Las
columnas políticas hoy, 16 de marzo de 2016...
Bajo Reserva/
El Universal
Dos
hombres que en el pasado fueron sus cercanos, uno en el sindicato magisterial y
otro en la creación del Partido Nueva Alianza, resultaron incómodos para La
Maestra Elba Esther Gordillo en la despedida de la senadora Mónica Arriola.
Gordillo dejó por unas horas el hospital de la colonia Roma, con el permiso de
las autoridades penitenciarias del gobierno de la Ciudad de México, para acudir
a la agencia funeraria y estar con su hija Mónica. Al lugar llegaron los dos
personajes que en tiempos pasados fueron cercanos a la profesora: el actual
líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Juan Díaz de la Torre, y el dirigente del
Panal, Luis Castro. Iban acompañados de integrantes de sus comités. Sin
embargo, nos cuentan, no se les permitió el acceso al velatorio. De ese tamaño
es la distancia de La Maestra con esos dos personajes, ahora incómodos, nos
comentan.
Ochoa
Guzmán sigue cerca de Gordillo
Después
de las 15:30 de la tarde del martes, Elba Esther Gordillo dejó la agencia
funeraria donde se velaron los restos de su hija Mónica Arriola, senadora por
el Panal. Dos de los custodios del sistema penitenciario de la Ciudad de México
la acompañaron en la parte trasera del vehículo, para viajar de regreso al
hospital de la colonia Roma. Dos
detalles llamaron la atención en su estancia en el velatorio y en un día
complicado para su familia: el hecho de que el gobierno capitalino resolvió muy
pronto el permiso para que saliera de la unidad médica, fundamentado en la
Ley de Reclusorios y en el reglamento de reclusorios de la capital del país. Y
que la familia sí permitió el acceso a un ex líder del sindicato magisterial,
Rafael Ochoa Guzmán, nos dicen.