El Presidente Calderón en el Acuerdo para la Modernización de la Agroindustria de la Caña de Azúcar
Jueves, 3 de Julio de 2008 Discurso
Muy buenas tardes, amigas y amigos, bienvenidos a esta casa de todos los mexicanos.
Ingeniero Carlos Blackaller Ayala, Presidente de la Unión Nacional de Cañeros.
Ingeniero Daniel Pérez Valdés, Presidente de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar.
Señor Adrián Sánchez Vargas, Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana.
Bienvenidos.
Licenciado Juan Cortina, Presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera.
Señoras y señores diputados.
Señoras y señores senadores.
Señores Gobernadores: Marcelo de los Santos Fraga, Gobernador de San Luis Potosí, bienvenido; señor licenciado Fidel Herrera Beltrán, Gobernador de Veracruz, bienvenido; doctor Marco Antonio Adame Castillo, Gobernador de Morelos; señor licenciado Jesús Aguilar Padilla, Gobernador de Sinaloa.
Muchas gracias por estar aquí a todos ustedes, señores gobernadores, y gracias por el empeño y el esfuerzo que han puesto al arribar a la solución que hoy damos a conocer a la opinión pública.
Me complace enormemente el volver a reunirme con ustedes, con productores, con trabajadores, con industriales, con cañeros del sector azucarero nacional.
Saludo con afecto a todos los integrantes y representantes de las organizaciones de esta gran cadena productiva del país.
Los felicito por el esfuerzo que realizan día con día, a fin de mantener el crecimiento y la actividad de esta agroindustria que es estratégica para el país y para miles y miles de familias campesinas.
Prueba de su importancia es la zafra de cinco millones y medio de toneladas de azúcar que acaban de conseguir, que es la segunda más alta en toda la historia del país.
Soy consciente de que una de sus principales preocupaciones tiene que ver, precisamente, con la competencia y con la apertura comercial.
Y para enfrentar ese reto hemos venido trabajando con ustedes, a fin de garantizar el desarrollo integral del sector cañero y azucarero del país.
Con ese propósito creamos el Programa Nacional de la Agroindustria de la Caña de Azúcar, que está destinado precisamente a fortalecer la productividad, la competitividad y el desarrollo sustentable del sector, así como atraer nuevas inversiones y generar más empleos.
Nos hemos empeñado, también, en cumplir con la Ley para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar.
Y además, por establecer condiciones que permitan, precisamente, el resolver problemas añejos en el sector que dificultan, evidentemente, su modernización.
En el marco del programa, me da muchísimo gusto que hoy se haya concretado el Acuerdo para la Modernización de la Agroindustria de la Caña de Azúcar.
Este Acuerdo, al igual que el que se tuvo precisamente entre la industria y el sector obrero hace algunos meses, es muy importante por varias razones:
Primero. Porque establece una fórmula que da certeza, una nueva fórmula mucho más acorde con la actualidad regional, global y económica que está enfrentando el sector, que permite definir el precio de compraventa de la caña e impulsar la competitividad.
Segundo. Porque esta nueva fórmula facilita las negociaciones entre productores e industriales. Es muy satisfactorio que se hayan alcanzado ya los primeros arreglos para finiquitar las zafras 2006-2007 y 2007-2008, así como para definir el precio de referencia de la zafra 2008-2009.
Tercero. Porque sé que con esta fórmula se abrirán nuevas oportunidades para los cañeros y para la industria en general, porque se abren otras alternativas industriales para el uso de la caña, como es la fabricación del etanol.
Cuarto. Porque resuelve una discrepancia de fondo que durante décadas confrontó a los industriales y a los cañeros y hoy, finalmente, se encuentra un camino de solución y un camino de común acuerdo.
Es por todo ello, amigas y amigos, en efecto un Acuerdo histórico. Un Acuerdo que debe marcar el inicio de una nueva etapa de entendimiento entre productores, trabajadores, industriales y gobiernos estatales y federal.
