Cultura y libertad/José Álvarez Junco
Babelia El País, sábado, 4 de febrero de 2012
La Constitución gaditana fue el primer esfuerzo democrático de la España contemporánea. La celebración del bicentenario es un momento propicio para revisar el relato canónico. Nuevos libros, exposiciones y música revisan el texto de 1812.
Entre 1808 y 1814, en los seis años que rodearon la fecha cuyo bicentenario se cumple ahora, se acumuló una secuencia vertiginosa de acontecimientos: un "motín", preparado por los "fernandinos" -partidarios del príncipe heredero al trono y enemigos del valido Godoy-, que obligó a abdicar al monarca en ejercicio y fue el primero de una larga serie de golpes de Estado; una sustitución de la familia reinante por otra -los Borbón por los Bonaparte-, francesas de origen ambas; un levantamiento que inició una guerra que afectaría a la totalidad del territorio y de la población peninsular y que en parte fue una guerra civil y en parte internacional -enfrentamiento entre Francia e Inglaterra, las dos grandes potencias del momento-; un vacío de poder, en la zona insurgente, por ausencia de la familia real al completo, que hubo que llenar con distintas fórmulas, hasta culminar en una convocatoria de Cortes; una Constitución, elaborada por aquellas Cortes, que, sumada a la decretada en Bayona por Bonaparte, inauguraba otra larga lista de textos constitucionales; una serie de medidas revolucionarias, emanadas igualmente de aquella asamblea, tendentes a destruir o modificar radicalmente las estructuras del Antiguo Régimen, asentadas en el país desde hacía siglos; un estallido del imperio americano, que acabaría generando una veintena de nuevas naciones independientes en América y que relegaría a la monarquía española a un papel prácticamente irrelevante en el escenario europeo; y el nacimiento de toda una nueva cultura política, a la que con mucha generosidad se llamó "liberal", que marcaría como mínimo todo el siglo siguiente.
Entre 1808 y 1814 nació una nueva cultura política, a la que se llamó "liberal", que marcaría como mínimo todo el siglo siguiente