3 may 2008

El guerrillero bueno

Réquiem por el guerrillero bueno/SANTIAGO RONCAGLIOLO
Publicado en Babelia El País, 03/05/2008;
Durante treinta años, los guerrilleros de las novelas latinoamericanas se parecieron al Che. Pero los tiempos han cambiado, sostiene el autor peruano Santiago Roncagliolo. Hay autores que los tratan como delincuentes, otros como bienintencionados perdedores, y casi todos reflejan su "ambivalencia moral"
Pensemos en la famosa foto del Che que tomó Alberto Korda en 1960: la mirada fija en un ideal. El pelo revuelto del aventurero. La estrella dorada en la frente. El gesto marcial del héroe. La imagen se ha convertido en el icono épico del siglo XX, independientemente de su contexto político. Figura en la propaganda independentista vasca, en los souvenirs turísticos que se venden en la Sagrada Familia e incluso en una comedia pornográfica canadiense, donde un izquierdista la usa para masturbarse.
Durante los siguientes treinta años, los guerrilleros de las novelas latinoamericanas están hechos a imagen y semejanza de esa foto. El año 1968, el venezolano Adriano González León recibió el Premio Biblioteca Breve por País portátil, la historia de un joven que se une a la guerrilla y asume sin titubear su destino trágico. Al año siguiente -y dos después de la muerte del Che- el boliviano Renato Prado Oropeza publicó Los fundadores del alba, cuyo título era ya una metáfora de la revolución como inicio de un nuevo día para la humanidad. Incluso en 1991, los rebeldes mexicanos de Guerra en el paraíso, de Carlos Montemayor, resisten como mártires a la más brutal represión.
Y sin embargo, los tiempos han cambiado, y con ellos, la mirada sobre la historia. Los revolucionarios que se atrincheran en las novelas latinoamericanas del siglo XXI no se parecen a la foto de Korda. Más bien tienen el semblante sórdido y malencarado de las fichas policiales.
La temporada de caza al guerrillero la abrió El arma en el hombre (2001), del salvadoreño Horacio Castellanos Moya. Su protagonista, apodado Robocop, es un combatiente de élite desmovilizado. Graduado con honores en el asesinato selectivo -y no tan selectivo-, el personaje relata las técnicas de asesinato de los guerrilleros, como el "sacapedos", un método de estrangulamiento fulminante aplicado a los prisioneros mientras defecan. Tras una temporada como paramilitar, Robocop recala en una banda de criminales al servicio de un poderoso político. Sus compañeros de pelotón son sus antiguos enemigos de la guerrilla y algunos delincuentes comunes, ya todos uniformizados, indistinguibles los unos de los otros.
El mismo año apareció La materia del deseo, de Edmundo Paz Soldán, cuyo protagonista regresa a Bolivia desde Estados Unidos y comienza a hurgar en el mito de su heroico padre guerrillero. El hombre que descubre, más que un héroe, es un tipo intransigente, autoritario y vanidoso, capaz de fusilar sin remordimientos a sus subordinados, pero también de arriesgar la vida para encontrarse con sus amantes. Un traidor a su mujer, y probablemente, a sus camaradas. Un señor de la guerra que ya ni siquiera sabe por qué pelea: "Su verdadero objetivo no era el triunfo ni la revolución, sino mantener la lucha viva".
La ambivalencia moral también es la tónica de Los ejércitos, la novela de Evelio Rosero que recibió el Premio Tusquets en 2006. La historia está situada en un pueblo colombiano que padece arrasamientos y secuestros constantes a manos de guerrilla y paramilitares, dos fuerzas igualmente salvajes. En la escena final, un grupo de hombres armados viola el cadáver de una mujer, y ya nadie se toma la molestia de preguntar de qué bando son.
Pero el retrato más amargo -quizá porque es el único contado en primera persona- aparece en la última novela de Martín Caparrós. El protagonista de A quien corresponda militó en la Argentina durante la dictadura militar, sufrió la desaparición de su mujer -posiblemente embarazada- y se escabulló cobardemente del mismo operativo policial en que ella cayó. Hoy, incapaz de vivir con su remordimiento y su fracaso, asiste al desfile de los personajes secundarios: un torturador que bebe whisky mientras predica el entendimiento entre los argentinos. Una amante veinteañera que no deja de recordarle que su generación fue derrotada, y que a fin de cuentas da igual. Un viejo camarada reconvertido en funcionario arribista. En la página 19, Caparrós nos regala con un edificante monólogo:
"Somos una mierda... Perdimos, nos hundimos en el mejor de los naufragios... Ésa fue nuestra victoria: nos dedicamos del todo a la derrota, sin fisuras, y ahora hemos llegado a la plenitud de nuestro ser nosotros: una mierda".
Los escritores argentinos, a diferencia de los centroamericanos y colombianos, tratan a sus guerrilleros no como delincuentes, sino como bienintencionados perdedores. No pueden equipararlos moralmente a sus torturadores, pero parecen verlos con una mezcla de patetismo y desprecio. Otro ejemplo es el Jorge Lanata de Muertos de amor, una historia a caballo entre el periodismo y la novela dedicada a la primera guerrilla de su país: el Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP), que en junio de 1963 ingresó clandestinamente en el país con dirección a Salta.
La historia del EGP fue breve y triste cuando no absurda. No consiguieron ninguno de sus objetivos políticos. Su primer mártir fue uno que se desbarrancó. Los dos siguientes fueron fusilados por sus propios compañeros bajo acusaciones de traición. Durante toda la campaña, el único enemigo real que enfrentaron fueron los insectos, los animales, el hambre y la geografía. Los campesinos, en vez de ayudarlos, los denunciaron a las autoridades, que finalmente los apresaron.
Sin embargo, el EGP y el protagonista destrozado de A quien corresponda tienen algo en común con los guerrilleros de Castellanos, Paz Soldán o Rosero. Todos ellos, al igual que miles de jóvenes latinoamericanos del siglo XX, quisieron vivir como los personajes de una novela. Y sin duda, lo consiguieron. Sólo que medio siglo después de la Revolución Cubana, ni a la foto de Korda le gusta siempre dónde la ponen, ni las novelas que inspiró son las que soñaban sus personajes. -por Abril Rojo.
El año pasado publicó La cuarta espada, La historia de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso (Debate).