Por eso reciban mi más sincero reconocimiento por su decisión de privilegiar las coincidencias sobre las diferencias y de anteponer el diálogo sobre la confrontación.
Yo reconozco a los ciudadanos gobernadores, aquí presentes y a los legisladores que contribuyeron de manera responsable y generosa a la firma de este Acuerdo.
Es una muestra de que cuando hay voluntad política y compromiso social, cuando ponemos por encima de intereses de grupo el interés de la Nación es posible construir políticas públicas con visión de futuro.
Además hay un valor agregado, intangible pero real, que nos permitirá seguir avanzando en la modernización del sector. Es el valor del clima de diálogo y entendimiento. Un nuevo clima de diálogo y entendimiento que nos permitirá seguir avanzando, y así como hemos resuelto ya estos problemas añejos y que parecía que no tenían solución, al menos así se nos había hecho pensar durante muchos, muchos años, así enfrentaremos nuevos problemas que enfrenta la industria de la caña de azúcar y muchos campesinos en el país.
Sólo mediante el diálogo y el entendimiento y la confianza recíproca podremos seguir avanzando en la solución de estos problemas.
Este Acuerdo lleva ventajas para todos:
En Primer lugar. Beneficia a los productores porque les da certidumbre de recibir un pago seguro, oportuno, justo por su producto y porque contarán con más y mejores opciones de financiamiento para renovar sus equipos, sus sistemas de riego e incrementar su productividad.
En segundo lugar. Favorece también a la industria, porque le permite disponer de materia prima suficiente y de calidad, con certeza para cubrir volúmenes de producción de azúcar que demandan los mercados nacional y regional.
Además, las reglas claras son el mejor estímulo para generar inversiones y modernizar y diversificar la producción de los ingenios.
El Acuerdo permite eliminar la enorme distorsión que la fórmula implicaba al considerar varios ciclos y varias zafras al mismo tiempo que fueron cosechadas en circunstancias totalmente diferentes, imperantes en los mercados nacional e internacional.
Por otra parte, en tercer lugar, el Acuerdo beneficia a los trabajadores de la agroindustria de la caña de azúcar, no sólo porque fortalece una mayor seguridad laboral, sino también abre nuevas oportunidades para desarrollarse y vivir mejor. No debemos olvidar que esta actividad es el motor económico de 227 municipios en 15 estados del país.
Mientras más oportunidades demos para que crezca la industria de la caña de azúcar, no sólo en la producción del endulzante, sino también en la producción de insumos energéticos, también se abren muchas más oportunidades para los trabajadores de la industria.
En cuarto lugar. Este Acuerdo fortalece a México porque genera condiciones para garantizar el abasto de azúcar en el mercado nacional a un precio razonable; con ello también se protege la economía de las familias de nuestro país.
Hoy, amigas y amigos, quiero reafirmar, ante ustedes, el compromiso de mi Gobierno con el sector cañero porque es estratégico y prioritario para el avance del campo y de la Nación.
Esta agroindustria aporta el 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto en manufactura y asimismo da empleo a 450 mil personas en forma directa y a más de dos millones 200 mil de manera indirecta.
A pesar de estos buenos números, creo firmemente que esta actividad puede y tiene que mejorar aún más su desempeño, generar más fuentes de trabajo, fortalecer su presencia en los mercados nacional, regional y mundial con productos de alta calidad.
El campo mexicano tiene mucho, mucho que dar en beneficio de todos; en beneficio de productores, de industriales, de trabajadores y de consumidores.
Por eso seguiremos apoyando al sector para que despliegue todo su potencial de desarrollo.
En el último año y medio hemos dejado constancia de nuestra voluntad para apoyar a la agroindustria.
Gracias, por ejemplo, a la cobertura de garantías impulsadas por el Gobierno Federal, se han detonado créditos por casi dos mil 200 millones de pesos en apoyo a productores e industriales del sector.
