Trump, hay comentaristas que alertan sobre otros escenarios.
 Éstos se referirían a la posibilidad de que corporaciones financieras de carácter ultraconservador, identificadas con Trump, podrían haber influido en Videgaray para arrojar al gobierno mexicano y al presidente Peña Nieto en esta aventura que tendría resultados favorables para un lado, pero desastrosos para el otro.
 No es la primera ocasión en que Videgaray es presentado como alguien sensible a intereses corporativos estadounidenses. Ocurrió ya cuando el poderoso funcionario, sin duda el hombre de más influencia en la administración Peña Nieto, hizo sentir su peso para cerrar el paso la participación en México de la empresa ferroviaria propiedad del gobierno chino.
 Cada vez se conocen mayores detalles la historia de la tragicomedia en que se ha convertido el tema Trump para la administración Peña Nieto. Sin duda se seguirán produciendo efectos colaterales, por lo que hay que guardar capacidad de sorpresa.


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