¿APUNTA A OAXACA?

¿Quién es asesinado de ayer, en Coyoacán? Se trata de Aristeo López Martínez? como dice Excelsior? Es el ex coordinador general de Seguridad Pública, Vialidad y Tránsito Municipal de Oaxaca?
O es otra persona: Aristeo Gómez Martínez? de 33 años de edad.
La nota de Excelsior firmada por "De la redacción con información de Atalo Mata Othón y Georgina Olson", señala que se trata de Aristeo López Martínez.
Milenio (El Universal y otros) señala que se trata de Aristeo Gómez Martínez, de 33 años, directivo administrativo de la Policía Federal.
Agrega la nota de Milenio firmada por Ignacio Alzaga y Vicente Hernández que "De acuerdo con los primeros dictámenes periciales, (Aristeo) Gómez Martínez fue sorprendido por un sujeto que le disparó al menos en dos ocasiones con un arma nueve milímetros. Sobre la identidad y paradero del agresor no se sabe nada hasta el momento. Tampoco se ha establecido el móvil.
Los hechos ocurrieron pasadas las 23 horas en Cerro de El Hacha y Miguel Ángel de Quevedo, en la colonia Romero de Terreros cuando el funcionario de la Seguridad Pública Federal circulaba a bordo de su VW Bora.
Versiones de la dependencia federal aseguraron que se trató de un asalto y que incluso el agresor, tras los disparos, despojó al funcionario de su reloj.
Al momento de la agresión, el funcionario federal viajaba acompañado de quien se identificó como Esperanza Soler, de 26 años, quien resultó ilesa.
A la escena del crimen acudió el titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Félix Cárdenas.
Cuando llegó la policía, el cuerpo de Gómez Martínez yacía afuera del automóvil Bora gris plata, placas 434-VMX, en el que viajaba junto con Soler, quien se ostentó como subdirectora de jefatura del Estado Mayor de la Policía Federal y aseguró que el occiso se desempeñaba como director administrativo de jefatura del Estado Mayor de esa corporación."
"La SSP federal no ha emitido ningún manifiesto oficial..., precisa Milenio.
Como están las cosas más vale que la autoridad las precise.