Y gracias también al esfuerzo y a la voluntad de todos los sectores aquí representados, hemos podido acompañar negociaciones difíciles, tensas, complejas, pero que finalmente van encontrando caminos de solución que no se habían encontrado, repito, desde que el sector fue transferido al sector privado hace ya varias décadas.
Amigas y amigos:
Una clave para encontrar soluciones ha sido, precisamente, el reconstruir la confianza y la voluntad de entendimiento entre todos; nos ha costado mucho trabajo reconstruir poco a poco la confianza.
Tarda mucho este proceso, pero cuando se pierde se pierde muy rápidamente.
La única manera de seguir avanzando en la construcción de soluciones es, precisamente, que seamos capaces de fortalecer de manera firme esta confianza creciente.
Y la única manera de fortalecer de manera creciente la confianza, es que cada quien honre su palabra, que se cumplan los compromisos, que se paguen los adeudos, especialmente con los más pobres, conforme a lo convenido y que no haya argumentos para el rompimiento de los acuerdos y del entendimiento entre las partes.
Yo reitero mi reconocimiento a los productores, a los trabajadores, a los industriales del sector cañero por el Acuerdo que acaban de formalizar.
Les refrendo que mi Gobierno apoyará, y estoy seguro que el caso de los gobiernos estatales también apoyaremos una voluntad de entendimiento clara entre las partes.
Yo los invito a consolidar el clima de diálogo y de entendimiento para poder responder a los nuevos desafíos de nuestro tiempo.
Hago por ello un respetuoso llamado con el fin de que traduzcan los compromisos que han convenido en acciones concretas para transformar toda la cadena productiva y ordenar el mercado nacional.
Es un momento de predicar con el ejemplo, de pasar de las palabras a los hechos, de establecer una relación en que todos ganen, porque mientras más se produzca y más se ordene el mercado más pueden ganar los cañeros, más pueden ganar los industriales, más pueden ganar los trabajadores y, por supuesto, más puede ganar el país, que es lo que a todos nos une y a todos nos interesa.
Sólo así, con hechos, podremos seguir impulsando la capitalización, la actualización, la competitividad del sector cañero mexicano y seguir abriendo nuevas oportunidades y nuevos rumbos a la productividad y a la actividad de este importante sector.
Sabemos que no tenemos tiempo que perder, que los países con los que competimos están dando la más alta prioridad a la modernización de esta actividad, porque saben que es una condición indispensable para triunfar en los muy competidos mercados internacionales. México ni puede, ni debe quedarse atrás.
Por eso la transformación del sector cañero es crucial para avanzar más rápidamente en la construcción de una nueva sociedad rural mexicana, para abrirle brecha a un campo donde todos sus habitantes puedan vivir mejor.
Estoy seguro que con este Acuerdo, verdaderamente histórico por su trascendencia, estamos en condición de abrir nuevas oportunidades para todos.
Aprovechémosla, es una gran oportunidad, y estoy seguro que todas las partes del sector estarán a la altura de lo que México nos está exigiendo.
Enhorabuena y muchas felicidades.
Diversas intervenciones en el Acuerdo para la Modernización de la Agroindustria de la Caña de Azúcar
-MODERADOR: Hace uso de la palabra el ciudadano ingeniero Carlos Blackaller Ayala, Presidente de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar.
-ING. CARLOS BLACKALLER AYALA: Ciudadano Presidente Felipe Calderón Hinojosa; señores Gobernadores; señores Secretarios de Estado; funcionarios federales y estatales; señores de la industria y del sector obrero; señores dirigentes cañeros; amigas y amigos productores.
Señor Presidente.
Aprovecho esta oportunidad para hacerle llegar el saludo de los cañeros y, al mismo tiempo, agradecerle la disponibilidad de su tiempo para atender, analizar, proponer y buscar soluciones a la problemática que afecta a la Agroindustria Mexicana de la Caña de Azúcar.
