Maciel, Marta y Fox, aquella mañana...
Columna En Privado/Joaquín López-Dóriga
Milenio, 2010-05-
Asesor es el que te quita el reloj
para darte la hora. Florestán
En los días previos a la visita oficial de Vicente Fox al Vaticano, el 18 de octubre de 2001, se había dado un choque entre el cardenal Norberto Rivera, arzobispo primado de México, y Marta Sahagún.
Ya tenía noticias que se resistía a aceptar: la Secretaría de Estado había dejado en claro que en la audiencia oficial de Fox con Juan Pablo II no estaría Marta, casada con él en segundas nupcias, matrimonio que la Iglesia no reconocía y por eso el lugar se lo seguía dando a Lilian de la Concha, primera esposa y para la Santa Sede, su única legítima.
En aquellas vísperas, el cardenal Rivera le dijo a Marta que le conseguiría un lugar distinguido en la audiencia de los miércoles a cambio del encuentro privado, lo que ella rechazó.
Fue cuando entró en contacto con su muy cercano y reverenciado Marcial Maciel, quien se comprometió a resolver el caso.
A los pocos días, Marta supo que si bien no estaría sentada al lado de su esposo en la audiencia oficial con el Papa, éste la recibiría antes y en privado.
Y en eso quedaron.
Así llegaron a Roma para cumplir la visita de Estado, llevando a Jorge Castañeda como su secretario de Relaciones Exteriores.
La noche anterior, Marta y Fox fueron informados de que un automóvil del Vaticano, con un chofer, estaría a las 9 de la mañana en la puerta del hotel para llevarla al palacio apostólico ante Juan Pablo, un día antes del encuentro oficial de Estado.
Por la mañana, una Marta lista y arreglada, excitada, aguardaba en la suite presidencial desde dos horas antes.
Dieron las 9, hora acordada para que la recogieran, y nada. Y así, corrieron las 10, las 11 y las 12, y el auto oficial del Vaticano nunca llegó, quedándole ya claro el mensaje de la Santa Sede, el desaire. A pesar de su condición de esposa del Presidente de México, no vería al Papa.
Indignada, levantó el teléfono de la suite y marcó el número telefónico de una residencia en Villa Aurelia: el de Marcial Maciel.
(Mañana: el café y la cita)
Retales
1. ABIERTO. El presidente Calderón acabó con las tentaciones de los encargados de las fiestas del Bicentenario, que querían sellar 12 años sus gastos. El viernes ordenó a Hacienda que instruya al Banco del Ejército para que dé toda la información de esa partida festiva;
2. GAMBOA. Emilio Gamboa dio un paso gigante en su proyecto de alcanzar la presidencia del PRI en marzo del año que viene, la CNOP, desde la que saltará a la sucesión de Beatriz Paredes; y
3. ¡AGUAS! El TEPJF dio entrada ayer a la revisión del caso Martín Orozco en Aguascalientes. De ser bateado, el PAN se quedaría sin candidato en aquel menguante santuario azul, riesgo que César Nava no quiere correr, por lo ha comenzado a considerar un plan B.
Nos vemos mañana, pero en privado.