Comunicado del TDR:EP

Comunicado del grupo Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo
C. Rosario Ibarra de Piedra.
Senadora de la República.
P r e s e n t e.
Respetable Sra.
Porque sabemos de su amplia y digna trayectoria en la lucha contra la injusticia en México, especialmente en la lucha contra crímenes de lesa humanidad como el de la desaparición forzada, nos dirigimos a usted para expresarle lo siguiente:
Hemos leído con interés los distintos y más recientes pronunciamientos políticos relacionados con la desaparición forzada de los militantes del PDPR-EPR: Edmundo Andrés Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez.
En consecuencia, estamos enterados del llamado que el PDPR-EPR hizo, el pasado 24 de abril, al arzobispo emérito Samuel Ruíz, al escritor Carlos Montemayor, al abogado y periodista Miguel Ángel Granados Chapa, al antropólogo Gilberto López y Rivas y al Frente Nacional Contra la Represión (FNCR), solicitándoles intervenir y ser intermediarios para dialogar con el gobierno federal, a fin de resolver el problema nacional de los desaparecidos políticos y alcanzar la justicia.
Estamos enterados de la inmediata y positiva respuesta que dieron las personalidades mencionadas y la comisión nombrada por el FNCR (de la que sabemos usted forma parte), así como de las condiciones propuestas por los primeros, y aceptadas por el PDPR-EPR, para facilitar los trabajos de la comisión de intermediación.
Asimismo, estamos enterados de la respuesta emitida por el gobierno federal, la cual constituye en realidad una negativa al diálogo al condicionar éste al encuentro directo entre gobierno y PDPR-EPR, al colocar a los miembros de la comisión de intermediación como "testigos sociales", al exigir a la organización citada la suspensión definitiva de "acciones radicales", al tratar de obligarla a abandonar la lucha armada e incorporarla a la vida institucional, y al anunciar que continuarán las pesquisas para dar con los responsables de las acciones militares que afectaron las instalaciones de Pemex y los intereses de la iniciativa privada.
En virtud de estos pronunciamientos, al que se agregaría el formulado por el grupo de intermediación, este jueves 1 de mayo, con el objeto de "saber si el gobierno quiere negociar o no", le comunicamos, para los efectos que juzgue conveniente, nuestra disposición a frenar toda iniciativa armada, toda vez que la exigencia de presentación de los eperristas y de todos los desaparecidos del país es también una exigencia nuestra, así como a solicitar de manera respetuosa a otras organizaciones revolucionarias armadas hacer lo propio, a fin de contribuir al establecimiento de condiciones que faciliten un diálogo orientado a esclarecer el paradero y propiciar la presentación con vida de los militantes eperristas, y del ciudadano Francisco Paredes Ruiz, siempre y cuando el gobierno federal muestre real disposición a atender la demanda del PDPR-EPR.
En espera del establecimiento de un verdadero acuerdo entre las partes, que dé cauce a la búsqueda de la justicia y combata las desapariciones forzadas, nos despedimos respetuosamente de usted.
Atentamente:
¡Contra el neoliberalismo, el poder popular!
¡Por el socialismo, vivir, luchar, vencer!
¡Ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo!
Tendencia Democrática Revolucionaria – Ejército del Pueblo
TDR-EP
República Mexicana, mayo 2 de 2008.
Pero en el gobierno no la quieren de mediadora.
Una nota de Jorge Ramos, reportero de El Universal, señala (en Pp) que el Gobierno objeta a Ibarra como ‘testigo’ de EPR.
"La senadora Rosario Ibarra de Piedra es rechazada por el gobierno federal como parte del grupo propuesto por el Ejército Popular Revolucionario (EPR), para un eventual diálogo entre ambos, confirmaron fuentes oficiales."
La participación de la senadora del grupo parlamentario del Partido del Trabajo (PT) “sería partidizar el ejercicio”, explicó la fuente del gobierno federal.