Queremos reconocer el aliento que el Gobierno Federal ha dado a nuestra actividad, impulsando la implementación de los mandatos que establece la Ley de Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar, como ha sido la puesta en marcha del PRONAC y la instalación de la Junta Directiva del Comité Nacional.
Sentimos inaplazable que se designe al Director General del Comité Nacional; se proceda a la creación de la Junta Permanente de Arbitraje, y se constituya el Centro de Investigación Científica y Tecnológica de la Caña de Azúcar.
Le solicitamos, también, se agilice la transferencia de los recursos del Presupuesto de la Federación que están etiquetados para la seguridad social de los cañeros y así poder celebrar con el IMSS el convenio respectivo.
No hace muchos días, los cañeros vislumbrábamos un panorama de inestabilidad, al estar en riesgo el pago de nuestras cañas, el patrimonio de los productores y el propio futuro de esta importante agroindustria.
Sin duda, señor Presidente, su claro entendimiento del tema y sus directrices, en combinación con la voluntad responsable de los productores de caña y de los industriales azucareros, permitieron transitar por un camino difícil, en el que lo más escaso era la confianza entre las partes. Intensas jornadas de diálogo y argumentos, en el marco de la Junta Directiva del Comité Nacional, permitieron arribar a este Acuerdo de Modernización de la Agroindustria de la Caña de Azúcar.
Señores Secretarios Alberto Cárdenas, Eduardo Sojo, Javier Lozano, Agustín Carstens y Juan Rafael Elvira:
Los Cañeros reconocemos su valiosa contribución para hacer posible estos acuerdos, que representan el inicio de una relación renovada entre cañeros e ingenios, solucionan el problema de coyuntura mediante el compromiso de los ingenios de finiquitar, entre julio y septiembre de este año, sus adeudos a los cañeros por las zafras 2006-2007 y 2007-2008 con el precio del azúcar de seis mil 356 y cinco mil 996 pesos con 13 centavos por tonelada, respectivamente. Igualmente la industria se compromete a cumplir con sus programas de comercio exterior por dichas zafras, con lo cual se elimina el conflicto y se coadyuva al ordenamiento del mercado.
Así, la Agroindustria Mexicana de la Caña de Azúcar mostrará un mejor perfil para enfrentar con éxito la integración del mercado azucarero regional con los Estados Unidos de América.
La producción de Caña y su transformación forman un binomio que requiere un alto grado de certidumbre entre las partes, por ello se hacía necesario contar con un mecanismo de contratación renovado y como parte de los acuerdos de modernización, de manera consensada, elaboramos y aprobamos el Contrato Uniforme que estará vigente a partir de la próxima zafra. Este, al ser claro, sencillo y transparente, fortalece y facilita la relación entre los cañeros y la industria, incidirá en el ordenamiento del mercado, permitiéndonos ser más competitivos en el mercado regional.
Licenciado Felipe Calderón Hinojosa.
Como es de su conocimiento, la caña de azúcar se paga en función de su calidad y de los precios del azúcar en los mercados y venía siendo una dificultad recurrente determinar el precio de referencia del azúcar para el pago de la caña, que originaba un desgaste en las relaciones entre cañeros, ingenios y Gobierno.
En el marco de los acuerdos de modernización, trabajaremos por una solución integral que, respetando lo estipulado en la Ley Cañera, permita determinar sin conflicto los precios del azúcar libre a bordo ingenio y que aplicará a partir de la zafra 2010-2011. En tanto, para las próximas dos zafras, el precio de referencia, en su componente nacional, se calculará con base en el precio promedio del ciclo azucarero correspondiente, teniendo como fuente al SNIIM.
Los mejores resultados de estos Acuerdos sólo serán posibles mediante su cumplimiento integral. Se hace indispensable la concurrencia de los Poderes Ejecutivo y Legislativo a efecto de dar seguimiento puntual, generar la capacidad de prospectiva y hacer las prevenciones y previsiones que las circunstancias nos exijan.
Nuestra posición en el mercado regional de Norteamérica es privilegiada. Es una oportunidad que no debemos desaprovechar y para consolidar las posibilidades alimenticias y el desarrollo de las bioenergías a partir de la caña de azúcar, se hace necesario en todos los aspectos el permanente respaldo de su Gobierno.
La caña de azúcar tiene un gran futuro
Señor Presidente, muchas gracias.
-MODERADOR: Toca el turno en el uso de la palabra al ciudadano licenciado Juan Cortina Gallardo, Presidente de la Cámara Nacional de las Agroindustrias Azucarera y Alcoholera.
-C. JUAN CORTINA GALLARDO: Señor Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Señores secretarios de Estado, señores gobernadores; señores senadores y diputados, líderes cañeros, amigas y amigos productores de caña que aquí nos acompañan, compañeros del sindicato, industriales.
Señoras y señores:
Para el sector industrial que represento, como para mí en lo personal, es una gran satisfacción el dirigirme a usted señor Presidente, ciudadano Felipe Calderón Hinojosa para reconocerle el enorme apoyo e interés de su Administración por entender y encontrar soluciones para esta importante y estratégica agroindustria mexicana.
Este refrendado interés y la rectoría del Gobierno Federal, en particular de SAGARPA, han sido y seguirán siendo cruciales para llegar a la modernización y competitividad del sector. En esta misión, el respaldo del Secretario Cárdenas y del Secretario Sojo fue fundamental y va para ellos, como industriales, nuestro más sincero agradecimiento, igual que a todos sus equipos de trabajo.
Los acuerdos que hoy celebramos, con la iniciativa formulada por usted, señor Presidente, en abril del año pasado en Tlaltizapán, Morelos al presentar el Programa Nacional de la Agroindustria de la Caña de Azúcar, documento con un diagnostico completo y una visión compartida por el conjunto de los participantes.
Desde entonces, han transcurrido muchas horas de diálogo y de debate, en donde todas las partes han estado representadas y dispuestas al consenso, y resueltas a desafiar la enorme complejidad que nuestro sector tiene.
Estoy plenamente convencido que nunca antes se había cristalizado un nivel de conocimiento tan claro y profundo de los problemas estructurales que aquejan a esta industria, ni de la enorme oportunidad que presentan los escenarios actuales.
Sin duda, esto marca un parteaguas en la trayectoria de la agroindustria nacional, en donde la confianza y la sinergia detonada entre el sector cañero y el industrial se convertirán en el principal motor de los acuerdos aquí llegados.
Tenemos que reconocer que, sin duda, con la clara voluntad y liderazgo tanto de Daniel Pérez, como de Carlos Blackaller, y de todos sus equipos de trabajo esto no hubiera sido posible. Todo y cada uno de los industriales se los reconocemos.
Muchas gracias.
Este año de 2008 se dio la apertura regional de manera definitiva. Decisiones estructurales que se habían postergado por su complejidad y costo político se volvieron inaplazables. Todos tuvimos que entrarle a las decisiones de fondo y al problema coyuntural que atravesábamos y todos tuvimos que poner. Los acuerdos reflejan esto.
Las enormes ventajas que la legislación Americana brinda a su industria le dio un mayor sentido de urgencia a nuestros acuerdos que estoy seguro impulsarán al sector y que nos ayudarán a aprovechar las ventajas que tenemos competitivas para volvernos los proveedores de azúcar de Norteamérica.
Señor Presidente:
Nos habíamos comprometido a rendir cuentas claras con usted, y por segunda ocasión honramos nuestra palabra. Los avances son concretos en temas fundamentales, que requerían especial empeño y atención, y que sin lugar a dudas son claves para la sustentabilidad de nuestra agroindustria.
Como usted sabe se instaló la Junta Directiva del Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar. Esto sucedió el 13 de marzo de 2008, ha sesionado cinco veces, inclusive la última sesión fue extraordinaria y permanente hasta no cerrar estos acuerdos.
El Comité adoptó los lineamientos de PRONAC y ha servido como espacio para los acuerdos que necesita la industria; hoy es un claro ejemplo de que está funcionando y de que funciona muy bien.
Las nuevas realidades del mercado que mencionaba y las oportunidades futuras obligaban a nuevas reglas, claras y transparentes, que fomentaran la unión y no la discordia. Era nuestra responsabilidad y principal reto lograrlas, teniendo como meta, también, generar una nueva relación entre cañeros e industriales.
Esto se logra, como lo mencionaba Carlos Blackaller, con el nuevo contrato uniforme, en donde, precisamente, se establece cómo tiene que ser esta relación y servirá de base para construir juntos esta nueva realidad.
Del lado del mercado, como usted sabe, señor Presidente, ese es nuestro mayor activo, cimiento para toda esta agroindustria y el objetivo que teníamos era claro, y era de dar certidumbre y confianza a todos los que participamos directamente en la cadena, y esto se logró con los siguientes cuatro puntos:
Número uno. Se va a desarrollar un sistema de información de precios libre a bordo ingenio que va a depender del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados SNIIM. El compromiso es que empiece a operar ahora en agosto y que se utilice como referente para el precio nacional dentro de la fórmula de pago de la caña a partir de la zafra 2010-2011.
Un segundo punto también de singular trascendencia, es que ya tenemos un balance azucarero y de edulcorantes, el cual constituye la base para la toma de todas las decisiones y constituye la base de una nueva confianza creado entre el sector gubernamental y el sector productivo.
El tercer punto que teníamos claro, es que teníamos que garantizar el abasto nacional y necesitábamos reglas claras para aprovechar esta oportunidad del mercado de Norteamérica que se presenta con posibles exportaciones crecientes hacia delante.
Y que necesitábamos un precio de caña a través de que se compartiera esta obligación con el sector cañero y con una obligación contractual por parte de la industria de hacer su parte.
Y por último, quedamos en un Programa de Auditorías, de Inventarios y de las Operaciones Comerciales de Venta de Azúcar para dar una total transparencia a nuestros socios los cañeros.
El cuarto tema donde también ha habido avances, señor Presidente, como usted se acordará nos honró con recibirnos aquí en el salón de a lado el 30 de agosto de 2007, para anunciar la modernización del Contrato Ley, nos distinguió, inclusive, con mencionarlo en su mensaje a la Nación.
Esa nueva relación laboral que nació ese día se ha fortalecido y está dando frutos.
El Comité Mixto Nacional de Modernización ha sesionado bajo la presidencia y apoyo de nuestro distinguido amigo, el Secretario Javier Lozano, en donde se han venido implementando los acuerdos de agosto de 2007.
Y sólo en días pasados, tanto sindicato como industria, le fuimos a presentar al Secretario Lozano el Plan Rector para la Modernización del Contrato, y también el resultado de la Comisión de Revisión y Estilo del Texto del Contrato Ley para su publicación, que entiendo será en breve.
Adicionalmente, estamos trabajando para adelantar la revisión del Contrato de este año, otra señal clara de la madurez en la relación laboral y de los avances que se están dando bajo la dirigencia de don Adrián Sánchez.
Señor Presidente:
Con lo logrado se le da la certidumbre y un marco legal que necesitaba este sector que toca a más de dos y medio millones de mexicanos en 15 entidades federativas.
Ahorita lo único que me falta por decir es qué falta. Como verán, se ha avanzado mucho; pero yo creo que, en primer lugar, tenemos que ejecutar lo aquí acordado.
En segundo lugar, creo que la industria azucarera de nuestro país tiene todos los elementos para convertirse en una industria del futuro, una industria que se renueva año con año.
Tenemos que entrarle a la diversificación que es parte integral de la modernización y esto significa dos cosas: etanol y cogeneración.
En el tema de etanol, qué necesitamos.
Necesitamos ponerle precio, necesitamos contratos de largo plazo con PEMEX, necesitamos reunirnos con la Comisión Intersecretarial de Bioenergéticos para fijar las reglas del juego y los apoyos de parte del Gobierno Federal para su producción, para que se garanticen las inversiones, las importantes inversiones que se tienen que hacer.
Del lado de cogeneración. Necesitamos que se publique la Ley para el Aprovechamiento de las Fuentes Renovables de Energía, en donde se tiene que incluir al bagazo de la caña como una fuente de energía renovable e intermitente.
Y también necesitamos que se implemente la reglamentación para que se puedan vender los excedentes de energía que generen los ingenios de manera intermitente a la CFE.
Los industriales, asumimos la responsabilidad de realizar las inversiones que nos van a dar la competitividad. Asumimos la necesidad de construir una relación basada en el respeto y la transparencia con nuestros proveedores y socios de caña y nos empeñamos en hacer equipo con ellos y con el sindicato, para afrontar los retos, pero más que nada, las enormes oportunidades que tenemos.
Ahora sí tenemos que hacer de la agroindustria azucarera nacional un polo de desarrollo, orgullo de los mexicanos.
Muchas gracias.
-MODERADOR: Toma la palabra el ciudadano ingeniero Alberto Cárdenas Jiménez, Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.
-SECRETARIO ALBERTO CÁRDENAS JIMÉNEZ: Señor Presidente, licenciado Felipe Calderón Hinojosa; estimados gobernadores, señores senadores y diputados aquí presentes; dirigentes de los productores de caña nacionales y regionales.
Presidente de la Industria Azucarera, compañeros Secretarios de Economía y del Trabajo, Dirigente Nacional de los Trabajadores de esta Industria, productores de caña e industriales aquí presentes.
Señoras y Señores:
En primer lugar, quiero felicitar y agradecer a los productores, a los industriales y a los obreros de la Agroindustria de la Caña de Azúcar de México, su disposición y trabajo para llegar a este momento que muchos consideramos histórico.
Muchos meses de intenso trabajo dieron como resultado instrumentos de enorme valía para el futuro de este sector.
Gracias Juan, Carlos, Daniel, por su cooperación.
Poco a poco, pero con pasos firmes se ha venido construyendo un mejor futuro para el sector azucarero. La Ley de Desarrollo Sustentable de la Caña y el Programa Nacional de la Agroindustria de la Caña de Azúcar, el PRONAC, han sido los pilares del cambio estructural que buscamos.
Sobre estos pilares hemos podido continuar edificando una política de desarrollo para esta agroindustria. Política que se opera en la realidad a través de cuatro grandes líneas estratégicas que tienen que ver con la parte comercial, el campo, la industria y la instrumentación de acuerdos.
Los cimientos son realidad, señor Presidente, y muestra de ello son los siguientes resultados:
Hacia el mes de agosto del año pasado, ante la Secretaría del Trabajo, después de 70 años y que parecía imposible, se modificó el Contrato Ley, entre trabajadores e industriales, para poder establecer una mejor relación obrero-patronal.
En el campo, su Gobierno, Presidente, ha instrumentado acciones para incrementar la productividad y mejorar los ingresos de los productores, muestra de ello, es la tecnificación de la producción, la mecanización de la cosecha y la tecnificación de riego.
Esto nos ha permitido lograr en 2007, la compra de cerca de 200 maquinarias nuevas, entre cosechadoras, alzadoras y otras, que atienden una superficie de más 200 mil hectáreas, casi un tercio de la superficie total cañera, así como también invertimos para mejorar el uso del agua en los cultivos en más de 28 mil hectáreas e incorporamos nueve mil hectáreas de temporal al riego.
Operan ya cuatro SOFOLES especializados en caña de azúcar, dos de ellas son iniciativas y creación de las propias organizaciones de los productores.
Se han sentado las bases del Sistema Información de la Agroindustria de la Caña de Azúcar, mismo que permitirá desarrollar, en el mediano plazo, una agricultura de precisión en el campo cañero; además de contar con toda la información al día de lo que sucede en todo el sector.
El sistema cuenta con estudios de suelos de toda la superficie dedicada al cultivo de la caña. Eso se complementa con cartografía digitalizada sobre la cual se están montando en la información que va a resultar también de toda una red de estaciones agroclimáticas.
Tecnología e información de vanguardia accesible a cada uno de los productores con el fin de incrementar la productividad a nivel de cada predio en menos tiempo y con menores costos, tal como lo está demandando el sector completo.
En este mismo sistema se contará con la información del censo cañero, mismo que concluyó la etapa de enumeración, identificación y validación de terrenos y datos de localización de más de 164 mil productores cañeros. Este trabajo fue realizado el año pasado por el INEGI y este es un hecho concluido que nos ayudará a tener precisión en todas las decisiones por venir.
En el mes de marzo pasado, como ya se comentó aquí, instalamos la Junta Directiva del Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar que se ha constituido en un verdadero foro de discusión y toma de decisiones sobre los principales problemas que aquejan al sector.
Esta junta, este comité, es el espacio de los consensos y, sobre todo, de seguimiento y evaluación del PRONAC.
Señor Presidente:
Resalto y agradezco la amplia disposición, interés y compromiso con el que han participado en las sesiones de esta Junta los gobernadores de los estados cañeros, especialmente de Veracruz, de San Luis Potosí, de Morelos, de Sinaloa y de Jalisco.
Las organizaciones de productores y los Industriales del Azúcar; así como también los Secretarios de Hacienda, Economía, Trabajo y del Medio Ambiente.
Por justicia debo resaltar aquí el trabajo de un equipo que se encargó de llevar todos estos trabajos como es el Subsecretario de la SAGARPA, Francisco López Tostado; el Director de Programación y Presupuesto de Hacienda, Carlos Treviño; Pérez Jácome también, entre otros funcionarios.
Con la instalación de la Junta de Gobierno, de esta Junta Directiva, avanzamos en el objetivo de dar certidumbre y promover el desarrollo sostenido y sustentable de este importante sector de la economía mexicana.
Los acuerdos que aquí presentamos son el consenso de los integrantes de esta Junta que participarán en nuevas dinámicas y formas de relación entre los eslabones de la cadena productiva, acordes a las actuales reglas del mercado.
Estamos hablando de cuatro acuerdos fruto de estas negociaciones: el contrato uniforme que en sus 29 cláusulas clarifica y mejora sustancialmente la relación comercial entre las partes. La determinación del precio de referencia al pago de la caña; las preliquidaciones del ajuste y la liquidación final.
El tercero habla del acuerdo para establecer la metodología del cálculo del precio libre a bordo ingenio. Y el cuarto documento es para solventar, para resolver los problemas coyunturales que tienen que ver con los adeudos de los ingenios con los cañeros.
Cuatro, pues, cuatro acuerdos importantes que con esto lograremos mayor transparencia, justicia, equidad, apertura, certidumbre, paz, orden y, sobre todo, bases muy sólidas para propiciar más inversiones, más empleos, éstos mejor pagados, que nos dará también mayor productividad y producción.
En este arreglo, todos ganaron porque todos pusieron su parte, porque todos quieren vivir mejor en este sector.
Usted, señor Presidente, nos está convocando a todos a la unidad y a poner por delante a México y el sector cañero, hoy, se hace presente.
Ya no se vale ni es leal jalar cada quien por su lado, son momentos de unidad de todo el gremio y hoy más que nunca los requerimos unidos.
Los mexicanos tenemos capacidad para lograr grandes acuerdos que nos lleven a encontrar el mejor futuro que nos merecemos.
Es momento de pensar en grande, es momento de aprovechar la coyuntura internacional y ampliar las expectativas de este sector.
Lo vamos a lograr.
Concluyo para comentarle, Presidente, que estos cambios de fondo también se están propiciando en otros ramos de la producción agroalimentaria nacional: en carnes, leches, frutas, hortalizas, entre otros.
Muchas gracias por su atención.